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Sueño de una noche de verano por gloomyfairy

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Notas del capitulo:

Mi musa me visitó y me ayudó a escribir un nuevo capítulo.

Había pasado una semana desde que mi hermano se fue y todo se sentía tan irreal. Me cuestionaba qué era realidad y qué no, si estaba enloqueciendo o querían que pensara que enloquecía. Durante este tiempo, Hyoga no se separó de mi lado y eso me hacía tan feliz, pero no podía evitar sentir culpa por mi hermano. Él siempre me cuidó y se sacrificó por mí incontables veces. Lo extrañaba mucho, una parte de mí sabe que lo defraudé y quizás nunca me perdone.

 

Como todas las tardes me había refugiado en el ático de la mansión. Tenía la mejor vista de los jardines y del bosque que la rodea, y lo mejor es que nadie me encontraba en este lugar. Había sido el refugio perfecto para evitar de las miradas recelosas, sé que me temían, o más bien al regreso de Hades, aunque trataban de disimularlo. Hyoga era el único que no me evitaba y aún me pregunto por qué arriesgaba tanto por mí, yo siento que no lo valgo y creo que él podría estar con alguien mejor. Mis pensamientos divagaban en estas interrogantes, pero estos fueron interrumpidos por unas manos que cubrieron mi rostro y pude sentir su aliento cerca de mi oído erizando mi cuerpo.

 

- Por fin encontré tu escondite.

- Hyoga... -  Fue lo único que pude decir, mis palabras fueron silenciadas por un tierno beso y sentí como sus manos habían descendido a mis mejillas.

Cuando el beso terminó abrí mis ojos y nuestras miradas se encontraron. Sus ojos tenían un hechizo poderoso sobre mí, me podía perder dentro de ellos.

- ¿Cómo me encontraste?

- Tuve un presentimiento de que estarías aquí. - Tomó mi mano derecha y me besó los nudillos. - ¿Te hubiera gustado que no te encuentre?

- No en realidad. Ahora ya conoces mi lugar secreto, vengo aquí desde que regresamos de la batalla contra Poseidón. La vista me cautivó desde la primera vez que entré. Miré hacia el firmamento, el ocaso hacía su entrada cubriendo todo con tonos anaranjados y rojos. Cuando regresé a verlo vi una gran sonrisa en su rostro.

-  Me encanta cuando sonríes así. Iluminas mi mundo.

 

Él me envolvió en un cálido abrazo, y sentí como sus manos recorrían mi espalda. Mientras él me recostaba en el suelo, nuestros labios se unieron en un beso apasionado que empezaba a enloquecerme. Al sentir como una de sus manos se deslizaba bajo mi camisa fue inevitable arquear mi espalda intensificando el beso. Su lengua empezó a invadirme lentamente, para luego empezar una pelea con la mía y estoy seguro de que me exploró por completo. Cuando nuestros labios se separaron, sentí como su aliento viajaba desde mi boca hasta llegar a mi cuello, empezando un nuevo ciclo de besos y un cúmulo de sensaciones nuevas para mí que no negaré, me estaban excitando. Suspiros leves empezaron a salir de mis labios de forma involuntaria, y me di cuenta de que quería sentir más. Como adivinando mis pensamientos, empezó a desabrochar mi camisa mientras recorría mi pecho con sus besos. Lentamente empezó a lamer uno de mis pezones, mientras que una de sus manos empezaba a deslizarse encima de mi pantalón y acariciaba mi miembro. Eso me asustó un poco, pero mi cuerpo ardía de deseo y no quería que se detuviera.

 

- Hyoga...

Fue lo único que pudo escapar de mis labios, y fue cuando alzó la vista y nuestras miradas se encontraron nuevamente. En ella pude ver el mismo deseo que yo sentía, eso me avergonzó y no pude evitar desviar la mirada y cerrar los ojos. Su aliento se aproximaba a rostro, haciéndome arder de pasión, mientras que sus manos tomaron mi rostro y me dijo en un susurro.

- No haría nada que te haga daño. Siempre voy a cuidar de ti Shun porque eres la persona más importante para mí.

Sus palabras me llenaron de alegría, él se acostó sobre mi pecho y nos dedicamos a ver como el atardecer daba paso a una noche en la que empezaban a despuntar las primeras estrellas. Empecé a acariciar sus cabellos, me encantaba tenerlo tan cerca. Él empezó a depositar pequeños besos en mi pecho, que me hacían cosquillas y empezaban a excitarme nuevamente. Aún me cuestionaba si esto estaba bien o hasta dónde seríamos capaces de llegar. Tenía miedo de lo que podría llegar a pasar, pero al mismo tiempo sabía que cada vez que estábamos juntos quería sentirlo más cerca de mí.

 

Mientras mis inseguridades atormentaban mi mente, él se dedicaba a besar cada centímetro de mi piel y yo no podría evitar soltar suspiro tras suspiro. Empezó a quitarme la camisa por completo y él también se despojó de la suya. Nuestros torsos desnudos, así como nuestros labios se encontraron. Nuestras lenguas empezaron una nueva pelea, su aliento me quemaba, pero quería más. Sus besos bajaron por mi vientre bajo hasta llegar a mi miembro y comenzó a besarlo por encima del pantalón. Ese acto me hizo enloquecer, inconscientemente puse mis manos sobre su cabeza y lo presioné contra mi miembro. Creo que el mensaje fue claro, ya que el empezó a desabrochar mi pantalón, para luego bajar mi bóxer y dejar mi miembro en libertad. No podía procesar todas las emociones y sensaciones nuevas, cuando introdujo mi miembro en su boca, creí que iba a morir de placer. Cada vez que me lamía, sentía como mi cuerpo reaccionaba y se movía al mismo ritmo, mi cadera se movía sola y mi espalda se arqueaba. En ese delirio de pasión, sentí como uno de sus dedos me invadía por atrás. Eso me enloqueció aún más y me hizo querer sentirlo a él y no a sus dedos dentro de mí.

 

- Ahh ahhh ahhh Hyoo... gaahhhh, tómameee, quiero ser tuyoo ahhhh.

Eso fue lo único que pude decir antes de sentir otro dedo dentro de mí. Sentía como los movía al mismo ritmo con el que lamía mi miembro. No sabía hasta cuando aguantaría, sentía que iba a estallar de pasión. Fue cuando dejé de sentirlo, se separó lentamente para quitarse el resto de su ropa. Intenté abrir los ojos, pero antes de que pudiera hacerlo una nueva sensación se apoderó de mí sentí como él introducía su miembro lentamente. El dolor se apoderaba de mí y no pude evitar soltar algunas las lágrimas. Él se percató y empezó a besarlas y a abrazarme.

- Shun te amoo, trata de relajarte y solo piensa en mis caricias y mis besos.

Eso me lo dijo muy cerca del oído, y luego empezó a besar mi cuello. Lentamente mi cuerpo se relajó, el dolor desapareció para dar paso a una sensación de placer que no había sentido. Pude sentir como su miembro palpitaba dentro de mí, excitándome más. Abracé su cadera con mis piernas dándole una señal de que el dolor desapareció y el empezó a moverse lentamente. Los movimientos fueron incrementando la velocidad, nuestras caderas bailaban acompasadamente y podía escuchar como nuestros suspiros se unían a nuestra danza. La velocidad seguía aumentando, así como el placer que sentía. No estaba seguro de cuánto aguantaría, apretaba mis dientes para no gritar, sentí que enloquecía de placer. Solté un gemido ahogado cuando su miembro estalló dentro de mí, me vine después de él sobre su pecho.

 

Exhaustos nos acurrucamos en el suelo.

- Ahhh... Te amoo Shun.

Me besó en la frente y se durmió junto a mí

- Yo también te amo... Hyoga.

 

Esta fue la primera vez que lo hicimos y me hizo sentir feliz. Ya no hay dudas en mi corazón, voy a luchar por ti Hyoga, aunque todos se opongan sólo quiero estar contigo.

Notas finales:

Cualquier feedback es bienvenido!


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