Como cada mañana Zoro se levantó temprano solo que esta vez no iba a la universidad. Pues ya los parciales habían terminado y justo hoy comenzaría sus prácticas laborales. Entró al imponente edificio, no tenía ni idea a donde dirigirse así que le preguntó a la recepcionista.
- disculpe, necesito hablar con el señor Kuzan.
La chica pelirosa lo miró de arriba a abajo de forma despectiva- si claro, tú y media ciudad. Lo siento pero el señor Kuzan está ocupado.- le dijo la joven de mala manera.
Que rayos le pasaba a esa idiota, Zoro suspiró, por qué todo tenía que salirle mal. Sin embargo como si sus plegarias hubieran sido atendidas apareció su ángel de la guarda.
- Roronoa que hace aquí, la oficina de Kuzan está en el último piso- esa voz ronca y varonil ya la conocía de memoria.
- es que al parecer está ocupado- le dijo Zoro.
- no puede ser, ayer conversé con él y me aseguró que tendría la mañana a su disposición.
Y dicho esto el mayor caminó hasta quedar frente a la pelirosa.
- Perona, comunícame con Kuzan inmediatamente.
La chica que hasta ese momento había estado distraída limando sus uñas, se puso roja y obedeció al momento, mientras jugaba con su cabello y se comía con la vista a Mihawk.
-Si
- señor Kuzan, espere un momento que el señor Dracule quiere hablarle.
- Kuzan acaso no te dije que mi amigo vendría hoy, entonces por qué me lo encuentro abandonado en el lobby. - dijo con molestia el de cabellos negros.
- QUE!!! No tenía idea de que estaba ahí, Perona no me ha informado de la llegada de nadie. Disculpa por favor hazlo pasar.
La muchacha empalideció al escuchar aquello. - le agradecería que ponga atención a su trabajo- le reprochó el de ojos ámbar.
La muchacha bajó la cabeza avergonzada.
- Roronoa acompáñame.
Zoro comenzó a caminar tras él.- Tampoco era para tanto, no tenía que ser tan duro. La pobre chica por poco se hecha a llorar. Por cierto no tiene que acompañarme, de seguro tiene otras cosas que hacer.
Y como si el universo lo estuviera escuchando, el móvil de Mihawk comenzó a sonar. Este atendió la llamada con tranquilidad, pero Zoro pudo apreciar como su molestia aumentaba por minuto.
- algún problema.- preguntó dudoso.
- nada importante es solo que los meseros del KURAIGANA, decidieron renunciar y enfermarse al mismo tiempo y Eustass me acaba de llamar para informarme.
- no se preocupes, seguro que en 5 minutos tiene fila para ocupar el trabajo.
-puede ser, pero no me gusta meter extraños sin referencias en mi establecimiento y hoy por la noche Nefertari Vivi la hija de uno de mis socios celebrará su cumpleaños ahí, no creo que me dé tiempo. Eustass dijo que tratará de convencer a un amigo que es de confianza pero aun así necesitaría a alguien más.
- yo puedo hacerlo si quiere.
- sabes algo de eso.
- no, pero aprendo rápido. Además no tengo nada mejor que hacer y le debo una, recuerda.
- no es mi intención cobrársela- dijo serio Mihawk.
- lo sé, por no es como si no me fuera a pagar como a cualquier otro mesero y el dinero no me vendría mal. Digamos que es un trato conveniente para ambos.
- entonces aceptaré su oferta.
- no se arrepentirá jefe.
- valla he sido su confidente, su amigo, su padre y ahora su jefe solo me falta ser su novio.- Se burló el mayor.
Zoro sonrío ante el comentario pero sin saber por qué se puso muy nervioso e incluso hubiera apostado que se sonrojo.
El resto del día pasó en calma. El inicio en sus prácticas fue de lo mejor todos lo atendían con sumo interés, sin dudas la recomendación de Mihawk valía oro. Pero él estaba decidido a ser reconocido por sus habilidades por lo que se esforzaba al máximo.
Ya en la noche se dirigió al bar una vez allí fue recibido por Kid que parecía al borde de un colapso nervioso.
- hasta que llegas, toma ponte esto y sígueme.
Zoro miró con horror el esmoquin que le dio su compañero, pero con el cabreo que traía encima el pelirrojo optó por no quejarse. Recibió todas las explicaciones pertinentes y luego fue a cambiarse. Sin dudas parecía un pingüino, fue lo que pasó por su mente. Sin embargo lejos de burlarse Kid y su amigo, un rubio llamado Killer, se quedaron viéndolo como idiotas.
Incluso la cumpleañera una peliazul bastante atractiva no dejaba de mirarlo y pedirle una que otra cosa. Si la pobre chica no empezaba a pedirle agua no sabía cómo iba a terminar todo. Sin embargo no todos lo miraban bien, un tal Kohza que venía con Vivi lo asesinaba con la vista.
- camarero, quiero dos wiski- pidió la chica, según él la pobre no aguantaría ni uno, pero quien era el para negarse.
Rápidamente regresó con las bebidas y se las entregó, pero cuando se disponía a marcharse la muchacha se enganchó a su brazo. - espera este es para ti, brinda conmigo.
- lo siento, estoy trabajando- trató de zafarse el peliverde.
- pero es mi cumpleaños, no seas cruel.- dijo mientras hacía un puchero.
- Vivi compórtate, deja a ese tipo tranquilo no está a nuestro nivel- intervino el tal Kohza.
Zoro entendía que estuviera molesto, pero su comentario no le gustó así que decidió darle por donde le dolía. Tomo el vaso de whisky, le dio un suave toque al de la chica y tomo su contenido. Luego la miró y con una sonrisa le susurró al oído: - Feliz cumpleaños.
Vivi estaba roja cual tomate y Kohza molesto tomó a Zoro de la chaqueta. Pero antes de que pasara nada la muchacha interrumpió. - Basta Kohza el solo me deseo feliz cumpleaños si no te comportas te vas.
Zoro pensó que luego del numerito todo terminaría, pero como si nada hubiera pasado la chica seguía coqueteándole y el otro fulminándolo con la mirada y uno que otro comentario.
Ya daban más de las 12 cuando el dueño del local hizo acto de presencia. Se dirigió a la peliazul para felicitarla. Esta aprovechando la llegada de Mihawk volvió a llamar a Zoro para que le trajera una bebida al mayor. El de ojos dorados se percató enseguida de la situación. Es que Vivi no era nada discreta y su compañero tampoco. Además el peliverde traía una cara que hablaba sola. Se sintió culpable por ponerlo en esa situación, pero como ayudarlo. Una idea traviesa surcó su mente.
- Roronoa tiene la corbata mal puesta- y dicho esto se acercó al chico para anudársela bien, pero se quedó observándolo con la cabeza ladeada para después decir- de hecho creo que me gusta más sin corbata- y metió la prenda en su bolsillo.- no se preocupe se la devuelvo cuando nos vallamos a casa.- dijo mientras le guiñaba un ojo.
Vivi estaba roja mientras de su nariz comenzaba a brotar sangre, Kohza también estaba sonrojado pero con una expresión de sorpresa mezclada con alivio y Zoro con una cara entre agradecida y avergonzada solo asintió.
Producto de la intervención de Mihawk el resto de la noche fue pan comido. El moreno lo esperó y lo acompañó a casa. Ya se estaba volviendo una costumbre
- por cierto gracias, por quitarme a esos pesados de encima.
- no te preocupes, por cierto Eustass te pagó.
- sí, valla que eres generoso. Casi que quiero trabajar para ti permanentemente.
- Por qué no.
Zoro lo miró sorprendido- en serio puedo.
- pues lo hizo muy bien, me ahorraría hacer entrevistas y me entretendría ayudándolo a librarse de sus pretendientes.
Zoro enrojeció- miren quien habla, si a la recepcionista de hoy solo le faltó quitarse la ropa interior y lanzársela.
- no tengo idea de lo que habla,- fingió inocencia el de ojos dorados.
Siguieron conversando y al final Zoro aceptó trabajar en el bar los viernes, sábados y domingos.
….........………………
Mihawk ultimaba los detalles para la exposición de armas clásicas que tendría lugar en su casa. Siempre fue un aficionado a las cosas antiguas así que cuando le ofrecieron hacer la exposición en su casa para recaudar fondos y renovar el museo no dudó en aceptar. Allí estaban sus amigos y algún que otro conocido acaudalado.
Su mejor amigo parecía aburrido y no lo culpaba había ordenado controlar la cantidad de alcohol que se le suministraba al pelirrojo y para colmo su noviecito no estaba en la ciudad. Según le había dicho Roronoa el pequeño Monkey había ido a visitar a su abuelo. Eso le hizo pensar en el joven peliverde, lo había invitado junto con Eustass para que no se sintiera solo y ambos habían aceptado. Pero aún no los veía.
Sin embargo un cambio en el semblante de Shanks lo puso en alerta. Verídicamente Roronoa había llegado con Eustass. Akagami comenzó entonces sus tristes intentos de llamar la atención de Zoro pero este lo ignoraba monumentalmente y se concentraba en la exposición ante él. Después de 30 minutos Shanks pareció rendirse. Eso o el otro pelirrojo cansado del acoso escondió a Zoro, la segunda opción parecía más factible.
La fiesta continuó y la gente no dejaba de rodear a Mihawk, estaba al borde de la locura cuando se percató que llevaba más de una hora sin ver a su mejor amigo. Eso lo preocupó. Sin dudas estaría haciendo de las suyas, así que se excusó alegando tener que ir al baño y comenzó a buscarlo. Ya habia revisado la mitad de la casa cuando sintió unos jadeos provenientes de su habitación, este era el colmo si alguien había decidido usar su cuarto como motel la sangre correría, abrió la puerta molesto pero lo que vio lo dejó sin habla.
En su cama estaba un desnudo Shanks que embestía fuertemente a un tipo con coleta azul y una extraña nariz roja.- ambos hombres se sobresaltaron al verse atrapados.
- Mihi yo..
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
Rayos esa casa era un laberinto, se demoró 15 minutos en encontrar el baño y ya llevaba 20 tratando de volver a la fiesta. La exposición le había gustado mucho pero el acoso de Shanks lo tenía agotado. Así que planeaba despedirse de Mihawk y volver a casa. Para su sorpresa lo vio parado frente a una puerta abierta así que se acercó a él sin embargo escuchó otra voz.
- mihi yo...- sin dudas era ese fastidioso pelirrojo, iba a escapar pero la cara del de ojos dorados lo detuvo, que era eso miedo, dolor nunca le había visto esa expresión. Así que decidió acercarse.
- hijo de puta- fue lo único que articuló al ver la escena dentro de la habitación.
Mihawk comenzó a caminar a toda velocidad y Zoro fue tras él. Lo observó mientras entró a una de las habitaciones y rompió todo lo que había a su paso. En ese momento una de las empleadas venía subiendo pero el chico se encargó de despacharla antes de que viera a su jefe en ese estado.
Una vez se hubo calmado Zoro se acercó a él y le tomó la mano. - hay alguna forma de salir de aquí si pasar por la fiesta.- preguntó al pelinegro.
Este como si fuera un muñeco lo condujo a la salida trasera que llevaba al garaje. Zoro tomó el primer auto que vio e hizo que el otro se sentara en el asiento del copiloto. Condujo en silencio por un buen rato hasta que llegaron a una pequeña playa.
El peliverde llevó al mayor afuera y lo hizo sentar en la arena, se situó a su lado y se quedó en silencio.
- qué pasó con Eustass?- preguntó Mihawk, Zoro entendía que no quisiera hablar del tema.
- el muy traidor me abandonó por una falda.
- tengo que regresar a la fiesta mis invitados...
- que cree que dirán si lo ven con esa cara?
Mihawk guardó silencio, - ya estoy mejor regresemos- insistió.
- no, no nos iremos de aquí hasta que se desahogue.
- ya le he dicho que estoy bien, mis invitados me esperan el dueño de la casa no puede simplemente irse, solo fue una tonterías nada más.
- una tontería? Acaba de ver al hombre que ama teniendo sexo con otro en su casa. Acaso tengo que recordarle como estaba subido sobre ese tipo y como sudaba...
- Cállate- lo tomo de la camisa fuertemente
- por qué debería no estoy diciendo nada que no sea verdad o es que le duele recordarlo.
- te dije que te calles- le amenazó el mayor mientras se ponía encima de él.
- tanto tiempo de devoción hacia él y así se lo paga, solo falto que lo invitara a unirse...
No pudo seguir hablando ya que el puño de Mihawk se estampó en su cara, seguida de unas pequeñas gotas.
- cállate, duele demasiado- fue apenas un susurro.
Zoro pasó sus manos a la espalda del mayor y lo atrajo hasta fundirse en un abrazo.- ve no era tan difícil, no se preocupe solo estoy yo aquí así que desahóguese.
Se quedaron un largo rato abrazados, hasta que Mihawk comenzó a hablar.
- soy perfectamente consiente que se acuesta con otras personas pero nunca pensé que fuera tan duro verlo y más aún en mi cama.
- ese imbécil, cada día me desagrada más. Escúcheme bien sé que lo ama y todo y soy la última persona para criticar sus gustos, pero no se da cuenta de que merece algo mejor. Usted es Dracule Mihawk uno de los hombres más poderosos del mundo, es genial, divertido y súper atractivo. Deberías estar rompiendo corazones a diestra y siniestra y no dejándose destruir por alguien que no lo valora. Sé que piensa que con el tiempo sus sentimientos le llegarán. Pero mi pregunta es: que pasa si le llegan? Cree que ese hombre lo puede hacer feliz?
Mihawk no supo que contestar. Así que el otro tomó la palabra.- creo que nos merecemos unos tragos, se anima?- dijo Zoro poniéndose de pie.
- de todas formas no tengo ganas de regresar a casa.
- tendrás que comprar una cama nueva. - bromeó el chico a lo que el mayor sonrió.
Y así se fueron a tomar y terminaron en un estado lamentable. Ambos se quedaron a dormir en casa de Zoro el cual parecía un zombi al día siguiente solo de recordar que tenía prácticas y trabajo.