La luz en su cara lo despertó, maldijo la hora en que olvidó cerrar las persianas de su cuarto y gruñó molesto. Trató de cambiar de posición sin embargo el movimiento lo hizo percatarse de que no se encontraba solo en su cama, así que lentamente levantó la vista y se encontró con unos conocidos ojos dorados. Una serie de flashbacks pararon por su mente reviviendo como una película lo sucedido la noche anterior. No pudo evitar el rubor que se apoderó de su cara.
- buenos días- saludó el mayor
- bue..buenos días- balbuceó torpemente el chico mientras mentalmente pedía que la tierra se lo tragara.
- cómo dormiste?
En serio, que rayos eran esas preguntas, acaso él era el único que se preocupaba por el hecho de estar completamente desnudos y tan cerca, aunque pensándolo bien era mejor hacer como si nada hubiera pasado - muy bien y tú?
- de maravilla. Es probable que tengas problemas para caminar, así que puedes faltar al trabajo, al fin y al cabo es mi culpa.
Pues adiós a la idea de no tocar el tema, la cara de Zoro parecía un tomate.- Idiota claro que puedo caminar, hace falta más que una noche de sexo para dejarme en cama.
- si tú lo dices, pero es que ayer eras tan adorable y reaccionabas tan lindamente que pensé que era tu primera vez.
Ahora sí que se lo había ganado, le importaba un carajo si era el dueño del país le patearía el trasero ahí mismo- NO ME LLAMES LINDO, Y HE TENIDO SEXO CON VARIAS PERSONSS DEJA DE HACERTE ILUSIONES, SOLO QUE NO SOY EL PASIVO DE NADIE.
La sonrisa de suficiencia de Mihawk lo hizo caer en la cuenta de lo que acababa de decir, enrojeció aún más así que tomó la sabana y se tapó la cabeza.
- vamos no te escondas no tienes nada de lo que avergonzarte, solo estaba jugando. No te molestaré más. Te invitaré el desayuno como disculpa.
Y dicho esto tomó su móvil y lo encendió, pero el dichoso aparato comenzó a sonar como si la vida le fuera en ello. Se sorprendió al ver tantos mensajes, pero al leer el primero recordó que tenía la firma de un importante acuerdo con los Goa, de seguro ya lo estaban esperando. Así que se levantó de la cama a toda velocidad y comenzó a vestirse. Zoro al percatarse de la ausencia del mayor en el lecho asomó la cabeza observando como el otro trataba de vestirse y daba órdenes a algún pobre desgraciado al teléfono.
Una vez listo, Mihawk se volvió hacia el muchacho.- lo siento tengo una reunión importante, así que te debo el desayuno. Nos vemos esta noche en el bar y conversamos.
Zoro asintió con un suave movimiento de cabeza, pero para su sorpresa el pelinegro se acercó y depositó un casto beso en sus labios a modo de despedida.
-Por cierto ya que eras virgen a lo mejor no lo sabes pero debes de sacar todo el semen que quedó dentro o podrías enfermar, es una lástima que tenga que irme si no te hubiera enseñado a hacerlo apropiadamente- dijo el mayor ya en la puerta, obteniendo como respuesta del abochornado peliverde una almohada voladora.
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Mihawk tomó un taxi hasta el lugar de la reunión, incluso trató de sobornar al conductor para que fuera más rápido pero ni aún así pudo llegar con menos de tres horas de retraso, de más está decir que el patriarca de los Goa comenzó un discurso lleno de quejas, el de ojos dorados tuvo que tragarse su orgullo y disculparse. Menos mal que Sabo estaba ahí, si no lo que quedaba de día se lo hubieran pasado escuchando una disertación sobre la importancia de la puntualidad.
Por fin pudo salir de ese lugar, tomó el elevador mientras se pasaba las manos por la nuca notablemente cansado, tan distraído estaba que no se dio cuenta cuando el joven rubio entró al elevador con él.
- valla en los años que tengo de conocerte no recuerdo ni una sola vez en la que hallas llegado tarde.- dijo suavemente
- lo siento. Lo olvidé.- respondió el de orbes color miel
- Me pregunto qué te pasó anoche que te hizo olvidar el trabajo y además te tiene con esa aura de felicidad.
Mihawk lo miró sorprendido - no tengo ni idea de lo que hablas.- no podía creer que se le notara tanto, sin poder evitarlo rememoró en su cabeza la pasada noche.
- en serio, bueno me habré equivocado. Aunque mejor para mí, que dices quieres divertirte un rato esta noche.
En ese momento la puerta del elevador se abrió. El pelinegro salió no sin antes dedicarle una mirada cómplice.- lo siento, tengo novio.
La cara de sorpresa del chico lo hizo sonreír, pero sin más pérdida de tiempo se dirigió a su casa. Ya pasaba del mediodía y ni un baño se había dado. Sin embargo parecía que el mundo conspiraba en su contra. Al abrir la puerta de su habitación se encontró con Shanks sentado en su nueva cama.
- valla es bueno ver, que por lo menos estás vestido, no tendrás a algún amante escondido en el closet- dijo Mihawk con ironía.
- no me vas a perdonar eso nunca verdad?- dijo el pelirrojo suspirando.
- solo espero que no lo vuelvas a hacer. No seas dramático, peores cosas te he perdonado.
- lo sé, pero en serio quiero que sepas que lamento mucho haberte hecho daño y que no lo haré más.
Ante el tono triste de su amigo, Mihawk dejó de desabotonarse la camisa para mIrarlo de frente.- Shanks estás bien?
- No, no lo estoy. Hoy me he dado cuenta de que te estoy perdiendo.
- de que rayos estás hablando, no me digas que estás molesto porque no fui contigo hoy en la mañana.
- como no estarlo. Es la primera vez que me ignoras de esa forma. Ni siquiera cuando me metí en ese problema con tu sobrina me abandonaste, pero hoy me tiraste como si fuera un trapo viejo. Si no fuera por Ben todavía estaría en la cárcel.
- estás viendo demasiadas telenovelas, sabía que te las arreglarías y estaba un poco ocupado, así que deja el drama.
- En serio? Que estabas haciendo? Porque luego que me colgaste llamé a la oficina y aquí y me dijeron que no habías dado señales de vida.- dijo el pelirrojo mientras lo encaraba.
No podía mentir y por un momento pensó que tampoco quería hacerlo- Estaba con Zoro.
- En serio, me dejaste a mi suerte por tu noviecito nuevo. Pensé que nuestra amistad era importante para ti.
Hay límites en que tanto puede aguantar la paciencia de un ser humano y el de Mihawk había sido roto.- Que tan hipócrita puedes ser. Me estás diciendo que yo no valoro nuestra amistad cuando eres tú el que prefiere revolcarse con cualquiera a pasar tiempo conmigo. Estoy seguro de que si hubieras tenido la oportunidad de acostarte con Zoro y yo te necesitara, no lo pensarías dos veces antes de ignorarme.
- eso no es verdad, sabes que siempre que me has necesitado he estado ahí, puede que te haya fallado en alguna fiesta pero a la hora de la verdad siempre he estado ahí...yo...yo..te necesito - sus ojos se humedecieron y su respiración se volvió entrecortada- sé que todos piensan que no te valoro y te utilizo pero no es así, yo te quiero mucho, eres mi mejor amigo no puedo estar sin ti.
Mihawk lo abrazó- idiota no me vas a perder, somos mejores amigos verdad.
El pelirrojo se aferró a él, no quería perderlo, no podía, el hecho de pensar su vida sin Mihawk lo había aterrado.
Se separaron y el de cabello azabache le dedicó una sonrisa antes de entrar al baño a darse su tan esperada ducha. El pelirrojo se recostó en la cama. Sintió la vibración de su móvil, lo desbloqueó y leyó el mensaje de su novio.
"Hola Shanks, te tengo una sorpresa. Mi hermano Ace regresó y está ansioso por conocerte. Que dices cenamos esta noche"
Así que el hermano de Luffy estaba en la ciudad, no pudo evitar que su mente elaborara un plan un tanto malvado. Comenzó a escribir, pero a la mitad se detuvo, miró hacia la puerta del baño y se quedó escuchando el sonido del agua caer, sabía que estaba mal y tal vez rompería su promesa de lastimar nuevamente a su mejor amigo, pero no podía evitarlo, no estaba listo para entregarlo y menos a alguien que supuestamente estaba enamorado de otro, así que termino de escribir y lo envió.
"Que te parece si mejor vamos por unos tragos al Kuraigana, Zoro trabaja esta noche y así tu hermano no se sentirá incómodo si te comienzo a dar amor"
El sí de Luffy repleto de emojis con corazones no se hizo esperar. La primera fase estaba completa, el resto era solo decir las palabras correctas. Unos minutos más tarde el moreno salió del baño secando aún su cabello. Shanks no pudo evitar percatarse de las pequeñas marcas en el cuello de su compañero.
- valla, entonces te acostaste con el chico.
Mihawk lo miró seriamente- eso a ti no te importa y te pediría que por favor no hagas cosas desagradables como pedirme detalles
- aburrido- se burló el pelirrojo- pero no te preocupes no pensaba hacerlo, no me gustan los spoilers, prefiero probar las cosas yo mismo
Mihawk le lanzó una mirada asesina- de que rayos estás hablando.
- vamos Mihi, de verdad piensas que ese chico y tú van a durar. Eres demasiado listo como para no notar que está enamorado de Luffy o me lo vas a negar.
El pelinegro se quedó de piedra - como tu...
- Me lo dijo cuando estaba borracho en tu bar – mintió- Al principio pensé que era una broma pero al percatarme más me di cuenta de que era bastante obvio. Ese chico te está usando para que Luffy no se dé cuenta y por lo visto no eres el primero.
- habla claro Akagami, sabes que no me gustan las adivinanzas.
- Según lo que Luffy me contó, tiene una especie de relación con su hermano mayor y tú mismo lo viste el día de la cena, le encanta seducir a los hombres y así despistar a mi pequeño.
- eso no tiene sentido. Zoro no haría algo así.- dijo Mihawk más molesto de lo que Shanks esperaba.
- Valla pues parece que el chico es bueno en la cama, para que te hayas puesto así. No puedo esperar a probarlo aunque claro primero tengo que dejar a Luffy o no me dejará ponerle un dedo encima.
A Mihawk se le fue el color de la cara- mentira- fue lo único que dijo.
Shanks lo miró nervioso- olvida lo que dije, solo son suposiciones mías, quien sabe y tú y el chico son almas gemelas- fingió aún más nerviosismo- mira la hora te dejo descansar. Por cierto como castigo por abandonarme tienes que ir a beber conmigo, te paso a buscar en la noche- y así sin más se marchó dejando a un pensativo pelinegro.
No podía ser, Shanks tenía que estar imaginando cosas, Zoro no era así. Pero que pasaba si era verdad una vez más sería usado, no, no estaba dispuesto a eso.
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Por su parte el peliverde había tenido un día tranquilo, exceptuando claro el dolor en su espalda baja. Agradecía que nadie hubiera ido a molestar y por suerte era sábado.
Llegó como de costumbre al Kuraigana tratando de caminar lo más normal posible, no le iba a dar el gusto a su novio de verlo cojear.
Una vez abierto el bar se sorprendió de que no estuviera lleno siendo fin de semana, sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos cuando unos fuertes brazos lo apretaron, haciendo que su espalda se pegara al cuerpo del intruso.
- hola amor, me extrañaste- ese susurro en su oído lo reconoció al instante.
- Ace- dijo sorprendido.
- valla aún recuerdas tanto mi cuerpo que eres capaz de reconocerme sin mirarme- dijo orgulloso el pecoso
- suéltame idiota y deja de decir tonterías. Solo reconocí tu voz.
- aun así estoy feliz, te extrañé mucho- dijo el de cabello negro mientras aflojaba su agarre pero en vez de liberar a Zoro le dio la vuelta quedando frente a frente. Zoro con lo adolorido que estaba no fue capaz de reaccionar a tiempo, así que solo pudo abrir los ojos como platos cuando sus labios fueron tomados por los contrarios.
- valla, valla pues parece que nuestro Zorito es tan liberal como yo- Zoro se tensó al escuchar la voz del pelirrojo pero se aterrorizó con lo próximo que salió de su boca.- verdad, Mihi?
Con todas sus fuerzas se separó del pecoso, pero al mirar hacia atrás se encontró con algo que le estremeció, Mihawk le dedicaba la mirada más gélida que había presenciado en su vida.- No, no es así- fue lo único que logró articular.
- Eso no me importa, pero me parece haberte dicho ya que te tomes en serio tu trabajo. Fuera de eso haz lo que quieras.- dijo el ojidorado y comenzó a caminar hacia su oficina.
- Zoro quien es ese hombre- preguntó el pecoso.
- es el dueño del bar y por tanto su jefe- explicó Shanks.
- es mi novio- dijo Zoro mientras perseguía al de ojos ámbar.
Mihawk entró a su oficina se disponía a sentarse cuando sintió como la puerta se abría dejando ver a un sofocado peliverde.
- no es lo que piensas- trató de explicar el chico.
- lo que pienso es que deberías de estar atendiendo a los clientes y no dándome explicaciones que no te he pedido.
- Kid y Killer se encargarán por un rato, por favor escúchame.
- Por qué debería de hacerlo, es irrelevante, tú y yo tenemos un acuerdo nada más, nuestra relación no pasa de una farsa conveniente para ambos, nunca dijimos que fuera exclusiva. No veo por qué una noche de simple sexo deba de cambiar las cosas.
- Simple sexo- repitió esas palabras como si le costara asimilarlas- así que eso fue para ti. Eso era lo que no pudiste decirme hoy en la mañana.
- Así es. Que acaso no fue lo mismo para ti.
- por lo visto lo que yo sienta no es importante para ti así que para que desperdiciar saliva. No te preocupes entiendo volveré al trabajo. - dio media vuelta y se dispuso a marcharse sin embargo antes de cerrar la puerta se volvió hacia el mayor- por cierto solo para que no haya malentendidos Ace me besó a la fuerza, si no estuviera adolorido hasta la médula por el "simple sexo" que tuvimos no le hubiera permitido tocarme.- y sin más cerró la puerta.
Mihawk suspiró cansado, su cabeza era un desastre, se había convencido a sí mismo de que Zoro no sería capaz de eso, pero al verlo con ese chico, que se podía intuir era el hermano de Luffy, se había enojado como nunca, no sabía que hacer.
Los días pasaron y la situación entre ambos seguía igual. Solo se veían casualmente cuando el mayor iba al bar pero solo se dedicaban una mirada fugaz. Zoro estaba devastado, la fría indiferencia del mayor se le clavaba en el pecho, ni siquiera sus salidas con sus amigos lo animaban. Hasta su padre se había preocupado solo por oír su cansada voz al teléfono. Solo esperaba que sus notas no sufrieran por culpa de su estado de ánimo. Mihawk a pesar de aparentar ser el que mejor llevaba las cosas estaba destrozado, si antes su vida era solitaria ahora era un verdadero infierno, le dolía ya no tener la compañía del peliverde, extrañaba sus pláticas, sus mensajes, solo lo había tenido una vez pero aún así extrañaba su cuerpo. Si no fuera porque Shanks pasaba un poco más de tiempo con él ya se hubiera vuelto loco. Sin embargo su orgullo le impedía pedirle al muchacho la explicación que se había negado tan rotundamente a escuchar aquel día.
Ya habían pasado dos semanas desde el incidente, era sábado en la mañana sin embargo tenía que dirigirse al Kuraigana para ultimar con Eustass los detalles del cumpleaños de Doflamingo, siendo el rubio tan excéntrico todo tenía que estar planeado al detalle. Sin embargo al entrar al establecimiento se encontró con cierto peliverde que cargaba unas cajas.
- buenos días- dijo tratando de sonar lo menos frío posible.
- buenos días- respondió el chico con ese aire triste que hace días lo envolvía.
En eso Kid hizo acto de presencia- Buenos días jefe llega temprano, en unos minutos termino con el almacén y estoy a su disposición. Por cierto le llegó una carta, la puse en su escritorio.
Mihawk abrió los ojos como platos y prácticamente corrió a su oficina. Solo había una persona que en estos tiempos de móviles y redes sociales, se negaba a sucumbir a la tecnología y empleaba la correspondencia.
Tomó el sobre en sus manos y al percatarse del sello con la torre Eiffel, ya no tuvo dudas de que la remitente era su queridísima hermana menor. Comenzó a leer mientras una sonrisa se dibujaba en su cara, al parecer la chica no había hecho de las suyas y la carta era solo para contarle trivialidades. Sin embargo al llegar a la posdata empalideció.
"Se me olvidaba vi a Doflamingo en el desfile de hace unos días y me contó que por fin tienes pareja, así que te visitaré para que nos presentes, que feliz estoy pensé que morirías solo."
Lo que le faltaba ahora tenía que llamar a su hermana y convencerla de que no viniera, sin embargo algo llamó su atención la fecha de la supuesta visita coincidía con ese día. Sus sospechas se confirmaron cuando reconoció una voz que por lo visto ya había comenzado a hacer escándalo. Salió de la oficina y verídicamente ahí estaba su hermana peleando quien sabe por qué con Kid.
- Hancock, podrías dejar en paz a mi empleado.- dijo lo más calmado que pudo.
- no es mi culpa, este neandertal osó tocarme.
- solo la detuve para que no pisoteara los cristales- dijo Kid mientras señalaba lo que quedaba de una botella que se había estrellado en el suelo.
- mentiras, te aprovechaste de la ocasión para tocarme.
- basta ya Hancock, ahora dime que haces aquí y por qué no me llamaste.
- te envié una carta- dijo ella mientras hacía un puchero.
- y la acabo de recibir, no tenía idea que venías.
- bueno ya estoy aquí y eso es lo importante. Ahora dime dónde está él.
Y como si lo hubieran llamado, en ese momento el peliverde entró en escena.
- así que tú eres Zoro- dijo la chica mientras se acercaba al muvhacho casi invadiendo su espacio personal- el flamenco tenía razón eres lindo y tu cabello es en verdad único.
- disculpe nos conocemos?- preguntó incómodo el peliverde
La bella mujer miró a Mihawk con reproche- no le has hablado de mi- volvió su atención a Zoro- Soy Dracule Hancock, aunque seguro que me conoces por mi nombre artístico Boa Hancock, y soy la hermana de Mihawk. Un placer conocerte cuñadito.
El de ojos dorados estaba listo para que el muchacho saliera huyendo o simplemente dijera que todo había terminado. Sin embargo el chico saludó amablemente a su hermana y no protestó cuando esta se lo llevó a una esquina a hacerle un interrogatorio y luego contarle su vida. En un momento Hancock fue al baño aprovechó para acercarse al peliverde.
- no tienes que soportarla si no quieres, sé que debe de ser incómodo y ya no tienes obligación conmigo.- dijo el de ojos dorados.
- te prometí seguir contigo en esto hasta el final, y yo siempre cumplo mi palabra- dijo el chico para luego ayudar a Kid que prácticamente no se veía entre las cajas.
Mihawk sonrió tristemente, había olvidado la nobleza de ese chico, esa misma que le había sorprendido desde el principio. No entendía como rayos había desconfiado de una persona como él.
Zoro estaba sorprendido por la hermana de Mihawk, físicamente se parecían bastante ambos tenían la tez blanca como la porcelana, el cabello negro y un porte aristocrático. Lo que los diferenciaba es que la chica tenía unos bonitos ojos azules mientras que los del hombre eran de un imponente dorado. Sin embargo sus personalidades no podían ser más diferentes. Mientras el mayor era frío, serio, callado y maduro. La menor era mimada, caprichosa y parlanchina, parecía una niña pequeña. El peliverde ya casi que podía escribir un libro sobre su cuñada, en unas horas le había contado todo sobre su carrera como supermodelo, su matrimonio con un detective llamado Momonga y sus hijas Sandersonia y Marigold. Sin embargo no le molestaba, porque una parte de él sentía que eso lo hacía estar más cerca de Mihawk, y necesitaba eso ya que producto de su pelea se había dado cuenta de algo que Akagami le insinuó y que solo el rechazo del mayor lo hizo comprender. Se había enamorado de ese hombre.
No sabría ponerle una fecha exacta al momento en que su mejor amigo pasó a segundo plano, tampoco que era lo que le había hechizado de su jefe. Pero desde aquel día en que esos ojos dejaron de mirarlo con cariño sintió como si le hubieran arrancado el corazón del pecho. Había saltado de la sartén al fuego. De amar a Luffy que se había enamorado del pelirrojo hace unos meses pasó a amar a Mihawk que había estado enamorado de Shanks desde siempre. Ese maldito pelirrojo era su Némesis.
- tengo una idea vallamos a almorzar al restaurante donde se conocieron.- dijo Hancock emocionada.
-como sabes....
-Doflamingo me lo contó- respondió ella anticipándose a la pregunta.
- ese maldito flamenco es un chismoso- Mihawk suspiró- por mi está bien.
Ambos miraron al peliverde- está bien, pero primero necesito ir a casa a cambiarme, no puedo ir a un sitio tan elegante así.
- no te preocupes, te llevamos y así de paso conozco tu casa- dijo la mujer tranquilamente.
En el auto el silencio era roto solamente por el monólogo de la menor de los Dracule. Llegaron a la casa del peliverde sin embargo en la puerta una sorpresa esperaba a Zoro.
No lo podía creer, de todos los días que su padre y su hermana podían elegir para hacerle una visita sorpresa, tenía que ser justo ese día. Corrió hacia ellos y los abrazó con fuerza.
- Que hacen aquí, por qué no me llamaron?- era preocupación lo que había en su tono de voz no molestia.
- no queríamos molestarte, así que decidimos esperarte aquí y darte una sorpresa - dijo su padre suavemente.
Pese a los intentos de Mihawk por detenerla Hancock se acercó a ellos- quienes son Zoro son parientes tuyos?
- si son mi padre Roronoa Koshiro y mi hermana Kuina.- explicó
- hijo desde cuando conoces a Boa Hancock sama.
- la conoces?- preguntó Zoro asombrado.
- claro que sí, tengo todas sus revistas, me da su autógrafo por favor- decía el hombre mayor notablemente sonrojado
- claro, para que está la familia.
- familia...- repitieron confusos los parientes del peliverde.
- así es, Zoro no me digas que no se los has dicho.- preguntó la pelinegra.
- este yo..
- bueno da igual, ya lo hago yo. Mucho gusto soy Dracule Hancock y él es mi hermano Mihawk- dijo agarrando del brazo al pelinegro que quería salir corriendo.- Su hijo y mi hermano están saliendo.