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Amor accidental por Akatsuki333

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Notas del capitulo:

Aqui esta el segundo capitulo espero que les guste

Los personajes son propiedad de Oda sensei

Necesitaba despejar su mente, si volvía a casa en ese momento rompería todos sus muebles y no era como si su situación económica le permitiera tener gastos adicionales. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando divisó el cartel lumínico de un bar “KURAIGANA”, el nombre le pareció llamativo. Que mejor lugar para llorar sus penas y descargar su ira. Todo sería mejor después de unos tragos. Al atravesar la puerta se dio cuenta de que era un sitio bastante elegante, tratándose de la zona en la que estaba era lógico. Se sentó en la barra y pidió un trago. Luego desvió su mirada para la pista de baile donde la gente sudaba a más no poder, entre la multitud habia un rubio muy guapo de cabello largo que lo miraba como si bailara para él. No era su imaginación definitivamente todo el puto mundo se le insinuaba esa noche y ya estaba cansado de ignorarlo, si Luffy iba a andar por ahí con ese tipo, él también se divertiría. Apuró lo que le quedaba en su vaso y fue hasta la pista donde comenzó a bailar. No era un gran bailarín pero sabía como moverse y en más de una ocasión le habían dicho lo sexy que se veía bailando. Luego de unos minutos él y el rubio ya no parecían bailar, era más bien sexo con ropa. En ese instante su teléfono sonó pensó en ignorarlo pero si su padre llamaba y no contestaba era posible que la policía fuera a buscarlo. Así que como pudo se separó del rubio y salió del bar.

- hola- dijo molesto por la interrupción.

- Zoro, soy yo- el aludido sintió que le dio un vuelco el corazón, era la voz de Luffy, después de lo de esa noche pensó que el pequeño no volvería a hablarle, podría ser que se habia dado cuenta de que Shanks era un cretino, sin embargo algo le llamó la atención ese no era el número de Luffy.

- estas bien, donde estas, perdiste tu teléfono?

- Estoy bien, y mi teléfono también es que pensaba que no responderías si sabias que era yo. Por eso Shanks me presto su móvil.

- Estas con él? - fue más una afirmación que una pregunta.

- sí, pero no es lo que piensas, Shanks no lo decía en serio el solo estaba probándote para saber si podía confiar en ti. Pero no le diste tiempo de explicarse, solo era un juego. Además él sabe que tú eres mi cuñado shishishishi.

- cuantas veces te lo voy a decir entre Ace y yo no hay nada- replicó Zoro molesto

- está bien, está bien mañana puedo ir temprano a tu casa y conversar?

Era la primera vez que Luffy le pedía permiso para visitarlo eso le hizo sentir un poco de lástima por el menor.

- Esta bien.

Colgó el teléfono y regresó a la barra, definitivamente necesitaba otro trago volvió la vista a la pista para localizar al rubio de antes, después de la conversación con Luffy no estaba de ánimos para nada pero pensó que al menos debía despedirse o en este caso presentarse para luego despedirse.

- si buscas al rubio que bailaba contigo parece que se cansó de esperarte y se fue con un peliverde enorme. Si te sirve de consuelo yo creo que tú eres mucho más atractivo.

Otra vez pasaba, ese hombre con pinta de mafioso le coqueteaba con descaro. Zoro le dio una leve sonrisa como agradecimiento y se concentró en su trago. Pero aquel individuo. No pensaba detenerse.

- mi nombre es Crocodile, y debo decirte que ha sido todo un placer verte bailar.

- Gracias- fue la única respuesta del peliverde.

- lo siento no escuché tu nombre- insistió el moreno.

- será porque no se lo dije- respondió el peliverde con frialdad y se dispuso a marcharse pero el tal Crocodile lo agarró del brazo obligándolo a sentarse nuevamente.

- Ya veo que no tienes modales, es una lástima con esa cara tan bonita, pero no importa yo te enseñaré. - dijo el mayor en un tono sugerente

- Sir Crocodile le agradecería que no hiciera de las suyas en mi establecimiento- Esa voz nuevamente, Zoro se giró para encontrarse una vez más con esa mirada dorada.

- No seas aguafiestas Dracule, yo lo vi primero- dijo apretando el brazo del chico.

Mihawk iba a replicar pero no tuvo tiempo ya que Zoro con singular maestría habia girado el brazo y habia empujado a Crocodile para luego lanzarle una mirada asesina.

- Vuelve a tocarme y te pateare el trasero- dijo mientras se alejaba de un furioso Crocodile y un impresionado Mihawk que salió tras él.

- Es la segunda vez esta noche que te veo golpear a uno de mis amigos.- dijo el pelinegro mirando con una expresión indescifrable al muchacho

- quizás debería buscarse mejores amigos- respondió mientras se sobaba el brazo que antes habia agarrado el hombre de la cicatriz en el rostro.

- supongo que no puedo negar que son un tanto peculiares, por cierto deberías de ir al médico - ante la cara de duda del muchacho suspiró- tu brazo, después de ese giro tan violento lo más probable es que se halla dislocado.- agregó con simpleza

- estoy bien, solo tengo que ir a casa y descansar- fue la respuesta de Zoro.

- lo siento pero no pienso mañana despertarme con la noticia de que me están demandando por permitir que uno de mis socios dañara a un cliente en mi establecimiento- y sin más tomo al chico de su brazo sano y lo condujo hasta un auto deportivo moderno

Zoro se revolvía pero con un brazo fuera de combate y la fuerza que intuía tenía ese hombre le era imposible resistirse.

- no lo voy a demandar, por dios yo nunca haría algo así, y menos a alguien que conozco- trató de convencerlo.

- y usted pretende que yo deje a alguien que "conozco" herido en la calle.

Zoro ya no supo que decir así que se resignó y subió al coche. Después de 5 minutos en completo silencio Zoro se decidió a romper el hielo.

- Pensé que aún estaba con ellos.

- y hacer de tercera rueda? No lo creo, se cuándo sobro.

Zoro no pudo evitar reír al recordar como él se habia negado a ir a esa cena alegando lo mismo.

- dije algo gracioso? - preguntó el mayor.

- no, es solo que yo me negué a venir esta noche por esa misma razón, pero me convencieron diciendo que la madre de el pelirrojo iría.

Mihawk resopló- entonces a ti te debo mi desgracia.

- lo siento- fue lo único que dijo

- bueno por lo menos fue gracioso ver a Shanks siendo golpeado por alguien que no sea yo.

Otra vez el silencio. Pero por suerte en ese momento su teléfono comenzó a sonar. Pero al ver el número decidió ignorarlo. Después de la décima llamada no tuvo más remedio que apagarlo.

- Valla al final va a ser cierto lo que dice Akagami y eres todo un rompecorazones- se burló el de mirada ambarina

A Zoro se le crisparon los nervios - no sé de qué está hablando.

- Vamos una llamada a las 2 de la mañana que prefiere ignorar, dos hombres rechazados rotundamente y uno abandonado en la pista de baile.- Zoro enrojeció así que Mihawk habia visto su numerito con el rubio.

-ah y se me olvidaba un postre hecho especialmente para usted, me pregunto qué tiene que ha hechizado a media ciudad esta noche.- Mihawk esperaba algún reproche o que el chico montara en cólera pero al oír un suspiro cansado se sorprendió bastante

- la verdad es que ni yo lo sé, es como si el universo se estuviera burlando de mí, si él me quisiera no me importaría ser invisible para los demás.- esto último fue apenas un susurro pero el de cabello negro lo escuchó perfectamente y por un momento sintió pena por el chico.

- sé que no es mi problema, pero soy de los que piensan que el que persevera triunfa, y si sus sentimientos son verdaderos estoy seguro que algún día le llegaran a esa persona.

- y a usted cómo le va con eso? - preguntó el peliverde

- Perdón- Mihawk lo miro intrigado.

- con su amigo el pelirrojo, sus sentimientos lo han alcanzado?

Mihawk frenó el auto y miró horrorizado a su acompañante. - de que rayos está usted hablando, Akagami es mi más antiguo amigo y socio comercial.

- si, si, si todo eso ya lo sé, pero usted está enamorado de él- le dijo el chico como si fuera lo más normal del mundo.

El pelinegro pensó en mil excusas, en insultos, en sacar a ese chiquillo de su auto, en negarlo hasta la inconciencia pero estaba tan cansado de aparentar que solo suspiró y apoyó la frente en el volante - tan evidente soy.

- un poco, es solo que se queda mirandolo por momentos, sabe sus gustos a la perfección y acaba de admitir que no deseaba ir a la cena de esta noche lo que me hace pensar que lo hizo por complacerlo y que no es la primera vez que lo hace. Pero sobre todo sus ojos brillan cuando está con él.

El ojidorado no sabía que decir, todo eso era verdad pero en todos los años de amistad que tenía con Shanks ninguno de sus amigos habia siquiera sospechado de sus sentimientos, lo que lo llevó a darse cuenta de algo, no es que el fuera obvio es que el peliverde estaba demasiado familiarizado con ese tipo de situación - es usted muy observador.

- por favor no insulte nuestra inteligencia fingiendo que no sabe ya que estoy igual de jodido que usted - ese chico no dejaba de sorprenderlo habia aceptado de frente su situación y no se avergonzaba de ello.

- algo debe de andar mal en el mundo si dos personas cuerdas como nosotros han terminado amando a ese par de idiotas - dijo el pelinegro y por primera vez Zoro lo vio sonreír.

- que se le va a hacer, somos más idiotas que ellos.

Llegaron al hospital y por suerte el hombro del peliverde no se habia dislocado solo habia sido una torcedura leve por lo que solo con unos analgésicos y un poco de reposo de su brazo izquierdo debería de quedar como nuevo.

A pesar de las negativas de Zoro, Mihawk termino llevándolo a casa. El peliverde bajó del auto y se despidió agradeciéndole por todo. Sin embargo en el último momento soltó una pregunta que descolocó un poco al mayor.

- sé que esto le parecerá raro pero, podemos vernos otra vez? No me malentienda no lo digo de forma romántica, sino como amigos. La verdad es que mis sentimientos son un secreto para todos mis amigos y poder hablar con usted sin tener que cuidar mis palabras para no ser descubierto fue agradable.

No veo por qué no, desahogarse un poco de vez en cuando no hace mal. Solo espero no ser apedreado por sus admiradores- el gesto enfadado del peliverde lo hizo sonreír. Ese chico habia logrado en una noche que los músculos de su cara trabajaran más que en los 5 años anteriores.

Intercambiaron sus números y se despidieron. No sabian por que ambos esa noche se durmieron con una sonrisa en los labios mientras rememoraban esa agitada noche.

 

 

 


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