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De vacaciones en Alola por Imperial Queen

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Notas del capitulo:

¡Hola! Aquí de nuevo su novata escritora!:3

Leyendo un review, ¿les parecería bien que subiera mi historia en otras páginas de lectura?:0

diganme cuáles uwu

El campeón de Kanto asintió, abrazando a Pikachu, y tomando a Eevee, adentrándose a la habitación.

– Eso me recuerda Red, tú dormirás en la cama y yo en la sala –

– No me molesta dormir en la sala –

– Eres mi invitado, por favor duerme en la cama, no te preocupes – le sonrió.

– Te pediría que en ese caso durmiéramos juntos pero… –

Jolteon miró a Red amenazante. Green comprendió y ambos rieron.

El castaño tomó su camiseta y se la puso algo apenado, lo había olvidado.

Green se levantó de la cama, acercándose a Red, Pikachu por su parte saltó para estar junto a Jolteon. Cuando el castaño estaba frente al de cabellos marrones, lo observó con cariño, le acomodó la camiseta que estaba algo ajustada y preguntó:

– ¿Te queda bien la pijama? –

– Es cómoda de hecho, solo está algo ajustada la camiseta – le sonrió.

– Hace tiempo que no usaba esa camiseta, antes me quedaba grande, y ahí estuvo guardada por bastante tiempo –

– No te preocupes… ¿Green? – preguntó.

– ¿Si? –

– ¿De dónde sacaste esa camiseta negra? – cuestionó curioso.

Se sonrojó. Realmente no creía que Red le preguntara eso.

– Bueno yo… – dijo bajando la mirada – Esta camiseta… Era tuya…–

– ¿Mía? – interrogó sorprendido.

Asintió en silencio.

– De hace 5 años antes de que perdiera contacto contigo… – sintió un pequeño nudo en la garganta y continuó – Dejaste esta camiseta en mi casa, ya que antes vestías muchas camisetas negras – dijo aquello con cariño y nostalgia – La encontré entre mi ropa, en ese entonces solo tenías 16 años, tu cuerpo era muy diferente a ahora – musitó apenado y Red no comprendió eso – Y a veces cuando te extrañaba mucho, tomaba tu camiseta y dormía abrazado de ella… – los ojos del chico comenzaron a llenarse de lágrimas – Sé que suena estúpido…

Red sentía quebrarse al ver a su pobre castaño, abrazándolo sin pensarlo dos veces. No decía una sola palabra.

– ¿Sabes? Esperaba verte nuevamente, así, pequeño, torpe, ingenuo y alegre – musitó con un hilo de voz mientras temblaba – Como la última vez que te vi hace 5 años – dejó escapar un gemido de dolor – Esta camiseta era lo único que me quedaba de ti, así que la cuidé mucho y normalmente dormía con ella puesta en las noches, al menos últimamente que ya no podía soportarlo… –

El de cabello marrón se sintió mal. Escuchar aquella voz que amaba tan quebrada le hacía daño, pero saber que era su culpa lo hacía sentir peor. Ahora entendía porque Jolteon no confiaba en él. Green era demasiado bueno, tanto, como para no odiarlo a pesar de tantos años solo.

– Ya creciste Red… Dime… ¿Cuándo creciste tanto? – preguntó con la voz quebrada.

No respondió nada. Cargándolo entre sus brazos, lo llevó a la cama, por suerte Jolteon y Pikachu se habían ido. Recostó al castaño y lo miró a los ojos, bajando la cabeza, no le gustaba verlo así. Green acarició su mejilla con nostalgia, haciendo que Red levantara la mirada.

– No quiere decir que no te quiera aunque hayas crecido – susurró con una pequeña y quebrada sonrisa – Solo siento que has crecido y cambiado de la noche a la mañana –

–Perdón – fue lo único que pudo decir.

Red le abrazó, una solitaria lágrima descendió. Comenzó a sentir como Green de a poco dejaba de temblar. Se separó lentamente. Para toparse con aquellos ojos miel.

– Lo siento… No quería ponerme así – dijo apenado.

– No pasa nada – dijo un poco aliviado, pues se veía más tranquilo.

Green se levantó de la cama, y se dirigió al baño.

– Me lavaré la cara, si Jolteon me ve así, te achicharrará con electricidad – dijo divertido.

Red quedó en silencio sentado en aquella cama. Después se levantó y esperó a Green saliera del baño, recargado en la pared.

El castaño salió del baño, visiblemente mejor, lo primero que vio fue a Red, quien se acercó para darle otro abrazo.

– Estoy bien – dijo con una pequeña risita, sintiéndose muy cómodo en el abrazo.

 El de cabello marrón se separó, sin decir nada, besó su frente.

– Desde que te fuiste al Monte Plateado hablas menos, incluso ahora, que nos volvimos a ver, cada vez hablas menos –

– Lo siento – se inclinó un poco.

El castaño sonrió con simpleza.

– ¿Quieres algo de cenar? – preguntó.

– En realidad si… – dijo apenado.

Después de una tranquila cena, (donde Green únicamente tomó un vaso de leche para hacerle compañía a Red). Ambos estaban en el cuarto, Green comenzó a sacar cobijas del clóset, el de cabello marrón se colocó detrás del castaño, el cual se sorprendió.

– Déjame ayudarte, veo que batallas para alcanzar las cobijas –

– Antes solía tener un banquito… Pero no sé porqué Tyranitar se subió a él, haciéndolo pedazos apenas había puesto una de sus patas en el – confesó sonrojado.

Red rió por aquello. Tomando el par de cobijas.

– Creo que estorbo – dijo Green apartándose para que pudiera sacar las cobijas.

– Nunca estorbas – dijo dándole un beso en la cabeza.

Una torpe sonrisa se dibujó en el castaño. Por otro lado, el campeón legendario se llevó las cobijas a la sala. Green fue tras él con una almohada.

– Gracias Red, puedes ir al cuarto si gustas –

El aludido sin embargo, se sentó en el sillón. Green no comprendió.

– ¿Qué haces? – cuestionó.

– Yo dormiré aquí, es lo mínimo que puedo hacer, no te preocupes por mí –

– Bien, tú ganas… – dijo resignado, ya que era muy tarde y estaba cansado – Buenas noches Red –

– Gracias por todo Green, buenas noches –

La despedida nocturna acabó con un castaño revolviendo aquellos marrones cabellos.

Ambos estaban acostados. Green dormía tranquilamente. Red sin embargo, no podía dormir, no paraba de pensar en aquel castaño.

Se levantó sin saber qué hacer realmente. Pikachu lo siguió en silencio. Se encontraban en la habitación de Green. Con mucho cuidado se recostó detrás del castaño. Jolteon, que estaba acostado cerca de los pies de Green, notó a Red, sin embargo, no hizo nada, dejó fluir la situación. El entrenador del silencio abrazó a Green, este, dejó escapar un gustoso suspiro, como disfrutando aquello. Pudo sentirse más tranquilo y durmió.

Notas finales:

¡Espero que les haya gustado el capítulo! ¡Gracias por leer!


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