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¡Pobre! por jotaceh

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Día 86: Las penas de Ruka

Desde que se enteró que era yo el enamorado de Rafael, no había visto a Ruka de nuevo. Por lo que he sabido, sigue viviendo en la antigua casa de los Eguiguren, sin embargo, no le he encontrado caminando por las calles.

Como se nos ha hecho costumbre, me junté en la tarde con Cristián para buscar pretendientes en Tinder. Uno de esos días me comentó algo que me dejó preocupado.

-La señora Tencha me dijo que la señora Maruca había hablado con la doña Conchita que es prima en segundo grado de doña Goya, que es vecina de la señora Maiga… y ella le había contado que está trabajando haciendo aseo en la casa de Ruka y que está un poco asustada, porque el chino ése está loco. Ha pasado semanas encerrado en su pieza, rompiendo cosas y gritando como endemoniado. Dice que, si no fuera porque le paga bien, ya hubiera renunciado hace rato, porque eso debe ser obra del diablo –

-¿Debería preocuparme? –

-Me dejaste en claro que fuiste su amigo porque te pagaba, pero independientemente de eso, eres la persona más cercana a él en el pueblo y deberías ayudarlo, aunque sea visitándolo para saber si está bien -¿desde cuándo este tipo anda tan bondadoso?

-¿Te das cuenta que si entro a su casa probablemente no saldré con vida? –

-Si te quisiera muerto, creo que ya te hubiera mandado a matar. Total, es millonario ¿no? –

-Es que quizás quiere el gozo de hacerlo con sus propias manos –

-Pablo… deberías ir…-y no dijo nada más, tan solo que sus palabras resonaron una y otra vez en mi cabeza, hasta que, sin querer, me encontré frente a su casa, tocando el timbre.

La señora Maiga me abrió la puerta y me acompañó hasta el cuarto del japonés.

-Nunca recibe visitas, espero que le ayudes a salir de ese cuarto de una vez por todas –me dijo la vieja cuando llegamos a la puerta de su habitación.

-Claro, pero con que no sea por la ventana…-

Tragué saliva y toqué a la puerta. Mi corazón latía más fuerte que las pisadas de la señora Maiga mientras bajaba las escaleras. Pensé en salir corriendo, pero ya había llegado muy lejos y no quería seguir con la voz de Cristián en mi cabeza. Se está volviendo cada vez más insoportable, esto de la soltería no le sienta bien.

Finalmente, la puerta se abrió y me quedé paralizado al verle demacrado, como si se hubiera disfrazado para Halloween, sus ojeras cubrían casi toda su cara amarilla.

-¿Qué haces aquí? –preguntó con una mirada que casi me perfora un pulmón.

-Me dijeron que estabas encerrado en tu cuarto y bueno… me preocupé –

-Pensé que eras más inteligente y te darías cuenta que no te pagaré más por fingir ser mi amigo. No después de enterarme que eras el amante de Rafael –

-Primero, no me molesta no ser inteligente. Segundo, no era el amante, sino que el novio. Y tercero, sé perfectamente que no me darás más dinero y si vine aquí es porque realmente me preocupé por ti –

-¿Preocuparte? ¿Y por qué? ¿Te sientes culpable de mi desgracia? –no daba tregua.

-No, no es culpa porque yo llegué antes a la vida de Rafael y nunca le obligué a amarme, fue algo que nació naturalmente. Jamás te he hecho algo. Y si me preocupo es porque no es normal que alguien tenga que pagar por tener amigos, que busque desesperado el amor en alguien que ya le ha dicho que no le interesa. Y especialmente, porque has estado semanas encerrado en tu cuarto, en un pueblo apartado, y tu familia no ha venido a ver si estás bien. Si tus padres no están a tu lado en una situación como ésta, es porque en realidad estás solo en este mundo… y si hay algo que sí puedo asegurar de mí, es que no me gusta ver sufrir a la gente que me rodea. Así que deja de lado esa imagen de chico frío y cuéntame qué sucede… Si quieres podemos salir a caminar por… -pero no pude terminar mi frase.

Mientras le hablaba pude ver cómo su mirada cambiada lentamente. El odio que me lanzó en un principio se fue disipando dando paso a la tristeza, como si con mis palabras recordara hechos que le dañaban en lo más profundo. Fue tanta la conmoción que, sin poder imaginarlo, se lanzó sobre mí para abrazarme y ahogar el llanto en mi pecho. Su cabeza no pasaba de mi mentón, su respiración entrecortaba calentaba mi polera, y solo atiné a darle palmaditas en la espalda, para que supiera que estaba ahí, que ya no estaba solo.

Cuando se sintió un poco mejor, lo invité a caminar por el pueblo, a lo que aceptó solo con un movimiento de su cabeza. Así, pasamos largos minutos caminando por las alamedas que dan hacia la plaza, cuando de pronto, fue él quien comenzó a hablar. Su voz era baja, le costaba dar el paso de confiarme sus secretos.

-Mi papá siempre ha preferido a mi hermano menor, porque es el varón que siempre quiso tener. En cambio, yo he sido siempre su decepción, el niño débil y afeminado, el rarito que debía ser el heredero legítimo de su posición, pero que finalmente decidió entregársela a su hijo más joven, porque era el semental más parecido a él. Por eso nunca se ha preocupado por mí, de hecho, estoy seguro que sería feliz si desapareciera, dejaría de humillarle –

-¿Y qué hay de tu mamá? –

-Mi mamá… es muy japonesa. Sumisa y recatada, hace todo lo que su esposo le ordena. Si él no me quiso, ella tampoco. Una vez me dijo que se sentía culpable por haberme engendrado tan enfermo… Con enfermo se refiere a homosexual –

Mientras más me narraba sobre su historia, más comprendía su carácter y esa imagen que ha creado. Tuvo que endurecerse para no derrumbarse ante los ataques de su propia familia. Me dio mucha pena conocer sus penurias, pero intenté de no demostrarlas para que Ruka no creyera que sentía lástima.

-El papá de Rafael se me acercó un día para hacer negocios. Pensó que yo sería una buena vía para ingresar a la empresa de mi padre, y cuando se enteró que era gay, me agendó una cita con su hijo. Desde un principio supe que todo era por interés, mi idea era utilizar al chico, pasarlo bien un rato y después desecharlo como todos los hombres que se han acercado a mí buscando algo a cambio. Tan solo que él fue distinto, supe que me trató bien de forma genuina, que no era un patán, pero ya estaba enamorado de alguien más. Eso me lo dijo después que cumpliera dieciocho y decidiera que no haría más lo que su padre le pedía, que no me iba a utilizar y que se vendría a este pueblo para estar con la persona de la cual estaba enamorado… Me sentía orgulloso por su valentía, aunque también triste por saber que nunca me correspondería. Si vine hasta El Sauce, no fue precisamente para deshacerme del amante de Rafael, porque sé que no lo lograría. Le di dinero a Emilia sabiendo que no serviría de nada, pero prefería actuar, moverme y salir del lado de mi familia, antes que seguir viviendo esa pesadilla. Mi meta era estúpida, tan solo que prefería seguir con eso a aceptar una vez más el rechazo de mi familia. Rafael me dio las fuerzas para actuar…-

-¿Y por qué te afectó tanto que yo fuera en realidad su novio? –

-Porque de cierta manera, me había encariñado contigo y quería que fuéramos amigos, pero después de saber que la persona que amo vendrá a buscarte, y los veré siendo felices, entendí que me dolería mucho y que no podríamos ser cercanos… Me dio pena pensar que también te tendré que perder a ti –

-Pero, ¿por qué eres tan pesimista? Podemos ser amigos y también puedes serlo de Rafael. Puede ser que lo que sientes desaparezca en algún momento, cabe la posibilidad que encuentres el amor en este pueblo y así, no te cueste tanto tenernos cerca… En lo personal, no tengo problemas con eso – no creo que sea bueno que se siga aislando, o que regrese a la ciudad.

-Lo dices como si fuera tan fácil –

-Lo es, le acabo de conseguir novio a Julieta, y es un chico bastante guapo que la sigue visitando, aun cuando la vio pariendo… Si eso no es amor, no sé qué podrá ser –

-¿Me quieres decir que me vas a conseguir novio? –Ruka se detuvo en seco.

-Bueno… sí, pero tienes que tener paciencia porque vienes después de mi abuela, mi mamá, Emilia y Cristián…-

Y aunque no me dijo que sí formalmente, debo hacerme otra cuenta de Tinder para buscarle un galán al chino éste. Siempre es bueno hacer nuevos amigos y espero que esta relación con Ruka solo siga fortaleciéndose, aun después que regrese Rafael… Si es que lo hace, porque se está tardando más que el Titanic en hundirse.

 

 

 

 


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