Tony portaba un traje y la mano izquierda de su armadura. Steve no entendía cómo es que aún utilizaba su armadura si ya se había desligado de la Academia.
La sorpresa en el rostro del castaño fue evidente, después se tornó en alegría al ver a Jan, pero de molestia al ver al Capitán.
Jan se apresuró, cambiando también su semblante ahora que tenía de frente a Stark. — ¡Tony! Me tenías muy preocupada. No respondías mis llamadas, ni mis mensajes. ¿Estás bien?
No respondió de inmediato. Tony observó a Rogers y después de nuevo a Jan.— Necesitamos hablar en privado.
Jan asintió y dio un pequeño empujón a su novio, mientras al Capitán le hacía una seña moviendo la cabeza. La puerta fue cerrada en un golpe.
Tanto Thor como Steve sabían que eso sólo había sido para que Tony se calmara, pues aún podían verles a través de una pared de cristal y escucharlos un poco gracias a sus desarrollados sentidos.
— ¿Por qué lo trajiste aquí? — Se cruzó Stark de brazos.
— Porque él puede arreglarlo y hacer que vuelvas. Estaba muy preocupada por ti. Te fuiste sin explicación. Te busqué en la mansión y éste era el único lugar en el que temía que estuvieras. ¿En serio lo harás? — Comenzaron a llenarse sus ojos de lágrimas.
Tony suspiró e intentó no mirarla.— Sabes que nadie me necesita allá.
— Yo te necesito. — Su voz iba cortándose.
— Oh, vamos. Eres la chica más popular. También la que golpea más duro. No necesitas que esté ahí. Thor va a estar contigo. — Se acercó para limpiar sus lágrimas.
— Pero un novio no es un mejor amigo. — Escondió el rostro en el pecho de Stark.
— Siempre puedes salir a visitarme. Tienes pase VIP de por vida. ¿De acuerdo? — Se separó un poco para mirarla y sonreírle.
Jan asintió, pero el momento se vio interrumpido cuando el Capitán abrió la puerta de un solo golpe. Estaba molesto y se podía notar en su expresión, la cual sólo le dedicaba a Hydra.
— ¿Entonces eso es todo? ¿Te vas así sin más? Sabía que eras egoísta, pero no a este nivel. — Gruñó Steve.
Tony colocó a un lado a Jan, Thor se aproximó para abrazarla y evitar que interfiriera entre ellos.
— ¿Yo soy el egoísta? ¿Yo? — Stark alzó la voz hacia el Capitán.
— Siempre Yo, Yo, Yo. — Posó el dedo índice en su pecho, el cuál Tony apartó en seguida. — No te importa la Academia, los nuevos alumnos, los peligros que habrá si no estamos listos.
Tony bufó y se apartó, dándole la espalda. — Sólo te importa eso, ¿verdad? Pues ya no seré una carga para ti. Felicidades, Capitán. — Volvió a girar para mirarle a los ojos. — ¿Necesita algo más? Debo volver al trabajo.
Steve se contuvo de gritarle, por lo que intentó ser un poco más amable esta vez.— Te necesitamos. Sin tus robots todo es un caos. Deberías verlo, muchos pelean y ya ni siquiera van a clases, todos...
El castaño le interrumpió con una risa. Steve frunció el ceño, no sabía qué podía ser tan gracioso.— Así que... ¿mis robots? Sólo estás aquí por eso. ¿Y sabes qué es lo más gracioso? Ya habíamos discutido por algo así. Me dejaste muy claro que odias mis robots. Aún cuando gracias a ellos salvé a tu amigo Bucky y a tu noviecita Sharon.
Steve se molestó de nuevo.— No era, ni es mi novia. Sólo me importa el bienestar de todos...
— De todos los alumnos. Sí, ya sé. — Le miró con fastidio.
— ¿Quieres dejar de interrumpirme? — Steve tensó la mandíbula.
Tony suspiró cansado y se sentó tras su escritorio, sólo para después colocar los pies arriba y los brazos cruzados tras su nuca.— Sea lo que sea que esté sucediendo allá, no es mi problema. Si quieres robots, hay otros alumnos que puedes fabricar los suyos. No serán tan buenos, pero que sirva como proyecto del semestre. Lo que también es gracioso es que pensaba que el drama ocurriría hasta que se notara que mis contribuciones económicas ya no están.
Jan ahogó un grito de asombro. Steve le miró, esta vez asustado.
— SHIELD es quien se encarga de la escuela. — Respondió Steve.
— SHIELD es quien administra, Tony es quien paga por todo... — Susurró Jan con lágrimas en los ojos de nuevo. — Él paga por las nuevas construcciones, la comida, los dormitorios... incluso los maestros y los desastres de todos fuera del campus.
Stark asintió. — Ahora es turno de SHIELD. Es el precio de la autonomía. — Se levantó de su asiento. — Estarán bien. Es parte de crecer. Deben hacerse cargo por su cuenta.
Steve no sabía qué decir. ¿Le rogaría por dinero? En primer lugar no sabía aquello. Es decir, Tony no debía cargar con toda la responsabilidad económica. Siempre creyó que SHIELD se encargaba, es decir, él gobierno. ¿Qué más les ocultaban? Tal vez ahora era momento de hacerle caso a la paranoia de Nat.
Había aún mucho por pensar, pero necesitaría de tiempo para crear un plan. Sin decir algo, Steve se dio la vuelta para marcharse. Escuchó a Jan y a Thor llamarle, pero sólo se marchó por el ascensor.
Caminó de vuelta a la Academia, atravesando la multitud que aclamaba a Tony.
Se sentía de nuevo perdido. ¿Qué ocurriría si cerraban la escuela? ¿A dónde iría? ¿Qué haría? Ese era su hogar. Ser Capitán América era su único sentido. No quería perder ambos.