El día tan esperado llegó. Se vistió apropiadamente para evitar denigrar a los Fushiko. Al salir de su habitación se encontró al azabache en ropa interior, tal parecía que no conocía la vergüenza.
—Vistete Inuyasha. —Pidió mientras desviaba la mirada, sin querer había echado un vistazo a cierta parte y eso bastó para que sus mejillas se tiñeran, era muy grande, ¿el Fushiko tendría alguna imperfección? Hasta el momento parecía ser perfecto en todos los aspectos –omitiendo claro su perversión–.
—Lo siento, supongo que es la costumbre. —Bostezó. Recién se había despertado y según su rutina debía ejercitarse un poco antes de probar alimento.
Mientras el azabache se ejercitaba en el pequeño gimnasio de la habitación no pudo evitar mirarlo. Pequeñas gotas de sudor bajaban por su pecho perdiéndose en el elástico de los pantalones cortos que le había obligado a usar, –perfecto.– fue lo único que pensó en ese momento.
—Y yo soy el pervertido. —Se burló el azabache al sentir la intensa mirada en su persona. Soltó las pesas y coloco su toalla alrededor de su cuello.
—No sé de que hablas. —Trató de desviar el tema para evitar la vergüenza.
—No te preocupes, puedes tener todo esto cuando quieras. —Ofreció. Sin perder tiempo se besaron, planeaba llegar más allá que unos simples besos.
Con delicadeza le retiró el saco y des abotonó su camisa, la falta de resistencia lo incitó a continuar. Estaba a punto de probar su cuello cuando un molesto ruido lo alertó, era su teléfono.
—Mierda. —Masculló. Fue a contestar tal vez era importante.
Mientras tanto, Sesshomaru no sabía porque había permitido todo eso, aun era confuso.
—¿Quien habla?.
—Espero haber interrumpido. —Era Koga, ya lo mataría por quitarle esa valiosa oportunidad.
—Se dice "Lamento haber interrumpido". —Contestó con un deje de molestia.— ¿Que quieres?.
—Algo me dijo que te marcará ahora y siento que interrumpo algo importante y me alegró, conociéndote sé que estabas haciendo, perro degenerado. —Claro que lo conocía, intuía que lo que estuviese haciendo no era nada bueno y menos con su hermano cerca.
—Ve al grano Koga, tengo una junta que dirigir.
—En primera, mantener tus garras alejadas de mi hermano, él no es como esas mujerzuelas que solías frecuentar. En segunda, mi padre tuvo unos problemas y no podrá asistir e iré yo en su lugar. Espero que todo salga bien.
—Lo estará, Sesshomaru me apoyó en esto.
...
...
Pasadas unas horas, la reunión dio inicio. Como bien lo predijo estaba lleno de hombres importantes, unos viejos y otros jóvenes.
Todos lo miraban, trataban de saber su procedencia. Todos querían saber a que familia pertenecía. Las miradas hacia su persona siempre lo habían puesto nervioso y esta vez no era la excepción.
Todos se reunieron en una habitación preparada para ello, cada uno tomó asiento junto a la enorme mesa del lugar, alcanzó a ver a Koga a unas sillas de distancia, eso calmaba un poco sus nervios.
Sintió que alguien tomaba su mano por debajo de la mesa.
—Tranquilo, todo estará bien. —Inuyasha susurró sin apartar la vista del frente, fue lo suficiente mente bajo para que nadie escuchara pero alto para que el albino pudiese escuchar.
Tan sólo apretó el agarre tratando de reunir valor y dejar de intimidarse por las presencias ajenas. Ahora esperaban al presidente de Taisho Asakura, sólo él faltaba para iniciar.
—Lamento la demora, hubo un pequeño inconveniente que ya fue resuelto.
Habló el hombre que entró, y lo vio, era un hombre que imponía respeto con su mera presencia. Su aspecto similar al suyo le pareció demasiado extraño. El hombre poseía una marca en cada mejilla parecidas a las suyas, sus ojos eran dorados y su cabello plata atado en una coleta alta. Al menos había descubierto que había más personas como él.
—Bien, estamos reunidos para revisar el capital que han invertido en Fushiko Inc. Por ahora mi asistente les entregara los documentos con las gráficas y datos acerca del manejo de sus inversiones. —Habló el heredero de los Fushiko con profesionalismo, sin duda cambiaba cuando se trataba del trabajo.
Empezó a repartir los documentos, de vez en vez se sentía observado por el presidente de Taisho Asakura, aunque también lo había observado un poco. Se preguntaba si también había pasado por lo mismo que él, negó, era un hombre influyente y nadie se atrevería a molestarle por algo así.
En algunas ocasiones respondía a las dudas de los hombres reunidos, todos quedaron maravillados ante su soltura en esos aspectos. Inclusive Inuyasha había quedado impresionado ante el profesionalismo de su novio y asistente, nunca pensó que sería tan bueno en los negocios y tal parecía que llevaba años haciéndolo.
Koga también había quedado fascinado al ver a su hermano mayor siendo tan profesional e hizo algunas preguntas difíciles sólo para probarlo, las respondía correctamente y sin titubear.
Sin duda haber dejado por un rato de lado sus inseguridades para mostrarles a todos lo profesional que era el Fushiko y lo bien manejado que estaba todo había sido un éxito, logró explicar todo completamente como se lo había indicado el Fushiko anteriormente.
Al finalizar se sentía exhausto, algunos se acercaban para felicitarlo al enterarse que era a la primera reunión a la que asistía, otros se acercaban para ofrecerle empleo en sus empresas y sólo rechazaba las atenciones con respeto alegando que le encantaba trabajar para los Fushiko y era cierto, le encantaba trabajar para su azabache.
Mientras Koga, Inuyasha e Inu no Taisho hablaban entre ellos un hombre se le acercó.
—Hola, ¿me concedes unas palabras?. —Volteó. El que le hablo era un hombre que parecía sobrepasar los veinticinco años, ojos color rubí oscuro y cabello negro ondulado.
—Hola, soy Sesshomaru. ¿Que necesita?. —Intuyó que le habían quedado dudas respecto a las finanzas. No por nada era el asistente del heredero de la empresa principal.
—Soy Naraku Ayakashi, heredero de los Ayakashi. —Se presentó sin borrar la sonrisa al ver a tan peculiar hombre.— Pensé que sólo eras uno de los acompañantes de Fushiko pero veo que perteneces a nuestro círculo.
Esa platica sin duda estaba saliéndose de lo profesional, eso no era correcto. Además ese hombre parecía conocer más al Fushiko que él mismo.
—Lo siento joven Ayakashi, no sé a que se refiere con "acompañante". —Aclaró mientras hacía comillas con sus dedos. — Yo sólo soy el asistente personal del joven Fushiko y estoy aquí para ayudar con dudas respecto a las finanzas y demás asociados.
—Disculpa por mi imprudencia, es que uno se acostumbra a los hábitos de ese niño. —Comentó con cierto grado de burla al recordar la sombra que cubría a los Fushiko.
—Ayakashi. —Escuchó su nombre en medio de un gruñido, al voltear se toparon con el Fushiko siendo acompañado por Koga.
—¿Que pasa Fushiko? ¿No me digas que te molesta que hable con tu asistente?. —Decía cada palabra con burla, le gustaba hacerlo enojar.
—Largo de aquí Ayakashi, Sesshomaru viene conmigo.
—Amigos, amigos no hace falta pelear. —Intervino Koga, sabía que esos dos podrían armar un escándalo por sus rivalidades.
—Koga, ya sabes que es Fushiko el que inicia. Yo sólo quería hablar con Sesshomaru, ¿no es verdad?. —Se dirigió al albino, se había mantenido callado al no saber la relación entre Inuyasha y ese tal Ayakashi.
—El joven Ayakashi tiene razón, sólo hablábamos. —Contestó.
—¿Lo ves, Fushiko? Tú sólo quieres acaparar a mis amigos. —Comentó con cierta molestia.
—Claro que no.
—¿Ah no?. —Jaló a Koga hacia él, el Fushiko parecía querer asesinarlo con la mirada.
—Koga es mi único amigo. Así que es mío. —Agregó el azabache. Ambos empezaron a jalonear al moreno. Era una desventaja ser amigo de esos dos.
Sesshomaru sólo veía como trataban a su hermano como si de una muñeca de trapo se tratase, de ver que le hicieran daño en verdad intervendría.
—¡No soy un perro, par de idiotas!. —Se liberó. Ambos comenzaron a discutir entre ellos.
—Si tú te quedas con Koga yo me quedo con Sesshomaru. —Gruñó el ojirubí. Lo apegó a su cuerpo y vio una mueca de ira en el Fushiko, inclusive Koga retrocedió un poco.
—¡Sesshomaru es mío!. —Dijo en voz alta ganando que todos los ejecutivos voltearan a verlos, era sorprendente que apenas hayan descubierto su pequeña pelea.
De un tirón hizo que Sesshomaru estuviera pegado contra sí, sólo así estaría tranquilo.
—Quedarte con Koga, yo no comparto a Sessh. —Susurró lo último.
Empujó a Koga contra su enemigo y abrazó a su albino, odiaba pensar que había sido tocado por su peor enemigo.
Continuará...