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Lo Que Me Une a Ti por nubelin4

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Notas del capitulo:

Los personajes de Naruto no me pertenecen.

Las manos de Sasuke comenzaron a temblar incontrolablemente, al mismo tiempo que el ritmo de su respiración se reducía a una serie de jadeos entrecortados, como un intento por disminuir la tensión que aplastaba su pecho. La expresión aterrorizada de Sakura pronto se convirtió en una de firme determinación al comprender lo que estaba pasando, por lo que lo hizo sentarse en uno de los sillones y se arrodilló frente a él. 

 

—Sasuke, mírame —comenzó diciendo— Hey, aquí. Solo concéntrate en mí, vamos —puso sus manos suavemente sobre sus mejillas para guiar la mirada de él hacia sus ojos— Tienes que respirar profundamente.

 

—No puedo —jadeó mientras masajeaba su pecho para menguar la tensión y el dolor.

 

—Sí puedes. Solamente respira profundo, te aseguro que todo estará bien. Respira conmigo y te pondrás mejor.

 

El miedo hormigueaba por todo su cuerpo, quitándole el aliento y enroscándose como pesadas cadenas sobre sus pulmones. Tragó pesadamente, e ignorando todas las alarmas que gritaban peligro dentro de su cabeza, inhaló hondo y miró directamente los iris verdes de Sakura. Le recordaron a los valles de la ciudad. Los valles repletos de flores que yacían debajo del manto celeste de una mañana veraniega, tal como en los días más felices de su infancia cuando él y sus hermanos, en compañía de su madre, solían ir de paseo.

 

La plenitud de aquel recuerdo hizo que gradualmente el miedo se disolviera y su respiración comenzara a moderarse.

 

—Eso es. Lo estás haciendo muy bien —sonrió Sakura— Sigue así…inhala y exhala —ella se apartó unos centímetros para imitar sus movimientos— Todo está bien, ¿lo ves? Nada malo te va a pasar.

 

Durante varios minutos siguió respirando como le indicó Sakura, hasta que los latidos de su corazón retomaron su ritmo normal, aunque un leve dolor en su pecho persistió. 

 

—Tranquilo —con mucho cuidado, ella se sentó a su lado y comenzó a acariciarle la espalda— ¿Lo ves? Todo está bien. Estoy aquí contigo.

 

Sasuke se desabotonó un poco la camisa para facilitar la llegada de aire a sus pulmones, pese a que en el fondo sabía que su cuerpo se encontraba completamente normal.

 

—¿Quieres un poco de agua?

 

Apenas Sasuke asintió, ella fue en busca de agua para reponer, en la medida de lo posible, su agitado estado emocional. Pero al mismo tiempo que el huracán de miedo y adrenalina fue desapareciendo, la tristeza se abrió paso a través de él. Habían pasado varios años desde la última vez que sufrió una crisis. Aún así, Sasuke sabía que independiente de la cantidad de tiempo que pasara, nada le aseguraba que en algún momento esta no volvieran a aparecer. 

 

—Ten —Sakura le entregó un vaso con agua y él lo aceptó con manos temblorosas— Bebe despacio.

 

—Gracias —murmuró Sasuke.

 

Ella se mordió el labio y lo observó durante un minuto antes de volver a hablar.

 

—¿No has dejado de tomar tus medicinas, verdad? —preguntó ordenando algunos mechones de cabello oscuro. Sasuke bebió un poco más de agua y negó— Tal vez es el estrés. ¿Deberíamos pedir una cita con tu médico?

 

Sasuke cerró los ojos y soltó una última exhalación profunda. Se aclaró la garganta— No creo que sea necesario.

 

Por más que Sasuke odiara que Sakura lo viera así, tuvo suerte de que ella estuviera con él en ese momento, ya que sin su oportuna contención lo más probable era que no hubiera sabido cómo reaccionar, tal como en ocasiones anteriores.

 

Tres golpes sonaron tras la puerta.

 

—¿Está todo bien, Sa…?

 

La voz de su hermano se detuvo en cuanto entró y vio el desorden esparcido por la habitación. 

 

—¿Qué pasó aquí? —preguntó el gemelo recorriendo con ojos cautelosos su entorno.

 

Sakura puso una mano sobre la mejilla de Sasuke y una vez que se aseguró que este se encontraba un poco mejor, le dijo que iría por un calmante para los nervios. Antes de marcharse, compartió una mirada con Charasuke y unas cuantas palabras en voz baja. 

 

Sasuke se sintió horrible por la discusión que tuvieron antes. Ya fuera por sus conocimientos médicos o porque ella era una de las personas que más tiempo había permanecido a su lado, Sakura era la única que con simples palabras lograba calmarlo en medio de una crisis. Ella era su esposa y sólo estaba preocupada por él, pero una vez más Sasuke había permitido que la desesperación tomara el control de su corazón y lo hiciera actuar y decir cosas que luego lo dejaban sumido en el arrepentimiento. Se dijo a sí mismo que apenas se recompusiera, haría nuevamente añicos su orgullo y le pediría disculpas por su arrebato. 

 

—Veo que estás teniendo una mañana difícil —comenzó diciendo su gemelo mientras se acercaba. Tuvo cuidado de no pisar un trozo de vidrio tirado en el suelo.

 

Sasuke dejó el vaso sobre la mesa y luego se frotó la cara con las manos. Ahora que veía a Charasuke, podía jurar que su propio aspecto en aquel momento era desastroso. La piel de su rostro estaba brillante y pegajosa por el sudor, sin mencionar algunas ondas oscuras de cabello enmarañadas.

 

—Tu y yo sabemos perfectamente que he tenido peores —Aquella respuesta salió más ruda de lo que quiso, pero de ninguna manera le diría sobre su desajuste reciente. Lo último que quería era que su hermano y Sakura lo obligaran a volver con el médico que lo trataba para que terminara de doparlo hasta el punto en que ni siquiera sería consciente de su existencia.

 

Charasuke se sentó frente a él— Te he dicho cientos de veces que tanto trabajo te está destruyendo —se removió para acomodar el cojín tras su espalda— ¿Por qué estabas peleando con Sakura?

 

—¿Cómo lo sabes? —preguntó Sasuke frunciendo el ceño.

 

—Escuché gritos desde abajo.

 

—¿Sarada está en casa? —preguntó preocupado.

 

—Ella se fue a la escuela hace una hora. ¿Vas a decirme qué pasó?

 

—Sakura solo está preocupada.

 

—¿Preocupada por qué?

 

—Por mi —respondió Sasuke con la mirada baja. Unos cuantos mechones de cabello cayeron sobre su rostro— No me he estado sintiendo muy bien.

 

—Ella me dijo que ayer te reuniste con Karin, ¿ese es el motivo?

 

Sasuke suspiró. Una cosa era reservarle ciertas cosas a Sakura, no queriendo traspasarle todos sus problemas a ella. Pero otra muy distinta era ocultarle algo a Charasuke, a quien toda la vida le había confiado sus cosas. Era ingenuo pensar que podría esconderle algo a él, porque este lo conocía demasiado bien como para conformarse con cualquier excusa que le diera. 

 

Después de que Itachi se marchara a otra ciudad, Sasuke se había volcado en tratar de construir una relación lo suficientemente cercana con Charasuke para no sentir tanto la ausencia de su hermano mayor. No tuvieron que forzar nada y los gemelos rápidamente durante su adolescencia se volvieron inseparables, hasta que Sasuke decidió ir a la universidad y debió mudarse a otra ciudad, pudiendo volver solo durante las vacaciones. Pese a ello, nunca dejaron de comunicarse por escrito. 

 

Para Sasuke, su gemelo era sin ninguna duda la persona en la que más podía confiar. Entonces, y sin darle más vueltas al tema, decidió contarle todo lo ocurrido el día anterior en la casa de Karin, la charla con Kurenai y sus vanos intentos por avanzar en la investigación sobre la muerte de Menma.

 

Charasuke se pasó la punta de los dedos por la barbilla, pensando con una marcada expresión de seriedad en todo lo que Sasuke le acababa de contar. 

 

—Comprendo perfectamente la angustia que debes sentir, hermano —dijo él observándolo fijamente— Es insólito que la justicia actúe de tan mala manera, pero al parecer todos ellos han olvidado cómo hacer su trabajo durante este último tiempo.

 

—Es que ese es el problema —dijo Sasuke un poco alterado. Tuvo que cerrar los ojos y respirar para calmarse. Tenía que estar calmado si no quería volver a sufrir otra crisis— No solo ahora no han conseguido nada. Desde el principio ha sido así. Todas las pistas que han logrado reunir nos han hecho darnos contra el mismo muro una y otra vez. Estoy seguro de que debe haber algo que estemos ignorando. Últimamente no he podido dejar de pensar en que el hombre que buscamos, debió habernos estado siguiendo desde mucho antes de esa noche.

 

—¿Qué? —preguntó Charasuke mientras incorporaba su postura en línea recta.

 

Sasuke lo miró a los ojos— El hombre que mató a Menma debió haber planeado todo detalladamente para no dejar rastro de nada. Piensa...sólo alguien muy bueno en lo que hace y acostumbrado a actuar del mismo modo, podría cometer un crimen así y desaparecer tan limpiamente de todo. Eso no lo hace un ladronzuelo común. 

 

—¿Qué estás tratando de decir?

 

—Me temo que lo que ocurrió esa noche no fue algo que surgió sobre la marcha. Todo fue premeditado. Ese tipo me conocía, probablemente sabía de nuestra familia y por eso quiso secuestrarme. 

 

Tal vez estaba precipitándose demasiado, pero todo lo que le estaba diciendo a Charasuke había estado dando vueltas por su cabeza desde hace semanas. Durante todo ese tiempo había luchado contra la memoria de esa noche, pero sabía que mientras más trataba de alejar ese horrible recuerdo, más claramente este lograba colarse en su mente. 

Era tanta la angustia que sentía a causa de ello, que llegó a un punto en que Sasuke se convencía cada vez más que estaba perdiendo la cordura. Pero con el paso de los años, terminó por acostumbrarse a convivir con aquella pesadilla y en cambio, en ciertas ocasiones intentaba repasar cualquier detalle de esa noche que pudiera ser útil para la investigación.

 

Pero era difícil, mucho más difícil de lo que pensaba. Todo había pasado tan rápido. La adrenalina y el terror hicieron que su mente redujera toda la secuencia de eventos a segundos. Y quizás la conmoción hizo que ciertas partes después parecieran borrosas y confusas, al igual que las piezas de un rompecabezas que nunca terminan de encajar.

 

En silencio, Charasuke continuó pensando mientras tamborileaba con los dedos sobre el apoyabrazos del sillón. Por un momento estrechó los ojos y tuvo la intención de hablar, pero rápidamente cerró la boca y sólo la volvió a abrir después de unos minutos.

 

— ¿Le has dicho todo esto a la policía?

 

—Todavía no.

 

— Sasuke, entiendo muy bien lo que quieres decir —dijo Charasuke gentilmente— Pero… no estoy seguro de si es una buena idea que le digas esto a la policía.

 

Sasuke ladeó la cabeza— ¿Por qué?

 

—Tiene mucho sentido lo que dices, pero no dejan de ser suposiciones que en el peor de los casos podrían entorpecer aún más la investigación. Más cuando lo más probable es que cambien nuevamente de fiscal. 

 

Sasuke siguió cada palabra que dijo Charasuke con los labios apretados y una mirada miserable.

 

—Solo quiero saber la verdad.

 

Charasuke se incorporó un poco más cerca de su gemelo y lo tomó de las manos, dándole una sonrisa tranquilizadora.

 

—Yo sé —respondió Charasuke— Pero debes pensar con mayor calma y no tomar decisiones apresuradas que tal vez después pesarán. Por ahora, todo lo que sabemos es que el tipo que mató a Menma los vio a los dos en medio de la noche, solos, y en cuanto tuvo la oportunidad te quiso secuestrar para sacar dinero de ello. Espera a que asignen un nuevo fiscal y deja que ellos y Kurenai hagan su trabajo, ¿sí? Aguardemos por más pistas y no nos apresuremos. 

 

—No lo sé…

 

—Sé que estás muy confundido. Pero yo solo te aconsejo esto porque quiero lo mejor para ti y no me gustaría verte deteriorado pensando en cosas de las que no hay ninguna certeza. Por mientras deberías enfocarte en otros asuntos. Desligarte un poco del trabajo. No quiero sonar fastidioso con lo mismo, pero tienes una vida aparte de Akatsuki y estas cuatro paredes.

 

—Intento dar todo lo que puedo.

 

—Y se ha notado durante todos estos años de progreso. Nuestro padre estaría tan orgulloso… yo creo que debe extrañarte, ¿sabes? Que pases algún tiempo con él. Tienes una familia hermosa, tu esposa y tu hija te aman. Un día Sarada crecerá y te arrepentirás por no pasar cada segundo junto a ella.

 

Sintió un pequeño tirón en el corazón ante la mención de su padre. Todos los días Sasuke pensaba en él y se recordaba ir a verlo en cuanto terminara de trabajar. Pero los días pasaron y la intención no pasó a ser más que eso. Por otra parte, Sarada… Charasuke tenía razón, al igual que Sakura. De nada servía que Sasuke la amara tanto si no se lo demostraba, si no ponía un poco de tiempo y voluntad para pasar algún tiempo junto a ella.

 

La crisis que lo golpeó esa mañana era el indicio del deterioro de su salud. Su propia mente le estaba gritando que se tomara un tiempo para poner sus pensamientos y su vida en orden. Por ningún motivo dejaría de pelear en su búsqueda por obtener justicia por la muerte de Menma, de aquello su corazón nunca sanaría, pero tenía que estar al cien por ciento si quería que las cosas marcharan bien. 


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