Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Historias Cortas de Inuyasha. por Keiko Midori 0018

[Reviews - 30]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El príncipe del Este escapó de su reino pero fue secuestrado, desde ese momento planea su escape del silencioso Dragón.

He sido secuestrado por un bandido hace como una semana o al menos eso creo, aun no sé que quiere de mí, no me ha hablado desde que me trajo aquí y por más que trato hacer conversación simplemente no dice nada ¿porque insisto en hablarle? Ni yo mismo lo sé pero al menos quisiera saber su nombre pero se ve que es algo serio y en extremo callado.


―Oye, al menos dime tu nombre. ― Le dije aburrido pero él me ignoro como siempre.

Soy el príncipe del reino del Este y estoy encerrado en un viejo palacio irónico ¿no? Esto me recuerda a los cuentos que mi madre solía contarme cuando era pequeño donde la princesa en la torre esperaba a su príncipe azul mientras era custodiada por un imponente dragón, omitiendo claro que yo soy hombre. El punto es que ahora sólo me queda observar al hombre que me mantiene encerrado en una jaula. Porque sí, estoy en la jaula de un calabozo encerrado y lo peor es que aun no sé que quiere, tal vez quiera las riquezas de mi padre pero como no ha mencionado nada esa mi única opción.

Por mas raro que suene no me molesta estar aquí es como estar en el palacio del Este donde van a comprometerme con la princesa del reino del Norte aunque yo no quiero casarme no me veo encerrado en mi castillo atendiendo mis deberes como rey, eso no es lo mío.

Siempre he soñado con ver que hay mas allá del reino del Este pues nunca he salido del reino apenas y he visitado el pueblo y eso sinceramente es deprimente.

Cuando decidí escapar me tope con ''el Dragón'' Si así le digo porque no tengo idea de como se llama y me trajo aquí, la verdad no me molesta estar aquí pues no hay absurdas reglas que seguir pero yo escapé para ser libre no para acabar en la misma situación y pienso escapar de aquí también y sólo me queda esperar un poco más.

Dos Días Después...

 

Ya pasaron dos días más y ya quiero ser libre no pienso pasar un día más encerrado aunque ya tengo un plan... Cuando el dragón me dio de comer me quede con un cubierto sin que se diera cuenta y lo voy a usar en mi plan meticulosamente planeado, si exagere pero es un buen plan.


Llego un hombre mayor para verlo pero obviamente me puso una mordaza para que no gritara y sacó al hombre antes de que me viera, gracias a eso puedo escapar sin ser visto.

Con ayuda del cubierto logro abrir la cerradura y finalmente logro salir pero escucho pasos acercándose por el pasillo y busco algo con que defenderme hasta que encuentro un viejo jarrón, cuando la puerta se abre golpeo fuertemente al dragón y este cae inconsciente al suelo, me acerco a él y esta sangrando. Por mas que trato de alejarme para huir no puedo dejarlo herido, así que decido quedarme y decirle adiós a mi libertad.

Lo arrastro con dificultad a la cama de piedra que está en el fondo de la habitación, con algo de dificultad logro subirlo y acostarlo para poder empezar a limpiar la herida que yo mismo le cause.

Al terminar noto que me esta mirando fijamente y por una extraña razón me sonrojo.

―Perdón por el golpe. ―Le digo avergonzado pero solo me observa fijamente ¿no habla o que?.

―Debiste haber escapado. ―Me dijo y abro aun mas los ojos sorprendido, si habla y además tiene una voz imponente y muy varonil... ¡¿Que tonterías estoy pensando?! Debería odiarlo porque me tiene encerrado aquí. La verdad no puedo por más que lo intente.

―Después de casi dos semanas al fin te quedas callado.  ―Me dijo mientras se sentaba y por mas raro que suene me encanta su voz, pero me molesta lo que dijo, él es el silencioso, no yo.

―Que tú seas un amargado no quiere decir que yo también lo sea Dragón. ―Le digo molesto ¿como se atreve a decirme así?.

―¿Dragón?. ―Me preguntó confundido, esperen un momento dijo ¿Dragón?... Oh no creo que hable de más, ya siento mis mejillas ardiendo y apuesto la corona que perdí durante mi escape del reino que están mas rojas que un tomate.

―Etto... yo... ―No puedo decirle el porque de su apodo, creerá que soy un niño y solo tengo dieciocho años. Aunque creo que ya me ve como un niño pues acaba de alzar una ceja esperando que le conteste ya que empecé a jugar nerviosamente con mis dedos.

¿Porque me pasa esto a mí?.

―¿Ahora ya no vas a hablar?. ―Me dijo burlón y yo solo tengo ganas de golpear su bello y varonil rostro con mi puño esperen un momento... Dije ¿bello y varonil? Creo que el encierro me esta afectando demasiado.

―Bien te lo diré, como no sé tu nombre y debido a la situación en la que me encuentro me pareció que te quedaba bien el titulo de Dragón. ―Le dije muy avergonzado y él empezó a reír... ¡Su risa es muy linda!.

―¿Y vendrá tu príncipe azul?. ―Me pregunto cuando se calmo.

―Soy hombre, idiota. Y suponiendo que cambiara un poco el cuento; Supongo que la princesa ya me esta buscando pero para ser sincero no quiero que me encuentre, escapé de mi reino porque quieren casarme con ella y yo no quiero. Deseo ser libre pero la suerte me abandonó y acabe en la misma situación. ―Le contesté frustrado y él se quedo pensativo, la verdad no sé porque pero de repente suspiró.

―Yo también escape de mi reino, ya que al igual que a ti iban a casarme para ser rey pero prefiero dejarle el puesto a mi primo, siento que yo no nací para ser el rey y vivir encerrado en una jaula de oro. La verdad no sé porque te hice lo mismo a ti. Perdón por eso, supongo que no quería estar solo. Puedes irte no voy a seguir reteniéndote.

Se ve muy arrepentido pero mis piernas no me obedecen, quiero irme pero a la vez quiero quedarme esto es muy confuso.

―Quiero quedarme. ―Le digo y ambos nos sorprendemos por mi respuesta.

―¿Enserio?. ―Me pregunta sin creerme aun, aunque la verdad yo tampoco me lo creo pero debo decidirme ya.

―Sí, hablo enserio. ―Afirmo completamente seguro de mis palabras. La verdad no me molesta su compañía, ya me acostumbre a su presencia y entre los dos podemos apoyarnos. ―Aunque no me has dicho tu nombre.

―Me llamo Sesshomaru. —Me contestó y por Kami-sama su nombre me encanta. ―¿Cual es el tuyo? Olvide preguntarte antes.

―Me llamo Inuyasha. ―Le contesto con una sonrisa.

...
...


Ya han pasado unos días, hemos estado vagando por la región, es lo más maravilloso que he hecho.

Nunca antes había salido, los colores del otoño cubren el entorno, los tonos rojizos y naranjas se ven bien.

Sesshomaru camina a mi lado, no sé porque pero con tan sólo verlo mi corazón late con intensidad. ¿Que me pasa?.

Seguimos caminando, de repente Sesshomaru para y no sé porque.

―¿Pasa al... Mmm. ―¡Me esta besando! ¡Por Kami besa increíble!.

Siento como se aferra a mis brazos, me gusta como besa. Muerde mi labio e instintivamente abro la boca, siento como explora mi boca sin miedo, sin pudor.

Unos segundos después, debemos separarnos al faltarnos el oxigeno.

―¿Porque?. ―Fue lo único que pude decir, me volvió a besar y le correspondí, ¿Porque?.

―No lo sé, simplemente quise hacerlo.

Toma mi mano y empieza a caminar, lo sigo. No sé que es lo que nos pasa pero... Quiero que se repita.

Un Mes Después...

 

Ya ha transcurrido un mes, seguimos escapando, nos hemos vuelto muy unidos. Me entere que mi padre me esta buscando aun, incluso hay una recompensa por mi captura y también para Sesshomaru, el reino del Oeste busca al primogénito del rey pero Sesshomaru se niega a volver.


Ahora vamos de camino a un pueblo pues seguimos huyendo y escondiéndonos, mientras vamos caminando cada quien sumido en sus pensamientos.

Al fin logramos llegar al pueblo y por desgracia esta repleto de soldados de mi antiguo reino y entonces tratamos de mezclarnos entre la gente del pueblo hasta que una voz conocida me hace voltear.

―Inuyasha, al fin te encuentro. ―Dijo mi ¿princesa? creo que no se ha dado cuenta que no estoy en peligro y que me fugué con el dragón que me tenia cautivo.

Por cierto, ¿Que hace la princesa del Norte en un pueblo? Ella odia mezclarse con los aldeanos.

―Kikyo cuanto tiempo sin vernos pero sabes, ya es algo tarde debo irme. ―Le dije y agarre la mano de Mi Dragón, empezamos a correr entre la gente pero Kikyo hace una señal, los guardias nos detienen y otra persona muy conocida hace acto de presencia.

―Inuyasha, espero que tengas una buena explicación para esto, llevas mucho tiempo desaparecido. ―Dijo el rey del Este muy molesto.

Sí, mi padre finalmente me encontró para llevarme de regreso a mi jaula llamada hogar.

Una vez más... ¿Que hace la nobleza en un pueblo pobre?.

―Bueno lo resumiré para que me entienda, estuve con el Dragón me mantenía cautivo y la verdad yo no esperaba a la princesa para que me desposara, por mí que nunca apareciera pero des afortunadamente vino en mi búsqueda. Pero lo más importante... Lamento decepcionarlos  pero yo decidí quedarme con el Dragón. ―Le contesto y aprieto el agarre de nuestras manos, espero que haya entendido porque la verdad ni yo me entendí pero a juzgar por su cara no le gustó mi respuesta.

―¿Pero que tonterías estas diciendo Inuyasha? Esto es la vida real no un cuento infantil así que... O vuelves en este preciso momento o considérate desheredado y muerto para mí. ―Me dijo furioso, así que volteo a ver a mi amado dragón y ya tengo una decisión.

―Elijo al dragón. Con permiso su majestad, lamento la muerte de su hijo. ―Le digo y el rey no se esperaba esa respuesta al igual que Kikyo y los guardias nos dejan pasar confundidos.

Lentamente nos alejamos de la princesa y del rey que esta furioso porque el príncipe eligió al dragón.

―Creí que te irías con el rey. ―Dijo Sesshomaru serio pero a mi parecer eso forma parte de su personalidad.

―¿Porque habría de hacerlo?. ―Le pregunto, creí que había quedado claro que yo quería ser libre.

―Porque la princesa siempre se queda con el príncipe azul y viceversa.
―Me contestó un poco triste pero siempre es bueno cambiar la historia.

―Lo sé, pero yo no soy un príncipe, solo soy Inuyasha. ―Le contesto con una sonrisa y él también sonríe. Aprieta mi mano con la intención de no soltarla jamás, eso me alegra mucho. 

Ya nos alejamos del pueblo y continuamos nuestro camino por una vida llena de aventuras y libertad juntos.

Y bueno esta fue mi historia algo confusa pero demostré que a veces puedes cambiar el final del cuento pues así puedes elegir a la princesa o al dragón, solo depende lo que diga tu corazón y el mío decidió que debía quedarme con mi amado dragón.

Fin.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).