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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

hola~

 

Espero les guste el capítulo de hoy.

Nos leemos la próxima semana!!

Aun no me siento cómodo en la tienda esotérica aunque ya he estado muchas veces antes. Everett me pidió que esperara aquí, y aun no ha llegado. Hay más personas aquí, y algunas se ven muy cómodas leyendo en sus teléfonos o platicando entre ellas. La mayoría es… inusual y estoy luchando contra el impulso de mirarles descaradamente y saber que si lo hago será una falta de respeto.  


— ¿no vas a tomar nada?


— Solo estoy esperando a Everett— Evelyn se ríe y arrastra la silla para sentarse.


— créeme, deberías tomar algo, conozco bien eso de esperar a Everett: no confíes mucho en él porque  se distrae con mucha facilidad.


— oh, en ese caso ¿Qué me recomiendas?— ella hace una bomba con su chicle, mirando el tablero con el menú.


— El café es muy bueno,  el té también ¿te gustan las cosas heladas?


— El café está bien, ha estado frio y de seguro iremos en la motocicleta—  ha cambiado el color de las paredes, ahora es color blanco, con papel tapiz en forma de estrellas, lunas y figuras del zodiaco o eso es lo que yo veo. Aun están las cortinas de cristales y las estanterías de madera vieja con cosas extrañas que no me gusta mirar mucho. En las paredes se ven mejor los cuadros del tarot que Everett hizo. 


— aquí esta.


— Gracias— pone otra taza y un plato con galletas y bollos.


— Estos están por expirar, así que cómelos, son gratis— tomo un bollo. Esta suave y tiene sabor a naranja.


— este lugar ¿siempre es así?


— ¿así como?


— pues…— no sé cómo explicarlo— extraño.


— Es una tienda esotérica, no esperes mucho— sonríe— pero antes era peor ¿sabes?  Cuando vine la primera vez todo era oscuro y olía tanto a ese humo que me maree. No podía creer que Everett trabajara aquí. Pero Daphne ha ido arreglando, la cafetería es un buen toque aunque…


— ¿parece que harán una reunión de brujas aquí?— comento, bajando la voz para que los clientes, vestidos con ropas negras y mucho maquillaje también negro, no me escuchen— si, siento que saldré de aquí y la gente querrá lincharme— ella se suelta una carcajada.


— ¡Sí! también sentía eso cuando venia por Everett— Uff, es bueno saber que no soy el único que siente eso al estar aquí— pero con el tiempo te das cuenta que solo es una tienda mas. Incluso yo tengo una baraja de tarot, muy bonita.


— vaya.


— Además, Daphne es una buena persona— no conozco mucho a la dueña de la tienda, siempre que vengo está muy ocupada leyéndole la mano a las chicas que vienen a buscarla— ella hizo eso ¿no?— señala con el dedo mi muñeca, donde tengo el brazalete que me dio la dueña.


— sí.


— Ella nunca me dio miedo, no es de las brujas que dan miedo— sonrió, intentando no escupir mi café.


— ¿bruja? Entonces crees que ella es una bruja— aunque tiene razón en eso, a mí tampoco me dio miedo la mujer llena de collares y el cabello desgreñado.


— Solo sé que sabe cosas extrañas— eso suena tan misterioso. Otra chica entra, y Evelyn se levanta para atenderla. Ah, no tengo ningún mensaje de Everett aunque su hora de salida fue hace diez minutos, no ha pasado tanto tiempo— escuche que te mudaste con Everett.


— ah… si. La casa de mi tía ya no era un buen lugar. Comenzó a salir con alguien y no es nada cómodo vivir en su casa y que lo esté invitando cada poco tiempo. Ella no fue discreta cuando me hecho de la casa— otra carcajada, esta vez me hace reír— en serio, ni siquiera le importo que no tuviera donde quedarme.


— De seguro sabía que Everett sería tan amable para darte refugio— los dos nos reímos— no me extraña que Everett te propusiera eso, me sorprende que no lo hiciera apenas se mudó.


— ¿en serio?


— apuesto lo que sea a que se aguantó para pedírtelo. Entonces ¿Qué haces en la escuela de arte? Eres guapo, así que entiendo lo de modelo, pero no entendí cuando Everett me explico que ya no hacías eso.


— Es básicamente promoción de la escuela— le cuento lo que hago, en partes porque comienza a llegar clientes y ella tiene que levantarse a atender. Daphne de vez en cuando se para en el mostrador y atiende, pero la mayor parte del tiempo la pasa en la mesa del fondo, con una baraja de tarot. Entre ella y Evelyn  preparan varias bolsas de papel con cosas.


— Iré a entregar esto— me dice, y sale con las manos cargadas de cosas. Aun escucho el ruido de los cristales cuando la colorida ropa de Daphne aparece en mi visión.


— ¡Ah, pero si eres tú!


— Hola— le respondo, ella se sienta en la silla de Evelyn— parecen estar muy ocupadas.


— día normal, Everett no está aquí.


— Lo sé, estoy esperándolo— ella no me ofrece leerme la mano, como aquella vez, pero si se pone a hablar sobre la importancia de los colores y el aura. No sé porque, si yo no he dicho nada sobre eso.


— entonces, decidí cambiar los focos por focos de colores— oh, eso.  Miro al techo, contando tres focos. Cuatro, no vi el de fondo— Everett no ha venido ¿podrías ayudarme?


— Claro— me tomo lo que me queda del café y me levanto. Daphne me pasa los focos nuevos y   me basta con subirme en un banco para alcanzar a cambiarlos: azul, amarillo y rojo— ¿y ese? Eh…— ¿Dónde se fue? no la veo… allí ¿Por qué está en la mesa?— termine ¿no vas a cambiar ese de allá?— no me hace caso, está muy entretenida mirando la tasa de Evelyn— ¿Qué haces?


— Está leyendo tu taza de café— ¿Qué? ¡Claro, Evelyn no tomo café, y la taza de té es diferente!— olvide decirlo, pero Everett nunca bebé café aquí porque ella hace eso— umm, un poco tarde para decirlo— tardara un poco.


— ya ¿Cómo es que Everett sigue trabajando aquí?


— bueno, no tengo idea. Me pregunte lo mismo, pero este fue el primer lugar donde vi a Everett cómodo. Supongo que por eso me quede también— Daphne comienza a reírse. Los dos la miramos como agita los pies y se ríe, como si fuera una niña, luego nos voltea a ver.


— es que esto es… es la primera vez que me topo con algo como esto ¿saben? Es raro encontrar dos tasas tan similares. Todo es muy claro, aunque no son exactamente iguales, no, no, no me refiero a esa igualdad. Es más como complementaria. Lo que veo aquí, y lo que vi en la otra.


— ¿Qué?— ¿soy el único que se siente tonto por no entender? ¿Y cómo se supone que se lee una taza de café? Solo hay manchas al fondo.


— tú taza, y la de Everett.


— ¿leíste la taza de Everett? eso no debió gustarle— eso lo dice Evelyn.


—  ¿Qué significa eso? que sean iguales— sí, bueno, aunque sea un poco raro y no crea mucho de esto, no puedo evitar preguntar. Preguntar no hace mal ¿cierto? Daphne me sonríe, una sonrisa muy cálida.


— que han elegido bien con quien estar. Si gustas puedes llamarlo almas gemelas.


— oh, por favor ¡Puedo ver corazones, flores y arcoíris a tu alrededor, Laith!— no me importa, de hecho. Evelyn sigue murmurando cosas, pero yo solo puedo sentir como si me hubiera tomado una gran taza de delicioso café, calentándome y sintiendo el calor expandirse por mi cuerpo— y en serio que son uno para él otro, Everett pone esa misma cara de idiota cuando hablan de ti. Como sea, dijiste que te gustaban las artes marciales ¿no?— no recuerdo habérselo dicho, pero si me gustan— conozco un lugar donde enseñan a usar armas de madera ¿Qué tal si vamos a probar?


— Genial, vamos— ese es Everett ¡Al fin llego!— ¡Acá!— le hago una seña con la mano para que nos vea. Aunque el local no es tan grande.


— lo siento, Rainer me entretuvo a la salida— su ropa esta fría cuando me abraza, y luego  me besa. Me gusta cuando nos besamos en público, cuando no solo somos novios dentro de la casa o cuando estamos a solas. Se siente demasiado bien no preocuparse por ocultarse— ¿nos vamos?


— Pero si vienes llegando ¿no quieres algo?— Everett mira las tazas de café en la mesa.


— no, gracias. Nos vemos mañana— caminamos tomados de la mano hasta la salida— lo siento, por llegar tarde.


— sol fueron diez minutos. Además, fue divertido. Iré con Evelyn a clases de artes marciales o algo así— no sé si al uso de armas se le llame así.  


— suena divertido. Ten cuidado con sus golpes, si te descuidas te pateara el trasero mientras se ríe como loca— la motocicleta esta allí, delante de nosotros. Me gusta andar en ella, aunque los problemas como el mojarse son un inconveniente. Pensé que vivir con Everett seria… bueno, genial los primeros días, claro, solo nosotros dos en una casa donde no nos van a interrumpir. Pensé que me sentiría culpable o mal en algún momento por solo mudarme, pero no ha sido así. Vivir con Everett se siente natural, como si tuviéramos mucho tiempo viviendo juntos en lugar de dos meses. Es muy reconfortante saber que cuando llegues a casa habrá alguien esperando.       


****************************


Es el cumpleaños de Virginia. Hemos llegado a la casa de los padres de Everett muy temprano para organizar una pequeña fiesta. Evelyn, Everett y yo nos estamos encargando de la decoración, aunque solo es inflar globos y colgar decoraciones.


— Vendrán algunos amigos de Virginia, y mamá invito a algunos familiares pero no sé si vendrán— Everett arroja otro globo después de inflarlo


— ¿Por qué no lo hicieron en la pizzería?— oh, una fiesta en la pizzería será cool. Sostengo a Evelyn de las piernas para que no se caiga al colgar los adornos y los globos, ella fue quien pregunto.


— Virginia no quiso. Prefirió que yo le hiciera la comida hoy— ellos se están llevando mejor, Everett ya no me da la impresión de que sea tan frio con ella, y después de aclarar lo que paso con Audrey, volvió a ser amable conmigo. Se ha pasado algunas veces por la casa aunque no hemos salido como antes que íbamos a la cafetería, quiero creer que eso es porque estamos ocupados.


— Tampoco es una mala idea, hey, Laith, pásame esos globos, los amarrare aquí—  seguimos decorando, los padres de Everett están en la cocina, terminando con la comida que Everett de vez en cuando va a supervisar— bien, ¿es todo?


— Eso parece— hemos terminado de decorar la sala— ¿traemos la comida?— pregunto, viendo que ya no hay nada más que hacer y aun queda tiempo.


— Everett, necesito que vayas a recoger el  pastel— la mamá de Everett pone las llaves frente a él— Evelyn, Laith ¿pueden ayudarme con las bebidas?— oh… bueno.  Vamos hasta la cochera de  la casa para cargar con las botellas de sodas, vasos y cervezas.


— Esto estará genial— Evelyn agita una botella de vodka, solo sé qué es eso porque lo tiene escrito en letras muy grandes, y una de vino, porque son inconfundibles— ¿Dónde dejamos todo? ¿En la sala?


— Sí.


— no hay hielo… no hay—Evelyn va a la cocina, desde donde estoy pueda verla buscar en el refrigerador. Everett se ha ido hace un ratito, creo que no hay nada más que pueda ayudar ¿no será un poco raro que encienda la televisión? me pone un poco nervioso estar solo aquí. Me pongo a ver una película de terror asiática que no da nada de miedo. 


— ¿Es divertida?— Ah, es la mamá de Everett.


— ¿Qué? oh, la película… bueno, no… no se supone que sea divertida pero me da más risa que miedo ¿hay algo mas por hacer?


— ya todo está listo. Gracias por ayudarnos.


— es divertido. Mi hermano siempre tiene amigos que le organizan todo, así que nunca había ayudado en una fiesta familiar— mi familia. He ido dos veces a casa desde que acordamos tener más contacto, han sido viajes de unos días pero nos bastan a todos para seguir sintiéndonos unidos. Les llamo diario si puedo, aunque sea para saludar y preguntar como están y mis padres ya no insisten para que regrese, no ahora que las cosas van bien en la escuela con todo el trabajo que encontré para mí, aunque también puede ser el hecho de que decidí pedirles ayuda con los alumnos que terminan, buscando la forma de conseguirles al menos un trabajo con los contactos que ellos tienen. A todos les gusto la idea, y ya hay algunos alumnos trabajando en las portadas de los materiales discográficos y otros diseñando una coreografía. Todo va perfecto…exceptuando que no les he dicho sobre Everett— espero que tengan pizza, me gusta mucho la pizza que preparan— sonrió, no es momento para recordar eso.           


— oh, la hay— ella me sonríe— Everett me ha contado un poco sobre ti, porque estás aquí y  tu trabajo. Como una mujer que tiene dos hijos, he aprendido que hay cosas peores a que a tu hijo le gusten los hombres. Todos los padres lo aprenden, con el tiempo. Mientras tanto, si tú quieres puedes ser parte de esta familia, que digo ¡Ya eres parte de la familia!— me sonríe de nuevo, pero el nudo en mi garganta me impide moverme, ni siquiera para decir algo o abrazarle y ponerme a llorar, que es lo que quiero hacer.


— Ya llegue— la voz de Virginia desde la puerta, seguida de otras voces de chicas que me ayudan a volver en mí. El papá de Everett sale a recibirlas y saludarlas. Me levanto junto a la mamá de Everett, aunque ella va  también a la cocina.


— Hola, feliz cumpleaños Virginia— le digo. Su sonrisa de pronto parece forzada, pero mueve la cabeza en señal de que me escucho. Me acerco, con el regalo que compre para ella— Everett me ayudo un poco a elegir— elegir maquillajes para chicas no es fácil. Fue más fácil envolverlo.


— Gracias, Laith.


— Virginia, tenías que llegas más tarde— que mala coordinación, Everett acaba de llegar con el pastel. La fiesta es agradable, la comida es buena y si había pizza como me dijeron, me conformo con sodas aunque el olor a alcohol se nota en la sala y  he terminado por conocer a algunos de los tíos de Everett. No hubo ninguna duda cuando me presentaron como el novio de Everett a la demás familia.


No hay mucho ruido, pero con las personas llegando se siente muy pequeño estar todos dentro y necesito salir un momento. No me siento mal, pero es ¿agridulce? Todo aquí es maravilloso y me gusta mucho estar.


— Oh… lo siento, no te vi— Virginia. Le sonrió.


— solo necesito un poco de aire fresco ¿tu estas bien?— camina hasta mi lado, aunque no me mira.


— También necesito un poco de aire fresco, estaba bailando y hace calor— lo vi antes de salir—Everett está muy contento,  por haberle dicho a los demás sobre ti— me rio, porque es verdad y se notaba bastante— ¿Cómo lo haces?


— ¿Qué?


— Como… con Everett ¿crees en eso de sus sueños?— Oh, eso— cuando enfermo tu hablaste con él y sé que tiene que decirte cosas extrañas muchas veces  ¿le crees? ¿Crees que sea verdad?— ella fue la primera que me dijo que para Everett era real, creo que al final no lo cree tanto.


— bueno…— alargo la o, pensando cómo explicarme— Everett cree que es real. Supongo que no importa mucho si yo lo creo o no, he visto que eso le causa dolor así que… él lo cree, y cualquier cosa que yo o cualquiera diga no le va a hacer cambiar de opinión— nos quedamos callados.


— ¿tú también tienes sueños como él o recuerdas esa vida?


— no… ¿y tú?


— a veces tengo sueños, pero casi todo son cosas que he visto en los dibujos de Everett así que no sé si sea eso o…— no termina la frase,  pero no es necesario— pero supongo que tienes razón, no importa mucho ¿no? ya hemos hablado de eso y me dieron pastel gratis— y yo quede como alguien malo. Nos reímos recordando ese día en la cafetería, y no escuchamos que se abre la puerta hasta que Everett esta delante de nosotros.


— Te están buscando— le dice a ella. Virginia entra sonriendo, y le da un beso en la mejilla de pasada. Aún estoy sonriendo cuando él me abraza y me besa. Me siento tan bien en ese abrazo que me aferro y no me suelto— ¿paso algo?


— tu familia me hace sentir horrible por no decirles que su hijo se hizo un tatuaje porque se lo pedí— Everett se ríe— Virginia y yo somos amigos otra vez y tu mamá me adopto en la familia ¿sabes? y a nadie parece importarle— me da un beso en la cabeza y me suelta,  siento un poco de frio cuando se aleja.


— a nadie le importa ¿nos vamos a casa?— miro su mano extendida, escucho la música,  a las personas que están dentro y que no les molesta nada que este aquí ni que este con alguien de su familia. Una casa cálida, una familia cálida, una persona cálida… me hace preguntarme  ¿Qué hice para merecer esto? al final, solo sonrió y tomo la mano de Everett. 


— vamos.

Notas finales:

Que pasen un buen fin de año, gracias por leer!


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