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RE- por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

Ya llego el vierne y otro capítulo más.  Espero que disfruten estos capítulos de calma y tranquilidad.

 

Llevamos tres días caminando en el bosque. Es tenebroso, cansado y hace que quiera ponerme a gritar por cualquier cosa. Nunca pensé que desearía salir del bosque algún día. Me paso la mayor parte del camino como lobo, ya no por escapar de los recuerdos si no porque no tengo  zapatos y caminar en medio del bosque descalzo es de locos.

— Rahn, nunca exploraste bien tu habilidad ¿no?— como voy convertido en lobo, le gruño como respuesta— si lo hubieras hecho habrías podido hacer esto— pero no me dice que. Zachelle habla de ese modo, como si yo tuviera que saber de qué me está hablando.  Es bueno cazando, siempre trae algo para cenar o comer, y conoce los diferentes árboles y arbustos del bosque. Yo me limito a cazar lo que se me ponga enfrente siempre que tengo hambre. No es agradable, pero es instinto.  Como tampoco hay más ropa que pueda ponerme, me tengo que desvestir antes de convertirme, y él me deja la ropa cuando quiero ser humano otra vez.

— El agua se está terminando— le digo, abrochándome la camisa mientras regreso al lugar donde está encendiendo la fogata. El bosque se ha vuelto frio, cada vez el sol está más lejos de nosotros.    

— lo sé, nos encontraremos con un rio mañana. Podremos asearnos también— la idea de meterme en un rio con el agua helada no me entusiasma— ¿has comido?

— sí.

— debe ser asqueroso comer carne cruda— no lo dice con mala intención, ni siquiera parece darse cuenta de que me lo dijo— espero llegar mañana por la mañana, pasando el rio ya no queda mucho— me siento, reclinándome en un árbol.

— ¿Por qué traes tan pocas cosas en un camino largo?

— porque tu no quisiste conseguir las cosas de la lista.  Tendré que conseguirlas en otro lugar. A Vahard no le va a gustar…  pero  no importa.

— ¿Quién es Vahard?

— dejare que te lo diga él mismo.

— ¿estás seguro de que no soy un prisionero?

— no te estoy obligando a seguirme, puedes irte, o quedarte o lo que quieras— Zachelle ha hablado mucho estos días, y no me parece que sea de esas personas que todos dicen que son los miembros de la Fortaleza: salvajes, agresivos, groseros,  malos…  también son mentirosos. Bien podría estar contando puras mentiras.  Zachelle me parece alguien normal.

— ¿Dónde está la Fortaleza?— si queda solo al atravesar el bosque, entonces sí que tenemos un problema. Él se ríe, deja de pelar el ave que consiguió y me mira, divertido.

— Es genial ¿no crees?   Todos piensan que la Fortaleza tiene que estar un  lugar. Y ni siquiera es un lugar— no lo entiendo, y se ríe de mi. Desde esa primera comida, no me ofrece más, pero tampoco me dice nada si agarro algo.  Dejo que se siga burlando y me pongo a mirar el bosque. Es grande, pero también tranquilo— no sé porque ustedes le temen a este bosque, no es tan malo, el único peligro que hay  es el de perderse.

— siempre estamos perdidos.

— Que profundo— se ríe de nuevo— pero de no ser por ti yo tampoco hubiera encontrado el camino. Ser un lobo tiene sus lados buenos.

—  tú no eres como yo ¿Cuál es tu poder?

— te lo diré cuando lleguemos… si es que llegas.

Tal y como dijo, encontramos el rio por la mañana. Está haciendo mucho frio para pensar en asearse, pero él lo hace. Yo solo me lavo las manos y la cara e intento lavarme un poco el cabello.  Hay un olor diferente en este lugar, tengo que mirar alrededor para darme cuenta de que es lo que encuentro distinto: estoy muy lejos del lugar que conozco. Aquí ya no están los olores frescos del bosque mezclados con los característicos de la ciudad, aquí solo hay naturaleza.   

— ¿solo tú has cruzado por aquí?

— ¿Qué?

— nadie ha venido contigo— más que una pregunta es un hecho.

— es un camino largo además solo iba a conseguir comida, ropa y medicinas. Si traía a más personas  seria menos discreto y podrían perderse.

— ¿Cómo sabes por dónde ir?

— ya te lo dije. Cuando fui lobo fue fácil saber por dónde ir o…— mira al cielo con el ceño fruncido— más bien recodaba mejor los caminos por donde había ido, y podía olerlo. Hice marcas después y luego vine siendo yo, solo seguí las marcas que había dejado— yo no he visto nada fuera de lo que esperaría en un bosque, esas marcas deben estar bien ocultas.

— ¿no temes que regrese y le cuente a los demás todo lo que me has dicho?

— no eres un prisionero, te lo dije.  Tardaras más en regresar aunque corras como perro, que yo en llegar a la fortaleza y hacer que quedes como mentiroso y te vaya peor. Es tu vida después de todo— vuelve a llenar los trastos con agua y ordena todo a un lado del rio— estas preguntando mucho, creí que no te agradaba y estaba ofendiéndome porque yo le agrado a todos.

— solo quería saber. Estabas escapando, y después te transformas en lobo frente a mí. Quería…solo vi que eras diferente, no hay muchas cosas diferentes en Melauth… pero decir que me agradas no estaría bien.

— ¿No te agrado?— me encojo de hombros. Es extraño, parece más ofendido y molesto por eso que por todo lo que ha pasado.

— encontré el libro, tu libro. Solo entendí los mapas, lo estaba ocultando pero lo olvide la otra noche y alguien lo entrego a los Sentinellas como yo debí hacerlo, ya conoces el resto de lo que paso.

— he recordado, la mujer que murió ha ayudado a la Fortaleza antes. Es una pena que muriera.

— hoy… no…— no es hoy, ya perdí la noción del tiempo— la mañana siguiente de mi huida seria el día en que me asignarían un deber.

— ah, he escuchado de eso. Ya pase la edad… ¿Cómo es eso? ¿Cómo esperas a que alguien te diga que tienes que hacer y lo aceptas? ¿Solo ibas a hacerlo y ya?— no me creo que no sepa cómo son las cosas en las ciudades como Melauth.  Me quedo mirando a la nada, sin responderle. Quiero darle sentido a todo lo que ha pasado.

— ¿has viajado mucho?

— un poco…

— solo conozco Melauth. Esperaba que me dijeran un puesto de explorador, un espía y pudiera salir y conocer más ciudades y lugares diferentes. Quiero saber si todo es como Melauth— cuando pienso que se va a reír, el hace un sonido extraño con la lengua y luego choca las palmas.

— todas las ciudades son diferentes, me gustan mucho las que están en medio de las arenas, hace mucho calor y el sol quema como el infierno, pero hay cosas increíbles, y todo es mucho más tranquilo que en otros lugares. También hay una bebida tienes que beber caliente, tiene un sabor fuerte y huele muy bien— no puedo imagínalo. Como no continua contando mas, me recuesto en el pasto y cierro los ojos. 

 

El último tramo  lo hago convertido en lobo, el terreno no es cómodo para andar sin zapatos. Comienzo a sentir el viento menos frio, y huelo a humano. No debemos estar lejos de un pueblo, o del lugar a donde vamos. Zachelle mira a los lados, buscando y luego señala a su derecha.  Los arboles comienzan a estar más separados y hay menos arbustos. Un poco adelante comienzo a escuchar las primeras voces.

— chico lobo, mejor quédate atrás… no saben lo que paso y podrías poner nervioso a algunos— me detengo y dejo que se aleje un poco— saben que conocí a alguien que puede convertirse en un lobo, pero eres nuevo, y hay algunas reglas que seguir para la llegada de nuevos miembros— suena como un grupo muy especial. No me extraña porque son personas que tienen una sentencia de muerte. Hace mucho tiempo que no siento nervios como ahora. Sé que no tengo que temer por mi vida o por quedar encerrado. Estoy nervioso por conocer todo esto, por saber por fin que es la Fortaleza. Escucho un silbido agudo, una melodía corta que sale de Zachelle.

—  Llegas tarde, Zach, debiste llegar ayer por la tarde— Es la voz de un hombre. Debe estar cerca del borde del bosque, hay muchas voces.

— Hubo problemas— Escucho los pasos de Zachelle y como aparta los arbustos y luego sus pasos sobre  una zona sin hojas secas.

— ¿No traes nada?— Zachelle debe estar negando, porque no escucho su voz— Ya veo. ¿Estás herido?  

 — No. Vahard, estaba recogiendo las cosas que necesitamos, alguien me descubrió pero lo controle, luego los Sentinellas… bien, me metí en algo que no debía, pero no podía quedarme más por culpa de lo que pasó porque los Sentinellas iban a estar buscando y vigilando, deje todo y hui.

— Ah… qué más da, encontraremos otro lugar. Hicimos lo que  teníamos que hacer allí.

— No es todo…

— ¿Qué más hiciste?

  — Bueno… ¿puedes venir?— eso debe ser para mí— Vahard, no vayas a ponerte como demente, ¿sí? no es tan malo como parece— Está por hablar de mí, aunque primero habla de las cosas que hizo antes de que entrara a la  ciudad y me encontrara. Antes de que termine de hablar, avanzo, haciendo ruido a propósito con las patas.  Quien está con Zachelle es un hombre moreno, con el pelo corto y con una apariencia que solo puedo llamar ruda.  Se me queda mirando,  una mirada más cansada que molesta.

— ¿A quién traes contigo ahora?

— Es quien puede convertirse, creí que no habría problemas…

— Hablare después contigo ¿Cuál es su nombre?

— Rahn

—Bueno, Rahn, soy Vahard, el guía de estas personas. Bienvenido a La Fortaleza— Tiene una voz profunda, y nada tranquilizadora.  Estamos en el borde de un campamento, todo a mí alrededor o es bosque o son refugios improvisados con telas y madera del bosque. Hay menos personas de las que esperaba.

— Estoy seguro de que no será problema—  Ah, no estaba escuchándoles. Zachelle  saca mi ropa y regresa al bosque.  Debo volver a ser humano. Mientras yo voy, él anda de regreso.  Me tomo mi tiempo para vestirme y volver. Zachelle ya no está cuando salgo del bosque.

— Vamos, hablare contigo unos momentos. Seguramente Zach te ha dicho que nadie está aquí si no quiere, pero si no quieres estar entonces tenemos un problema grave porque no puedo dejar que te marches solo así.

— También me dijo que no importaba porque podían moverse y hacerme quedar como un mentiroso. No quiero volver.

— Entonces podemos entendernos mejor— Caminamos  entre las casas hechas de cualquier cosa, algunos nos miran con curiosidad… me miran es mejor.  Algunos incluso hablan entre ellos sin molestarse en bajar la voz mientras me señalan, pero no lo hacen en un idioma que entienda— No obligamos a nadie a luchar tampoco.

— Debe haber un pero…— Es demasiado bonito si solo recibieran personas  sin pedir nada a cambio.

— Vienes solo, así que no hay mucho que decir. Tenemos un lugar especial para las personas que no quieren estar en la primera línea, la mayoría son mujeres, niños y ancianos, aunque  no serias el primer joven que no quiere estar aquí. Nadie dirá que eres cobarde— Se inclina para pasar por una de esas casas, dentro solo hay una mesa con papeles encima,  y varios montones de tela en el piso.

— No me preocupa eso. Entonces, si quiero puedo pedir que me lleven allá y no pasara nada.

— Si es lo que quieres. Siempre estamos buscando personas  con buenas habilidades que nos ayuden un poco. La tuya es muy útil, lo he visto con Zachelle. Discreta pero peligrosa. Me agradaría que te unieras a nosotros.  

— Yo no tengo ningún motivo para estar con ustedes. No le pedí a nadie que me salvara ni les debo nada.

— Debes estar por ser asignado a los Sentinellas, ¿tienes entrenamiento?

— Sí.

—  No necesitas ir a luchar, no tenemos muchos combatientes y tu experiencia seria de mucha ayuda para los nuevos y uno que otro veterano.

— No es mi lucha— vuelvo mi vista afuera.  Aunque esto no es una ciudad y no hay gran cosa, estoy más cómodo que nunca— si tienes algún problema con eso entonces solo déjenme ir.  Llévenme a un lugar que no conozca, véndame los ojos o llévame inconsciente, lo que sea.

— Te dije que no es necesario que seas alguien útil aquí. Incluso los que se quedan en el refugio ayudan con los heridos o alimentos de vez en cuando.  Ahora tengo que resolver el asunto de las medicinas y lo demás que le encargue a Zach, siento que sea una charla corta pero ¿puedes buscar a Zachelle? Te dirá lo que quieras saber.  

— Bien— Prefiero estar fuera de cualquier modo. No tardó mucho en encontrar a mi compañero de viaje. Le encuentro comiendo una manzana, sentado en un tronco al lado de una de esas casas.  Me siento incómodo con las miradas que los demás me dirigen, por eso aunque preferiría ir por mi cuenta me acerco hasta donde esta— Me dijo que responderías mis preguntas— Me quedo de pie frente a él.

— ¿Quieres preguntar algo?

— ¿Cuál es tu habilidad?— Me mira y se pone a reír. Aun entre risas consigue decirme algo que me esfuerzo en entender.

— Eso es lo único que quieres saber, es gracioso, de verdad, viendo todo lo que tienes a tu alrededor— Yo no le veo lo divertido.

— Lo que veo aquí puedo adivinarlo.  Por ejemplo, el espacio libre que esta por allá, lo usan como arena de entrenamiento o reuniones de algún tipo ¿no? El suelo esta gastado y hay muchas marcas de huellas alrededor. No es difícil saber las cosas con todo lo demás.  

— ¿Y no adivinas cual podría ser mi habilidad?

— Eso es más difícil,  puede haber muchas respuestas en lugar de unas pocas. Sé que no robas las habilidades de los demás, tampoco te transformas. 

— No. Es más sencillo, y me ofende que no lo digas, yo solo imito lo que otros hacen— Imitar…  tener cualquier habilidad debe ser de las cosas más impresionantes que he escuchado— A veces ni siquiera ocupo ver que habilidad tiene la otra persona si es muy fuerte.

— ¿Cómo funciona? ¿Cómo lo haces?

— ¿Cómo te transformas? No lo sé, solo lo hago. A veces no me doy cuenta— Sonríe, y se inclina hacia delante, arrojando el corazón de la manzana— ¿Pero es solo eso lo que quieres saber? ¿No preguntaras que pasara contigo?

—  Le dije al otro sujeto que no quiero luchar.

— Vaya… creo que no iremos al refugio pronto. Quedan algunas casas donde puedes quedarte, la mayoría es lo primero que pregunta, aunque si lo pienso mejor, la mayoría no puede convertirse en un lobo y dormir cómodamente en el bosque.

— Cualquier lugar está bien.

— Eres extraño, te entiendo y a la vez no… vamos, las casas desocupadas están por acá, las marcamos con un listón azul— Se levanta dando un saltito y comienza a caminar— No tenemos mucha ropa, debes esperar para tener algo más que ponente. La comida…

— Eso no es problema para mí.

— Chico, no estás entendiendo— Se detiene y me sonríe— Aquí todo es para todos. Trabajamos por conseguir lo que necesitamos. Lo que te den aquí, alguien más lo consiguió poniendo su vida en riesgo. Medita eso más profundamente— Empuja la puerta, que realmente es una cortina, de una de las casas y señala dentro— Puedes hacer una fogata, dormir o lo que sea.  Si quieres saber algo más, estaré por allá.

— Creí que ibas a explicarme.

— Parece que lo sabes todo, no veo que más pueda explicarte. Podemos ser un poco apresurados, no tenemos de otra, solo debes estar un rato a solas y pensar bien en lo que ha pasado— Se da la vuelta y regresa— Ah, casi lo olvido— Arroja una manzana sobre su hombro,  me toma desprevenido y casi la dejo caer— Bienvenido a la fortaleza.

 

El lugar es menos ruidoso que la ciudad, me sorprende darme cuenta de que me dormí toda la noche sin despertarme ni una sola vez. Ahora lo que me despierta es el ruido de las voces y gritos emocionados. Bostezo mientras trato de ponerle orden a mis recuerdos.  La luz se filtra por los trozos de madera y tela que forman el techo de la pequeña casa montable. Aparto la tela que hace de puerta y sigo el ruido de los gritos. Después de unas  vueltas por el lugar, encuentro el origen del escándalo: Un espacio amplio, mas descuidado que el resto, hay un grupo de personas reunidos en círculo, dándome la espalda y no me dejan ver que está pasando.  Los gritos aumentan y finalmente hay risas, la multitud se apara y salen tres chicos, dos ayudando al otro a andar, parece que esta por desmayarse.  Antes de que se la multitud vuelva a cerrarse, logro pasar.  En el centro, sentado en el pasto esta Zachelle, sonriendo.

— ¿Alguien más quiere intentar?— Un chico, moreno y con una expresión muy divertida se pasea en el espacio vacío. Después de un par de vueltas y varias burlas, una joven de adelanta.  Es muy alta, y es claro que esta en forma lo que queda más que claro cuando se mueve, muy rápido, para golpear a Zachelle.  Sus golpes solo encuentran aire, el cuerpo de ella no me deja ver lo que hace Zachelle, pero  la chica no tarda en caer de rodillas, y por fin le veo ¿entrenamiento?

— Nada mal. Podrías ser más paciente la próxima vez— Le extiende la mano— Y no esperes consideración de los otros— En lugar de ayudarla a pararse, le da un jalón, se aparta y la hace caer de boca en la tierra. No hay bulla esta vez, solo Zachelle sonriendo de pie en el centro— Deberían entrenar de vuelta. Karing, encárgate de los más nuevos, necesitan ser mas prudentes. 

— Entendido—  dice el chico que estaba alentando a los demás cuando llegue.

— Quiero intentarlo— Me adelanto, entrando al círculo formado por todos— ¿Solo tenemos que luchar?

— Es entrenamiento.

— ¿Él es…?

— El nuevo, si. Aún no sabe si quiere luchar, pero podemos mostrarle lo que hacemos por aquí. Cuando quiera…— No le dejo terminar de hablar, le sorprendo pero no le pego.  No parecía muy rápido antes, cuando veníamos, pero ahora se mueve con más ligereza, tampoco me logra golpear, y más que una pelea, lo que hacemos parece un acto planeado, algo falso que llevamos practicando mucho tiempo. Al menos hasta que él baja los brazos, deja la posición de lucha. Ya estaba notando yo también que no íbamos a ningún lado con eso.

— ¿Cuándo…?— El golpe que me da, seguido de un empujón en el pecho y una patada en las piernas, me hace caer de espalda al suelo sin aire y viendo solo azul y blanco.

— No deberías confiarte de tu oponente.  Te dije antes que la fortaleza no era un lugar, la fortaleza somos todos nosotros. Bienvenido a la fortaleza— No le veo, pero su tono es el mismo burlón que le escuche casi todo el camino hasta aquí. Las risas y bullas es lo siguiente que escucho. ¡¿Por qué hizo eso?! ¡No es un combate justo! Y todavía tiene el descaro de decir que esto no es más que un entrenamiento, que todos deben seguir este tipo de ejemplo… es ridículo.  Me doy la vuelta, ignorando que aun me falta aire, y corro. No me doy cuenta de cuando me trasformo, solo que de un momento a otro, me he arrojado contra Zachelle, y le tire al piso mientras sus manos intenta detenerme.  Escucho gritos, ahora de miedo, pero lo único que veo es el color gris de los ojos de Zachelle, y el rojo que cae en sus mejillas. El olor es lo siguiente que noto, y el sabor de la sangre.

Nunca he atacado a humanos siendo un lobo. Nunca he mordido a nadie humano. Probar la sangre siendo un lobo… deseo seguir, destrozar la piel es tan fácil, el olor del miedo, y el sabor de la sangre fresca… me detengo cuando escucho el gemido de dolor. Le veo, mirándome aun.  Todavía hay sangre goteándome de la boca.

— ¡Zachelle!

— No se acerquen— No grita, y no deja de mirarme— No vengan, estoy bien ¿escuchan? Todos. Tú también, chico lobo. Estoy bien— Me muevo para dejarle moverse a él— Auch, sería útil tener a alguien que pueda sanarse por aquí ¿no?— Intenta bromear, pero solo hay silencio y un resoplido de fastidio mío ¿Cómo puede bromear cuando estuve a punto de matarle? El hombro de la camisa que lleva está destrozado, la tela manchándose de sangre, y solo veo un  manchón rojo en lo que debería ser el hombro.

—Vayamos a la enfermería— alguien le extiende la mano, pero Zachelle no la toma, se levanta por su cuenta y me vuelve a sonreír.

— Nada mal. Si decides quedarte, quiero otra lucha contigo. Te buscare más tarde— Me deja en el centro, ahora mucho más amplio y con menos personas, siendo el centro de atención. Los susurros dicen lo mismo sobre mí, pero ninguno es malo… todo es sobre la lucha pareja con Zachelle, y mi forma de lobo. Hay cierto temor y admiración en sus tonos. Luego   los comentarios sobre el porqué Zachelle no uso su habilidad. 

Pero él no tiene una habilidad en si ¿no? me doy la vuelta, directo al bosque, es más fácil no perderme e ir directo a la naturaleza.

Mientras más lo pienso, me convenzo de que estaba equivocado, imitar las habilidades de los demás no es impresiónate sino por el contrario, es algo triste y algo penoso: no tener una habilidad propia, y siempre depender de lo que otros hacen. Eso debe ser más difícil que vivir como un animal. 

Notas finales:

hasta la próxima semana. 

Gracias por leer <3


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