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Buscando a Noah © [LGBT/GAY] por LotusVowMoon

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Notas del capitulo:

Me olvidava de comentar, debido a que soy nueva en esta plataforma me cuesta un poco subir rápido los capítulos de esta obra, pero quiero decirles que esta más avanzada en Wattpad. Aun no esta finalizada, pero si más avanzada, si gustan echenle un viztazo, esta en mi perfil y estoy bajo el mismo pséudonimo. Gracias

Desperté con la respiración acelerada, mi rostro sudado y con un pesar sobre mis parpados, quería levantarme, pero la misma pesadilla de siempre me había atacado, el incendio. Nada me atormentaba más que aquellos recuerdos, traté de recordar donde estaba, oh si, en el auto de mis padres, Aleck y Meredith me criaron desde que tenía 12 años, cuando pensé que nadie me adoptaría, ya nadie adoptaba a los niños más grandes; siempre supe que les faltaba un tornillo, eran unos padres fuera de lo común y hoy estábamos aquí mudándonos de residencia, Turín para ser más exactos.

Había leído que Italia era un país alucinante, pero para mí, dejó de serlo cuando descubrí que íbamos a cambiarnos de residencia, había estado triste y nostálgico, separarme de mi vida en San Peters Burgo no era agradable, mis amigos y las cosas que había hecho, no podía quejarme, no cuando mis padres adoptivos lo habían hecho todo por mí, a pesar de lo difícil que puede ser cuidar de un niño, siempre estuve agradecido con ellos, porque solo hubo una cosa que pedía y me la dieron, amor.

Mery como yo le decía no dejaba de alabar a la fea y sucia casa que teníamos en frente, “¿de verdad vamos a vivir aquí?” pensé, no es que me molestara, pero mientras Mery creía que eso era una gran mansión yo estaba pisando el charco helado de color verde, ¿Qué era eso, Moho?, siempre sentí como si mis padres cada uno se hubiera caído de pequeño y ese mal golpe les hizo daño, tenían un gusto por lo creepy que no llegaba a tener comparación, - Noah, cariño ¿verdad que es muy linda? – me pregunto, sacándome de mis pensamientos.

Yo solo asentí, no quería escuchar una larga platica de lo bonito que era el piso de madera agujereado de la casa, que había allí ¿Polillas, a la espera de llevar a cabo una revolución contra el mundo?, me sentía como en la película “Una casa patas arriba”; estoy seguro de que esto iba a pasar, Aleck querría remodelar todo con sus propias manos, y cuando todo este arruinado recién le haría caso al contratista, justo como en la película, solo que yo, no tenía hermanos, oh sí, era el cielo ser hijo único.

Aprovechando que Aleck y Mery se fueron a alabar las paredes mohosas del baño y a pensar las miles de cosas asquerosas que harían en él, me escabullí, mientras iba en el auto, pude ver algo en lo que estaba más interesado, las tiendas que parecían mantener historias interesantes, así que simplemente recordé el pequeño recorrido que se dieron mis padres por la ciudad y lo imité. Los casones de madera fina con unos altos pilares de roble, eran imponentes; tenía la sensación de que era un lugar muy cálido a pesar del clima frio que me abrazaba.

A medida que recorrí, algo me llamo la atención, había un puentecillo en el centro de aquel pueblo, bajo él, se encontraba un bonito lago, estaba congelado, casi podía ver mi reflejo en él, miré hacia abajo y entonces sonreí, no es que fuera narcisista, simplemente las cosas de la naturaleza me impresionaban, todo era tan hermoso; viendo mi reflejo en el agua lo siguiente que vi me mando de trasero al suelo, por un segundo vi mis ojos azules cambiar a morado, con el miedo que tenía invadiéndome volví a mirar hacia el agua, mis ojos eran normales, “quizás habrá sido mi imaginación” pensé.

Entonces, deje eso de lado y me dispuse a pasar el puente, la baranda estaba fría, sin embargo, no me importo, seguí mi camino y a medida que bajaba del puente, ese lado se veía mas vacío, más solitario, la tristeza me invadió, incluso a través de la nieve se notaba claramente como aquel lugar fúnebre, no había sido cuidado por nadie, “¿por qué este lugar estaría deshabitado?” pensé.

Cuando terminé mi recorrido hacia el otro extremo del puente, a pesar de estar como deshabitado decidí seguir explorando, había árboles, mucho más frondosos que los que adornaban el resto del pueblo, más voluminosos, más majestuosos, entonces ¿Por qué un lugar tan increíble estaba tan descuidado? De repente un crujido bajo mi pie me interrumpió, que era eso ¿una señal?, si lo era y en ella decía “Cuidado con el bosque – Zona restringida” ¿Era en serio? ¿Acaso me iban a secuestrar y luego tendría que correr por mi vida porque fui una mala caperucita y el lobo me comió? Eso solo sucede en las películas.

Decidí no prestarle atención al sucio y feo cartel, además, por algo está allí en el suelo ¿No? Eso indica que la señal ya no servía y que el bosque no es peligroso entonces. No ví cuanto tiempo había pasado, tampoco me interesé en ello, saque mi móvil, el bosque nevado era una belleza ¿Cómo sería cuando no estuviera la nieve?, incluso con toda la nieve que había en él podía ver los pequeños honguitos bicolores creciendo, había un bonito camino de piedras, pero si este bosque no era habitado ¿Por qué alguien construiría un camino en él?

De repente el camino de piedras acabó, y las señales sobre el bosque estaban casi formando una barrera para bloquear el paso a las personas. “no te acerques” decía una, había otra que ponía “si sigues este camino, no regresarás a casa” y asi sucesivamente, me dispuse a mover los carteles clavados en la tierra húmeda, que ahora era cubierta por un manto suave de nieve, puse un pie en el camino y dentro de mi cabeza escuche “¡No te acerques más!”, fue la primera vez que me asuste.

¿Por qué estaba escuchando cosas? Seguramente una mala pasada de mi imaginación, sentencie para mí mismo, de todas formas, estaba solo ¿no?, sacudí mis jeans con nerviosismo y me dispuse a adentrarme a esa parte del bosque, incluso si me dijeran mil veces que no, seguiría intentándolo, no me gustaban las mentiras. Me gustaban los retos, los desafíos.

“¡¡Largate de aquí mocoso!!” escuche otra vez, la adrenalina recorrió mi cuerpo, empecé a sudar a pesar del garrafal frío en el bosque, me aferre a mi chaqueta y solo me concentré en la voz agresiva en mi cabeza, tenía miedo, ya no podía retroceder, ya no podría regresar y decirle a Mary que estaba agradecido por el amor que me dio, de repente no pude terminar mis dramáticos lamentos, y sentí un tirón de mi chaqueta. - ¡¡¿chico es que no lees las advertencias?!! – Me quede mirando a mi salvador, aquel anciano ¿de dónde había salido?

- ¿Te comió la lengua el bosque? Si el bosque tiene esos avisos por algo ha de ser ¿no? –

- y…yo

- Niño, ten cuidado con el bosque – Escuche casi en un suspiro, aquel anciano me había advertido, pero aún asi su presencia me resultaba extraña, no me molestaba, pero me incomodaba, sentía calidez cada vez que hablaba, como si lo conociera. – Yo, solo tenía curiosidad. – logré sentenciar muy bajito, el anciano parecía amable, aunque él no se veía tan anciano, parecía como un viejo cazador que vivía en el bosque.

– Niño ¿no has escuchado que la curiosidad mato al gato? – No sabía que responderle, así que solo me quede callado, -  es algo extraño niño, nadie llega a esta parte tan sombría del bosque sin ser lastimado, ni si quiera llegan a la mitad del camino de piedras, ¿luchaste con algún animal salvaje antes de llegar aquí? – moví la cabeza en señal de negación.

– No, yo solo tome fotos de algunas plantas y animales, y luego llegue hasta aquí, todo fue muy tranquilo y no había animales salvajes en el camino. – Conteste con una sonrisa.

– Ya veo, entonces algo o alguien debe haberlos asustado. – El señor dijo ¿Alguien? ¿qué persona sería lo suficientemente fuerte para espantar a animales salvajes? Empiezo a pensar que este señor este medio loco.

– No estoy delirando niño, escucha atentamente, “El bosque y sus habitantes son uno solo, no es cuestión de suerte que te dejen vivir es cuestión de vida o muerte que el bosque te haya permitido llegar hasta aquí”, no olvides mis palabras niño. - ¿Acaso el leyó mis pensamientos? Mi celular cayo de mis manos y luego me dispuse a recogerlo, cuando levanté mi mirada, el anciano ya no estaba y el manto de nieve era más abundante, me había regresado a aquel lugar, el puente que unía al pueblo con el bosque. 

No había terminado de salir de mi asombro y de repente escuche - ¡¡Noah!! – Oh no, estaba en graves problemas, me entretuve tanto en el bosque que ni me tomé la molestia de llamar a Mary y Aleck, de seguro estaban preocupados, ellos estaban siendo escoltados por dos policías, de seguro estaban preocupados y yo hablando con un anciano sobrenatural en el bosque sin preocupaciones.

– Noah, ¿sabes lo preocupados que estábamos? Te buscamos por todo el pueblo ¿dónde estabas? – dijo mi madre algo alterada, mi papá me veía con preocupación, me tomo de los hombros al ver que no respondía y coloco sus ojos sobre los míos. - ¿Estás bien? – pregunto Aleck, mientras que yo solo asentí, mi Mery no volvió a preguntar más, me abrazó con fuerza y les agradeció a los policías.

– Primero vamos a casa, bebé. – dijo Mary al ver que la cara de Aleck paso de preocupación a enojo con sus brazos cruzados, distintivo de él cada vez que se enojaba y eso era rara vez, Mary sabía que Aleck me regañaría, pero al menos lo haría en casa y no en la calle donde todo el mundo se reunía para enterarse de lo sucedido. Miré hacia atrás una vez más, crucé el otro extremo el puente con mi mirada, vi la entrada hacia el bosque, ya no estaba iluminada, estaba oscura. Me invadió la curiosidad, luego regresaría, esta noche le esperaba un gran castigo.

***

 

Apenas puse un pie en la entrada, Aleck me haló bruscamente del brazo, claro dolía como una mierda, pero no se lo diría, hoy de seguro Aleck me dará una paliza, por haberles hecho pasar un susto, Mery nos siguió asustados hasta la sala, y Aleck inició - ¿¡¡Qué demonios estabas pensando!!? ¿Sabes lo asustada que estaba tu madre? – 

Mary empezó a llorar y a decirle a Aleck que se calmara, Aleck y yo jamás peleábamos, nunca de hecho, porque nunca hice travesuras, no cuando creía que si Aleck y Mery decidían que era un niño problemático me regresarían al orfanato.

Creo que hoy tendría mi primera pelea de adolescente hormonal con mi padre, estaba molesto, pero no se los había dicho, como hacia la mayoría de las veces, yo no quería venir a este lugar, no quería dejar mi vida, sin embargo, tuve que hacerlo y quedarme callado, aguantarlo. – Lo siento. – Dije sin sentirlo realmente y Aleck lo notó.

- ¡¡No, no lo sientes!! De ahora en adelante, no vas a salir, más que para el instituto. – Sentenció Aleck con los brazos cruzados.

- ¡¡Voy a salir!! Y ¿sabes por qué? ¿no querías acaso que me acople a este asqueroso y sucio lugar? ¿qué me iba a acostumbrar pronto no decías?

-¡¡Noah!!-  Gritó Mery, en señal para que cerrara la boca, era obvio que Aleck estaba empezaba a enfurecerse.

-¡¡No Mary!! No me calló. ¡¡¡Ustedes fueron los que decidieron tener “una nueva vida”, “nuevas aventuras” no yo!! ¿Cuándo me lo preguntaron? ¡¡¡Nunca!!! – Le grité sacando todo mi enojo, para ser mi primer berrinche, estaba saliendo bien ¿no?

– No le grites a tu madre, nosotros somos tus padres y queremos lo me… - Lo interrumpí.

-¡¡Ustedes no son mis padres!! Y no vengas con la mierda de que siempre “quieren lo mejor para mi”- Mary abrió la boca, en señal de sorpresa y Aleck solo atino a abofetearme un par de veces, no había pensado en lo que iba a decir y sin querer lastimé a mis padres, más a Mery, oh si, Aleck me dio una paliza, ese día me fui a mi cuarto sin comer. La vi llorar, ese día fue el primero en que me arrepentí de que Mary y Aleck me hayan adoptado.

Aleck solo se fue a la habitación a consolar a Mary, y yo solo pensaba en discúlpame con Mary apenas tuviera la oportunidad. Mañana tenía clases, se lo diría en la mañana, después de todo Aleck siempre duerme hasta tarde, no habrá quien nos interrumpa.

Después de tomar un baño, me senté en filo de mi cama a reflexionar, definitivamente fue el peor comienzo que pude haber tenido. Miré por la ventana, la luna hacía que la nieve brillará, el cielo estaba despejado, solo había unas cuantas estrellitas iluminando la noche, una que había sido muy fría para mí. Miré hacia la nieve y vi un bulto grande, luego que lo observe bien, vi ¿un perro grande? Sus ojos brillaban de una manera inesperada.

Todo de aquel animal fue inesperado, desde la altura de mi ventana podría jurar que el color de sus ojos era color ámbar, casi amarillos, y el perro gigante me miraba fijamente. – No soy un perro, mocoso. – Escuché en mi mente, ¿qué? Restregué mis ojos y mis oídos tratando de asimilar, cuando volví a abrirlos aquel perro gigante había desaparecido, de seguro me lo imaginé. El día en que me había vuelto loco, pensé.

 

***

Sentí mi piel quemarse, había gritos otra vez, más desgarradores, como si me estuvieran quemando vivo, intenté llegar al estanque, vi mi rostro, estaba desfigurado, y lo palpe con mis manos, era horrible, escuché pasos tras de mí y luego… el despertador hizo su trabajo, no hubo un día en el que amara tanto a mi despertador ¿Por qué las pesadillas se habían vuelto más violentas?

De seguro mi sucia consciencia actuó por haber tratado mal a mis padres, tenía que disculparme rápido, Aleck de cierta forma me daba miedo, además las marcas rojas en mi cuerpo se habían tornado verdes y algunas moradas, no es como si alguien fuera a notarlas, de todas maneras, con el frío que hacia ni de broma saldría con una camisa sin mangas.

No me sentía bien, pero no quería tampoco una pelea mañanera como la de ayer con Aleck, creo que iba a molerme todos los huesos, me dolían las costillas, soy un chico ¿no? Estas cosas no deberían doler. Solo me vestí de negro, Mery siempre dice “el negro combina con todo” que no se queje de mis jeans oscuros, mi camisa negra con un dibujo en blanco de dientes de vampiro y mi chaqueta negra, probablemente ni si quiera tenga ganas de hablarme esta mañana, pero tenía que intentarlo.

Baje las escaleras, dudando de mi existencia, Aleck no estaba en la sala, llegue a la cocina y mire a Mery con su horrible delantal negro con manchas de sangre puesto, lavaba los platos distraída, sus ojos se veían hinchados, sí, soy un idiota la había hecho llorar. – Mary, buenos días – dije lo más suave posible, Mary volteo a verme, por un momento abrió su boca para articular algo, me miro con tristeza en su rostro, estaba preocupada por mí, pero también estaba enojada, así que ella no me hablo y se volteo para seguir con su tarea.

Hoy de seguro me voy al instituto sin desayunar. – Mary, y…yo lo siento. – Esta vez sí era de verdad, agarré sus manos mojadas, la miré a los ojos, quería que sintiera que de verdad lo lamentaba, lo estaba haciendo, cuando parecía que iba a hablarme solo atinó a decirme.

– Allí, sobre la mesa está tu horario y tu salón, debido a que yo no soy tu madre deberías ser bueno aprendiendo el camino hasta el colegio. – Emitió fríamente. Yo suspiré, me lo merecía, aunque ella estuviera rompiendo mi corazón en mil pedazos, yo ya se lo había roto. – Esta bien, que tengas un buen día Mary. – Agache la cabeza, tome mis datos y salí por la puerta principal.

Mientras caminaba lloré, de impaciencia, de coraje ¿Cuánto tiempo le tomaría perdonarme?, ella era mi mamá, si, y yo lo había negado, quise concentrarme en otra cosa, miré el mapa, lo bueno es que en aquel lugar todos se conocían, de seguro alguien podría ayudarme y efectivamente, después de preguntarle a unas señoras muy amables me indicaron el camino.

Llegue al instituto, ¿todos hablarán italiano? Yo no domino el idioma. Espero poder acoplarme rápido, entré y luego suspiré cansadamente, tengo el presentimiento de que no tendré un buen día. De camino al salón note que había casilleros, en donde me criaron no había casilleros y teníamos que asistir con los horribles uniformes, parecíamos reos, mis clases no eran por materias y no teníamos tantos deportes activos. ¿Acaso en Italia son todos superdotados?

Cuando encontré el dichoso salón, simplemente me senté en uno de los asientos de atrás, no quería llamar la atención, mala idea. Apenas me senté todos me quedaron mirando como si tuviera la palabra “pecado” tatuada en el trasero, una chica pelirroja parecía que iba a decirme algo, pero cuando el profesor entró pareció olvidarse de aquello. Clase de música, música clásica, el maestro se presentó, Wilson Watson, menudo nombre ¿no? …

- Veo que tenemos un nuevo estudiante ¿se puede saber quién nos honra con su presencia en este salón? – Decidí que debía tragarme la tierra, ¿es en serio?, me paré con todas las miradas sobre mí, y tomando valor dije.

 – Soy Noah, Noah Blair vengo de Rusia, para ser Exacto de San Peters Burgo, tengo dieciséis años y es un gusto que me hayan recibido en esta ciudad de una manera agradable – Dije aún con las manos temblando y una falsa sonrisa.

El profesor quedo satisfecho con mi respuesta y luego empezó a hablar cosas que no entendí porque el dolor sobre mis costillas apareció de manera sorpresiva, ¿por qué dolía tanto?, la puerta del salón se abrió de golpe, el maestro volteo como si ya conociera la presencia que pasó por ella, - Señor Astori, llegue a pensar que este año no nos honraría con su presencia. –

El profesor y él tuvieron una guerra de miradas, hasta que el chico se apartó respondiendo. – Pues pensó mal. – Entro como si nada, con sus manos en los bolsillos, él era enorme, probablemente media 1,90 ¿Habrá reprobado años de estudio? Su cabello era oscuro, casi café y las puntas del mismo tenían mechones decolorados, ¿se pinta el cabello?

Su piel, era canela, ¿acaso las personas que viven en climas fríos tienen la piel de ese color? él estaba lleno de músculos, el me miró, y yo le regresé la mirada, sus ojos eran heterocromáticos, uno más oscuro que el otro, café y miel, él era un tipo extraño, inhalo el aire del ambiente como si lo disfrutara y luego volvió a mirarme, ¿Por qué?

– Creo que estás sentado en mi lugar. – Dijo de manera burlona, así que por eso me estaban mirando todos, - Lo siento, yo llegue primero, hay más lugares vacíos por allí. – Dije señalando un costado del salón, el pareció sorprenderse, como si nadie en su vida nunca lo hubiera puesto en su lugar, todos tenían sus bocas abiertas.

El dolor en mi apareció de nuevo, ¿Qué demonios me hacía sufrir tanto?, me sentí acalorado, toqué el líquido que resbalaba por mi nariz, sangre. Vi la oscuridad apoderarse de mí, vi el suelo, no vi nada más que aquello.


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