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INTERCAMBIO por gxt

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Aeropuerto internacional de Ezeiza Buenos Aires Argentina
Un joven de 16 años estaba muy nervioso y ansioso, porque iría de intercambio a un país desconocido para el, se comía la uñas en señal de nerviosismo, a lado de el se encontraba su madre mirando divertida a su hijo.
- Tranqui hijo te va a ir bien.
- Si ya se ma, pero tengo un poco de miedo, nunca viaje en avión, y si me pierdo cuando hagamos escala en Brasil.
- No va pasar eso hijo.
- Espero.
- Haber Agus no va a pasar nada ¿si? Vas a estar bien, solo tenes que estar atento.
- Ok ma.
- Disculpen por mi interrupción, pero ¿A dónde viaja su hijo?
- Que le importa señor, Agustín veni conmigo.
- Disculpe señora no se preocupe, tengo un hijo de la edad del suyo , no le voy a hacer nada.
- ¿para qué quiere saber donde va mi hijo?
- Yo lo puedo ayudar, si es que vamos para el mismo lado.
- Bueno voy a confiar en usted mi hijo va a …
- A mi hijo y yo vamos a Japón, así que vamos a abordar el mismo avión, yo se lo cuido.
- Gracias por cierto mi nombre es Fernanda y mi hijo es Agustín.
- Mi nombre es Walter y mi hijo se llama Xavier.
- Un gusto.
- Igualmente.
El chico se sentía más calmo, ya que iría acompañado de un señor que el no conocía, pero la transmitía tranquilidad, además el señor tenía un hijo de su edad, el cual todavía no conocía, el hombre que se llama Walter no le haría daño ¿verdad?
En el transcurso del tiempo llegó un adolescente que se parecía mucho al señor Walter, sin duda era el hijo, de aquel hombre.
Era un chico apuesto a los ojos de Agustín, pelo castaño ojos marrones y una estatura no muy alta.
- Hijo te presento a Agustín, el va a viajar con nosotros en el mismo avión.
- A
Fue lo único que dijo aquel chico, al parecer no le importo mucho lo que su padre le dijo, hasta que vio a Agustín, se le quedo mirando fijamente, incomodando un poco al chico, lo que vio le gustó demasiado, un chico con la piel más Blanca que nunca en su vida vio, unos ojos azul verdoso y un cabello negro como el carbón.
- ¿El va a viajar con nosotros?
- Si hijo.
El adolescente fue corriendo en dirección a Agustín, este se había alejado un poco por el nerviosismo que sintió tras la mirada penetrante que le dio el chico.
- Hola mi nombre es Xavier
Dijo extendiendo la mano, Agustín hizo lo mismo.
- Hola mi nombre es Agustín.
- ¿Puedo hacer una pregunta?
- Si ya la estas haciendo.
- Bueno ¿para que vas a Japón?
- Etto yo no voy a Japón, voy de intercambio a..
- Ooooo es lindo lugar te va a encantar, y sabes hablar el idioma.
- Si claro que lo se. ¿tu sabes hablar japonés?
- No, para eso está el traductor de papá.
- O, dijo sorprendido. ¿sabes hablar otros idiomas además del español?
- No, solo un poco de Inglés, ¿vos?
- Yo si.
- ¿cuáles?
- Bueno, la lista es larga, Inglés, portugués, italiano, alemán, chino, japonés, coreano, francés, polaco, latín, catalán, árabe, ruso entre otros.
- Mierda esos si que son muchos, pero ¿Por qué tantos idiomas?
- Bueno es que tengo superdotación intelectual.
- Y eso que es.
- Bueno es difícil de explicar, pero soy más inteligente que el resto de las personas, me aburren las cosas fáciles, necesito hacer ejercicio mental todo el tiempo.
- ¿no te podes relacionar con chicos de nuestra edad?
- Si puedo, no soy un antisocial.
- A bien.
Fueron callados por la voz del aeropuerto. Qatar Airways anuncia la salida de su vuelo 765 con destino a sao Paulo, por favor abordar por la puerta uno, muchas gracias.
- Bueno hijito, que te vaya bien, en tu intercambio, sabes que te quiero mucho y te deseo que seas feliz estos cinco meses fuera de casa, come bien, y hazles caso a los señores, ya sabes que en Corea son muy estrictos.
- Si mami, te quiero mucho, y cuida de que Aldana no incomode a nuestro invitado.
- Jaja si hijo. Dijo dándole un beso en la frente, cuídate hijo.
- Vos también mami, chau.
Agustín camino rumbo a la puerta para ingresar al avión, Walter y su hijo ya habían avanzado, Agus los encontró más adelante.
- Hola mi nombre es Estefanía, entrégueme su pasaporte, visado y boleto.
- Si señorita.
Agustín le entrego lo pedido con una sonrisa.
- Muy bien todo correcto, que tenga un buen viaje. Entregándole sus pertenencias.
- Gracias.
Agustín abordo el avión, un poco nervioso.
- Hola, boleto por favor.
El adolescente le entrego el pasaje a la azafata.
- Asiento 25.
- Gracias.
Ya dentro de la aeronave se encontró con Xavier y su padre.
- ¿Qué asiento te toco? Pregunto Walter.
- 25 me toco.
- Que casualidad a nosotros nos toco el 26 y 27, vamos a viajar juntos.
- Si que bueno.
Agustín lo dijo desanimado, no le caía muy bien el tal Xavier, este le miró con una sonrisa pícara, el chico desvió la mirada. Este chico me cae mal dijo Agustín, espero no verlo más en mi vida.
Los tres se sentaron en sus respectivos asientos, Agustín en la ventanilla, Xavier en el medio y Walter en el pasillo.
Las puertas del avión se cerraron.
- Señores pasajeros mi nombre es Pedro Sánchez, seré su comisario a bordo le damos la bienvenida a Qatar Airways, les recordamos que para su seguridad tenemos cinturones de seguridad, recuerden que no se puede usar teléfonos celulares en el vuelo. Para su seguridad tienen chalecos salvavidas y mascaras de oxígeno, muchas gracias.
- Gentlemen, my name is Pedro Sánchez, I will be your commissar on board, we welcome you to Qatar Airways, we remind you that for your safety we have safety belts, remember that you can not use cell phones on the flight. For your safety they have life jackets and oxygen masks, thank you very much.
Este viaje será muy largo , primero mi viaje empieza en sao Paulo Brasil, después hace escala en Doha Qatar y por último a mi destino Seúl, Corea Del Sur.
- Agustín. Lo llamo Walter.
- Si señor.
- Cuando lleguemos a Qatar nos vamos a separar, ya sabes que nosotros nos vamos a Japón.
- Si señor ya lo se.
Como dije este vuelo será muy largo en total van a hacer 38 horas y 45 minutos.
¿Qué me encontraré en Corea? ¿la familia Ho me tratará bien?
Mejor no me torturo más, ya llevo una hora en esté avión, y el chico a mi lado no dejo de hablar ni un minuto… no me interesa como conquistaste a tu novia, ni tampoco como fue que ganaste el torneo de fútbol, me gustaría decirle que se calle un poco, pero no me ánimo.
- Hijo por favor cállate un poquito, capaz que Agustín quiere dormir un poco.
Al fin alguien se da cuenta que no soportaba más a Xavier.
- Perdón pa, Agus ¿querés dormir?
- Si, por favor me muero de sueño.
- Bueno perdón.
Si ahora a dormir un poco dijo Agustín, el adolescente no tardo en dormirse, Xavier ya que no tenía nada que hacer también aprovecho para dormir.
Las horas Iván pasando, y cada vez falta menos para llegar a Brasil, el primer destino de la aventura de Agustín.
Agutín sintió una mano que lo sacudía suavemente, se despertó y vio a Walter delante de él.
- Agus llegamos a Brasil, tenemos que bajar.
- Gracias señor.
- De nada.
Los tres bajaron del avión, tuvieron que esperar tres horas para abordar el siguiente vuelo, el momento de abordar el siguiente avión llego, hicieron el mismo procedimiento que la primera vez.
Agus ya se sentía completamente tranquilo, le perdió el miedo a volar, se subieron al avión, unos minutos después, la aeronave despegó rumbo a Qatar, este viaje fue mucho más largo que el anterior, nuestro protagonista ya no tenía nada de sueño, pero estaba muy aburrido, las dos personas que viajaban junto a el dor mían profundamente, Agustín agarró su equipaje de mano y saco una revista llena de ejercicios de matemáticas, y otro de crucigramas, sopas de letras y sudokus, miro las dos revistas y se decidió por las de las sopas de letras, saco un lápiz una goma y comenzó a resolver cada juego, el tiempo paso rápido ya que Agustín se divertía haciendo eso, sin darse cuenta ya estaba por llegar a la última página de la revista, cuando termino el último juego, miro a la pantalla de la tableta que tenía enfrente de el, solo faltaban media hora para llegar a Doha Qatar.
Tan rápido pasaron catorce horas se preguntó Agustín. Justo pasaba una azafata.
- A question, how much is left to get the destination? “una pregunta ¿Cuánto queda para llegar al destino?”
- There are approximately nine hours left to arrive sir. “quedan aproximadamente nueve horas para llegar señor ”
- Thank you. “gracias”
- You are welcome. “de nada”
O esta Tablet funciona mal, voy a intentar dormir un rato.
Las nueve horas pasaron rápidamente ya que Agustín dormía, como la anterior vez el adolescente fue despertado por Walter.
Bajaron de este avión llegaron a la zona del aeropuerto se sentaron un rato en los asientos, el estómago de Agustín empezó a rugir por el hambre que tenía. Walter miro a Agustín ya que escucho que su vuelo a Japón estaba por despegar.
- Bueno Agus aquí nos separamos, que tengas buen viaje a Seúl.
- Gracias igualmente, un gusto haberte conocido.
- Igualmente chau.
- Chau.
- Adiós Agustín.
- Adiós Xavier.
El niño vio alejarse a esas dos personas que lo habían acompañado en dos vuelos. Su panza rugió de nuevo.
Tengo hambre, primero voy a preguntar cuanto falta para que despegue mi siguiente avión.
Agustín se dirigió hacia la recepción, preguntó cuando salía su avión y le contestaron que en una hora y media, su estómago no paraba de pedir comida, pero el no se animaba a cambiar los dólares que su madre le había dado por la moneda oficial de Qatar, el rial, Agustín camino hacia la puerta de abordaje ya que su vuelo estaba próximo a despegar, iba caminando sintió el olor a hamburguesas del Mac su estómago por quinta vez rugía, Agustín no aguantaba más el hambre, pero ya no tenía tiempo para comprar nada tenía que abordar el avión, subió a este refunfuñando.
Maldita hambre quiero comer algo ya, no aguanto más, en cualquier momento me voy a desmayar del hambre, son las 02:00 de la madrugada voy a llegar a Seúl a las 16:55 de la tarde el mismo día, maldito cambio de horario, tengo 8 horas más de vuelo.
Agustín se quedó dormido ya que no soportaba mas el hambre, ya pasaron dos horas desde que el avión despegó , a las fosas nasales de agus, llego un rico olor a comida, fue abriendo los ojos, miró para atrás y vio a una azafata entregando comida a los pasajeros, una sonrisa se formó en su labios, por fin podrá comer algo, la mujer se acercó a su asiento, le entregó, una hamburguesa y una gaseosa, Agustín se devoró la comida muy rápido, según el estaba riquísima, después de eso, se acomodó en su asiento para dormir un rato más, el tiempo transcurrió rápido, cuando el adolescente despertó faltaban quince minutos para llegar a su último y definitivo destino Seúl.
La nave aterrizó en el aeropuerto de Seúl. Agustín bajó apresuradamente, estaba ansioso por conocer a la personas que lo cuidaría durante cinco meses, la familia Ho. Caminó por el pasillo buscando a la familia, se giró y vio un cartel con su nombre AGUSTÍN LÓPEZ.
Camino hacia ellos a pasos apresurados. Vio a un señor de baja estatura con un corte militar y una mujer de mediana edad y un chico de su edad con el típico corte coreano, el chico tenía el pelo teñido de celeste, el era el que sostenía el cartel.
Se acercó a la familia con una sonrisa el señor con un perfecto ingles le preguntó:
- You are Agustín López? “tú eres Agustín López”
- Si señor Ho mucho gusto. Dijo en un perfecto coreano.
La familia se quedaron sorprendidos por que el chico supiera hablar su idioma, ellos creían que tendrían que comunicarse en ingles con el extranjero, pero esto les simplificó el trabajo, ya que el único que sabía hablar inglés era el padre de familia.
- Le presento a mi esposa Ho Sun Hee, mi hijo menor Ho Chin-mae, yo soy Ho Dong.
- Mucho gusto familia Ho, espero que mi estadía aquí no les moleste, que nuestra convivencia sea sana.
- Nosotros esperamos lo mismo, sígueme nos vamos a nuestro hogar.
Agustín siguió a los coreanos hacia la salida del aeropuerto, se subieron a un auto rumbo a la casa de la familia Ho, llegaron a un edificio guardaron el auto en una cochera, entraron en el edificio, se dirigieron a el ascensor del edificio, Agustín no era muy fan de los ascensores, pero se subió igual, el señor Ho apretó el número del piso 25 el último de el edificio, una vez se abrió la puerta, todos salieron, del ascensor, caminaron hasta llegar al único departamento del piso.
- Bienvenido a nuestro humilde hogar.
El departamento le pareció acogedor a Agustín.
La vivienda constaba de dos habitaciones y un baño.
- Vas a tener que compartir habitación con Chin-mae.
- Si señor.
- Bueno date un baño, que hoy salimos a comer afuera.
- Si señor Ho.
El adolescente fue a la habitación que compartiría con el surcoreano, el otro joven también se encontraba allí.
- Hola Agustín ¿verdad?
- Si.
- Aquí en Corea no está bien vista la homosexualidad, así que te vas a tener que cuidar.
- ¿Cómo supiste que yo soy gay?
- Nunca has oído hablar de que los gay tenemos un radar.
- Si escuche eso. dijo nervioso, ya que Chin-mae se le acercó demasiado, sintió el aliento muy cerca de su oreja.
- ¿Agustín ya está listo?, no señor Ho, todavía no me he bañado.
- Bueno apúrate.
- Si señor.
- Chau, después seguiremos con nuestra charla dijo Chin-mae.
- Jaja río nervioso Agustín.
El chico se fue a bañar, cuando salió de la ducha insultó por lo bajo se había olvidado la ropa en la habitación, se terminó de sacarse, se enrolló la toalla en la cintura, salió del baño, fue caminando lentamente hasta la habitación abrió la puerta despacio para asegurarse de que su compañero de habitación no estuviera ahí, por suerte para el, no estaba, ingresó a la habitación se despojó de la toalla, busco un boxer en su maleta, se puso el primero que encontró, era uno de color blanco, era el que menos le gustaba, también se puso una remera negra un pantalón también negro y unas zapatillas blancas.
- Ya estoy listo señor Ho.
- Bien entonces vamos.
Toda la familia salió de la casa nuevamente al ascensor, ahí adentro el joven coreano le dirigía miradas llenas de picardía, incomodando al latino.
El ascensor se detuvo en la planta baja abriendo sus puertas, saliendo de ahí Agustín casi se cae pero fue hábilmente atrapado por Chin-mae, el latino se puso Colorado.
- Gra.. gracias.
- De nada.
Salieron del edificio se subieron al auto y fueron al restaurante. Este era muy lujoso para el gusto de el chico argentino, en una mesa Agustín vio a uno de sus ídolos esperando su comida en el mismo lugar que el, casi pega un grito de emoción, pero el joven coreano le llamó la atención.
- Trate de no alterarse, ellos están acostumbrados a no ser molestados en lugares públicos.
- Esta bien, pero ese es, es mi ídolo j-hope.
- Bueno no te alteres, vamos a sentarnos en esa mesa cerca de el, pero por favor actúa normal.
- Ok esta bien, voy a tratar de hacerlo dijo en español.
- ¿Qué dijiste? No te entendí.
- Nada, no he dicho nada.
Se sentaron en la mesa, que estaba a dos de su ídolo, pasaron cinco minutos, y Agustín ahogó otro grito. No lo puedo creer a ahora vino suga.
- Que paso pregunto el señor Ho.
- Es que vino otro de mis ídolos.
- ¿Quién es hijo?
Chin-mae, estaba alado de Agustín y también vio la entrada del famoso rapero.
- Es Min yoongi papá.
- O Agustín actúa normal ¿si?
- Si señor Ho, es que soy muy fan de BTS que no me puedo controlar mis nervios.
- Jaja esta bien muchacho.
El señor Ho llamó a una mesera, pidieron la comida que era pasta, comida italiana.
En la mesa de los raperos se fijaron en aquel chico extranjero que hablaba perfectamente coreano, eso llamo su atención. Uno de ellos se levantó de su asiento, caminó hacia la mesa del chico extranjero, pero siguió de largo hacia el baño, no se acercó al chico por respeto, y para no incomodarlo.
- Pa voy al baño.
- Bien hijo.
- Agustín ¿me acompañas?
- Si claro.
Los dos fueron al baño.
- ¿cuándo aprendiste hablar en coreano?
- Aprendí cuando tenía cinco, es que tengo, tengo superdotación intelectual.
- O asombroso, sos más inteligente que el resto.
- Si jaja río nervioso.
- ¿Cuál es tu miembro favorito de BTS?
- Mi favorito es j-hope, fue lindo verlo aunque sea de lejos.
- Y si se te acercara ¿te incomodaría?
- No para nada.
Ho-seok escuchaba la conversación en un cubículo del baño, tras escuchar eso el famoso, salió de allí para lavarse las manos.
- Así que yo ¿soy tu favorito?
- Kyaaaa gritó el sudamericano. Si sos mi fa.. favorito.
- Mucho gusto en conocerte, ¿querés un autógrafo y una fotografía?
- Si por favor. Voy a ser la envidia de mi hermana pensó Agustín, su hermana mayor le había pegado el fanatismo a BTS.
Agustín sacó su celular y se lo paso al famoso, se sacaron una foto, el bailarín sonreía haciendo el típico cruce de dedos, mientras que Agustín hacía un corazón con las manos.
- Me esperan aquí que busco un bolígrafo y papel.
- Si.
El miembro de BTS salió del baño dejando al pequeño adolescente emocionado.
- ¿Me puedo sacar una foto contigo? Pregunto Chin-mae.
- Si claro.
El coreano se acerco al argentino, le sacó el celular, y procedió a sacar la foto.
- Salimos bonitos. dijo el surcoreano.
- Si, salimos lindos.
Al rato llego Ho-seok pero está vez vino acompañado por yoongi.
- Bueno amigo, te presento a min yoon-gi.
- Ho.. hola.
- Como es tu nombre pequeño, pregunto suga.
- Mi nombre es Agustín.
- Bien Agustín, ahora es mi turno de sacarme una fotografía.
Suga junto el pulgar con el índice al igual que hizo su compañero anteriormente, se sacaron la foto.
- ¿de donde eres?
- De Argentina, señor.
- O Argentina, y ¿a que has venido a Corea?
- Vine de intercambio escolar, yo vine aquí y su hermano dijo señalando a Chin-mae, fue a mi país.
- Bueno yongi la comida ya debe estar por llegar, dijo Ho-seok.
- Ok vamos, pero antes saquemos otra foto pero los tres juntos, hagamos un corazón los tres.
El argentino y los coreanos se sacaron una última foto, Ho-seok le entrego un papel con las firmas de ambos.
- Bueno amigo Agustín, nos encantó conocerte.
- Gracias fue un honor conocerlos dijo haciendo una reverencia, voy a aprovechar a ir algún concierto.
- Esta bien, si vas alguno, lleva una bandera coreana y una Argentina, así te reconocemos , te presentamos a los demás integrantes, ¿si?
- Si hyung.
- Adiós.
Los famosos se fueron a su mesa y los dos jóvenes hicieron lo mismo.
- ¿y? ¿Qué te pareció?
- Gracias, fue un lindo momento.
- De nada.
La comida llego, Agustín disfruto de la cena, esta transcurrió con una charla amena, hasta que llegó el momento de irse, la conversación siguió en el auto, los jóvenes hablaron tanto que ni cuenta se dieron que llegaron a su hogar, ya en este ingresaron al cuarto que compartían.
- Ya hablaste con tu mamá.
- O no me olvide de llamarla, ¿Qué hora es?
- Son las 2:56 de la mañana.
- En Argentina ¿Qué hora es?
- La misma hora, pero allí es sábado, cambio de horario.
- Entonces ¿si los podes llamar?
- Si.
- Bueno te dejo solo para hablar con tu mamá.
- Gracias.
Agustín llamó a su madre.
- Hola agus.
- Hola mami.
- ¿ya estás en Seúl? ¿llegaste bien?
- Si ma todo bien, la familia Ho es muy buena conmigo, me trataron re, bien, esta ciudad esta re copada.
- Bueno hijo me alegro de que estés, bien.
- ¿Ya llegó el chico?
- Si hijo min-ho, es muy educado.
- Aldana no lo incomodó.
- Jaja no hijo.
- ¿cómo está ella?
- Está bien, te extraña un poco, va como todos.
- ¿Qué está haciendo?
- Con sus amigas escuchando a todo volumen BTS.
- O que bien.
- Bueno hijo descansa ya es tarde en corea, acá son las 15:30 y allí 24 horas más.
- Si mamá dijo bostezando, te quiero mucho.
- Yo también.
Se cortó la llamada, Agustín abrió el chat de su hermana.
Mira a quienes conocí hoy aldi. Y le mando las fotos que se saco en el restaurante, tenedme envidia chavala.
A los pocos segundos le llegó la respuesta.
Que orto que tenes pendejo de mierda, ar como te envidio.
Jaja le respondió.
Luego Agustín, puso a cargar el celular, y se dispuso a dormir, cayendo rápidamente en los brazos de Morfeo.
El sol entraba por la ventana dándole en la cara al latino, se despertó despacio y se desperezó, miro a la otra cama ahí se encontraba el coreano durmiendo como un angelito, lo miro mas detenidamente, sus pelos celestes se pegaban a su cara se veía realmente lindo, todavía no se enamoraría, mejor nunca lo haría sería un amor imposible, el solo estaría tan solo cinco meses. Al ver que Chin-mae estaba apunto de despertarse, se hizo el dormido para ver que hacía su compañero de cuarto, éste se levantó de la cama y se acercó al joven latino, poso una mano sobre los cabellos negros de Agustín.
Este al ser tocado por esa suave mano sintió una electricidad por todo el cuerpo, largo un suspiro, el coreano saco la mano de los cabellos, su corazón empezó a bombear fuerte al verse descubierto.
- Disculpa, no quise molestarte.
- No pasa nada, dijo en español.
- No entiendo.
- Que no pasa nada dijo ahora en coreano.
- Me.. me voy a bañar.
- Bueno.
El coreano se fue dejando un aire de incomodidad en el ambiente, Agustín se sentía raro, era el segundo día que compartía habitación con su compañero y estaba nervioso nunca había sentido esa sensación con ningún otro chico, lo mismo pasaba con Chin-mae.
Los días fueron pasando tranquilamente los dos jóvenes solo se hablaban lo necesario. En poco tiempo comenzarían las clases para los dos, Agustín no sabía como era la educación en Corea, por eso decidió preguntarle a Chin-mae.
- Es muy dura, son muy exigentes, mucha presión, muchos estudiantes no soportan la presión y terminan quitándose la vida.
- Oooo tu ¿intentaste hacerlo?
- Que ¿suicidarme?
- Si eso.
- No nunca.
- A que bien, ¿Cómo se divide la educación? Por ejemplo en Argentina se divide en tres inicial, primaria y secundaria.
- Aquí está dividido por elemental, que es desde los 7 a los 13, después la escuela media desde los 14 a los 16 y por último la escuela superior que es desde los 17 hasta los 19.
- Y.. ¿vos a cuál vas?
- Yo voy a la media.
- Desde que estoy aquí nunca te pregunté tu edad.
- Yo en Occidente tendría 15 pero aquí tengo 16.
- ¿Como?
- Acá nacemos ya con un año, se cuentan los meses de gestación.
- Oo
De esa charla ya pasaron un mes, la relación entre Agustín y Chin-mae, cambió seguían hablando muy poco y lo necesario, por las presiones que tenía el coreano, la escuela y los entrenamientos de trainees. Ambos sabían que se gustaban, pero no hacían mucho para aclararlo entre los dos, uno por inseguro y el otro por miedo al rechazo por su condición.
El que más intentaba en acercarse era el argentino, el coreano también lo intentaba, pero luego se daba para atrás.
Entre idas y vueltas se cumplieron tres meses de cinco que el latino estaría en Corea. Todo cambió el día que Agustín se entero tras escuchar una conversación entre el señor Ho Dong y Ho Chin-mae, que este último ingresó a ser traineer por el, eso fue el detonante para terminar de enamorarse del asiático.
- Chin-mae. Llamó Agustín.
- Si, ¿Qué quieres?
- Podemos hablar, en casa, después de la escuela.
- Si. Dijo sonriendo.
Agus se pasaba casi todo el tiempo solo cuando acudía a la escuela, sus compañeros lo dejaban de lado por ser extranjero, no les importaba que supiera hablar perfectamente el idioma, simplemente lo alejaban, menos Chin-mae, el casi siempre estaba a su lado, eso es una de las cosas que aumento el amor del latino al asiático. Hoy era el día le diría que empiecen una relación en lo que dure su estancia en corea.
Termino el día escolar, los muchachos ya estaban en casa, el momento de hablar.
- ¿Me querías hablar?
- Em s si, estuve pensando, todo este tiempo, y me gustas mucho, me siento atraído.
- Yoo siento lo mismo.
- ¿si?
- Si.
- Entonces ¿querés salir conmigo?
Agustín se le quedó mirando, retorcia sus manos en forma de nerviosismo, por la respuesta del peli celeste.
- Si quiero.
Puso una mano en la rodilla del argentino, apretando con fuerza y cariño.
- ¿puedo? Dijo acercándose a la cara de Agustín.
- Si.
La distancia entre los chicos, iba disminuyendo, el coreano fue el primero en dar el paso, junto sus frentes inclino la cabeza hacia la derecha, poniendo en contacto los labios de ambos, agus abrió la boca esperando a que su compañero haga lo mismo, el asiático lo imitó, puso la lengua dentro del otro empezando una lucha entre lenguas, estuvieron un rato así hasta que se les terminó el aire, se separaron y se miraron con amor.
La relación entre ellos fue muy buena para los dos jóvenes, cada vez que llegaban a sus casas se besan y se toquetean el tiempo transcurrió tan rápido, que no se dieron cuenta de que tan solo faltaban dos días para que Agustín terminara su intercambio en corea en dos días volvería a Argentina, lo del concierto de BTS no pudo ser ya que estos estaban de gira por los Estados Unidos, se dieron cuenta del tiempo durante una charla con la familia Ho.
- Agustín ¿Cómo se prepara para volver?
- A bien señor Ho, pero para eso falta mucho aun.
- No querido, se a divertido tanto que perdió noción del tiempo, usted se va en dos días.
- ¿Cómo? Dijeron la pareja de adolescentes a la vez.
- Lo lamento mucho, pero en dos días te tienes que ir.
- Esta bien dijo, casi poniéndose a llorar, si me disculpan iré a mi habitación.
Agustín salió corriendo hacia la habitación, se tiró a la cama boca abajo, empezó a llorar, el no quería irse todavía, quería pasar mas tiempo con su novio.
En la cocina después de ver a Agustín correr hacia la habitación, Chin-mae quiso hacer lo mismo, fue detenido por su padre.
- Hijo deja que se desahogue sólo.
- Si padre.
- Bueno hijo, nosotros nos vamos a trabajar, si quieren pueden faltar a la escuela.
- Gracias madre.
Acto seguido los adultos se fueron de la casa, Chin-mae aprovechó esto y fue a la habitación, camino hacia la cama sentándose en ella, puso una mano en los cabellos negros de Agustín acariciándole suavemente, se acercó a este y depositó un beso en su cuello, Agustín sintió una vez más la electricidad correr por su cuerpo, se dio vuelta y se encontró cara a cara con su amado coreano, se besaron tiernamente.
El coreano se sacó lentamente su remera, mostrando su cuerpo torneado.
- Quiero que me hagas el amor, solo como voz sabes hacerme.
- Si mi amor.
Los adolescentes se fueron desvistiéndose lentamente, hasta quedar los dos en boxers, se besaron, el latino metió la mano dentro del boxer de su amante, comenzó a masturbarlo lentamente, lo beso de nuevo con pasión y amor, fue bajando besando lentamente cada parte del cuerpo de su amante hasta llegar a su pene, lo miró fijamente por un rato y se lo metió en la boca, succiona todo con desesperación, subiendo y bajando la cabeza, el coreano gemía de placer agarró los cabellos del latino, empujando su cabeza hacia abajo, para que su novio se la metiera toda dentro, empezó a embestir la boquita de agus, produciéndole arcadas, cuando el coreano escuchó la arcada disminuyo la fuerza, obligó a su novio a sacarlo de la boca, estirando los cabellos, Agustín gritó de dolor.
- Shh perdón, abrí la boca. Le ordeno a su novio, este le hizo caso.
Chin-mae comenzó una masturbación fuerte gimiendo, mientras tanto Agustín esperaba a que su novio se viniera en su cara, saco la lengua Chin-mae no paraba de gemir.
- Quiero tu leche papi.
- ¿la querés putita?
- Si quiero toda tu lechita.
Acto seguido el coreano acercó el pene a la cara de su novio acabando, gritó de placer después del orgasmo, llenándole la cara de semen a su novio, parte de este cayó en la boca de Agustín. El argentino acerco la mano a su cara, arrastro toda la leche hacia su boca y se lo tragó.
- Que rico. Con cara atrevida
- ¿te gustó?
- Me encantó, pero a ahora me toca metértela.
Agustín tiro a su amante a la cama, le hizo chupar tres dedos, metió el primero en el ano, metiendo y sacando, metió los dos dedos restantes, entraron con facilidad ya que el culo del coreano estaba muy acostumbrado a sesiones de sexo.
- Basta tonto métela.
- Ok.
Agustín acerco el pene a la entrada del coreano, haciendo presión, entro dentro, empezó a embestirlo con fuerza, llegó hasta la próstata del coreano lo hizo gemir de placer.
- Mmm mas ra- pido, hoo
- Hoo más papi mm que rico.
Agustín empezó a embestir con más fuerza, agarró el pene de Chin-mae bombeándolo a la par de sus embestidas, el coreano se corrió en la mano de Agustín, este siguió el mete y saca.
- Mm ya estoy llegando al final amor.
- Si seguí así mmm, n no te vengas dentro, a fuera, lléname la espalda de leche.
Agustín no escuchó a su novio y se vino dentro, el daño ya estaba hecho, el coreano se quedó dormido por el agotamiento, su novio lo besó con ternura y limpió el cuerpo de este poniéndole su calzoncillo, una vez terminado se acostó quedándose dormido junto a la persona que amaba, sin dudas volver para su país sería difícil.











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