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Mi hermanastro por La_Oscura_Reina_Angel

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Capitulo 2: Encuentro


David cortaba ausentemente unas cuantas flores del jardín. Pensaba con una mezcla de horror y negación, que tan sólo faltaba un mes para que el curso universitario acabara y Eddiel volviera a la mansión, convertido ya en un abogado a hacerse cargo de él. Por lo que tenia entendido, según le había dicho Rodrigo, Eddiel se había graduado hacia ya seis meses, pero había permanecido en Harvard un tiempo más asiendo un mini-curso de humanidades, que acabaría en un mes. David deseó con todo su corazón que el curso durara eternamente, para no tener que ver nunca más a su hermanastro.


El ruido de un coche sacó a David de sus pensamientos, al darse la vuelta vio un descapotable negro que subía hacia la gran mansión estilo victoriano, en la que David vivía. Al no reconocer el auto David se preguntó quien seria, pero pronto lo supo. El auto paro a la altura de donde estaba David, su ocupante apago el auto y bajo de él. David miró con una mezcla de fascinación y terror a la persona ante él: 22 años, alto, musculoso, ojos plateados, cabello negro que le rozaba las orejas, facciones duras y a la vez bellas. No era otro que Eddiel Montes, su hermanastro.


-¡Eddiel!

Exclamó David en un susurro tembloroso.


-David.


Fue todo lo que dijo Eddiel, mirándolo de arriba abajo, desde su cabello rubio alborotado por el viento, sus ojos azul eléctrico aterrados, su camiseta verde empapada de sudor, sus gastados jean cortos que dejaban sus piernas, largas, estilizadas y sin vello a la vista hasta sus sucias tenis blancas.


-Has crecido.


Comento Eddiel. David tembló, retrocediendo instintivamente un paso. Eddiel como buen abogado se dio cuenta y sonrió burlonamente.


-Veo que aún recuerdas nuestro último encuentro...hermanito.


Le dijo Eddiel irónicamente, con una ceja arqueada.

David palideció aún más, de ser posible, y empezó a temblar compulsivamente. Fue incapaz de moverse mientras Eddiel se acercaba a él y poco le falto para desmayarse cuando Eddiel llegó a su altura y le puso un brazo en el hombre con indiferencia.


-Vaya, Delacirt, creo que te deje ligeramente traumado.


Se burló Eddiel. Los ojos de David estaban inundados por el pánico, pero sus piernas no le respondían.


-Me alegro que no me olvides "Hermanito" pero ya es casi hora del almuerzo, así que entra a mi coche, iremos en el hasta la casa.


Le dijo Eddiel imprimiéndole un poco de presión en el brazo para que se moviera. Sólo entonces David fue capaz de hablar de nuevo.


-¡No!


Fue todo lo que pudo decir temblando y aterrado. Eddiel le sonrió lobunamente.


-Tal vez no te has dado cuenta de que tu tonta madre y mi padre te dejaron en mis manos. Así que mi "querido" David si no lo quieres lamentar, entra al coche ahora mismo.


Cuando David no se movió Eddiel se inclino sobre él y le susurro al oído.


-Si no quieres que se repita lo que sucedió la última vez que nos vimos, te aconsejo que me obedezcas, por lo que sé, ahora puedes tener hijos y no creo que quieras correr el riesgo de un hijo a los dieciséis, David.


David tembló, pero la amenaza surtió efecto. Aún temblando de miedo David se apresuró a montar en el descapotable.

Eddiel trepo al área del conductor. Una vez en la entrada de la casa, antes de entrar Eddiel se paró y detuvo a David de un brazo.


-Te iras ahora a tu cuarto y no saldrás de ahí hasta que me haga a la idea de que ahora eres mi responsabilidad y decida que haré contigo. Mandaré a un sirviente a llevarte la comida y si sales de tu habitación te juro que lo lamentaras.


-¿Qué harás conmigo?


Pregunto David aún con miedo.


-No sé, a lo mejor te meto a un internado religioso o a uno militar. Cuando lo decida te lo diré ahora lárgate a tus habitaciones y desaparece de mi vista.


Le ordeno Eddiel y David no tubo la necesidad de oírlo una segunda vez y se apresuró a salir corriendo de allí.

 

Continuara....

 


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