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Descubrimiento nuclear por Ghost princess Perona

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Notas del capitulo:

Espero que les guste...

“Levi, tienes que escucharme. Sé que estás preocupado por Eren, pero un ataque con tan poca antelación contra un planeta como esa tiene grandes posibilidades de fallar” Erwin intentó detener a su usualmente obediente mano derecha, más este no estaba para seguir órdenes con su novio tan cerca de la base enemiga, completamente solo y posiblemente bajo fuego enemigo. “¡Levi! ¡Escúcheme, capitán Ackerman!”

“Maldición, Erwin, déjame” le respondió, luchando con el impulso para obedecer que lo guio durante mucho tiempo. “Sé lo que piensas, pero no voy a dejarlo solo ahí. Ya he perdido a suficientes personas, no pienso perderlo a él.”

“Espera, Levi…” el Ackerman se marchó con su escuadrón a las naves antes de que pudiera añadir algo más. Smith maldijo de nuevo, esta vez a la testarudez de su subordinado. “¡Todos a las naves! ¡Ya!”

“¡Sí, señor!” a la gran nave escuadrón de Levi pronto se le unieron muchas más, con otras más pequeñas dentro a la espera de interceptar a los enemigos. La principal de Erwin se alzaba imponente encima de ellas, dando una sombra protectora a las demás. El pelinegro respiró hondo antes de seguir, sabiendo que acababa de poner en marcha una guerra. Aún, así, no tenía tiempo.

“¡Springer! ¡Localiza las coordenadas de Jeager y prepárate para dar el salto! ¡Blouse, a los cañones! ¡Arlet, mantén las comunicaciones con la nave principal, que ni por un segundo nos quedemos solos! Iremos directamente a terreno hostil, así que los quiero preparados, mocosos.”

“Entendido” Connie tecleó en la computadora furiosamente, finalmente consiguiendo poner en el mapa estelar a Eren. Activó el salto cuando estuvo seguro de su localización, mandando las coordenadas a toda la armada. “Más vale que estés vivo, maldito suicida, nos estamos arriesgando por tu culpa.”

-En Rubnik-

“Demonios, no para de llegar” Eren esquivaba lo mejor que podía a las naves enemigas, haciendo gala de su destreza como uno de los cinco primeros de la academia. Por desgracia, lo seguían como quince clase V, conocidas por su velocidad. Una T no podía perderlas con facilidad, por mucho que lo intentara. Estaba a punto de cargar contra ellos como el suicida que sus amigos decían que era cuando una flota eldiana apareció, disparando cañones de plasma a diestra y siniestra. “¡SÍ!”

“¡Jeager, maldito idiota! ¡Vuelve a la nave comando en este instante!” la voz de Levi resonó por los altavoces, haciéndole tragar duro. Su novio estaba condenadamente molesto, lo que significaba que le aguardaba una paliza al regresar a casa.

“Lo haría si pudiera, pero el sistema de reacoplamiento fue dañado por uno de sus cañones. Tiene que hacerse de manera manual” respondió el chico tras una revisión rápida de la nave. “Sí, definitivamente tiene que hacerse desde afuera.”

“¡Entonces ponte tu puto traje y arréglalo, mierda! ¡No te quedes parado ahí, es zona de guerra!” gritó el capitán, saliendo de su silla de comando. El idiota necesitaba a alguien que lo cubriera mientras arreglaba ese cacharro. “Arlet, quédate al mando de la nave. Mikasa y yo entramos a la lucha en traje táctico” Armin tragó duro, el traje táctico era peligroso. “¡Espabila de una buena vez!”

“Entendido, señor” respondió el rubio, tomando el comando de la nave. Observó cuidadosamente las formaciones de naves que se agrupaban cerca del planeta… parecían esperar a un enemigo más grande. ¿Por qué? Bajó la mirada, encontrando la respuesta en seguida. Los canales de comunicación. Eran abiertos para todas las estaciones de la milicia, los altos mandos no tardarían en enterarse. Ahora mismo en Eldia debían estarse reuniendo pilotos y escuadrones listos para volarlos en pedazos. Y eso no es todo…

“Comandante” habló Armin por el auricular, transmitiendo por un canal privado directamente al del líder de la Legión. “¿nuestros canales de comunicación son cien por ciento seguros estando tan lejos de Mytras?”

“¿Qué?” el alto se sorprendió, llevando su mano hacia su oreja. ¿a qué demonios quería llegar el soldado Arlet?

“He escuchado que cuanto más lejos estamos del epicentro, más vulnerables son las señales de comunicación por los que se mandan los mensajes. Por eso se mantiene un canal abierto, para filtrar cualquier mensaje falso cotejándolo con los recibidos por las antenas en planetas más cercanos” Erwin entendió. Creía que las líneas de comunicación habían sido vulneradas. “Ahora dígame, ¿es cierto?”

“Sí, es verdad” el otro rubio se rascó la barbilla, tratando de imaginar lo que esto significaba. Si las líneas realmente habían sido vulneradas… “Por eso mantienen la formación, ¿no? Saben que hay refuerzos en camino.”

“No sólo eso” el jovenzuelo siguió, apretando los puños. “Dudo que ellos sean el único planeta que ha pinchado nuestras comunicaciones. U organización, para ser sinceros” se mordió el labio. “Comandante, esta zona está a punto de convertirse en una zona de guerra interplanetaria, con ejércitos de todas las naciones humanas.”

“¿Cómo puedes estar seguro? ¿Tienes alguna garantía?” preguntó Smith, aunque él ya estaba tan convencido como su subordinado. Por desgracia, ambos terminaron teniendo razón. La armada Marleyana llegó unos segundos después de que se hiciera la pregunta, iniciando un ataque masivo contra las tropas que se encontraban en la órbita del planeta. Un batallón de las naves estacionadas se dispersó, contratacando con fuerza.

“¿Eso es suficiente garantía?” inquirió Armin, ordenándole a Sasha que abriera fuego contra las unidades que quedaban. No podían dejar que los marleyanos conquistaran el planeta primero, los atacarían sin miramientos si lo hicieran.

“¡A todas las unidades, desplieguen las naves unipersonales! ¡Que los soldados más experimentados pasen a traje táctico! ¡YA!” acababa de pronunciar esas palabras cuando los rezagos de un salto lo golpearon. Sorpresivamente, los shinobianos acababan de unirse, haciendo gala de sus barras y estrellas. “Demonios, ¿hay alguien en esta galaxia que no nos haya pinchado?” otro salto, a su derecha. Olympia se sumaba a la batalla.

“Parece que no” respondió Levi del otro lado del auricular, materializando espadas para cortar una nave enemiga. Saltaba de una nave a otra, moviendo sus brazos con una destreza insana. Cansado, se subió a la pequeña nave de Eren, que luchaba por reparar el sistema dañado. “Olvídate de eso, harás menos tiempo yendo a nado”

“Activando traje táctico entonces” tocó un botón de su traje, haciendo que este cambiara, ajustándose para batallar. “¿Quiere derecha o izquierda?”

“Derecha” contestó Levi, notando la abundancia de naves V en esa dirección. El pelinegro saltó, volando por el espacio con su sistema de propulsión a chorro al máximo. Partió en pedazos un par de naves más hasta que… “¡EREN, CUIDADO!”

“¿Qué…?” el castaño logró apartarse justo a tiempo de la nave amarilla que acababa de llegar de su salto. Su superior se acercó, gruñendo bajo al ver la insignia del costado de esta. Las líneas de comunicación definitivamente necesitaban ser revisadas.

“Piratas espaciales” explicó, poniendo una mano en el comunicador de su oreja, activando la función de canal privado. No quería que nadie más escuchara sus conversaciones. “¿Viste eso, Erwin?” el mayor continuó guardando silencio, pero se podía escuchar su respiración. “No es momento de callar, piensa en algo.”

“Ni siquiera puedo mandar con tranquilidad con tantas fugas en los canales de comunicación. Sería un suicidio.”

“¡Entonces establece una red privada para todos en la armada!”

“Ya es muy tarde para eso” suspiró el comandante, apretando sus puños. “Lo único que nos queda es tratar de unir todas las armadas de todas las nacionalidades en una sola para acabar con el enemigo en común de todos los humanos. O al menos eso es lo que Arlet acaba de decirme.”

“Pues respóndele que está loco” el capitán dijo, esquivando algunas balas de plasma, arrastrando a Eren con él. el chico realmente era tonto, ponerse delante de él para parar las balas con su cuerpo no funcionaría tan bien si no estaban dentro de un planeta habitable. “Los marleyanos no trabajarán con nosotros, los shinobianos no lo harán con nadie que hable ruso y los de Seanoss mandarán al diablo a todos los demás.”

“¡Eso es lo único que queda! ¡Y más vale que nos lo metamos en la cabeza, porque si no, jamás pasaremos de la atmósfera del planeta!” Erwin se salió inmediatamente de privado. “¡A todas las unidades de todas las nacionalidades! ¡Estamos combatiendo a nuestro enemigo en común, así que es momento de actuar juntos! ¡Háganlo por la seguridad de sus países y por el futuro de la humanidad!”

“Ni muerto”

“No hay manera”

“Nein”

“Niet”

“I will say no”

“¡Escúchenme, bola de tarados!” la voz del Ackerman resonó en todas las naves. “¡Ahora lo importante es acabar con esos mierdas de Rubnik, no aferrarnos a nuestros conflictos como idiotas! ¡Luego podemos volver a pelearnos como perros y gatos, pero no volveremos a tener una oportunidad como esta! ¡Así que, con un demonio, colaboren!”

“El pequeño gruñón sabe qué decir siempre, ¿eh?” comentó Hange, siendo la primera en responder. Se unió a unos destructores de Marley en el ataque, específicamente a la tropa de Peack. Pronto otros siguieron su ejemplo, incluso Zeke y su rebaño de admiradores. Los dos hombres flotando sonrieron, siguiendo con su trabajo… hasta que de repente lo que parecía un cañón de plasma gigante empezó a abrirse en la superficie del planeta, sus hojas de metal abriéndose como una gran flor mortal.

“Por Ymir…” musitó Eren a su costado. A lo lejos, vieron a Mikasa intentar llegar hacia ellos, que estaban en línea de fuego, junto con cientos de otras personas.

“Corre… ¡ya!” los dos intentaron huir a alta velocidad, al igual que sus compañeros. Energía negra comenzó a reunirse a partir de los extremos de la magnolia de acero, cargándose en el centro. Las naves de Rubnik cambiaron de formación como si siguieran una señal, una que parecía más de penetración que de defensa. Disparó unos momentos más tarde, abriendo un gran agujero en el espacio, cubriendo las estrellas de negro.

“¡GENERADOR DE AGUJERO NEGRO!” alguien gritó, haciendo que las tropas humanas también entraran en pánico, luchando por alejarse de ahí antes de ser tragados por la enorme falla en la realidad que se acababa de generar. Levi sujetó fuertemente a Eren, agarrándose de una nave con los propulsores averiados que debió pertenecer a un desafortunado piloto eldiano. La Ackerman intentó ir en su auxilio, pero fue interceptada por Jean, que la arrastró de nuevo al interior de la nave de comando.

“¡EREN!”

“¡No seas tonta, retrocede!” Kirchtein dijo, peleando con ella para sacarla de peligro. “Si vas con ellos sólo serás tragada por el agujero negro” la chica siguió debatiéndose, estirando los brazos hacia su hermano adoptivo. “Pueden cuidarse solos, descuida. Por favor, Mikasa…”

“¡EREN! ¡EREN!”

“Demonios” el pelinegro maldijo, escuchando los gritos de su subordinada. Pero no podía hacer nada, la gravedad del agujero negro era demasiada y los propulsores del traje táctico no eran lo suficientemente potentes como para escapar de esa anormalidad en el espacio. A este paso iban a ser absorbidos. Pensando rápido, evaluó los daños de la nave. Para tener los propulsores tan dañados, el blindaje estaba muy bien. “Entra”

“¿Qué?”

“Que vayas adentro, carajo” de un empujón, el castaño se puso en marcha. Los dos treparon por la superficie, tratando de no ser arrastrados por el agujero negro. Se pusieron a cubierto en el interior de la cosa esa. Abrir la puerta fue todo un reto, cerrarla aún más, pero finalmente consiguieron hacerlo. El mayor corrió hacia la consola de control, tratando de accionar algún sistema.

“¡Capitán, no quisiera apresurarlo, más estamos a punto de entrar en su órbita!” gritó el menor, sujetándose de una agarradera.

“Mierda” Levi entonces presionó un botón grande, accionando el campo de fuerza de la nave. Era sólo una probabilidad pequeña, pero podrían sobrevivir si atravesaban el túnel de gusano así. Estarían perdidos en el espacio, más vivos. “Espero que tengas cojones, porque vamos a estar atrapados aquí por un largo largo tiempo.”

“Capi… ¿qué va a hacer?”

“Salvarnos la vida, eso voy a hacer” cada vez se acercaban más al epicentro de la falla cósmica, haciendo que ambos tragaran duro. Ahora que estaba de cara frente a la muerte, Levi sintió un poco de miedo, más no iba a permitir que la persona que más amaba muriera. Haría lo que fuera para salvarlo. Y además… tenía otra cosa que decirle antes de que eso posiblemente pasara. “Eren” el otro volvió para verlo. “Por si te consuela de algo, si salimos vivos de esto estaría encantado de ir a Shiganshina contigo para conocer a tus padres.”

“Yo… pensé que no querrías” el soldado dijo, con una cara de sorpresa. “Creí que estarías avergonzado de mí porque no estoy a tu nivel…”

“¿Por qué carajos sentiría eso?” el pelinegro volteó para verlo. Hange. Definitivamente tenía que ser culpa de Hange. “Cuando vuelva te vas a enterar, cuatro ojos del diablo” se aclaró la garganta antes de seguir. “Lo has entendido todo mal, mocoso. No me interesan para nada los orígenes de las personas, ni cuanto dinero tengan en su cuenta bancaria. Y respecto a ti en particular, eso es lo de menos. Te amo, Eren, tus orígenes no lo van a cambiar.”

“Ehhhhhh” el chico se quedó sin habla por un momento, antes de sonreír con un brillo extraño en los ojos. “¡Gracias, capitán! ¡Le prometo que haré de su experiencia en Shiganshina algo inolvidable!”

“Si… guárdate la gratitud para después de haber conocido al canciller” el brillo se desvaneció inmediatamente siendo reemplazado por pánico en la cara de Eren. “¿Qué? Tú dijiste que deberíamos dar el siguiente paso en nuestra relación, así que deberíamos estar en igualdad de condiciones. Y, como no tengo padres, mi tío y su esposo deberán bastar.”

“Ummmmm… yo… ehhhh…”

“Debes saber también que eres el primero que voy a llevar conmigo a casa, por lo que te aconsejaría llevar el traje táctico por debajo de la ropa. Bajo esa fachada débil, Uri es realmente fuerte. Lo suficiente para someter a Kenny.”

“Genial” no tuvieron tiempo de hablar más, porque fueron tragados en ese preciso momento por el agujero negro. Dentro, las fuerzas tiraban de ellos de un lado a otro, amenazando con romper su pequeño refugio de protección y matarlos de la manera más dolorosa posible. Se mantuvieron cogidos de la mano, aferrándose a una barra del interior de la nave. “Blanco… Agujero blanco”

“Es la salida” la nave salió despedida a gran velocidad contra la atmosfera de un nuevo planeta que no alcanzaron a ver bien con millones de toneladas de otras naves y chatarra espacial, muchas de las cuales de seguro acabarían quemándose en la estratósfera. Por suerte, la suya tenía refuerzo de energía, así que estaban… “Demonios, el escudo pierde potencia.”

“¿Qué hacemos? ¡A este paso vamos a quemarnos!”

“Cálmate, ¿quieres?” ordenó Levi, haciendo que el otro respirara profundo. Entrar en pánico no iba a hacerle favores a ninguno de los dos. Tecleó otros comandos en la consola, pero el calor ya había freído algunos de los circuitos. “Mierda, se nos está acabando el tiempo” apretó los dientes. Entonces se le ocurrió. “¿Aún quedan cápsulas de escape en el hangar interior?”

“Sí, una. ¿Por qué?” respondió el castaño, sin entender.

“Las naves tienen un blindaje especial que les permite el reingreso al planeta sin perder velocidad, pero el de las capsulas es doble, permitiéndoles sobrevivir al espacio y reingresar a pesar de ser mucho más pequeñas. Los vehículos de emergencia siguen el mismo principio” lo jaló del brazo. “Vamos” los dos salieron corriendo hacia el puerto principal, que por suerte todavía estaba intacto. “¡Entra ahí!”

“¡No! ¡No voy a irme sin ti!”

“¿Quién dice que vas a tener que hacerlo? Necesito a alguien dentro de la cápsula para manipular el sistema de cierre para que no se active automáticamente al cargar el código de lanzamiento” esto puso al castaño en acción. Mientras él buscaba el sistema en cuestión, el pelinegro buscó la consola de lanzamiento. La encontró intacta, gracias al cielo, y procedió a dar la orden de lanzamiento. “¡Cinco minutos!”

“¡Listo, capitán!” Levi corrió hacia el puerto, apretujándose en la cápsula con Eren. Este inmediatamente activó el cierre, esperando a que la cápsula se soltara… y que no fuera demasiado tarde.

“Saca tu pierna de ahí”

“No actúes como si nunca hubiera tocado ese sitio” respondió el menor, rodando los ojos. La cápsula se soltó en ese momento, propulsándolos a tierra. No supo nada más, porque la brutalidad del reingreso lo dejó inconsciente. A los dos.

“Hummmm…” al despertar, lo primero que el Ackerman vio fue que se estaban hundiendo en algo azul… ¡agua! ¡El planeta debía estar lleno de agua! Comenzó a revolverse, sabiendo que se les estaba acabando el oxígeno. Si descendían lo suficiente, jamás podrían volver a salir. “Despierta, Eren. ¡Despierta!”

“¿Qué?” el chico abrió los ojos, atontado.

“El sistema de cierre estaba por tu lado. Rápido, encuéntralo” el menor tembló un poco sin entender, desperezándose. “¡Rápido! ¡O aquí es donde terminamos, mierda!”

“Ehhh… a la orden, capitán” el castaño tanteó hasta encontrar un botón, apremiado por la amenaza de ahogarse. Finalmente la puerta se abrió, dejando entrar al líquido. Los eldianos salieron rápidamente, observando cómo su cápsula se hundía un segundo antes de tratar de abrirse paso hacia la superficie. Sus pulmones estallaban por la presión, sus brazos pesaban como barras de hierro…

“UHHHHHHHHHHH” Levi emergió, aspirando la primera bocanada de aire como si se lo fuera la vida en ellos. A su costado, Eren también emergió, respirando agitadamente. Miró a su compañero, sonriendo ampliamente cuando notó que estaba intacto.

“Bueno… aquí estamos… vivos”

“Sí” sin saber qué más hacer, los supervivientes del accidente se besaron, entrelazándose con sus piernas y brazos, envolviéndose en el cuerpo del otro. Se separaron tras unos minutos, requiriendo aire. “Y… ¿sabe dónde estamos?”

“No” respondió él, observando sus alrededores. Azul, azul por todas partes… no, espera, hay una franja de tierra ahí a lo lejos. ¿Cómo sería en tierra firme? ¿Habrían amigos o enemigos? Sea lo que sea, era su última esperanza. “¿Nadamos?”

Notas finales:

¿Qué tal? La aventura de nuestros exploradores favoritos ya ha terminado, al menos por ahora. Por suerte, muy pronto los veremos en este nuevo mundo, ¿adivinen cual es? Muchas gracias al lector que me ha enviado el mensaje, espero que este capitulo también le resulte interesante. A todos. ¡Review!


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