-El pendejo se vomitó!!
-Habrá vomitado la droga?
-Llama a Ernesto.
-Se lo ve bastante dormido.
-Si, no creo que intente algo.
-Mejor así, quiero que tenga más consciencia.
-Que coopere más.
-Bonito!
-Lleven al otro a la habitación 104.
-Bonito irá a la 108
Los sonidos iba y venían, se sobresaltó cuando escuchó la voz de Thiago gritando que lo soltaran.
-Thiago! Thiago! -susurró girando en el piso y vio los pies del cantante hermoso, lo llevaban colgando, un zapato había quedado junto a él.
Volvió a vomitar y alguien lo pateó.
-Llévenlo a bañar!
-No, acuestalo sobre la mesa.
Brazos.
-No! no, por favor, no!!!
Matías se desespera, quiere sacárselos de encima pero son tres y no puede, no puede! Dios... no puede!!!!
Le arrancan la camisa y le bajan el pantalón hasta las rodillas, está boca arriba y ve el techo, rostros que van y vienen, uno de ellos fuma y apaga el cigarrillo en uno de sus pezones. El rubio se contorsiona ante el ardor y pega un alarido, alguien le golpea el rostro.
Matías está más consciente que la última vez y llora, llora fuerte, escucha los gritos de Thiago pidiendo ayuda y lo llama, escucha claramente cuando dice "Vanteeeee" y Matías llora aun más fuerte porque le prometió que no se separarían y ahora están a punto de conocer el infierno en cuartos separados.
Intenta golpear a los que se le acercan pero no logra calcular las distancias, los mareos son fuertes y teme desmayarse.
-Bonito!
Risas.
Alguien le escupe en la cara.
Los gritos de Thiago ahora son alaridos desenfrenados... ¿Qué le están haciendo? Por Dios, ¿qué le hacen? Otro cigarrillo apagado en pleno pecho, ya no grita, ahora se queja poniendo en blanco los ojos, pierde por ratos la noción de las cosas. No! no debería desmayarse, lo matarán si se desmaya, debe mantenerse despierto.
Ernesto! ¿Dónde está Ernesto?! Lo busca entre los hombres que están sobre él. No los conoce.
-Bonito!
Gira el rostro, a él si lo conoce!!!
Es Ramirez y parece un lobo enfermo, un lobo en estado terminal que no tiene nada que perder.
Hace una seña con la mano y otros lo giran, queda con el pecho apoyado en la mesa, tiene el pantalón y el boxer en las rodillas y se desespera. Han quedado en segundo plano los aullidos de Thiago, los alaridos que da pidiendo auxilio, porque ahora él también lo necesita.
-No, no, no! por favor, no! -ruega, escupiendo baba espesa mientras llora.
Otro cigarrillo se apaga esta vez a la altura de la nuca y cuando Matías se eleva para gritar, el lobo enfermo lo penetra de manera bestial, lastimándolo.
Lo está follando como el salvaje lobo enfermo que es y Matías intenta agarrarse al borde de la mesa y cierra fuerte los ojos... y se muerde los labios... y ruega salir vivo para poder buscarlo, para matarlo con sus propias manos.
-Ramirez!
El hombre sigue fascinado en las embestidas bestiales.
-Ramirez!!
-QUE? QUÉ MIERDA QUIEREN?
-A Andres se le fue la mano con el otro chico, no responde. Creo que lo mató.
-Qué?
La bestia enferma sale de su interior y lo escucha ponerse bien los pantalones, los tres salen apurados.
Ramirez entra en la habitación 104, el cantante bonito es una amasijo de cortes y golpes tiñendo de sangre las sábanas.
-¿Qué mierda se te pasó por la cabeza? -grita intentado encontrarle el pulso.
Andrés está agitado y fuma.
-Pagué buena suma para divertirme!
-Hijo de puta! te fuite a la mierda con esto!!! Llamen a Ernesto!!!
***
Ernesto bebe champagne sentado en el salón donde una hora antes el rubio estuvo cantando. Mira el escenario pensativo, tiene que deshacerse del hombre que hizo que su hermano lo traicionara. Nunca ante alguien se interpuso entre la hermandad que los une.
Llega por el pasillo uno de los muchachos que trabajan en Stigma.
-Señor doctor! -grita.
El hombre incompleto se para de un salto cuando le ve el rictus de horror en el muchacho y va hacia él, trota e intenta seguirle el ritmo. Llegan a la habitación 104 y cuando entra, Ramirez tiene una mano en la frente mientras Andrés fuma sentado en un sillón, lo primero que ve es al fumador manchado con sangre, luego dirige la mirada hacia la cama y ve al chico.
-Qué han hecho???
-Andrés ha sido, se le ha ido la mano. No encuentro el pulso.
Ernesto pone la mano en el cuello del cantante bonito, se levanta apurado y toma el celular.
-Hola Helena, por favor, despeja el sector C, estoy en 10 minutos con un herido en accidente automovilístico, lo llevo en un vehículo particular, no aguantará si espero la ambulancia, gracias.
Corta.
-Aun respira, cárguenlo en mi auto -grita hacia los empleados del Stigma y los muchachos miran al dueño, Ramirez asiente y los chicos levantan al cantante ensangrentado y se lo llevan presurosos.
-¿Dónde está Vante?
-En el salón.
-Me lo llevaré también, lo mantendré dormido hasta que puede trasladarlo a mi casa. -grita mientras abandonan la habitación y se dirigen al salón.
Antes de llegar Ramirez ve algo que le pone los pelos de punta... la puerta está abierta.
Se apresura y entra antes que el gemelo: Vante no está.
***
Ramirez salió del interior de Matías y corrió junto a los demás.
El rubio saxofonista cayó al piso vomitando bilis, le quemaba la garganta el líquido descargado. Se limpió con el brazo los ojos anegados por las lágrimas producto del esfuerzo del vómito y al hacerlo vio su celular tirado debajo de la mesa.
Lo tomó con urgencia.
Thiago! ya no grita! ¿Cuando dejó de gritar?
"el otro chico no responde, creo que lo mató" dijo una voz cuando lo estaban violando y al rubio le tembló el cuerpo ante tanta impotencia.
Intentaba no derrumbarse porque si pensaba en Thiago muerto, se daría por vencido, la idea era muy tentadora, estaba tan cansado y le dolía tanto el cuerpo que sería fácil cerrar los ojos y dejarse morir!!!
Pero tiene que salir! tiene que salir y denunciarlos!!
Al principio llegó hasta la puerta de rodillas, la abrió con esfuerzo y la puerta hizo ruido.
HIZO RUIDO!!!
Contuvo el aire mirando en todas direcciones esperando que sus torturadores aparecieran por algún corredor y terminaran por matarlo.
Se apeó buscando apoyo en los muros y siguió por el corredor en el sentido contrario de donde provenían voces.
El corredor se le antojó kilométrico. ¡Había tantas puertas!
Encontró unas escaleras oscuras y descendió.
Al final una puerta sucia y el letrero "salida de emergencia"
Abrió la puerta y el frío de la noche lo tomó por sorpresa, había contenedores de basura, primero sacó un poco la cabeza para verificar que no hubiese alguien y cuando se dio cuenta que era la parte trasera del local. Huyó, temblando, llorando. Al llegar a la calle se acurrucó junto a unos árboles detrás de unos tachos de basura, estaba mareado y ahora más que nunca temía desmayarse, justo cuando se encontraba a un paso de distancia de la salvación. Sacó el celular y temblando por el frío, el dolor, el shock traumático, marcó el número que tenía grabado.
-Te divertiste con Raul? -le preguntó la voz de su hombre completo y Vante rompió en llanto -Matías? Matías qué sucede?? Matías, háblame! Matías donde estás?
Escuchó voces de hombres que salían del Stigma y luego autos que partían a velocidad asombrosa. Los que salían a pie en distintas direcciones, lo estaban buscando.
-Esteban! Esteban me drogaron -susurró ahogado en lágrimas, se había sentado detrás del cubo de basura y esperaba que lo encontraran, se había rendido.
-Dónde estás Matías??? -gritó Esteban y el rubio vio una sombra que se detenía junto a él.
Levantó la mirada, uno de los muchachos que trabajaba en el Stigma lo observaba con los ojos abiertos de manera desmedida.
Matías lloraba agazapado en ese rincón.
-JB! viste algo? -gritaron desde el frente.
El muchacho que lo había encontrado volteó.
-Aquí no está! -aulló y siguió caminando, fingiendo buscar en otros lugares.
-MATYYYY, MATYYYYYY -aullaba Esteban en el celular.
Matías estuvo a punto de cortar la comunicación ante el horror que los otros escucharan los alaridos que daba su hombre completo a través del llamado.
-Estoy en las afueras de Stigma, trataré de alejarme, la ruta está a una cuadra, intentaré...
Pero no pudo dar más detalles, la llamada se cortó.
Esteban había tirado su celular a un costado y salía en su pequeño auto a toda velocidad.
***
-Helena, el muchacho es un chico que trabajaba en la calle y se cree que fue atropellado, no es necesario que se realice ninguna denuncia -le advirtió y la muchacha afirmó mirando al Sr. Ramirez y al Sr Andres parados dos pasos detrás de su jefe. Helena sabía que cuando le pedían guardar silencio, su sueldo llegaba con grande mejoras a fin de mes, así que no dijo nada cuando hicieron entrar a terapia a un muchacho alto, de cabello oscuro, ensangrentado y que parecía agonizar.
-Su hermano llamó hace unos minutos, trae a su pareja.
-Mi pareja?
-Pidió laboratorio, no me lo pidió a mi si no a la sección de emergencia, pero desde allí me avisaron para que preparara un cuarto sólo para él!
Andrés y Ramirez se miraron.
Ernesto giró y los observó a ambos.
-Váyanse, yo arreglaré todo. Limpien el Stigma, no sabemos qué tanto recuerda Vante o qué le dijo a Esteban, la policía podría caernos.
-Te conviene que arregles todo lo que puedas, para eso te pagamos! -ladró Andrés y Ramirez lo apuró para que saliera del sector donde estaba, pero antes de marcharse le advirtió a Ernesto.
-Mátalo antes que hable demasiado, logró escaparse pero estaba drogado!
Ernesto asintió y se fue al sector de seguridad, se sentó en una silla mientras tomaba un café y vigilaba las cámaras. No pasaron ni diez minutos cuando vio llegar al auto de su hermano, la cámara del estacionamiento lo mostró correr hacia el lado del copiloto y sacar en brazos a un Vante inconsciente. Eso le jugaba a su favor. No sabía qué tanto había hablado el rubio escurridizo.