Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

DR. JEKYLL Y VANTE por juda

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Vante se vestía, esa noche cantaría con Thiago.

La puerta se abrió y metió la cabeza Hoseok, miró todo el cuarto. Matías escuchaba a los otros guardias haciendo el recorrido junto a él. Antes de cerrar la puerta dejó escapar un papel pequeño.

"Movimiento en el subsuelo. Será esta noche. Si se corta la electricidad, huye"

Tembló entero.

***

Abrió la puerta para salir y se encontró con Thiago ya vestido que se dirigía a la planta baja. Varios muchachos se paseaban por el segundo piso en un ir y venir bullicioso, se preparaban los bailarines y los chicos que les tocaba trabajar en el primer piso.

Subieron al ascensor junto a dos jóvenes más y un guardia, cuando salieron Matías le pasó el papelito, Thiago aprovechó un sector angosto del pasillo donde el hombre armado tuvo que quedar atrás, lo leyó y luego se lo metió en la boca y lo tragó.

Salieron al salón de la planta baja.

***

Raul y Esteban estaban sentados cerca del escenario, hacia la derecha. Carlos y Jeremías hacia la izquierda.

***

Thiago y Vante, uno a la par del otro comenzaron a cantar, no estaban tensos, se los veía relajados y felices... la distopía estaba a un paso de concluir. 

 ***

Raul lloraba por debajo de la máscara mientras escuchaba cantar a su hermano querido, su amigo amado.

Esteban no dejaba de mirar su pelito rosa que sobresalía por la máscara plateada, estaba allí, tan cerca suyo! tan en sincronía con su propia alma.

Carlos miraba constantemente hacia Raul, no lo veía bien, cruzaba los dedos para que no colapsara.

Jeremías tenía la mandíbula dura, era un perro rabioso a punto de atacar.

***

Thiago y Vante cantaron 35 minutos, se dieron la mano, se acercaron al borde del escenario e hicieron una reverencia cuando los aplausos colmaron el salón.

***

Raul se paró, tomó aire y con su mejor cara de winner se dirigió hacia uno de los meseros. Llegó hasta él caminando gatunamente, moviendo los hombros. Era un hombre con mucha confianza, con todas las de ganar.

Preguntó por V, quería un turno, pagaría lo que pidieran. Pero lo quería esa noche, no podía regresar otro día, tenía que viajar al extranjero, era un hombre de negocios, muy ocupado, blablabla, pagaría en efectivo, no le importaba cuanto. 

El muchacho de máscara fluo le pidió que esperara, que consultaría. Raul sonrió de costado y le guiñó un ojo... la máscara negra le tapaba casi todo el rostro sudado, por suerte aquel chico no podía ver como le temblaban las piernas y las manos.

La respuesta llegó unos cinco minutos después: habían autorizado un turno para el cantante. V lo recibiría en 15 minutos.

***

-V! tienes un cliente!

-Pero!

-Fue muy insistente, se ve que es un hombre de mucho dinero, el gerente dio la autorización.

Thiago lo miró.

-Si algo sucede te esperaré abajo -le susurró el mayor y el pelirrosa asintió.

-Que me den 15 minutos, me bañaré -gritó Matías y el camarero asintió mientras regresaba al salón.

***

Raul tomaba una cerveza intentado que no se le notara que temblaba, Esteban estaba a su lado con el rostro serio.

Un muchacho de máscara fluo se le acercó y le comunicó que V estaba listo, que lo siguiera.

Raul caminó por detrás de él y Esteban preguntó por el baño, el muchacho se lo señaló y el pelinegro se dirigió hacia ahí, pero no entró, se quedó rondando las escaleras.

***

-Dónde está V? 

-Trabajando en el primer piso -susurró Thiago

-El cargamento llegó, será esta noche.

-Seguro?

-Si, prepárate, intentaremos que la redada se produzca cuando menos gente haya en el local, no vayas a dormir, mantente alerta -susurró Hoseok y se fue.

***

Raul caminó por detrás del muchacho de la máscara flúo, alcanzó a ver la puerta con la V plateada y tuvo ganas de vomitar. Quería correr para poder finalmente abrazarlo, un pánico visceral le comía las entrañas, estaba tan cerca que tuvo miedo de que el mundo se viniera abajo antes de poder verlo nuevamente, quería seguir con el plan pero... el muchacho que se tomaba su tiempo, y la ansiedad que lo rebalsaba, y las ganas de gritar, y la vida que lo acercaba nuevamente a su amigo del alma, y la noche que se evaporaba. Todo lo sobrepasó.

El muchacho que lo guiaba se dio media vuelta para mirarlo y ahí se dio cuenta de que estaba hiperventilando.

-Señor? se siente bien?

No! no se sentía bien, no podía con todo, era demasiado.

El muchacho lo miró preocupado, el hombre de la máscara negra respiraba con dificultad y por debajo de ésta las lágrimas llegaban hasta el mentón y saltaban al vacío.

-Señor?

Y Raul colapsó, lo empujó, corrió los pocos metros que le faltaban y se tiró sobre la puerta para golpearla con una mano mientras que con la otra manoteaba el picaporte intentado abrir.

-MATÍAAAAAAS, MATYYYYYYYYYYYYY -gritaba histérico, llorando de manera demencial.

***

La música cesó para el cambio de bailarines y todos en el salón escucharon los aullidos de Raul.

***

Matías estaba poniendo unos preservativos en la mesita y oyó el alarido, se llevó las manos a los oídos para taparlos, por un momento tuvo miedo de estar haciendo una regresión. Cuando llegó al Gladiador, dos años y medio atrás, solía ver a Esteban por todos lados o escuchar a Raul que lo llamaba.

Pero la puerta se abrió de golpe y un platinado entró desesperado, el extraño hizo un barrido con la mirada, aun gritaba, aun aullaba y cuando lo encontró se sacó la máscara de un tirón.

-MATYYYYYYY -gritó y Matías no respondió, se sacó su propia máscara y corrió a su encuentro, chocaron los cuerpos. Se fundieron entre ellos, dejaron de ser dos, el planeta entero parecía contener la respiración hasta que sintió las pisadas y con el rabillo del ojo vio cuando el muchacho con la máscara fluo se alejaba asustado y el musculoso armado llegaba hasta ellos.

***

La música volvió con rapidez, pero los hombres que estaban en el salón se miraban unos a otros, confusos.

Carlos se paró cuando vio a lo lejos a Esteban subir corriendo las escaleras.

Un guardia se acercó a ellos y puso un brazo delante de Carlos interceptándolo.

-Calma, señores, no pasa nada. Fueron los chicos del club jugando en el piso de arriba -el hombre armado intentó sonreír pero tenía los ojos salvajes, era la mirada de un animal acostumbrado a matar.

La electricidad se fue.

Carlos sintió un movimiento fuerte y luego un jadeo, un sonido de gorjeo grave.

Se activaron las luces rojas de emergencia y el salón, con el murmullo de los hombres que estaban asustados, alumbró a Jeremías corriendo hacia las escaleras y al guardia con la garganta abierta, tirado, haciendo ruidos ininteligibles a través de la espumosa sangre que le rodeaba los labios. Carlos se tiró sobre el hombre, tapando la herida con ambas manos.

-JEREMÍAS, NOOOOO -gritó, sabiendo que el joven que corría hacia las escaleras, dejaría un camino de muerte a su paso, el arma del guardia había desaparecido.

La gente del salón se dio cuenta de lo sucedido y el proceso de histeria colectiva, comenzó.

***

Hoseok había escuchado el alarido de alguien en el primer piso, escuchó claramente como un hombre gritaba el nombre de Matías y supo que todo se venía abajo. 

Corrió por los corredores, llegó a la caja central de electricidad y le pegó tres tiros al tablero mientras avisaba a través del micrófono que tenía adherido el cuello de su uniforme "Código 2408. Entren ahora!"

***

Carlos tenía las manos y los brazos bañados en sangre, Jeremías le había abierto una arteria al guardia y no tardó más que unos pocos segundos en dejar de respirar.

Se levantó confuso para dirigirse hacia las escaleras, chocando con la gente y los empleados del Gladiador que pujaban por llegar a la entrada principal para huir. Cinco guardias intentaron cerrar las puertas para que nadie escapara pero casi 20 policías ingresaron armados hasta los dientes, gritando que bajaran las armas, que se tiraran al piso, que desistieran.

Nadie desistió, cuando Carlos puso el primer pie en los escalones, una lluvia de balas se cruzó en el salón.

***

La electricidad se fue y se activó luz de emergencia dejando el lugar bajo una somnolencia roja.

El musculoso ordenó al platinado que se hiciera a un lado y cuando el muchacho desoyó la orden y se adhirió aun más a su pelirrosa amigo, se acercó con el arma preparada en un brazo y con la mano libre lo agarró del cabello para alejarlo, Matías se tiró sobre ese brazo y lo mordió con alma y vida. Fue tanta la presión que ejerció que sintió como los dientes se hundían en la carne del maldito y la sangre le llegaba como plegaria hasta la úvula.

El musculoso pegó un alarido y levantó el arma. Matías lo vio y con la desesperación como enervante, giró para que el cuerpo de su amigo quedara protegido por el suyo. Nadie le haría daño a Raul, no cuando él estuviera ahí para recibir las balas por él.

El musculoso no tuvo tiempo de apretar el gatillo, se escuchó un golpe fuerte y el hombre cayó desplomado. Ante los ojos alarmados de Matías apareció Esteban con un extintor de incendios.

Sentía en un segundo plano como Raul lloraba a los gritos y le besaba el cuello, pero lo único que podía hacer era mirar a su hombre completo. Estaba cambiado: ahora tenía cabello plateado a los costados de la cabellera y los ojos transmitían todo el sufrimiento por el que había atravesado. Ahora mismo estaban llenos de odio y dolor.

-Dónde está Thiago? -gritó Jeremías apareciendo con un arma y Matías señaló las escaleras.

-En el piso de arriba -gimió abrazando fuerte a Raul que parecía que caería de un momento a otro. 

Carlos llegó.

Se escuchaban los disparos en la planta baja, el infierno había emergido y pugnaba por tragarse todo.

El pálido sacó a Raul del cuerpo de Matías, haciendo fuerza para separarlo y Matías hizo dos pasos hacia atrás y se encerró en su cuarto, cerrando con traba la puerta.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).