OPEN EYES
Por
Star light no rain
- No puede ser…- fue el único sonido que sus labios pudieron dejar salir, mientras en su mente el programa Que pendejo soy2.0 y la opción delete de su cerebro luchaban por tomar el control. Le tomo 20.02 segundos darse cuenta de algo crucial en su vida, y como detestaba el haberlo hecho, eso en vez de darle mas dicha, enredaba el asunto a extremos tortuosamente masoquistas. Y pensaba que era feliz, ahora daría lo que fuera, por regresar todo a como era antes, al menos el asunto no sería tan complicado…
Por otro lado Duo estaba saliendo de la oficina de Sally, la cual por cierto, estaba casi arrastrándose por el piso de la oficina al oír sus explicaciones de la forma en que mando los informes. Y Duo por unanimidad, de su cerebro y su cuerpo, eligió el retirarse a descansar. El viajar después de todo agota a cualquiera, y su departamento lo reclamaba. Justo estaba llegando a la salida cuando vio a Heero ahí parado, ido completamente…
- Heero – lo llamo
-……….- pero nadie contesto
-Hey! Heeeeeroooo – lo volvió a llamar dando pequeños golpecitos a la cabeza del expiloto -¿Hay alguien ahí? – le pregunto con una sonrisa burlona.
-¿Qué?- alcanzo a decir aquel que apenas regresaba de su ensimismamiento (¿esta palabra existe?)
-En donde rayos andabas – le pregunta con una enorme sonrisa
Delete… delete… delete… delete… delete… delete…
-No… no te importa- le dijo en un tono totalmente seco, aunque algo turbado- nos vemos- fue todo lo que dijo, y se retiro, tal cual hiciera Duo momentos atrás (bueno sin saltar), y desapareció por los pasillos de la instalación.
- ¿Y a ese que le pasara¿Habrá comido león? mmmm…. Bueno como sea – se encogió de hombros y regresó a su camino.
Sally, que por fin había recobrado la respiración después de un ataque de risa, daba el ‘adelante’, pues habían tocado la puerta.
- ¿Y tu que tenías? – pregunto a la chica que apenas estaba recobrando el color.
- Nada, nada, y a todo esto que te trae aca, no sueles visitar con frecuencia mi oficina, es por lo regular, al revés.- retruco oliendo algo sospechoso.
- Bueno, pues quería hablar con Maxwell, me dijeron estaba aca –
- Tal como lo haz dicho, estaba¿qué pasa algo malo? – pregunto consternada¿sería que sospechaba algo?-
- Sally, dime¿crees que soy pendeja?- le pregunto seca y directamente, aunque con un leve aire de gracia.
-No me digas que…-
- Si, te digo, esos documentos que me pasaron, están redactados al estilo ni más ni menos que de Heero Yuy¿por que no han sido entregados tal cual los ha mandado Maxwell?- preguntó directamente, sin vacilación ni duda.
Sally era una mujer de grandes cualidades que a pesar de los intentos de Wu Fei por hacerle creer lo contrario se sabía inteligente y fuerte entre otras cosas. Ahora se había topado con la horma de su zapato, no que Une le diese miedo, el que sea una psicótica y psicópata de doble personalidad no le asustaba, pero se sentía como un ratón asechado por un arrabalero gato en un callejón sin salida, y a pesar de todo, sabía que tenía en parte la culpa, pues ella había sido la autora intelectual de aquella maniobra, a lo que le recordaba… – con un cuerno ¿qué ese mendigo Yuy no pudo limitarse nada mas quitar las dulces palabras de Maxwell?- preguntaba maldiciéndose para sus adentros.
- Los quiero, Sally, a más tardar en media hora en mi oficina – y se salió de la oficina.
Sally se quedo callada, y choco su frente son su mano – Ahora si la hicimos grande… - dejo salir un suspiro, y se levantó de su escritorio.
………………………………………
Después de dar rienda suelta a su ruidosa y veloz moto, Duo por fin llega a su departamento abre y se deja caer en el sofá de la sala totalmente agotado, pero estaba feliz, había terminado su trabajo, viajo y conoció muchas personas, evito por primera vez y de forma triunfal al sádico de Heero, que por cierto… - ¿Qué le habrá pasado a ese?-, pensaba de manera muy seria como desenterrando un gran secreto, el chico había tenido un notorio cambio a través de todo este tiempo, pero, había veces que juraba en que no entendía que demonios le pasaba, como ahora, y de repente, como descubriendo la razón del misterio se levanto rápidamente en seña triunfal
- ¡Lo tengo!, a ese condenado lo tiene muerto tanto trabajo, lo sabía, sabía que los engranajes que tiene dentro le iban a reventar un día – dejó escapar una sonora carcajada – solo falta que llegue Quatre, el me va ayudar en esto, es genial – decía con una enorme sonrisa, y de dirigió a su cama, terminando de tramar su nuevo plan, si en sus manos estaba el ayudar a Heero, lo haría, después de todo era, auque no lo pareciese, su mejor amigo.
……………………………………..
Heero entro a su oficina, estaba totalmente en penumbras, sus sentidos se alarmaron y encendió la luz rápidamente, para hacer una maniobra evasiva, justo cuando el click de la luz se escuchaba era tomado por la camisa por una muy furiosa Sally.
- Se puede saber en que demonios estabas pensando – pregunto Sally dejando ver todo su enojo.
- ¿De que hablas?- decía tomando las manos de Sally, y alejándolas de su camisa
- Condenado escuincle, de que más, no pudiste hacer lo que te dije, solo quitar las palabras salidas directamente del trompabulario de Maxwell y cambiarlas por algo mas comestible, pero nooo, el niño le dio vuelo a la hilacha y se lucio con su deslumbrante, telegráfica y terriblemente seria forma de ser – le dejo caer con algo de sorna y sarcasmo, que mordaz nos salio esta mujer ¿no?.
- … - Heero solo se limito a verla como bicho raro
- No me veas así, Une quiere los verdaderos informes mandados por Maxwell, en resumidas cuentas, sabe perfectamente que tu fuiste el que los redacto –le dijo un poco mas tranquilizada. Heero solo tomo una carpeta llena de muchas hojas y se la entrego a Sally.
- Ahí tienes, suerte con Une – y se retiró dejando a una pasmada Sally, quien solo veía de hito en hito, no se la acababa de creer, Heero la acaba de mandar por un tubo de la manera cortés.
Ahora estaba ahí, frente a la puerta que conducía a la loc..., a su jefa, tomo otro respiro y toco “pase” se escucho del otro lado.
Sally la vio fijamente unos segundos, y seguidamente le ofreció la carpeta que momentos antes Heero le diera.
- Bien, veamos – Sally pretendía retirarse cuando escucho una especie de siseo a sus espaldas… – Ni te atrevas querida Sally, se donde vives así que para que atrasar lo que es inevitable – decía empezando a leer.
Sally trago duro, y los minutos transcurrían pareciéndole eternos, cuando Une bajó las hojas dejando ver por completo su rostro, la vio fijamente y de repente…
- Ja…. Ja…. Jajajajaajajajaja – ahora si, Une había enloquecido de manera permanente mientras Sally solo veía, totalmente enmudecida “que me den un tiro, por favor, que me amarren bien, pónganme en un tren y que me muela bien” pensaba totalmente horrorizada.
La risa de lady Une se fue calmando poco a poco, permitiéndole recobrar la voz.
- Bien… bien, uf, ahora veo por que te encontré en ese estado, ni relajes la cara Sally que aun sigo enojada por esto, no debemos ocultarnos nada, ni lo más mínimo si queremos que esto que todos hacemos funcione. – terminó de decir en triunfantes palabras dignas de un mandatario político, o bien se las copio a Trize, como sea el punto es que se oyó bien – en cuanto a ti no te castigare ni nada, esta vez, pero hay que enseñarle a ese Maxwell que hay momentos para todo, y tu me vas a ayudar -
- ¿No que no me ibas a castigar? – pregunto con aire defensivo
- Bueno si esas tenemos, compartes el castigo con Maxwell –
- No, pues si lo pones así mejor te ayudo – definitivamente mejor pescar que ser pescado.
- Bien, retírate, duerme bien, que mañana te pasare a lujo de detalle lo que haremos – decía dejando ver su sádica sonrisa triunfante.
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Heero había llegado ya a su casa, estaba sentado, con la mente totalmente perdida, por más que le daba vueltas al asunto, no lograba hilar una solución coherente, tal vez era más fácil la guerra que esto, después de todo…, quien en este condenado mundo podía describir los sentimientos y darles un entendimiento razonable?... un momento
- Quatre…- eureka, el chico acababa de dar con la persona adecuada para esto ¿Quién mejor para entender los sentimientos?, si no el mismísimo Quatre, llegaría mañana, de una u otra forma le sacaría la información necesaria, a como diese lugar…
Y en otro lado no muy lejano, un chico rubio bajaba de una nave ayudado por un fiel y viejo amigo…
- Gracias Rashid, a partir de aquí puedo ir solo – le dice con la más dulces de las sonrisas marca registrada de Quatre.
- Amo Quatre aunque sea déjeme encaminarle a… –
- No me consientas Rashid que podría no querer irme, además tienes que regresar, recuerda que ahora tu estas al cuidado de todas mis hermanas… Achuu! - un estornudo había cortado las dulces palabras del rubio, lo que mas le desconcertó fue el escalofrío que sintió al momento en que estornudaba, algo no andaba bien, pareciera como si alguien estuviese hablando de él, y no era algo bueno lo que tramaba…
- ¿Qué le pasa amo Quatre? – preguntó Rashid algo preocupado al ver el estado en el que había quedado
- Creo que me están dando ganas de no regresar…- alcanzo a murmurar con un tono asustado
- ¿Qué? – vuelve a preguntar Rashid sin entender una gota de lo que esta pasando
- No nada Rashid no te preocu… Achuuu! – otra vez, pero esto no venía acompañado de ningún escalofrío o algo parecido, era algo como duda, necesidad¿que sería?
- Creo que se esta resfriando… -
- No… no… nada de eso, creo, solo que parece que después de todo si tengo que regresar… - decía como si presintiese algo.
continuara …………………………………………