Pov Mehgan
Desperté y al verla se veía preciosa, pero andaba destapada, así que la cubrí con la cobija, fui al baño y después a preparar el desayuno. Pique un poco de fruta, la puse en dos platos, agregue granola y miel, un vaso de jugo de naranja para cada una y una deliciosa taza de café y recogí la cocina.
Cuando llegue ella aun, dormía, eso era muy raro, Lyli es de las que madruga, deje la charola del desayuno aun lado y me acerque a besar su frente, vaya sorpresa que me lleve, está hirviendo, rápido saque el termómetro para tomarle la temperatura, la destapé en lo que llamaba al médico que no tardó en llegar para revisarla.
- Con la inyección que le puse debe bajarle la temperatura, pero puedes poner tu tina con agua tibia casi fría para ayudar a que sea más rápido- me miro con una sonrisa- tienes problemas- se burló de mí y yo hice mi puchero- jajajaja, bueno es solo un resfriado, dale estos medicamentos- los saco de su maletín- como indica la receta, ella estará bien- siguió burlándose de mi- mucho líquido, nada de cambios de temperatura brusco y reposo- me tomo del hombro- cualquier cosa me hablas- yo lo despedí y fui a verla.
Seguía muy caliente así que prepare el baño como me indico el doctor, me desvestí y fui por ella (a que pensaron que me iba a meter yo solita por que el remedio era para mí jajajaja), la tome en mis brazos y nos metí a la tina (si, lo sé, yo no estaba dentro del remedio), aproveche y de una vez la lave y me lave.
Cuando sentí que su temperatura le había bajado, la saque de la tina, la seque, puse unas pijamas y la acosté tapándola solo con la sabana para que la temperatura no subiera otra vez.
Me acosté a su lado tomando un libro para cuidarla, afortunadamente era sábado y no había puesto compromisos ese día, se veía tan hermosa dormida y se me ocurrió tomarle una foto, lo malo es que no me contuve y le tome muchísimas.
Dio la una y me levante a preparar un poco de caldo de pollo con arroz para ella, yo comería los poquitos que habían quedado de la semana.
Pov Lylieth
Desperté y había mucha luz, lo cual me extraño, voltee a buscar a Meghan y vi q iba entrando con una charola lo cual me hizo sonrojarme.
- No tenemos que desayunar aquí- le dije y me miro con una sonrisa
- Amor esto no puede ser desayuno- dijo haciendo señas de que me acomodara, al acomodarme sentí una punzada en mi cabeza y me sentí congestionada, ella puso la bandeja aun lado y se acercó a tocar mi frente- mmm te está subiendo la temperatura otra vez- se puso seria y me ayudo a acomodarme.
- ¿otra vez?- pregunte, mi cabeza realmente dolía.
- Creo que ayer te enfrié de mas- se puso roja- tenías mucha temperatura en la mañana y tuve que llamar al doctor- colocó la bandeja en mis piernas para darme de comer- tienes que comer algo para que te tomes estas pastillas- yo la miraba pero mi cabeza no me dejaba registrar bien que pasaba- ¿te duele mucho la cabeza?- sonaba preocupada.
- Un poco- mentí empezando a comer para poder tomarme las pastillas. Ella suspiro, me beso la frente y tomo su plato de comida para comer junto a mi.- ¿Qué hora es?- pregunte para ver que tanto me había quedado dormida
- Las 3 de la tarde- yo abrí los ojos asombrada- jajaja no pongas esa cara, tuviste mucha temperatura, sumando que ayer te cansaste mucho y fue una semana pesada, el cuerpo exige ¿sabes?- me dijo dándome un beso corto
- Te vas a contagiar- la mire frunciendo el seño
- Na, es muy difícil que yo me enferme, pero cuando lo haga- me miro- llamas inmediatamente a Nana- yo no supe porque pero asentí.
El caldo no me supo pero se sintió rico que pasara, me tome las medicinas,Meghan recogió todo y lo llevo a la cocina. No sé qué pastillas fueron pero me quitaron el dolor de cabeza, después de un rato regreso Meghan a acostarse junto a mí y abrió un libro.
- Deberías dormir un poco más- volvió a besar mi frente y cerca de mi cara dijo- así te recuperaras más pronto.
- Pero no tengo sueño- le hice un puchero- mejor léeme- le dije al ver que el libro que leía era orgullo y prejuicio.
Me acomode en su pecho y en lo que me leía el libro me hacía piojito, eso sumado a que su voz era melodiosa me quede dormida, para cuando abrí los ojos estábamos en la tina desvestidas, yo me puse super roja, ella detrás mío y me estaba mojando tiernamente, voltee y la cuestione
- ¿Qué pasa aquí?- esto era tan embarazoso pero tan comodo que no sabía bien cómo reaccionar, me sonrió ducemente y beso mis labios.
- Pensé que no te darías cuenta otra vez- rió bajo- tu temperatura subió otra vez, así que con esto bajamos tu temperatura y yo a tu lado para ver que no te pase nada- su sonrisa me derrite.
¡¡¡Esta mujer es demasiado linda!!! Y se ve tan sexy mojada, aparte las carisias que me dan sus manos son con tanta ternura, no deja que mi cuerpo quede sin agua.
- ¿otra vez?- alcance a detectar la frase.
- Si, en la mañana hice esto, bueno también te bañe y me bañe- sonrió al ver mi sonrojo- aunque me tuve que contener mucho- ahora fue muy coqueta al decirlo- pero lo logre- dijo victoriosa- por ahora es mejor salir ya- intento pararse y yo la detuve- ¿Qué pasa bella?
- Meghan- me puse roja- pero estamos muy cómodas así- y ella soltó una risa
- Sí que lo estamos,-dijo seductora- pero si te enfrías demás esto se complicara- me tomo de los brazos y me beso, me distrajo tanto que cuando acorde ya estábamos fuera de la tina.
Nos secamos, pusimos las pijamas; trajo más caldo, frutas y me hizo tomar suero, no me dejó en ningún momento, me sentí tan mimada y apapachada, se preocupaba tanto por mí que hacía que mi corazón latiera muy rápido, me emocionaba tanto tenerla tan cerca, tan dulce, tan al pendiente de mí, que ya las dos en la cama la bese, mi deseo creció pero ella me detuvo.
- Amor, créeme que no es que no quiera- dijo con la respiración acelerada- pero quiero que te cures, si te enfrías por mi culpa y se te complica me sentiré fatal.
- Hum- dije molesta dándome la vuelta, aunque entendía su punto, me molestaba. Meghan rodeo mi cintura con sus brazos y me atrajo hacia ella.
- Ya que estés bien, podemos continuar- me susurro al oído- e ir a donde tu desees- mordió mi oreja- todo lo que mi esposa mande eso haremos- bajo besando mi cuello.
- ¿Todo entonces?- la cuestione volteando, ella me acerco aún mas
- Si mi amor- dijo dándome un beso en los labios
- Está bien- asentí con una leve sonrisa- solo porque la medicina me da sueño- le dije y las dos reímos, nos acomodamos y dormimos.
A la mañana siguiente desperté y eran las 8am, Meghan seguía dormida, yo ya me sentía bien, me levante y fui a la cocina a preparar el desayuno, de repente sentí unos brazos en mi cintura y un lindo beso en mi mejilla
- Deberías estar acostada- me regaño
- Me siento bien, sé que aun hoy estaremos descansando, pero mínimo puedo hacer esto para mi esposa- voltee a besarla y ella me correspondió
- Yo te desayunaría a ti, pero con bichitos mejor me como lo que preparas- me guiño el ojo y se rio.
- Grosera- le hice puchero en lo que ella otra vez me besaba.