Capítulo 4
Remus corrió al gran comedor donde estaban los demás, la lechuza de Lucius había llegado hace un minuto y tenia que dar la alerta ¡Ya!
-¡Severus, tienes que irte!
Todos los reunidos en el gran comedor, Severus, Christian, Dumbledore, Minerva, Harry y Sirius se pusieron de pie.
-Remus…
-Voldemort viene.
Dos palabras y los planes ya estaban en marcha.
-Potter, lleva a Christian a un lugar seguro -dijo Snape entregando un traslador al chico.
-Papá…
-Te amo, hijo -le dijo abrazándolo contra su cuerpo. Todo en el quería quedarse junto a su bebé, pero era hora de pelear y si Potter estaba con su hijo tenía una oportunidad. Sabía que la orden ya venía, pero no sabían si alcanzarían a llegar. Miró a Harry y como este tenía fuerte tomada la mano del chico.
-Lo cuidaré con mi vida -prometió.
-Eso espero -dijo besando la frente de su hijo.
-Llévanos.
Severus apretó los puños cuando desaparecieron, pero entonces ambos volvieron a aparecer frente a él.
-¡¿Qué demonios?! -Sirius fue a dar contra un muro ante el golpe que recibió por parte de un mortífago, Severus se aterró hasta que lo vio moverse, no había sido mortal.
-¡¿A donde crees que vas, amado hijo?!
El sequito de Voldemort apareció en el lugar, miles de hechizos volaban de un lado para el otro, mientras que los miembros de la orden llegaban al lugar para hacer frente al enemigo.
-¡Potter, llévatelo! -gritó Severus y en menos de un segundo la mano de Voldemort estaba en su cuello nuevamente.
-¡Papá!
-Ven con nosotros, hijo -dijo el maniático, apretando con fuerza el cuello de su amante.
-Suéltalo, Voldemort -dijo Harry sosteniendo del brazo a Christian que había querido ir a auxiliar a su padre.
-Querido Harry, tu pelea será conmigo, pero sólo cuando ponga a mi familia a resguardo.
Harry apretó los dientes, furioso, le molestara que llamara familia a Christian, cuando el maldito estuvo a punto de matarlo.
La guerra había empezado.
…HP…HP…HP…HP…
Cada miembro de la orden tenía clara su misión en el lugar, detener a la mayor cantidad de enemigos era la tarea acordada, proteger el camino de Harry para que este se enfrentara a Voldemort como era su destino.
Los Horrocruxes habían sido destruidos, sin incluir a la linda Nagiri que estaba siendo acechada por Neville.
-Vamos, hijo, ve con papá a casa.
-Cállate, desgraciado -dijo apretando los puños al ver como había logrado dejar inconsciente a su padre ahorcándolo y que ahora estaba en el suelo a sus pies.
-Que manera de hablar tan poco educada, hijo, me lastimas.
-No le hables -dijo Harry poniéndolo tras su cuerpo-, no le hables como si fuera alguien querido para ti, monstruo -no había mirado hacia ningún otro lado que no fuera la cara de su adversario, pero sintió cuando Neville le cortó la cabeza a Nagiri, imaginaba que Voldemort también lo había sentido, o esperaba que no fuera así, pero al parecer el monstruo no había sentido nada, por que nunca dejó de reírse en su cara.
-El pobre niño pequeño -dijo casi en un susurró Bellatrix, acercándose cual víbora a su presa, atacaría por la espalda, pero entonces un golpe le mandó a bolar.
-Enfréntate a una de tu tamaño, maldita perra -le dijo Molly Weasley al ver que quería hacer daño al pequeño Chris.
-Bien, un duelo contigo antes de eliminar al bastardo.
La batalla se desataba en todos lados, cuando Remus socorrió a su amigo, luego de que “supuestamente” noqueara a Lucius, el rubio se las arreglaría para salir del radio de ataque y socorrería y alejaría a algunos niños que seguían en el colegio, para sacarlos del peligro.
-Remus Lupin -dijeron a sus espaldas mientras trataba de reanimar a su amigo.
-Greyback -dijo molesto. La verdad es que ese ser le causaba más asco que miedo. Después de que Lucius le advirtiera, en medio de un ataque de ira y celos, que Greyback iba tras él por motivos carnales, es que empezó su aversión a ese sujeto. Antes sólo lo motivaba el odio, ahora hasta la repulsión tenía nombre y apellido.
-Y dime, Remus, ¿Cómo te ha tratado la vida? -dijo jocoso mientras se tronaba los dedos y se pasaba la lengua por los labios.
-Mucho mejor que a ti, por lo que veo -dijo dando una patada en el costado a su amigo, necesitaba que despertara, ahora.
-Déjalo en el suelo, mejor que este tirado como el perro que es -dijo poniéndose en posición- ¿Qué te parece si te arrojamos a ti también contra el suelo? Sin ropa y conmigo encima…
Un ataque feroz le llegó por la espalda, mientras Lucius se ponía frente a Remus.
-Yo seré tu contrincante, basura. A Remus no le tocaras ni un pelo.
-Así que es por él que traicionas al amo -dijo el lobo escupiendo sangre por la boca- no sabía que tenías esta clase de fetiches lobunos, rubia, te hubiera hecho gemir en mi cama.
-¡Eso si que no! -dijo Remus atacándolo, una cosa es que hablara porquerías de él y otra que hablara así de Lucius.
Lucius vio a Black en el suelo y como este reaccionaba.
-Arriba, chucho -le dijo tironeándolo del brazo.
-¿Qué pasó?
-Pasa que eres un debilucho -dijo con ganas de volarle un diente-, tú ve por Severus -le dijo apuntando a su amigo inconsciente-, yo ayudaré a Remus que combate con Greyback.
-Severus -corrió a la batalla, interponiéndose entre ataque y ataque, pero Voldemort estaba junto a él, tenía que ver la forma de ayudarlo sin poner a Harry y al pequeño mortífago en peligro.
-Black, que bueno volver a tenerte entre nosotros.
-Desgraciado -dijo apuntándolo con la varita.
Harry aprovechó y sacó a su pareja del área de ataque, aunque aun no habían hablado de romance, Christian era sólo suyo.
-Quédate aquí -le dijo poniéndolo tras uno de los pilares.
-Ve a pelear, Potter -dijo Narcissa Black llegando con su hijo- Lucius nos puso al tanto del asunto y sacaremos al niño de aquí.
-Bien -dijo mirando a Christian que negaba con la cabeza, lo sostuvo de la nuca y lo acercó para besarlo fugazmente.
-No, Harry, yo quiero pelear.
-No serás más que un estorbo, mocoso -dijo Draco sosteniéndolo del brazo-, es mejor que dejes pelear a los héroes -dijo con un bufido.
-Gracias, Malfoy -dijo sin saber si le estaba ayudando o no-, señora, lléveselo de aquí por favor.
-Cuenta con ello.
Harry vio como prácticamente sacaban a rastras del castillo a Christian, había puesto su corazón en juego y ahora era tiempo de terminar con esa pelea.
-Así que vuelves con nosotros, Potter -dijo mirando a los alrededores, por culpa de Black había perdido la atención de su hijo- ¿Dónde dejaste a mi “bebé”?
-Cállate, desgraciado -dijo apuntándolo, teniendo a su padrino a su lado, viendo como alrededor todos se enfrentaban.
-Harry, sólo necesito un par de segundos para sacar a Severus de este lugar -le susurró Sirius.
-Bien -dijo lanzando un ataque tras otro, acercándose entre ambos y haciendo retroceder a Voldemort, divertido por todo eso.
-¿Es lo único que tienen? -preguntó entre carcajadas.
-Es lo único que necesitábamos -dijo Harry sonriendo de lado, mientras Sirius se barría en el piso hasta llegar a Snape para poder tocarlo y aparecerse con él.
-¡Vuelve aquí, Black! -gritó furioso.
-Ellos ya no son tu problema, Voldemort -le dijo Harry malicioso, disfrutando ese lado suyo que no conocía, pero que salía a flote con su “suegrito”- Christian está fuera de tu alcance y el profesor Snape ahora está con quien de verdad lo ama y a quien el ama también.
-Pagarás por esto, Potter -dijo apuntándolo con furia-, los encontraré, tarde o temprano. No habrá lugar donde los puedas esconder y cuando lo haga preferirás que los haya matado antes, por que Christian no verá la luz del día, pasará cada día de lo que le resta de vida en una celda, siendo visitado por mis fieles mortífagos, utilizando su cuerpo para lo único que él y su madre sirven.
-¡Cállate! -gritó furioso- ¡Avada kedavra!
-¡Avada kedavra!
El ataque feróz entre ambos, la rabia los consumía por completo.
Todos los presentes se hicieron a un lado, arrancando del ataque conjunto.
Al momento en que el ataque de Harry llegó al Lord, fue el final de todo. El cuerpo de Voldemort se consumió por completo, mientras Harry sentía un dolor lacerante en el corazón.
El grito de Christian llamándolo fue lo ultimo que escuchó antes de caer inconsciente.
…HP…HP…HP…HP…
Cuatro días pasaron antes de que Harry reaccionara, cuando lo hizo su pareja estaba a su lado, sosteniendo su mano con fuerza.
-Hola, Chris -dijo apenas.
-¡Merlín! -gritó feliz- ¡Harry, por fin despiertas! -dijo con lágrimas en los ojos.
-Bienvenido de vuelta, Potter -dijo Snape entrando en la enfermería.
-¿Qué pasó? -preguntó sintiéndose adolorido.
-Pasa que terminó -dijo Christian feliz-, lo derrotaste, por fin todos somos libres de ese monstruo.
Severus y Sirius se miraron entre ellos, ya le explicarían mejor a Harry por que pasó tanto tiempo en cama, Christian no sabía que su novio tenía una parte del alma de su padre en su interior, pero que gracias a Merlín había muerto con su destrucción.
TBC...