Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Enamorado en una vida peligrosa. por Keiko Midori 0018

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Al llegar al enorme parque de atracciones, se dirigieron a probar cada uno de ellos. El peliplata menor estaba sumamente nervioso pues en cada juego terminaba subiendo con el oficial Asakura para evitar peleas con Koga, el oficial prefería evitar ver como se arrojaban de esos juegos en una de sus rabietas.

El menor presentaba un pronunciado rubor en sus mejillas, cosa que no pasó desapercibida por Koga.

―Oye bestia, ¿estás enfermo?. ―Preguntó y el oficial que estaba a su lado escuchó.

―Claro que no, sarnoso. ―Contestó conservando ese tenue rubor.

―Déjame ver, Inuyasha. ―Pidió Sesshomaru.

El oficial se acercó al menor de los Taisho, demasiado para el gusto del menor que ya parecía un tierno tomate maduro. Tocó la frente del menor, comparó su temperatura con la propia y se dio cuenta que no tenía nada.

―No tienes temperatura, ¿te sientes mal?.

―Aléjate de mí, no tengo nada. ―Intentó sonar molesto pero sus nervios lo traicionaron.

Miroku estuvo al pendiente de la plática, descubrió algo que todos ignoraban y no pudo evitar sonreír con algo de burla ante las acciones tan infantiles de su hermano menor. Debía salvar a su hermanito de esa bochornosa situación en la que se encontraba.

―Oye Inu, ¿me acompañas a comprar algunos dulces?.

―Ya suéltame, sarnoso. Voy a acompañar a Miroku. ―Trató de apartar al moreno de sí, Koga revisaba que el menor no estuviese enfermo o algo parecido.

―Todavía me preocupo por ti bestia y sales con esto. ―Reclamó con molestia.

Miroku al ver que empezaría una nueva e innecesaria pelea decidió intervenir.

―¿Acaso escuche bien? ¿Koga preocupado por Inuyasha?. ―Dijo con tono divertido. Sonrió al ver un tenue rubor en las mejillas del mencionado.

―Cla-claro que no, idiota. ―Contestó y se cruzó de brazos. Se dio la vuelta para que no notaran su rostro avergonzado.

El oficial prefirió no prestar atención a sus peleas, no le pagaban para eso.

―Vayan ustedes dos, los vigilare desde aquí. ―Habló al fin el peliplata mayor.

Ambos caminaron en silencio hasta que Miroku tomó la palabra al ver el rostro apenado del menor.

―Creíste que no me daría cuenta... ¿Verdad, Inu?.

―¿De que estás hablando?.

―Te gusta Sesshomaru. ―Soltó sin más. El menor se ruborizo furiosamente.

―Cla-claro qu-que no. ―Trató de contestar calmado.

―T-tú e-eres el qu-que ha-habla a-así. ―Se burló.

―Cállate Miroku, no sabes lo que dices. ―Contestó un poco más calmado.

―Entonces contesta... ¿Por qué nuestro lindo tomatito está nervioso?.

―No me digas así.

―Sólo mírate, pareces un lindo tomatito. Además, no es malo amar a alguien.

―Ya sabes que todos se acercan a mí sólo por el dinero de la familia.

―Sesshomaru está aquí para cuidarnos.

―Tienes razón, pero él no demuestra un tipo de afecto amoroso por mí, se comporta igual con los tres. ―Contestó con tristeza.

―Tal vez tienes que conquistarlo, hacer que te mire. ―Finalizó.

El chico de la coleta pequeña se separó de él para ir por los dulces dejándolo solo con sus pensamientos.

―¿Conquistarlo? Lo intentare. ―Dijo para sí con algo de inseguridad.

―¿A quien conquistaras, bestia?. ―Se acercó Koga.

El moreno había estado al pendiente de la plática de los hermanos y como ya era parte de su día a día pensó en molestar a su querido primo.

―¡Que te importa, sarnoso!.

―No te atrevas a acercarte a Sesshomaru, ese sexy oficial es para mí. ―Lo retó.

Ahora sí, a esperar los resultados –. Pensó con burla y no pudo evitar sonreír, se divertiría mucho provocando al menor.

―Él no le pertenece a nadie.

―Eso lo veremos.

El menor sólo apretó los puños con ira contenida. ¿Por qué siempre terminaba compitiendo con Koga por todo?.

―Ya debemos irnos, ya es algo tarde. ―Se acercó el oficial con ambos primos. ―Vamos por Miroku.

―De acuerdo, vamos Sesshomaru. ―Dijo Koga y pasó su brazo por los hombros del mismo y volteó a ver a su primo con una sonrisa burlona, el menor ardía en coraje ante la escena y avanzó al frente de ellos para dejar de mirarlos.

Después de ir por el chico se marcharon, Kagome estaba por llegar y no ver a los menores la haría enloquecer. Algunas peleas en el auto por saber quien era el mejor por parte de Koga e Inuyasha, por fin llegaron a casa. Kagome ya los esperaba, sonrió al verlos llegar.

―¿Como lograste sacar a estos tres de la casa, Sesshomaru?.

―Sesshomaru quería salir a distraerse y decidimos acompañarlo. Ya sabes que no debe salir solo. ―Contestó Miroku.

Koga e Inuyasha se retiraron a su respectiva habitación.

―Miroku, déjame hablar a solas con Sesshomaru. ―Pidió la mujer.

―Esta bien, si lo despides jamás te lo perdonaremos. ―Amenazó antes de entrar.

No les había tomado mucho tiempo en encariñarse con el oficial y con lo sucedido con su hermano menor sólo había hecho crecer ese cariño.

―Eso fue asombroso, ¿enserio te creyeron?.

―Sí, ¿por qué no me dijiste que se habían recluido por mi culpa? Soy lo suficientemente capaz de salir con ellos y protegerlos. ―Preguntó con cierta molestia, odiaba pensar que le tenían lástima.

―Ellos me lo pidieron, Inuyasha aun se siente culpable por lo que pasó. Pero lograste sacarlos, así que no te preocupes.

―Bien, iré a descansar. Aun me duele el hombro, con permiso.

Ambos entraron, sin alcanzar a decir algo el peliplata fue rodeado por un gran abrazo, los tres Taisho restantes lo abrazaban con efusividad.

―Dime que Kagome no te despidió. ―Dijo Miroku.

―Habla, idiota. Si lo hizo nos iremos contigo. ―Agregó Inuyasha.

―Contesta con la verdad, Sesshomaru.

―A ver ustedes tres, ¿dónde se supone que voy a meterlos?. ―Preguntó con cierta gracia.

Admitía que les había tomado cariño a ese trío.

―No importa si vivimos debajo de un puente mientras estés con nosotros. ―Contestó Koga.

―Koga tiene razón, no te dejaremos.

Kagome no aguantaba la risa al ver esa tierna escena, sus hermanos abrazaban a Sesshomaru con cariño y le impedían escapar.

―Ya suéltenme, Kagome no me despidió. ―Exigió. Lo soltaron.

―¿Viste idiota?, Kagome no lo despidió. ―Recriminó al mayor.

―Kagome me pidió que los dejara a solas. ―Contestó y volteó a ver a su hermana mayor. ―A menos que se trate de otra cosa, pillos.

Inuyasha entristeció ante la idea, siempre vio a su hermana como a un modelo a seguir. No le extrañaría que a Sesshomaru le gustara ella y nada confirmaba que él se enamoraría de un hombre tan mimado como él.

―Claro que no Miroku, ¿qué cosas dices?. ―Contestó Kagome algo apenada por las falsas acusaciones.

―Kagome sólo es mi jefa. ―Agregó Sesshomaru con obviedad.

―Bien, les creo.

―Yo iré a hacer algo por ahí. ―Dijo Inuyasha rápidamente y salió rápidamente a su habitación.

―¿Que le pasa a la bestia?. ―Preguntó Koga confundido ante la actitud del menor.

―Pronto lo sabremos. ―Contestó Miroku.

Miroku se dio cuenta de lo que pasaba, se sintió culpable por haber sugerido eso ya que sabía los sentimientos que el menor ocultaba por el oficial. Suspiró, ya pasaría ese asunto.

Continuara...

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).