Habían tardado un poco más de lo usual en llegar a Mirkwood, debido a que iban con cuidado para no alterar la salud de Elrohir. Llegaron exactamente una semana y media antes del cumpleaños de Legolas al gran bosque negro que, aunque tan diferente a Rivendel como este lo era de Lorien, no era menos hermoso. Desmontaron a la entrada del castillo del bosque negro, y en la puerta ya los esperaba Legolas, quien corrió al encuentro de sus amigos, el primero en ser abrazado fue Haldir, seguido de Rumil y luego de Elrohir. Sólo se dio cuenta del estado de Elrohir cuando se arrojó a sus brazos.
- ¡Elrohir es maravilloso! - Exclamó el elfo rubio, poniendo su mano sobre el abultado vientre de Elrohir - ¿Quién fue el afortunado que te enamoró?
Elrohir enrojeció y bajó la cabeza.
- Hablaremos de eso luego, Legolas hoja verde.
Dijo Elladan. Legolas le sonrió al gemelo de Elrohir y también lo abrazó. Elladan enrojeció y correspondió algo cohibido al rubio príncipe de Mirkwood. Legolas soltó a Elladan y saludó a Erector y Glorfindel, para luego mirar con curiosidad a los dos ayaris pelirrojos (Aiwë y Mithmir). Sobre todo a Mithmir.
- Legolas, te presentamos a nuestros amigos: Mithmir y Aiwë.
Dijo Haldir.
- Espero que no le incomode nuestra presencia, alteza.
Dijo Aiwë con una educada soberbia y una elegante reverencia. Legolas sonrió y abrazó a los dos elfos pelirrojos que quedaron patidifusos.
- Para nada, de hecho me alegra su presencia, ya conozco a los Ayari y me caen bien, al igual que al resto del bosque, creo que os llevaréis una alegre sorpresa.
Dijo Legolas risueño y todos lo miraron extrañados, sin saber a qué se refería.
- Venga, os presentaré a mi padre antes de llevarlos a sus dependencias, y de paso también os presentaré a un buen amigo.
Rió Legolas divertido.
- Haldir ¿también se me zafarán a mí los tornillos cuando cumpla los 1650?
Preguntó Rumil en voz baja, y los gemelos y Aiwë que estaban detrás de él, rieron divertidos por el comentario. Haldir también sonrió, al igual que Mithmir, Erector y Glorfindel
- Déjenlo que sea feliz.
Dijo Haldir con un guiño travieso.
Legolas los dirigió dentro del castillo, mientras le pedía muy simpáticamente a unos mozos de cuadra que se encargaran de los caballos, y a varios elfos del servicio que se encargaran del equipaje. Los elfos, que se veía que adoraban a su precioso príncipe, se apresuraron a obedecer.
Legolas los llevó hasta la sala del trono.
- Haldir, Erector, Glorfindel y Rumil ya conocen a mi padre. Aiwë, Mithmir, ahora conoceréis al rey del bosque negro, y ustedes también gemelos.
Los gemelos sonrieron.
- Al fin.
- Sí, ya era hora de que lo conocieran.
Sonrió Legolas. Y abriendo las puertas entró seguido de sus amigos. Haldir, Erector, Rumil y Glorfindel iban detrás de Legolas, detrás de Erector, Glorfindel, Haldir y su hermano, iban Aiwë y Mithmir, y detrás Elladan y Elrohir.
- Papá, llegaron los hijos de Elrond, y Haldir, Erector, Glorfindel y Rumil.
Anunció Legolas risueño; el rey, que hablaba con un par de consejeros, se volvió con una sonrisa hacia su hijo más pequeño.
- Haldir, Rumil, Glorfindel, Erector bienvenidos. - Saludó el alto rey, rubio, hermoso, fuerte, de ojos azules: era el gran Thranduil Oropherion de Mirkwood.
- Y ellos dos son los hijos gemelos de Lord Elrond, padre.
Presentó con una sonrisa a los dos elfos pelinegros que salían con curiosidad de atrás de los dos ayaris pelirrojos.
- Bienve...
Thranduil se detuvo en seco al ver a los dos elfos pelinegros que tenía ante sí. Elladan lo miró con curiosidad, mientras Elrohir a su lado palidecía alarmante.
- ¡¿TÚ?!
Medio exclamó el rey del bosque negro, medio preguntó.
Todos miraron de Elrohir a Thranduil confundidos, menos Aiwë y Mithmir.
- El elfo rubio.
Susurraron a la vez.
- ¿Mithmir? ¿Príncipe Aiwë?
De una puerta lateral acababa de aparecer un elfo idéntico a Mithmir, pero con los ojos verdes.
- ¡Mircalen!
Exclamaron los dos ayaris. Sólo entonces Elladan entendió.
- ¿Fue él?
Le preguntó a su gemelo, pero cuando le tocó en el hombro, Elrohir se desplomó en el suelo inconsciente.
- ¡Ro!
Le exclamación fue colectiva, mientras Glorfindel se inclinaba presuroso sobre el hijo de su señor.
- Sólo fue un desmayo.
Informó aliviado al cogerle el pulso al elfito pelinegro.
- ¿Qué sucede?
Preguntó Legolas quien, al igual que Haldir, Rumil, Erector y Glorfindel, no entendían nada. Thranduil, pálido como estaba, no fue capaz de hablar. Elladan estaba en shock, procesando la información. Mithmir y Mircalen estaban muy ocupados uno en brazos del otro, así que quien habló fue Aiwë.
- Él es el elfo que preñó a Elrohir.
- ¡¿Qué?!
Gritaron a la vez Legolas, Haldir, Rumil, Glorfindel, Erector y los dos consejeros que habían estado hablando con el rey.
Continuara....