Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Diferencias por BocaDeSerpiente

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

"Aislar"

2001

Harry recogió sus pertenencias cuando él había dejado el apartamento. Eligió lo que pensaba que era más importante, lo que cabía en un bolso que podía llevar encima sin suponer mayores complicaciones.

Tenía la sensación de que no lo habría dejado ir, de otro modo, y demasiado miedo para intentarlo. Aún le dolía el moretón de la mandíbula si lo rozaba o abría más la boca. Ni hablar del que le dejó en el pómulo dos días después.

Cuando estuvo seguro de que no abandonaba nada que necesitase, sacó algunos billetes que había guardado en la funda de su almohada, también los guardó. Iba a mitad de la sala cuando vaciló.

El lugar estaba lleno de fotos de ellos. Lo conocía desde hace años, ¿cuánto tiempo estuvieron juntos, antes de decidir mudarse?

¿Y no fue bueno antes?

Tuvo que ejercer una pequeña presión en su mandíbula para recordarse por qué. Por qué no quedaba arreglo. Por qué quería dejarlo. Por qué le tenía miedo.

Inhaló profundo, avanzó hacia la puerta.

No la pudo abrir.

Titubeó, volvió a intentar. Introdujo su llave, la vio girar sin éxito. Se sacó la mochila y puso toda la fuerza que tenía en sacudir la estúpida puerta que no cedía.

Eric lo había visto quedarse ahí. Pero él no le dijo que se iría, no le mostró la mochila que tenía bajo la cama. Ni siquiera lo insinuó.

Continuó arremetiendo contra la puerta, en vano. Lo que fuese que le puso, servía para bloquearla desde afuera.

Estaba encerrado. No sólo en el sentido literal; se sentía encerrado.

Sentía que no podría dejarlo, que no podría evitarlo. Que ni haciendo todo lo que se le ocurriese, lo lograría. Que era inútil intentar. El miedo era una jaula que le complicaba respirar, pensar.

Entrando en pánico, fue un instinto desarrollado por años de entrenamiento el único que lo ayudó. Regresó al cuarto, batalló con una ventana que tampoco quería abrirse. Cuando se hartó, rompió el cristal.

Estaba en un maldito cuarto piso. Pero algo se le ocurriría.

Había decidido que no habría nadie ahí cuando Eric estuviese de vuelta. Incluso si tenía que hacerlo así, porque si tenía moretones y lo había encerrado, ¿qué sería lo siguiente?

Unión de puntos

2001

Harry se hacía una idea de cómo debía verse, en base a la forma en que se alejaban cuando se abría paso a través de las filas que aguardaban. Las miradas que le daban eran agujas que se le clavaban en la piel, lo forzaban a dudar, a ir más lento, a encogerse. Le costaba respirar.

Tenía leves cortes todavía sin curar en las manos, más ojeras que cuando dejó el apartamento. La mochila, a pesar de haber sido preparada con eso en mente, le pesaba como si llevase una carga mayor a la que tenía.

Si no descansaba pronto, colapsaría. Y no podía descansar sin haberlo arreglado, incluso si cabía la posibilidad de que no lo necesitase todavía y se quedase en casa de Ron y Hermione.

Era su turno. Se detuvo frente a la chica que atendía en uno de los mostradores, evitó observarla demasiado cuando se percató de que ella se fijaba en los moretones.

Tuvo que respirar profundo para recordar cómo hablar.

—Tengo un problema —Comentó, con un hilo de voz. Se apresuró a sacar su billetera, las manos le temblaban—. Alguien- alguien bloqueó todas mis tarjetas. Y necesito el dinero, y-

Y estaba mareándose, otra vez. Parpadeó para enfocarse, en vano. Ella le hablaba, sonaba a que le hacía preguntas. No conseguía centrarse.

¿Por qué había tanta gente en un jodido banco?

¿Por qué las paredes se cerraban sobre él?

Quería llorar. Había demasiadas personas, ¿y si Eric estaba ahí?

¿Y si lo encontraba, por haberse tardado arreglándolo?

¿Qué haría?

—...viene para acá —Captó, forzándose a parpadear. La empleada se inclinaba hacia él, sus palabras convertidas en un murmullo suave—. Viene para acá, así que espere. Yo no puedo hacer nada, pero mi jefe revisará lo que le sucedió y buscará una solución. ¿Puede esperar?

Ni siquiera supo que asintió. Una segunda voz se escuchó tras unos segundos, por lo que se volteó, alterado, buscando el origen para asegurarse de que no era quien creía, aunque no podía sonar más diferente.

—Pansy, ¿qué...? —El hombre se detuvo al aproximarse a la trabajadora, que se estiró para hablarle en voz baja, gesticulando deprisa. Harry volvía a encogerse cuando notó que los ojos grises se fijaban en él.

Tenía la mirada puesta en sus zapatos, así que Draco tuvo que agacharse un poco para entrar en su campo de visión. También le habló en tono suave.

—¿Puedo ayudarle en algo?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).