Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Intoxicación por Yae

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

-

 

 

 

21.- No es lo que esperabas

 

 

 

Como detestó a Naruto, Shisui estuvo tan dispuesto a gruñirle cuando lo vio tan cerca de Itachi en aquellos instantes donde su aroma se expandía lentamente, que la risible idea de agarrarse a golpes con aquel riquillo no le pareció mala, alzarse victorioso y devolverle la libertad a su primo…

Para que quizá pudiese escogerlo esta vez a él.

Sentía estar jugando con fuego, tentando su fracturada relación con Itachi, arriesgándose a que en cualquier momento le dijese que ya no deseaba verlo. Que estaba más que enamorado de esa persona.

Su expresión debió ser tan evidente, por eso Sasuke le habló directo, recordándole algo que deseaba obviar, hacer de cuenta que jamás pasó.

“Están casados”

Dijo lo innegable y le recalcó todo lo que aquel le estaba arrebatando. Así que solo pudo sonreírle a su joven primo, intentar recomponerse a sí mismo porque era evidente que nadie más lo haría, porque nadie más sabía lo que sentía. Por ello se dedicó esos días a buscar a aquella chiquilla desaparecida, a que los informes sobre la sustancia usada en Sasuke no fueran manipulados. Teniendo en manos las pruebas para que aquellos sujetos dejaran de acosar a sus familiares.

Necesitaba sentirse útil en al menos eso, seguro de que era el único que podría ayudar a su primo en esa situación, que el dinero de Naruto no podría desplazarlo tan fácilmente…

Tal vez…

—Es complicado, sé que los Hyuga aún están metidos en negocios con Danzo, quizá Hiashi mas que Hizashi, pero no puedo fiarme de ninguno—. Dijo Fugaku cuando al fin pudo presentarle aquellas pruebas de laboratorio para poner la denuncia en marcha.

—¿Por eso no quieres que Sasuke siga viendo al muchacho Hyuga?

—Shisui, voy a decirte lo mismo que le dije a Itachi; estoy buscando la manera de proteger a mi familia y alejarlos de Danzo, lo que suceda con los Hyuga o cualquier otra persona me tiene sin cuidado. Haremos la denuncia en contra de los hombres que atacaron a Sasuke esa noche, pero no vamos a involucrarnos con la desaparición de nadie.

Shisui asintió soltando un quedo suspiro, con tan poca ayuda sería casi imposible rastrear a esa chiquilla.

Hasta que una llamada desde América le llegó, por fin algo de información lograron filtrarle de Shimura Danzo.

Y a pesar de lo riesgoso se sintió feliz de poder llevarle algo fiable y de importancia a su primo. Se presentó luego de días a casa de sus tíos, buscando algo de apoyo en Sasuke, Itachi había dejado de responder la mayoría de sus mensajes, sin siquiera ser vistos.

—Shisui, me alegra que aun estés en el país —Mikoto lo recibió amable dejándole pasar a la confortable casa—, pensé que podrías haberte ido, como dejaste de venir.

—Tuve algunos inconvenientes —le sonrió yendo directamente hacia las escaleras para subir al piso de arriba —me gustaría hablar con Sasuke.

—Sasuke fue a comprar un par de cosas para la comida, Itachi está arriba en su habitación —informó acercándose más de lo debido, como si deseara cortarle el paso.

—Entonces hablaré con Itachi-

—Claro —lo interrumpió— son primos de todos modos, solo espero que mi hijo no deba cambiar su ropa o tomar un baño después.

El tono fue tan casual que Shisui no pudo evitar tragar pesado.

¿Acaso sabía algo? ¿Itachi le habría contado?

Negó con rapidez recomponiendo su sonrisa—, jamás podría lastimar a Itachi, él es-

—Sé que no lo harías —volvió a interrumpir— nunca lo insinué. Pero seré muy clara contigo porque eres un muchacho muy inteligente, mi hijo está casado y hasta donde sé, Naruto lo trata bastante bien. No quisiera que propicies algún desacuerdo entre ambos.

Nunca propiciaría algo que Itachi no quisiera.

Estuvo tentado a responder, pero se contuvo.

—Solo quiero hablar con Itachi sobre la denuncia contra los sujetos que atacaron a Sasuke, solo eso.

Prefirió decir, esperando con ello que su tía dejara de observarlo con aquella desconfianza, esa mirada que le evocó memorias del tiempo que vivió en Japón.

—Eres bienvenido entonces —le sonrió al final, apartándose para que pudiese subir por las escaleras.

Shisui asintió algo inquieto apresurando sus pasos hasta dar con la habitación de su primo, dando un toque suave en la puerta antes de probar si estaba abierta, cuando la manija giró sin inconvenientes entró en el mismo instante que le dieron permiso. Sonrió sin querer al ver a su primo sentado al borde la cama, sujetando un libro que dejó de lado en cuanto lo vio.

—Shisui.

—Mikoto me dijo que estabas aquí —explicó para que no sintiese que estaba persiguiéndolo, para que no supiese que deseaba hacerlo.

—Aun es mi casa —su primo hizo amago de sonrisa que no prosperó, dejando el libro de lado se puso de pie.

—No necesitas ser tan formal conmigo —ligeramente dolido dio un par de pasos en su dirección —lamento lo que sucedió la última vez que nos vimos.

Hizo una reverencia, con las manos firmes a los costados se inclinó para que su primo pudiese ver que estaba siendo honesto.

—No tienes que disculparte. No creo que haya sucedido nada que amerite esto.

—¿Entonces por qué dejaste de responder mis mensajes? —se irguió relamiéndose los labios —igual que hace años, como si no desearas hablar conmigo.

Itachi no dejó de mirarle, presionando sus puños ligeramente.

—Es que después de todo este tiempo —suspiró— siento que no podemos tratarnos como lo que somos… familia.

Shisui sintió su corazón contraerse de manera dolorosa, porque detestaba ser familiar de Itachi, porque esa era la razón principal para que lo alejase hace tanto… para que cualquiera que supiese de sus sentimientos jamás los aceptaría, jamás los apoyarían.

—Te amo… te he amado desde hace años, no sabes cómo me arrepiento de haberme apartado, porque ahora solo puedo observar impotente como es que te casaste con alguien más, sin que yo pudiera hacerte ver lo mucho que me importas.

Confesó, sin apartar su mirada, sin arrepentirse. Ya había pasado años sufriendo por sus errores, que más daba si le decía todo lo que se había estado guardando desde hace tanto…

Pasando de querer darle una buena noticia sobre aquella investigación a abrirle su corazón y esperar ilusionado por una respuesta que no estuviese fundamentada en su relación sanguínea, en aquel detestable detalle.

Itachi guardó silencio demasiado tiempo, sus oscuros ojos no dejaron de observarle, presionando sus preciosos labios como escogiendo las palabras antes de soltarlas.

—Estoy enamorado de Naruto… lo lamento.

Quiso sonreír irónico, para que la aflicción en su corazón no fuese tan dolorosa hasta provocarle llorar, Shisui tragó pesado llevando ambas manos para cubrir su rostro. Era tan miserable…

—Es un matrimonio arreglado… ¿cómo puedes decir que lo amas?

—No es así-

—¡Es solo por dinero! —habló alto, interrumpiéndolo —para mí tú siempre has sido el único, desde que te vi.

Shisui volvió a observarlo, con el ceño fruncido sin contener su angustia, inspirando hondo antes de continuar:

—Era joven pero no era ingenuo, tus sonrisas, tus ligeros nervios. Itachi por favor, no me digas que no hay nada más que hacer, que prefieres una transacción monetaria a todo lo que tú y yo vivimos.

Fue su último intento, nadie podría quitarle de la cabeza jamás que Itachi sentía algo por él cuando eran unos chiquillos de secundaria, como le sonreía feliz de que pudieran pasar tiempo juntos.

¿Cómo podría haberlo dejado de querer?

—Eso pasó hace años, no estoy mintiéndote cuando te digo que ahora estoy enamorado de Naruto.

¿Acaso no podría volverlo a amar?

 

[...]

 

 

Naruto bostezó antes de estornudar, sin Itachi se aburría bastante. No tenía mayores conocidos en Japón y Kakashi aún no había regresado después de su viaje a América por su boda.

Así que estar sentado en una banca observando cómo la gente iba y venía era un buen pasatiempo en tanto esperaba a reunirse con su esposo, no quería dejarlo mucho tiempo solo porque a pesar de haber pasado su celo, Itachi dijo que probablemente sus ciclos aún serían irregulares.

No deseaba que tuviese algún contratiempo que pudiese ponerlo en riesgo, porque había dejado de tomar supresores tan seguido y Naruto estaba feliz con eso.

Sonrió.

Adoraba su aroma ahora mucho más libre, más real aunque ahora estuviesen ocupando otros métodos para evitar un embarazo. Luego de compartir el calor de Itachi había llegado a la conclusión de que debía poner todo de su parte para hacer feliz a su pareja. Naruto en verdad deseaba que el otro no volviese a sentir temor por un rechazo y aunque le costó bastante mantenerse a su lado cuando las feromonas llenaron cada parte de la habitación durante esos días su amor pudo más.

El hecho de que esta vez no usara un collar y no lo llamase “alfa” le ayudó lo suficiente para no rememorar momentos funestos, así que pudo abrazarlo sintiendo que tenía a su mundo entre sus brazos, que al fin había encontrado todas las respuestas tan solo en aquella persona, que su esplendor brillante bastaba para desear que su hogar siempre estuviese a su lado.

Se sintió dichoso al poder consentirlo al fin como Itachi se merecía, adorando y mimando cada parte de su cuerpo, dándole todo el placer que necesitaba, tomándose el tiempo de disfrutar cada mueca de placer, cada gemido que abandonaban sus labios.

“Puedes morderme… muérdeme” 

Itachi le dijo un par de veces, pero en cambio Naruto solo sonreía llenándolo de besos mientras arremetía contra su interior, aún era pronto para eso, se encargaría de llenarlo de todo su amor antes de que se vinculasen para siempre…

Seguro de que atesoraría aquel lazo por el resto de su vida.

Pero antes se había prometido eliminar cualquier duda en su esposo.

Naruto sonrió cuando se sintió algo emocionado, por recordar esos días que el celo de Itachi los mantuvo tan juntos que algo en su interior se removió más que dichoso. Los días que prosiguieron fueron igual de placenteros, tanto que se olvidaba de las razones por las que seguían sin poder disfrutar como era debido de su luna de miel.

Una omega desaparecida.

Resopló cuando las risas de un grupo de amigos lo devolvieron de sus cavilaciones, si el asunto era tan importante quizá podría pedirle ayuda a Minato. Su padre seguramente podría pagar más de un investigador privado para hallar a esa persona y acabar con todo esto, aunque no estaba seguro de si Itachi y su hermano estarían de acuerdo.

—Una omega… —repitió en voz alta, recordando vagamente como la última vez que estuvo allí… justo en ese mismo lugar… un papel pegado en uno de los postes anunciaba la foto de un omega desaparecido.

Sus ojos se dirigieron de inmediato a donde debía estar aquel papel.

Pero allí ya no había nada, solo publicidad sobre comida tradicional ahora se anunciaba en ese mismo espacio.

Se mordió el labio inferior antes de ponerse de pie en dirección de la casa Uchiha. Y justo a una calle de su destino se topó con Sasuke…

Su cuñado parecía demasiado ensimismado en su teléfono móvil que no reparó en su presencia, Naruto se acercó por obligación a saludar.

—Así es bastante fácil que te quiten el celular dattebayo —señaló formando una media sonrisa cuando el otro entornó su mirada con cierto desgano.

—¿Por qué no lo intentas? Así compruebas si es tan sencillo.

Naruto rio ante el desafío, aunque no le faltarán ganas de desquitarse con el muchachito por los golpes recibidos no iba a caer en su jugarreta. Además, tenía otros asuntos en mente.

—Vine por Itachi.

—Creo que es obvio —no modificó su expresión algo molesta en tanto se ponía a caminar.

Naruto no respondió siguiendo al otro, por como planeaba su vida lo más probable era que no dejase de ver a Sasuke eventualmente y por Itachi tendría que intentar llevarse mejor con aquel teme.

—Ya vamos buscando a esa persona por más de dos semanas. Si nadie más está ayudando… ¿No es mejor conseguir un investigador privado?

Sasuke se detuvo tan solo un segundo antes de seguir caminando—, esto no es una película, dobe.

—Como si solo existieran en las películas —rebatió algo molesto —por cómo estamos llevando las cosas, el tiempo seguirá pasando y no sabremos nada de esa muchacha, no vengas a decirme que no te importa porque todo esto es por ti, dattebayo.

Soltó con poco tacto, consiguiendo que Sasuke detuviera su marcha, el muchacho se giró para clavarle una mirada homicida, que tan incómodo hizo sentir a Naruto que tuvo que afilar la suya para no sentirse amedrentado.

—Nadie ha pedido tu ayuda dobe y nadie la necesita.

—¿Estás seguro? 

Sin embargo, Naruto no dejó que la ofensiva oración lo molestase, si en algo Sasuke tuvo que estar de acuerdo en que su hermano se casara con el “alfa” que lo abandonó, era el dinero así que cualquier expresión de fingida dignidad no encajaba con aquel Uchiha.

Y su cuñado pareció entender la indirecta, su ceño se frunció aún más acentuando su enfado.

—¡Sasuke! —En el preciso momento que los labios se entreabrieron para soltar una respuesta, la voz de Mikoto hizo a ambos voltear.

La señora Uchiha había salido al portón de su casa a la que casi habían llegado, la mujer agitó su mano derecha sonriendo amable.

—¿Por qué tardaste tanto? Veo que te encontraste con Naruto, dense prisa y entren que la comida estará lista dentro de poco.

La sonrisa de la mujer los forzó a detener su duelo de miradas para ingresar en la casa, Naruto resopló antes de quitarse los zapatos para poder entrar. Aún no se acostumbraba del todo a aquel detalle. Olfateó el ambiente en cuanto estuvo en la sala, buscando la lavanda por algún lugar.

—Sasuke, cariño porque no vas y-

Un ligero estruendo de algún objeto cayendo del piso interrumpió a Mikoto, su sobresalto hizo que Naruto enarcara una ceja.

—Ya iré yo —sonriente ella volvió a dejarlos solos. Subiendo las escaleras con cierta rapidez.

Naruto resopló yéndose a sentar en uno de los sofás, no estaba seguro de sí todos los japoneses eran así de reservados o solo la familia de Itachi, aunque su esposo tampoco era alguien que destacase por dejar a cualquiera inmiscuirse en sus asuntos.

Volvió a resoplar.

—¿Dispones del dinero para contratar a un investigador?

Se sobresaltó cuando Sasuke habló, cuando su cuñado se acercó lo suficiente para que no pudiese apartarse de su enfadada mirada. Naruto tardó más de lo habitual en entender a qué se refería.

—Hagamos un trato entonces. Yo te devolveré el dinero que vayas a utilizar, pero necesito que alguien se ponga a buscar a esa persona de inmediato.

—Vas a… devolverme el dinero —repitió pensando en cómo un adolescente podría pagar lo que se gastaría en un investigador privado, Naruto carraspeó para tener algo más de espacio —no voy a pedir una devolución, eso quedará a tu decisión. Pero que quede claro que lo hago por Itachi, supongo que sabes bien que él no pediría algo así para evitar malentendidos.

—Por eso el trato es conmigo —Sasuke esbozó una media sonrisa irónica— no tengo más que hacer.

—Bien, tenemos un trato dattebayo —se puso de pie extendiéndole su diestra para sellar el acuerdo con un apretón de manos.

Se sintió extraño.

Una vez resuelto el convenio Naruto esta vez no pudo volver a sentarse, Itachi estaba tardando demasiado en bajar, suponiendo que Mikoto le informase que estaba allí, algo inquieto llevó ambas manos a las bolsas de su pantalón para balancearse después de adelante hacia atrás, conteniendo con éxito la necesidad de ponerse a silbar. Sasuke aún lo observaba con cierto recelo y eso no lo ayudaba en nada.

Al momento que consideró subir por las escaleras a buscar a su esposo así no tuviese “permiso” este bajó con cierta prisa, esbozando una sonrisa algo nerviosa cuando lo vio.

Como si algo no estuviese bien del todo.

—Creí que nos veríamos en el restaurante de la otra vez —le tomó de ambas manos antes de enfocar a Sasuke y sonreírle —ya volviste.

El Uchiha más joven asintió yendo hacia la cocina sin decir absolutamente nada.

—¿Nos vamos?

Naruto enarcó una ceja cuando Itachi le propuso aquello, estaba casi seguro de que se quedarían a comer allí.

—Tú madre-

—Ya le dije que comeríamos fuera, no te preocupes —hablando algo más rápido que de costumbre Itachi a base de pequeños jalones los sacó de la casa.

—¿Estás seguro? —preguntó en su trayecto, viendo sin querer hacia las escaleras, tratando de hallar a alguien.

—Claro, además así podemos pasar tiempo a solas… tú y yo… —Itachi inspiró hondo en medio de su oración entrecortada, con una sonrisa que a duras penas aún se mantenía en sus labios, desviando la mirada.

Naruto resopló. ¿Algo andaba mal?

Desde luego, pero si Itachi no deseaba decírselo no lo forzaría. Así que se acercó a abrazarlo, rodeándolo con sus brazos, estrechándolo con cariño esperando quizá que eso lo hiciese sentir mejor.

 

.

 

 

Tal vez evocando antiguas costumbres es que Itachi se quedó dormido después de la comida, Naruto lo arropó con cariño sonriendo como un bobo, pese a que ya comenzaba a cansarse de quedarse en una habitación de hotel en lugar de poder establecerse en su propio hogar. Había pensado en pedirle ayuda a Minato para rentar una pequeña casa en tanto se acostumbraba al trabajo en sus empresas, su padre no había llamado tanto como pensó, bastándole con enviar documentos que debía memorizar, mensajes cortos donde insinuaba que retomase sus estudios para que no terminase como un estorbo en sus oficinas.

Naruto en verdad trató de prestar atención a las pequeñas letras en la pantalla de su celular, aprender algo de proyectos y contratos.

Suspiró posando su mirada clara en el móvil de Itachi, este reposaba sobre el buró. Tentado estaba de revisarlo para ver si allí hallaba alguna respuesta sobre el ligero cambio en Itachi, como parecía más inquieto en algunos días.

Justo como hoy.

Pero no lo hizo, no sería justo revisarlo sin permiso. Así que tomó su propio celular buscando el número de su padre, para llamarle, necesitaba concertar cuanto antes lo del investigador privado. Al menos lo intentó hasta que comenzó a sonar anunciando una llamada entrante de un número desconocido.

 

 

[...]

 

 

 

Luego de acordar la ayuda de Naruto, Sasuke se sintió algo estúpido, sería bastante difícil devolverle el dinero a ese usuratonkachi, pero sin muchas opciones prefirió hacerlo sin comentarle a nadie. De todos modos, ya llevaban buscando algo más de dos semanas y no tenían ni rastro de Hinata.

Visitar a Neji sin tener ni una sola noticia positiva ya era de por sí demasiado incómodo y más por la relación que se suponen ya tenían…

Sasuke sacudió la cabeza algo apenado, subiendo las escaleras hacia su habitación, no eran novios, pero si habían compartido un par de besos estando a solas y mentiría si no dijera que él contactó le agradó, no es que hubiese besado a muchas personas, pese a su apariencia y a lo que cualquier pensara, Sasuke siempre fue demasiado reacio a establecer una relación afectiva.

Sin embargo, ahora se hallaba ahí, con la cabeza revoloteando por solo recordarlo. Demasiado ensimismado entró de golpe en su habitación notando recién a Shisui, de pie observando por su ventana como algún tipo de espía.

—¿Itachi ya se fue? —su primo inquirió sin siquiera voltear a verle.

—Eso supongo —Sasuke chasqueó la lengua algo irritado por hacerse una idea del porqué su hermano actuaba algo extraño —deberías dejar de fastidiarlo.

—Somos familia —al fin se giró con una sonrisa hipócrita.

—Tú lo has dicho —le dio la razón ya sin prestarle más atención, yendo hacia el placar para buscar un cambio de ropa.

—Sasuke, no pude decirle a tu hermano, pero creo que encontré algo que podría ayudarnos.

El aludido entornó la mirada, si Shisui al fin había averiguado algo que pudiese ayudarlos, con un investigador privado sería mucho más fácil hallar a esa persona.

—¿Qué es?

—El nombre de Danzo Shimura figura en una larga lista de inversionistas en América, en particular de un grupo tan grande como una multinacional.

Frunció el ceño al escucharlo dejando de lado la ropa para acercarse.

—¿Tiene Danzo tratos con ellos?

—Al parecer si, incluso hay nombres que han estado involucrados en acusaciones de trata de personas.

Sasuke tragó pesado al escuchar lo último, no podría decirle a Neji cosa semejante.

—¿Entonces… aún no sabes dónde está?

—No es fácil, no tenemos recursos ni mucha ayuda. De momento solo tú y yo hemos intentado reunir información, Sasuke.

—Voy a conseguir más ayuda, un investigador, lo que haga falta.

Shisui afiló la mirada al escucharlo, abandonando al fin su posición para acercarse y verlo mejor.

—¿Dónde piensas conseguirlos?

—Ese es mi problema.

Su primo no reaccionó ante su ácida respuesta, solo se limitó a sostenerle la mirada antes de apartarse de sopetón un par de segundos después.

—Claro, si ya tienen a la gallina de los huevos de oro.

Y en un tono sarcástico como nunca le escuchó, Shisui descompuso ese gesto siempre casual.

—Hablaremos después.

Sasuke parpadeó un par de veces cuando su primo se hubo ido, seguramente imaginándose un montón de estupideces con respecto a Naruto y su boda con Itachi…

Estupideces que eran tan verídicas que quizá Shisui tenía razón al sentirse tan asqueado con ello.

 

.

 

 

Mucho tiempo no tuvo para meditar aquello, con bastante rapidez al cabo de unos días su “cuñado” ya había contratado a lo que se supone era un investigador para resolver ese asunto una vez por todas. Y fue aquella inusitada noticia la que lo movió de nuevo a casa de los Hyuga, aún trataba de entender porque Hizashi nunca le impedía las visitas pese a que Neji había dicho que aún no lo dejaban salir.

—¿Y es confiable? —visiblemente entusiasmado se acercó demasiado cuando Sasuke se sentó sobre la cama luego de explicarle.

—Lo consiguió el dobe, dudo mucho que quiera decepcionar a Itachi contratando alguien mediocre —bufó recordando la expresión de enfado de su hermano cuando se dio cuenta de todo, sin decirle ni una palabra.

—Ha pasado más de un mes y cada vez que pregunto a mi tío por ella se limita a decir que está bien… que podría verla cuando quisiera, que él me llevará a donde está.

—¿Que? —algo descolocado Sasuke preguntó.

—Fue hace un par de días, vino y habló con mi padre y cuando estaba por irse lo intercepté. Estoy seguro de que sabe dónde está Hinata.

—¿Aceptaste ir con él?

—Lo hice, pero mi padre interrumpió en ese momento. “Ni lo pienses” le dijo. ¿Entiendes a lo que me refiero, Sasuke?

Neji lo increpó acercándose aún más, Sasuke asintió lento. A la contradicción con la que estaban jugando, pasando de una denuncia por persona desaparecida para convertir el asunto en simples “vacaciones”.

¿No sería más fácil que Neji aceptase la propuesta de su tío? Solo restaría seguirlos y averiguar qué tramaba. Negó sin darse cuenta, sin ayuda de la policía era casi como un suicidio… no se atrevería a arriesgar a Neji sin tener la certeza de que algo así funcionaría.

—También lo pensé —el otro interrumpió sus pensamientos —si lo planeamos bien-

—No.

—Sasuke, solo tienen que seguirnos.

—Ni siquiera sabes con qué clase de gente está involucrado Hiashi, pudo haber vendido a su propia hija —molesto se puso de pie asegurándose de no elevar la voz.

—Por eso mismo no puedo dejar sola a Hinata, ni mucho menos dejar que suceda lo mismo que con Hanabi.

—Dijiste que hallaron su cadáver —tragó pesado, Neji le había contado no hace mucho que la hermana menor de Hinata había desaparecido hace mucho, que pese a buscarla por todos lados cuando la hallaron luego de meses estaba enterrada a las afueras de la ciudad.

—No quiero recoger el cadáver de Hinata, no pienso hacerlo. Puedes ayudarme con esto, si conseguimos al menos un par de pruebas o siquiera una remota idea de donde esté Hinata.

Sasuke lo observó fijo, tratando de averiguar en esos antinaturales ojos blancos si estaba dispuesto a arriesgarse tanto por un familiar, la respuesta fue evidente. De igual modo que él lo haría por Itachi.

Sin embargo, Sasuke aún quiso quedarse a esperar, convertirse en un estúpido optimista y aguardar porque su primo y aquel investigador lo resolviesen todo. Los labios de Neji entonces colisionaron con suavidad contra sus comisuras, llamándolo para corresponder el gesto.

—Va a estar bien.

Le susurraron.

 

[...]

 

 

La confesión de Shisui no lo tomó por sorpresa, no como hubiese sucedido hace años donde el escuchar las dulces palabras quizá ocasionasen un repentino nerviosismo. No obstante, esa no era la situación.

Desde que lo volvió a ver, Shisui hizo evidente que su molestia por el matrimonio que Itachi acababa de contraer eran puros celos. Incluso apelando a esos años pasados para intentar que le correspondiese.

—Estoy enamorado de Naruto… lo lamento.

Fue lo más honesto que pudo e intentó que su rechazo no afectase a su primo. Pero Shisui no se lo puso fácil.

“Es por dinero”

Hizo mención de aquello más de una vez, haciéndole sentir de alguna manera como un simple objeto que ha sido rentado, que Naruto había pagado por dos años antes de que aquel contrato le pudiese permitir libertad. Y estaba equivocado, Naruto y él no iban a separarse, mantendrían aquel matrimonio por amor…

Porque estaban enamorados.

Estaba convencido de aquello.

—No necesitas mentirme —presionó de nuevo intentado asirlo por ambos brazos.

Sin embargo, Itachi no lo permitió—, no lo hago. Naruto y yo-

—Por todos los cielos. ¡Estás mintiendo! —lo acusó molesto, viendo su nuevo intento por sujetarlo frustrado cayendo esta vez algunos libros de Sasuke del librero hacia el piso debido al impulso.

—¿Por qué te rehúsas a creerme? —Itachi se mordió el interior del labio inferior, no recordaba ver a su primo tan afectado.

—Porque me estás diciendo que todas nuestras memorias no importan. Yo deseaba volver y que pudiésemos retomar… empezar una relación, que no importase que fuésemos primos, que tú estarías esperando por mí.

—Solo somos primos, nunca pudo haber nada más entre nosotros.

—¿Lo estás usando para alejarme entonces?

—No-

Esta vez no pudo retroceder a tiempo, Shisui lo asió por una mano, presionando con algo de fuerza para que no pudiese alejarse. Entrecerró la mirada cuando el otro hizo amago de ejercer más presión.

—Shisu-

—Itachi… tiene que haber algo… dime que al menos significó algo para ti…

Los ojos brillantes en su familiar le hicieron sentir mal, no deseaba lastimarlo, con un pequeño nudo en el corazón vio como llevaba su diestra sujeta hasta sus labios, aspirando su aroma.

—No quiero perderte…

Fue un susurro demasiado audible, casi con la voz quebrada antes de que lo soltara repentinamente cubriéndose la boca después.

—Necesito que entiendas esto, Shisui. Naruto y yo fuimos novios, él-

Su trémula explicación esta vez se vio interrumpida por Mikoto, su madre abrió la puerta sin tocar, afilando la mirada al verlos tan cerca.

—¿Interrumpo? —con una media sonrisa se acercó interponiéndose entre ambos —Ita, Naruto está abajo. Vino a recogerte.

—Bajo enseguida —respondió por inercia, saliendo del lugar a toda prisa, yendo hacia su antigua habitación antes.

Debía ser precavido, así que se tomó el tiempo de lavarse las manos para evitar que cualquier rastro del aroma de su primo se hubiese adherido a su dermis. Sintiéndose tan miserable como si estuviese engañando a Naruto, como ansiaba poder contarle todo… ocasionando quizá que su esposo increpara a Shisui provocando una absurda pelea.

Inspiró hondo una vez más cuando estuvo listo.

Casi se sintió enfermo por todo lo que sucedía, con ligeras agruras se apresuró al piso de abajo sonriendo cuando tuvo a Naruto en su rango visual.

No necesitaba complicarlo todo.

 

 

[...]

 

 

Notas finales:

 

Saludos, siento la demora. Si, sé que tardo bastante de momento, espero poder actualizar más seguido. Muchas gracias por las lecturas y los bellos comentarios. Si ando muy desaparecida, por facebook suelo subir algún que otro dibujillo mal hecho.

https://www.facebook.com/Yae.01

Cuídense y nos leemos en el siguiente.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).