Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Intoxicación por Yae

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

-

 

 

22.- Mucho más de lo que sabrás

 

 

 

 

 

Itachi jadeó, mordiéndose el labio inferior inmediatamente después. Las agruras en su boca y los residuos en el retrete sólo le hicieron sentir más enfermo, bajó la manija del tanque de agua dejando caer la tapa del inodoro después. Yendo directo al lavabo abrió el grifo para reunir el agua que caía entre las palmas de sus manos, antes de llevarlas a la boca y beberla para tratar de quitarse el mal sabor.

Debía ser por estrés.

Consideró algo más calmado, tomando su cepillo de dientes.

Aquella mañana había despertado algo indispuesto, igual que hace un par de días y no era para menos, acababa de enterarse que Naruto contrató un investigador privado para localizar a Hinata Hyuga, que hace semanas ya había tomado contacto con Sasuke y nadie tuvo la delicadeza de informarle a Itachi.

Así que estuvo molesto.

Naruto se disculpó y argumentó que solo quería ayudar a Sasuke para que así pudiesen regresar a América sin ninguna preocupación.

Y en parte tenía razón.

Ya llevaban más de dos meses en Japón y seguramente Minato estaría reclamando por su exagerada ausencia, agregándole a ello que Fugaku ya hubiese mandando casi toda la investigación de los supresores a Norteamérica no tardaría en tratar de llevarse a todos cuantos antes.

“—Han dicho que Danzo tiene tratos con una multinacional, que ellos se llevaron a Hinata”

Su pequeño hermano le había confesado poco después, demasiado preocupado haciéndole entender sin palabras que no podía decirle eso a Neji, soltando insinuaciones de trata… volvió a sentir nauseas, aunque no conociera a la chiquilla más que de saludo, considerar siquiera lo que podría estar sucediéndole de ser aquello cierto era nauseabundo. Cubrió nuevamente su boca con una mano luego de terminar de cepillarse, solo por aquella probabilidad es que no le reclamó nada a Naruto, porque pese a que pudiese incomodarlo seguir usando el dinero de Minato la seguridad de esa muchacha estaba antes.

 

—Ita, ya trajeron el desayuno —Naruto le habló dando un par de toques en la puerta.

—Ya voy —respondió algo ronco, sujetando sus cabellos con una liga a prisas. Se reunirían con aquel investigador, para juntar la poca información que tenían y presionar a Fugaku para que de una vez por todas les dijese lo que sabía de Danzo y el padre de Hinata.

La etiqueta de “quiero protegerlos” ya no sería aceptada.

Suspiró antes de salir del baño, viendo de inmediato a su esposo acomodando los platos con la comida sobre la pequeña mesa de cristal, colocando los dangos sobre la vajilla.

No tenía apetito.

—Aún tenemos algo de tiempo, así que podemos comer con calma, dattebayo —le habló sonriente, invitándolo para que se sentara a su lado.

—No tengo mucha hambre —señaló sentándose en el lugar indicado —siento que deberíamos irnos cuanto antes, dejamos pasar mucho tiempo.

—Bueno, yo sé que están preocupados, pero todos hacemos lo que podemos —resopló— malpasarnos no hará que las cosas se solucionen antes. Si quieres puedo pedirle más ayuda a Minato-

—No —negó— mi padre es quien tiene que hacer algo ahora. No puede seguir guardándose lo que sabe si eso pone en riesgo la vida de una persona —Itachi suspiró inclinándose de modo inconsciente sobre el hombro de Naruto, siendo rodeado por los brazos de su esposo.

Como adoraba aquella sensación.

Y agradecía enormemente no haberse topado a solas con Shisui de nuevo, las llamadas y mensajes se redujeron al punto de que obviarlos era más sencillo.

No quiero que me odies.

Como lo último que hubo enviado hace días, Itachi se atrevió a responder mucho después.

No lo hago.

 

Luego de ello recibió un mensaje que dejó en buzón, aunque había considerado buscar a su primo para aclararle lo que estuvo a punto de decirle, antes de que su madre interrumpiera aquel día que le confesó estar enamorado, no lo hizo. No quería pensar que su primo pudiese mencionarles el asunto a sus padres y dejarlos al descubierto.

Por su reacción de aquel día fue que prefirió no hacerlo.

Esperando que ante tantas evasivas desistiría.

—Hueles tan bien.

Naruto habló sacándolo de su introspectiva, estrechándolo más entre sus brazos como si no deseara soltarlo nunca. Itachi sonrió sin pensarlo.

—Lo has dicho mucho últimamente —sonriente se dejó acunar, estirando una mano para tomar una varilla de dangos y dirigirla a sus labios.

—Es que es la verdad, antes no podía sentirlo como ahora, por los supresores, tú sabes´ttebayo.

Esta vez Itachi asintió en silencio.

Los supresores.

 

 

.

 

 

Pain.

Fue con aquel extraño nombre que aquel investigador se presentó, de cabellos anaranjados y algunos piercings en la nariz y orejas a Itachi le pareció muy poco convencional.

—Lo datos que pude cruzar con los contactos que me proporcionaron nos dan un par de alternativas claras —dijo colocando varios papeles y fotografías sobre la mesa de la diminuta sala en el apartamento que Shisui rentaba, donde todos acordaron reunirse.

Naruto pareció molesto por el detalle pese a no decir nada. Y no quiso considerar que pudiese estar intuyendo algo.

—Hay dos locaciones que están a nombre de Danzo Shimura; una es una constructora que dejó de funcionar hace más de una década y la otra son las instalaciones de sus laboratorios. Laboratorios que por cierto no hay registro de que estén produciendo algo.

Shisui explicó colocando más papeles sobre el mueble, torciendo los labios antes de dedicarle una fugaz mirada.

Itachi se encogió en hombros—. ¿Creen que la tenga retenida en alguno de esos lugares?

—Considerar eso sería tanto como asegurar que Shimura Danzo es quien hizo tratos con Hiashi Hyuga, para que le cediera a su hija.

Otra vez sintió ligeros malestares al pensar en ello.

—Con lo que he podido confirmar en la constructora no hay más movimiento que el eventual de algunos camiones dejando escombros, como un simple basurero. Los laboratorios sin embargo si llevan bastantes guardias, pero el personal es bastante limitado. Un laboratorio de esas dimensiones no podría ser del todo funcional a menos que el resto de sus empleados vivieran dentro —Pain colocó a la vista de todos una fotografía del lugar, demasiado grande para que pudiese pagarlo solo.

Tendría que estas asociado con alguien.

—¿Entonces aún no tenemos nada? —esta vez Naruto bufó.

—No he podido hallar alguna pista o registro de algún testigo que haya visto a Hyuga Hinata siquiera alguna vez cerca del lugar, pero eso no quiere decir que ella no esté ahí.

—¿Qué? —Sasuke respingó.

—Lo que Pain si logró averiguar —Shisui resopló entre dientes —fue que de los voluntarios hay algunos que aún permanecen ahí, estamos hablando de semanas.

Itachi se sintió algo mareado así que prefirió sentarse en uno de los sofás, todo era demasiado conveniente. Y por primera vez consideró que la policía estaba haciendo caso omiso de la desaparición de Hinata, de igual modo que el de otras personas…

Tragó pesado.

—¿Saben quiénes son? Si son… omegas —completó algo indispuesto.

—¿Tiene alguna hipótesis, señor Itachi? —Pain enarcó una ceja.

—No —sacudió la cabeza —solo hice la pregunta para… curiosidad —completó cruzando su mirada con la de Sasuke, su hermano se veía algo molesto.

—Aún no he podido hallar todos los datos de los supuestos desaparecidos, cuando los tenga será sencillo averiguarlo, ya que Japón no permite la confidencialidad de ese detalle en las identificaciones.

—¿Y es todo lo que tienen? —con una sonrisa irónica Sasuke elevó la voz —ya vamos para dos malditos meses y esto. ¿Es todo lo que tienen?

—Sasuke, estamos montando una investigación desde cero y sin ninguna pista-

—Dijiste que podrías ayudar en esto, Shisui.

—Voy a hablar con Minato, le pediré que contrate a cuantos sean necesarios-

—Le pido que no haga eso, joven Namikaze. Ya planteé el punto con su padre mucho antes, si se necesitan refuerzos yo me encargaré de conseguirlos, de momento es más que suficiente con Shisui y mis ayudantes. No queremos llamar la atención de la policía en este caso, ellos podrían estar involucrados y eso solo arruinaría cualquier avance.

 

Itachi guardó silencio ante la ligera discusión que parecían querer montar los demás presentes.

“Hablas como si fuésemos mascotas”

Sin querer recordó aquella frase que Sasuke le soltó hace tanto. Cuando recién comenzaba a tratar a Naruto y estaba demasiado entusiasmado con sus nuevos sentimientos como para analizarla a fondo.

Mascotas.

—Hablaré con padre —dijo al fin cuando se sintió demasiado ajeno a la conversación —haré que me diga todo lo que sepa de los negocios de Hiashi y Danzo.

—No creo tener que recordarles que, si confirmamos que la policía no va a involucrarse, no importará las pruebas que tengamos. Tendremos que actuar solos.

El pronóstico de aquel investigador era en extremo desalentador.

 

 

 

.

 

 

La mirada de Fugaku era demasiado seria, obviamente enfadado por el repentino cuestionamiento con el que Itachi se presentó a lo que quedaba de sus laboratorios, simplemente cajas con basura ahora se apilaban en los rincones.

—¿De dónde sacaste todo esto? —con el ceño fruncido devolvió las fotografías y papeles sobre la mesa.

—Eso no importa.

—Claro que sí, no puedes venir y acusarme de estar involucrado en toda esta porquería.

—No estoy haciéndolo.

—Oh, Itachi. Tu insolencia y desconfianza no los esperaba —casi siseó cruzándose de brazos —te dejaste convencer por tu hermano para seguir involucrándose con los Hyuga. Pero se termina en una semana.

—¿Una semana? —tragó pesado al sentir una molesta agrura.

—Pensaba retrasarlo un poco más pero su comportamiento no me deja más opción, en Norteamérica será cuestión de tiempo para que Sasuke se olvide ese mocoso Hyuga.

Afiló la mirada también algo molesto—. ¿No sería más fácil que nos dijeras de una vez porque tanto repudio a los Hyuga? Si quieres que Sasuke se aleje de ese muchacho es mejor que tengas una razón de peso, porque una orden no será suficiente.

Fugaku se mantuvo en silencio unos instantes, analizando a su hijo y quizá decidiendo que información compartir con él. Dando un par de pasos en su dirección, elevando el mentón antes de afilar aún más su mirada.

—Los Hyuga querían más dinero, dinero con el que no contábamos. Eso es todo, ahora deberías regresar y descansar.

—No voy a conformarme con esa respuesta —Itachi también arrugó el entrecejo molesto por las evasivas de su padre, si nunca dudó en hacerles partícipes de cada tragedia en su investigación le resultaba inaudito que a estas alturas se guardase algún tipo de información.

—¿Has estado tomando tus supresores?

 

 

 

[...]

 

 

 

Quizá su primera pregunta debió ser el cómo había conseguido su número de celular, luego tal vez debió interrogarlo sobre el motivo para citarlo en aquella cafetería donde ahora se hallaban, a Naruto no le gustaba del todo el café.

Pero se sentó delante de Shisui, tomando la bebida oscura para darle un sorbo.

Estaba amargo.

—Siento haber llamado tan repentinamente —el primo de Shisui no sonrió, pero esbozo una mueca que intentaba ser amable.

—No hay problema —torció los labios devolviendo el café a la mesa —pero me gustaría saber porque, no creo que tú y yo tengamos nada de que hablar´ttebayo.

—En eso te equivocas. Itachi es… Itachi es muy importante para mí.

—Son familia, no lo dudo —no tardó en evidenciar un ligero cambio en la mirada ajena —¿pasa algo con Itachi?

Shisui resopló y subió ambos codos sobre la mesa antes de cruzar sus brazos.

—Sé que su matrimonio fue arreglado —negó antes de que Naruto pudiese interrumpir —nadie me lo dijo, es fácil hacerse una idea, Itachi y yo nos conocemos desde hace mucho.

Naruto bufó algo ruidoso, no le estaba agradando para nada el rumbo de la conversación. Si aquel sujeto era tan cercano a Itachi se le hacía un completo disparate que su esposo nunca le hubiese hablado de él.

Ni una sola vez hizo mención de aquello.

—Aunque seas primo de Itachi no creo que tengas mucho que ver en esto, sus padres y el mío están al tanto de todo —casi de todo, resopló— si te preocupa que vaya a tratarlo mal, voy a asegurarte, aunque no tenga que hacerlo, que nunca lo lastimaría dattebayo.

La sonrisa en Shisui fue tan artificial que Naruto quiso devolverle el gesto.

¿Estas celoso?

Preguntar.

Pero se conformó con el clarísimo descontento del otro, fue poniéndose de pie con cautela mientras buscaba algo de dinero en sus bolsillos.

—Yo pago —Shisui elevó un poco su mano derecha —fui yo quien te pidió que vinieras.

— Te lo agradezco, dattebayo —Naruto sonrió amplio —debo irme, dejé a Itachi durmiendo y va a preguntarse dónde estoy.

Pero en el instante que dio media vuelta, Shisui habló:

—Itachi es muy importante para mí.

Y ante la repetición Naruto respondió sin voltear.

—También para mí lo es.

 No quería comprender el porqué de aquella brevísima conversación, una donde el primo de Itachi parecía querer hablar largo y tendido, desistiendo al final. Naruto agradeció el poder escabullirse, no le agradaba esa persona, algo en su modo de expresarse lo ponía en alerta, algo en su tono al hablar de Itachi le crispaba los nervios…

¿Podría ser?

Mordió su lengua al pensar en ello, considerando quizá hablar del asunto con Itachi, desechando la idea de inmediato. Seguramente su esposo se ofendería de comentarle algo así, insinuar que su primo podría estar enamorado de él.

Debía estar exagerando.

Suspiró pensando en lo que debería hacer, había acordado conseguir un investigador privado para ayudar a Sasuke y el tiempo apremiaba.

 

 

 

 

“Deja de meterte en problemas, Naruto. Ya deberías estar aquí y regresando a la universidad”

Aquel fue el ultimátum cuando Naruto recurriese a su padre para solicitar ayuda y contratar un investigador. Tuvo que morderse la lengua para no vociferarle en respuesta, modular su tono de voz para explicar un poco de la situación sin perder los estribos.

“¿De cuánto hablamos?”

Pareció satisfecho cuando se dio cuenta que todo se resumía a dinero, posiblemente feliz por seguir atándolo a aquel trato que tenían… uno donde un par de hijos que aún no engendraba ya estaban involucrados.

Se sintió como un parásito.

Sin embargo, se recordó porque lo hacía, para ayudar a la familia de Itachi, para que su esposo dejara de preocuparse por asuntos que ya no deberían merecer toda su atención. Deseaba al menos poder acabar con aquella farsa de matrimonio arreglado, dejar de pretender que sería capaz de abandonar a Itachi en dos años.

—Gracias.

Dijo al final cuando Minato aceptase encargarse conseguir a alguien competente, porque Naruto no sabría por dónde buscar, no es como si pudiese hallar una persona confiable en un anuncio de internet o las páginas amarillas de alguna gastada guía telefónica.

Aquel día se quedó más tiempo del necesario en la estación de autobuses, viendo por el cristal de aquel restaurante. Al parecer Minato tenía razón, no podría mantener sus berrinches toda la vida.

¿Cuándo Minato muriese, heredaría todo?

Sacudió la cabeza desechando la probabilidad.

Lo que sucedió los siguientes días fue bastante intrascendente, su padre no tardó en enviar a aquel sujeto. Demasiado sospechoso para Naruto, con un nombre aún más extraño; Pain dijo, como si fuera parte de alguna banda de metal de los 80´s, sonrió ante su comparación y más al relacionarlo con la joyería que usaba en la cara.

No obstante, aquel sujeto se puso a trabajar casi de inmediato, hablando con Sasuke y el insoportable de Shisui que recién supo era un policía.

“—Mi hermano no necesita saber de esto, es un trato entre ambos.”

Fue el amable recordatorio de su cuñado y aunque Naruto no estuvo de acuerdo no dijo nada. Porque entendía en parte las razones para no querer involucrar a Itachi, porque toda su familia estaba dispuesta a usar el dinero de Minato, pero no querían que pareciera que era solo porque estaba casado con Itachi.

Oh.

Naruto entonces no le dijo a su esposo, esperando que lo que Sasuke le dijese fuera suficiente para que no comenzara a sospechar. Aunque no duró mucho, luego de unas semanas el ceño fruncido de su esposo fue inquietante.

—¿Cuándo pensaban decírmelo? 

—Solo quería ayudar a Sasuke, así podríamos regresar a América sin que te preocupases por él. Tu hermano no quería que lo supieras, porque podrías haberte negado, porque… Minato es quien está pagando por todo.

Bufó sintiéndose miserable esta vez, porque de no ser por su padre no tendría ni donde caerse muerto.

—Te juro que me gustaría tener el dinero, así ninguno se sentiría como un maldito interesado en el dinero de mi padre. Soy su hijo y hasta yo me siento horrible de andar dependiendo todo el tiempo de él, no tengo nada que pueda decir conseguí con mi esfuerzo…

La sensación de inutilidad le hizo resoplar yendo a sentarse al sofá de aquel hotel que ya comenzaba a detestar.

Ni siquiera había sido capaz de casarse con Itachi por cuenta propia.

Era un fracaso.

—Tampoco es que yo cuente con mucho —Itachi hizo amago de sonreír mientras se sentaba a su lado —no pude ayudar a mi padre para evitar que perdiera el proyecto de su vida. No puedo ayudar a mi hermano como quisiera y…

—Te casaste conmigo —Naruto sonrió pese a lo turbio de aquel detalle —cuando regresemos voy poner todo de mi parte para ganar mi propio dinero y tú terminarás la universidad y-

En medio de su ligera emoción fue interrumpido por el beso de Itachi, la dulce caricia que hacía latir más rápido su corazón, junto al delicioso aroma que impregnaba cada uno de sus sentidos, hasta otorgarle la sensación de que podría volar si lo quisiera.

Estaba tan enamorado.

 

.

 

Cuando Itachi regresó de hablar con su padre poco después se vio algo molesto, pero no dijo nada, casi sin saludarlo fue a encerrarse directamente al cuarto de baño. Naruto se sintió algo descolocado por la actitud, así que temiendo que pudiese sentirse mal como en aquellos últimos días, se acercó lo suficiente para poder oír a través de la madera.

—¿Pasó algo? —preguntó quedito dando un solo golpe.

Aguardó paciente por una respuesta que no llegó, Naruto se mordió el labio inferior tratando de aguzar su oído para escuchar lo que su esposo hacía tras la madera.

—¿Ita, estas bien?

—Lo estoy.

La lacónica réplica lo desconcertó porque pese a golpear de nuevo ya no le dijeron nada, así que resoplando fue a sentarse al sofá esperando que Itachi saliera pronto para explicarle qué sucedía. Ligeros nervios comenzaba a sentir también.

Trató de prestarle atención al programa de televisión en la pantalla plana pero no funcionó. Viendo en el reloj de pared como los minutos avanzaban.

¿Algo habría pasado con su padre y hermano?

Tal vez no consiguió que Fugaku le dijese nada, probablemente terminaron discutiendo y eso provocó su mal humor…

Quizá.

Entrelazó sus dedos asintiendo, deseando que ese fuera el motivo del comportamiento de Itachi… porque la otra hipótesis involucraba a Shisui…

¿Aquel Uchiha podría haber intentado algo?

Naruto frunció el ceño, molesto y en un santiamén ya estaba de pie listo para golpear de nuevo la puerta para que le abriesen y le dieran una explicación. Porque de ser ese indeseable el responsable…

Retrocedió de súbito cuando la puerta se abrió, Itachi lucía molesto haciéndolo dar varios pasos hacia atrás.

—¿Sabías de esto? —cuestionó enfadado casi estrellándole en la nariz la pequeña barra de plástico que sujetaba.

—¿Qué? —Naruto trató de ver mejor el objeto que su esposo sacudía delante de él, arrebatándoselo cuando dejó de moverlo por un instante.

Sus azules ojos se abrieron en demasía al darse cuenta de que se trataba.

Una prueba de embarazo...

 

—Esto es… —¿tuyo? Quiso preguntar, pero se mordió la lengua antes de hacerlo. ¿De quién más sería? Si Naruto ya no estuvo con nadie más desde que salió de Norteamérica e Itachi… estaba seguro de que su noche de bodas fue su primera vez.

Se quedó en silencio solo viendo a los negros ojos que lucían brillantes, con el ceño fruncido y la mandíbula tensa.

Era la primera vez que lo apreciaba así.

—¿No vas a decir nada? —Itachi al fin habló.

—Estoy esperando que me expliques, porque yo no entiendo que está pasando dattebayo.

La expresión en su esposo se endureció retrocediendo con sincera decepción.

—Creí que tu serías quien diera las explicaciones. Me he estado cuidando Naruto, incluso después de mi celo… no hay manera de que esto pasara —el tono de su voz sufrió un ligero cambio, de molestia a angustia.

Pudo sentirlo con claridad.

—Hay algo que quieres decirme, ¿por qué no hablas claro? —tragó pesado presionando la prueba en su puño derecho.

Hubo un pesado y largo silencio tras eso, casi sepulcral, Naruto podía escuchar el sonido de sus respiraciones algo agitadas con facilidad. Una parte de él esperaba que Itachi no dijese lo que estaba seguro soltaría.

—Tienes un trato con Minato… en el que debías darle nietos.

De nuevo se mordió la lengua, conteniendo todo lo que podía la indignación que sentía por la absurda acusación, acción que solo duró segundos.

—¡¿Y me crees capaz?! —casi gritó—¡No soy así de egoísta como para andar pinchando condones antes de acostarme contigo!

Ligera vergüenza pudo notar en las mejillas de su esposo antes de volver a hablar—, no necesitas gritar. Además-

—¿Además qué? —lo interrumpió —si a esas nos vamos, tu leíste el maldito acuerdo prenupcial, Itachi. Sabes de la cláusula que se pondrá en marcha en cuanto se sepa de esto.

Aquel pareció ser el remedio, Itachi retrocedió por completo, sus brillantes ojos titilaron sin llegar a derramar una sola lágrima.

—Jamás haría algo así.

—Sin embargo, viniste a acusarme a mí de eso´ttebayo.

Esta vez su esposo tragó pesado, apartándose lo suficiente para ir a sentarse al sofá, en el lugar justo en el que Naruto se sentase hace poco.

—Lo siento —musitó lo suficientemente claro.

Naruto resopló ruidoso, viendo de nuevo la prueba de embarazo en su mano, aquel pequeño artefacto que mostraba dos líneas rojizas en el espacio blanco. Suspiró.

¿Eso significaba que Itachi estaba embarazado? ¿Cómo había pasado aquello? Si estaba seguro de que se cuidaron lo suficiente, acababan de casarse y sin tomar en cuenta su edad, era demasiado pronto.

No es que no pensara en una familia en algún momento, sin embargo ni por asomo figuraba en sus planes a corto plazo un hijo, se mordió el interior del labio inferior esta vez, cuestionándose como pudo suceder aquello. Itachi había venido acusándolo de sabotear los preservativos y aunque Naruto le devolvió la acusación jamás podría desconfiar de Itachi, pero sí de su familia…

Bufó.

Estaban metidos en un buen lio.

A pasos lentos fue hacia donde su esposo, sentándose con cautela a su lado. No deseaba seguir peleando.

—En verdad lo siento, Naruto. No debí… —hizo una pausa —es solo que… esto no debía pasar.

—Lo sé, ambos estábamos muy de acuerdo en eso. Pero ahora no es que podamos dar marcha atrás.

Itachi se encogió en hombros viendo hacia el piso—, aun podemos —farfulló.

Aunque lo natural hubiese sido escandalizarse, Naruto no lo hizo. Porque la idea también rondó sus pensamientos en aquel instante, badajeándola y más cuando al fin los negros ojos lo alcanzaron, como si le suplicase una solución que, en medio de toda su brillantez, Itachi no podría pensar solo.

No obstante, Naruto negó.

Porque tampoco tenía la respuesta, no era algo que hubiesen planificado por lo que ni una sola “solución” es que se hubiera planeado.

—No lo sé… —confesó en un susurro desolado —ni siquiera sé cuánto…

Naruto asintió tomando las manos de su pareja entre las suyas, componiendo una sonrisa breve, no tenía la más remota idea de cómo actuar ante aquella situación, un hijo no era algo que se pudiese tomar a la ligera, pero su gesto afable se ensanchó al considerar por un segundo que aquel bebé sería de Itachi, tendría sus ojos quizá, o el profundo negro de su cabello y serena personalidad.

—Mejor vamos con un médico, necesitamos que te hagan un examen y… ver cómo está… el bebé —habló con tantas pausas que se sintió extraño cuando usó aquella palabra.

Itachi respingó algo sorprendido por el denominativo.

—Siento lo que dije —repitió su disculpa.

—Yo también siento habar gritado —rascó los cabellos de su cerviz con una mano, desviando la mirada unos instantes —pero… no quiero que lo malinterpretes. Tú me dijiste que es tu padre el que te da los supresores.

Soltó su insinuación aguardando porque su esposo no se enfadase de nuevo.

Itachi no respondió de inmediato, pero su celular comenzó a sonar haciéndole sobresaltar, algo nervioso lo sacó de su bolsillo viendo el identificador. Para Naruto fue sencillísimo notar el cambio en su mirada, cortando la llamada para volverlo a guardar.

—¿Quién era? —no pudo evitar preguntar, un ligero piquete en el pecho lo comenzaba a incomodar.

—Nadie importante.

—¿Tu primo acaso?

Otro sobresalto, Itachi le observó ligeramente angustiado de nuevo, como si no supiera que responder. El molesto aparató volvió a sonar.

—Contesta, podría ser importante —lo instó, Naruto pudo palpar como su escaso ánimo se evaporaba, dando paso a un enfado que debería ser injustificado y ya no pudo sonreír.

—No es necesario-

—Contesta —volvió a decir, si Itachi no respondía a esa llamada, Naruto tomaría el infernal celular para contestar él mismo.

Los oscuros ojos lo contemplaron un par de segundos más antes de presionar la tecla necesaria.

—Habla… Itachi.

Pudo apreciar como su esposo tragaba pesado, sin moverse de su posición, si Naruto se inclinaba un poco y afinaba el oído probablemente podría oír la conversación. No fue necesario, luego de un instante Itachi lucía aún más descompuesto que hace instantes.

—Se trata de Sasuke… — le dijo bajando el móvil por un instante.

 

 

[...]

 

 

 

 

Notas finales:

 

Saludos, esta vez creo que no demoré tanto o eso espero. Muchas gracias por el apoyo, las lecturas y los bonitos comentarios. Cuídense mucho y nos leemos en el siguiente.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).