CAPITULO 15
ALEX POV~
Me llamarán loca…pero juro que había algo distinto en aquel beso. No era la primera vez que nos besábamos, pero…por alguna razón se sintió totalmente diferente, en cuanto sus labios se unieron a los míos, un pequeño cosquilleo me recorrió el cuerpo mientras su respiración se mezclaba con la mía, ese cosquilleo pronto se convirtió en una ola de calor, mi legua intentó tomar el control, exploraba su boca con algo de ansiedad mientras mis manos se aferraban a su cintura, aunque ansiaba sentirla…había un sentimiento más fuerte dentro de mí, uno que me hacía querer tratarla con más suavidad.
Pronto la falta de aire nos hizo apartarnos, nuestras miradas se cruzaron, sus mejillas ligeramente sonrojadas y su boca entreabierta por la falta de aire me hicieron temblar.
Pronto mis últimas palabras antes de aquel beso me golpearon en la cabeza, ¿me había confesado? ¿le había pedido que fuera mi novia? Y ella…¿aceptó? Alisson…había aceptado…juraría incluso que el nivel de alcohol en mi cuerpo ahora estaba por los suelos, mi corazón latía deprisa, mi cuerpo hormigueaba mientras por alguna extraña razón había comenzado a reír ante la mirada confundida de Alisson.
-¿pero qué demonios? Jajaja -me miró extrañada. -¿Qué clase de reacción es esa?
-yo…no lo sé jaja…solo me siento feliz -me dejé caer sobre la arena húmeda.
-¿a si? ¿y puedo saber por qué? -se dejó caer justo a mi lado, mirándome con una sonrisa.
-¿no puedo estarlo? -la jale un poco más hacia mí.
-bueno, acabas de conseguir una novia super sexy, famosa y millonaria. ¿Quién no lo estaría? -me miró con cierto dejo de superioridad.
-jajaja ven aquí -la abrace fuertemente. -eres tú quien debería estar feliz, acabas de obtener a la novia más increíble de todas, una talentosa escritora, que en sus tiempos fue también una corredora excelente.
-¿Quién dijo que no estaba feliz? -picó mi mejilla. -entonces… -hizo una pequeña pausa antes de continuar. -¿es oficial? ¿estoy saliendo con la inalcanzable Alex Pierce?
-¿inalcanzable? Jajaja ¿es así como me has estado viendo todo este tiempo? -solté una risa.
-quiero decir…yo…ahh…¡cállate! -apartó mi rostro con su mano. -estoy…intentando procesar todo ¿de acuerdo?
-¿tu eres quien debe procesar las cosas? Jaja…pero si tu fuiste quien se confesó primero ¿lo olvidas? -volví a acercarme a ella.
-¿Qué? ¿Por qué tienes que recordarme algo tan vergonzoso justo ahora? -cubrió su rostro con sus manos.
-oh vamos, no actúes tímida conmigo ahora, me la pase planeando todo esto para…encontrar el momento perfecto y…confesarme -rasque mi mejilla.
-y fue fantástico…-sonrió. -¿quién lo diría? La fría y amenazante Alex Pierce resultó ser una chica super cursi -se lanzó nuevamente sobre mí, dándome un pequeño beso.
-hey jaja…no digas eso en voz alta, tengo una imagen que mantener
-¿a siii? ¿insinúas que solo yo tengo el honor de presenciar este lado tuyo? -se sentó a horcajadas sobre mí y comenzó a dejar pequeños besos sobre mis mejillas.
-jaja...bueno si, ¿a quién más podría…?
-¡oooooooow! ¡pero que lindooooo! -fui interrumpida por una molesta voz.
-¿pero qué mierda…? -me giré rápidamente para ver a los intrusos. Bufe molesta al ver de quienes se trataba.
-eso fue tan lindo…casi me echo a llorar…-dijo Víctor con un tono de burla en su voz. -¿no se los dije? Nuestra pequeña Alex crece tan rápido. -hablaba mientras Mad y Val salían de su escondite.
-me debes 10 billetes -Mad alzó su puño victorioso mientras Val nos miraba apenada.
-¿Qué? ¿no eran solo 5? ¿me quieres ver la cara o qué? -Exclamó Víctor.
Mientras ellos discutían Ali me miró mientras le ganaba la risa, no sabía si era de vergüenza o mi cara le parecía divertida. Se hizo a un lado para que nos pudiéramos levantar.
-ejem…-aclare un poco mi garganta, ellos se detuvieron en seco y me miraron. -¿Cuánto tiempo llevan ahí exactamente?
-oh bueno…-Mad dio un par de pasos hacia atrás.
-¿Cuánto? -volví a preguntar fulminándolos con la mirada.
-bueno…te seguimos desde que salieron de la fiesta…-Dijo Mad con un rastro de miedo en su mirada.
-¡yo le dije que era mala idea! -dijo Víctor mientras intentaba hacerse a un lado.
-¿pero qué mierda? ¡fue tu idea! -Dijo Mad aterrado.
-¿acaso ustedes no conocen la privacidad? -me lance sobre Mad colgándome de su cuello. -les voy a enseñar…-comencé a despeinarlo mientras Ali y Val nos miraban divertidas.
-wah...Alex, para -intentaba soltarse de mi agarre. -fue idea de Víctor…
-¿que? ¡pequeño traidor! -se lanzó sobre nosotros haciéndonos perder el equilibrio.
-¡me aplastan! -dije divertida. -¡Ali! ¡Val! ¡Auxilio! -extendí la mano en busca de ayuda mientras mis amigos me hacían cosquillas.
Y ahí estábamos divirtiéndonos todos juntos, riendo y bromeando como adolescentes.
-hey -Víctor, quien era el mayor del grupo llamó nuestra atención. -¿qué dicen si volvemos y hacemos una pequeña fogata?
-¡excelente idea! -dijimos todos al unísono.
-yo traje algunos malvaviscos -dijo Mad muy animado.
-¿que? no, nada de eso, yo les prepararé algo delicioso.
-¿que? todos saben que no puedes hacer una fogata sin malvaviscos -se defendió Mad mientras se alejaba con Víctor.
-¿siempre son así? -me dijo Ali mientras nos tomábamos de las manos.
-oh no, son mucho peor jaja. -me reí al verlos pelear. -¿te lo pensaste bien antes de aceptar ser su novia? -esta vez me dirigí a Val, quien caminaba a mi derecha.
-pues...quizá no de la misma forma en la que lo hiciste tu. Pero también lo vi crecer -rascó su mejilla. -dudo que me arrepienta -esto último lo dijo con un ligero sonrojo en sus mejillas.
-tranquila, si te da problemas házmelo saber -le guiñe un ojo.
Para cuando volvimos, algunos ya se habían marchado, los que quedaban estaban limpiando mientras el Dj y su equipo recogían el escenario. Limpiamos juntos en unos minutos. Nos despedimos y los pocos que quedamos nos sentamos alrededor de la fogata que Víctor había encendido. Mad lo había vencido con los malvaviscos, así que todos sosteníamos una pequeña varita de madera frente al fuego para asar nuestros malvaviscos mientras charlábamos.
-¿qué haces jaja? vas a quemarlo -le dije a Ali divertida.
-¡ah! ¿de verdad? ugh...nunca había hecho algo así…
-ven, déjame ayudarte -me acerque un poco más a ella y la ayude a sostener la varita, le di vueltas un par de veces hasta que estuvo listo. -listo, puedes tomarlo -le sople un poco antes de que ella lo sujetara por su cuenta. -cuidado, está caliente.
-gracias…-me dijo con una expresión que me pareció demasiado linda y que me hizo sonrojar ligeramente.
-¡hey Alex¡ -Víctor llamó mi atención y me hacía señas para que me acercara.
-ahora vuelvo…-me disculpe con Ali antes de levantarme. -¿qué pasa? -le dije a mi amigo quien me miraba con una gran sonrisa.
-oh, nada…-me picó las costillas. -me preguntaba si me podrías ayudar a traer unas mantas, ya se empieza a poner un poco más frío.
-ah, seguro, traeré una chaqueta para Ali en caso de que…-me detuve al notar la expresión de Víctor. -¿que? ¿porque me miras como idiota? -enarque una ceja.
-jajaja ya te dije que no es nada -revolvió mi cabello y se echó a correr.
Antes de volver con las mantas subí a mi habitación del hotel para coger una chaqueta para Alisson, estuve a punto de salir cuando mi vista enfoco mi guitarra recargada en la pared. Una “cursilería” me cruzó por la cabeza y la tomé sin pensármelo dos veces.
-¿lista? -me preguntó Víctor antes de volver con los demás.
-si, vamos -sonreí y caminamos de regreso. Al volver Ali hablaba animadamente con el resto. Verla ser ella misma me hacía sentir feliz. Eso era lo que buscaba...ofrecerle un ambiente seguro donde pudiera ser ella misma.
Repartimos las mantas mientras algunas parejas se acurrucaban frente a la fogata. Me senté junto a Ali e hice mi guitarra a un lado, ella tomó la manta y nos envolvió a ambas con ella.
-¿estás bien? si tienes frio traje una chaqueta para ti
-asi esta perfecto -se acurrucó sobre mí.
Seguimos hablando un rato más, contando historias y comiendo malvaviscos, poco a poco todos se fueron hasta que solo éramos nosotros cinco. Era el momento oportuno, ante la mirada curiosa de mis amigos y Ali, tome mi guitarra, me gire un poco para poder mirar a Ali, ella me devolvió la mirada con una linda sonrisa. Mis dedos comenzaron a rasguear las cuerdas tocando así una melodía suave que era acompañada por el sonido del mar.
Víctor se había recostado sobre la arena húmeda moviendo su pie al ritmo de la tonada mientras Mad y Val se acurrucaban. Después lo molestaría con eso, mi vista se enfocó únicamente en Alisson, repasaba cada detalle de su rostro, sus largas pestañas, sus hipnotizantes ojos...sus labios suaves...ella me sostenía la mirada con un gesto muy lindo. Me dejé llevar y comencé a cantar.
“niña bonita…sonrisa de princesa, que es una obra maestra de los pies a la cabeza,
risa perfecta, tan simple y tan coqueta…
por más que ella se esconde, la delata su belleza…
y me pregunto…
¿qué pasaría si yo…te canto esta canción?
y te digo lo que siento….
¿que dirías si tu escoges una estrella...vuelo alto y voy por ella?”
No podía apartar mi mirada de ella, se veía tan linda con esa expresión, hice una pequeña pausa para jugar un poco con los acordes y agregarle un poco más de ritmo, la miré divertida, antes de poder continuar ella comenzó a cantar.
“si te llevo a otro universo...y después te pido un beso
y si bailamos esta noche y te llevo aquí en mi corazón…
si te cuido cada día…
dime, nena ¿qué dirías?
sí me quedo aquí y nunca me voy…
¿me dirías que no?
¿qué dirías si nos montamos en mi auto y viajamos hasta que se apague el sol?”
Me había quedado embelesada con su dulce voz, que apenas reaccioné cuando ella dejó de cantar, soltó una pequeña risa y se cubrió un poco con la manta, seguí tocando aquella melodía y esta vez fue Val quien comenzó a cantar.
“¿qué dirías si en las mañanas yo te canto y preparo algo rico para los dos?
¿qué dirías si cada día es una aventura donde rías y disfrutes de esta canción?”
La miramos atentos y ella nerviosa por las miradas dejó de cantar, Mad quien estaba embobado se limitó a darle un beso en los labios. Volví a tocar una melodía suave mientras me enfocaba en Ali nuevamente y volví a cantar.
“de regalo te daría mil sonrisas…
donde pueda escuchar tu dulce voz…
y la pregunta es…
qué pasaría si yo...te canto esta canción y te digo que te quiero y te has clavado aquí en mi corazón…”
Mis dedos rasgaron las cuerdas por última vez, Alí se acercó despacio a mi e hice mi guitarra a un lado para así poder unir nuestros labios en un tierno beso, mi mano acarició dulcemente su mejilla mientras su mano se apoyaba en mi pierna, al separarnos la miré fijamente a los ojos y nos quedamos así por unos segundos.
-ahhhhh….chicooos -Víctor se quejó. -el club de solteros se está quedando sin integrantes por culpa de ustedes -chilló e hizo un puchero. -tendré que buscarme nuevos amigos...
-oh una novia -añadió Mad divertido.
-olvídalo…-movió su cabeza en signo de negación. -pero solo por si acaso, juro por la comida más deliciosa del mundo, que, si Alex vuelve a su trabajo, me lo pensaré -se cruzó de brazos.
-oh si...sobre eso -me aparté un poco de Ali. -me puse en contacto con los de mi editorial antes de venir aquí. -rasque mi mejilla nerviosa ante la mirada de todos.
-¿hablas en serio? -Mad casi cae sobre su espalda.
-¿no mientes? -Se le unió Ali.
-¿que? ¿porque les mentiría jaja?
-¡Alex! ¡eso es increíble! -Ali se colgó emocionada de mi cuello. -¿se van a reunir? ¿cuándo?
-por favor díganme que no estoy soñando -Dijo Víctor aún incrédulo.
-¿quieren calmarse jajaja? aun no recibo una respuesta -saque mi celular y lo agite en el aire dándole poca importancia. -no es como si fueran a…-el repentino vibrar de mi teléfono me asusto causando que lo dejara caer. Todos miramos el aparato sobre el suelo, la pantalla brillo por unos segundos dejándonos ver un par de mensajes recién recibidos de Fred.
-¡ahhh! ¡ven aquí! -gritaron todos en coro y se me tiraron encima.
Y si, entre abrazos, besos y felicitaciones, nos alcanzaron los primeros rayos del sol, la fogata que habíamos encendido, poco a poco se fue extinguiendo. Recogimos nuestras pertenencias dispuestos a marcharnos.
-¿en qué hotel se están hospedando? -preguntó Ali dirigiéndose a mis amigos mientras se abrazaba a mí.
-bueno, yo siempre duermo en mi camioneta -Soltó Víctor.
-típico de ti…-rodé los ojos.
-nosotros...no tuvimos tiempo de hacer una reservación -dijo Mad un poco apenado.
-¿no querrás decir que lo olvidaste? -enarque una ceja.
-¿que…? ¡no…! -se defendió.
-si lo olvidó jaja -Soltó Val con una sonrisa.
-bueno, ustedes no tienen remedio. -solté un suspiro. -¿porque no vienen con nosotras? la habitación es bastante grande para todos.
-¡ah! podemos contar historias de la pequeña Alex -dijo Víctor emocionado.
-¿que? ¡ni de broma! -lo golpee ligeramente en las costillas.
-ouch... que mala eres…-se quejó con una mueca de dolor exagerada.
-bueno, tú puedes dormir en tu camioneta. Pero nosotros aceptaremos tan amable propuesta. -Mad me abrazó del cuello.
-hey...no me dejen fuera. -Víctor camino detrás de nosotros.
Apenas entramos a la habitación, víctor se dejó caer sobre el sofá más grande y se quedó dormido como un tronco. Sabíamos que sería imposible moverlo, así que improvisamos una cama sobre la alfombra, colocamos mantas y almohadas para que Mad y Val pudieran descansar un poco, Mad parecía un oso al dormir, Val solo se abrazó a él y se quedó dormida.
-bueno...creo que deberíamos dormir un poco también -me acomode sobre la cama y extendí mis brazos para que Ali se recostara sobre mí.
-si...creo que si -tomó una manta y se acurrucó sobre mi pecho.
-descansa Ali…-besé su frente. Ella asintió mientras sus ojos se iban cerrando.
Acaricié su cabello hasta que se quedó dormida. Yo no tardé en quedarme dormida también.
Debido a que no habíamos dormido nada, despertamos al medio día, cuando nuestros estómagos rugían y demandaban algo de comer para reponer energías.
Tomamos una ducha rápida y nos pusimos algo decente para disimular nuestras caras de zombie.
-¿Cuándo regresaran?
Me preguntó Mad mientras se arreglaba un poco el cabello.
-bueno, no quisiera retrasar el trabajo de Ali, asique pensaba regresar esta tarde.
-¿y tú Víctor? -le preguntó al mayor.
-bueno, cerré mi restaurante para poder venir aquí, asique también quería regresar esta tarde.
-ya veo…-dijo un poco pensativo. -ya que no sabemos cuándo podremos volver a salir así todos juntos, ¿qué les parece si damos una vuelta por los juegos y las atracciones y vemos juntos los fuegos artificiales?
-¿fuegos artificiales? -dijo Ali tumbándose sobre la cama. -nunca he visto nada asi…¡yo me apunto!
-en ese caso yo también me apunto -sonreí al ver a Ali emocionada por la idea.
-¡bien! entonces está decidido -Mad se estiro un poco y abrazo a Val rodeándola por los hombros.
Decidimos empacar todo y subir las cosas al auto antes de salir del hotel nuevamente.
Nos mezclamos entre la multitud, y paseamos de puesto en puesto. En algún momento Mad y yo competíamos por ver quien ganaba el mejor premio para su novia, y ahora que lo menciono, Ali y Val se llevaban de maravilla, parecían las mejores amigas de todo el mundo, seguramente hablaban de ropa y cosas de chicas mientras Mad y yo luchábamos a muerte en cada atracción de aquella feria. Víctor optó por devorar la mayor cantidad de bocadillos posibles, usando la excusa de que pensaba ampliar el menú de su restaurante.
-¡Val! ¡mira lo que gane para ti! -mi amigo corrió emocionado hacia su novia mientras cargaba un oso de peluche y me empujaba.
-¡hey! Quítate de mi camino -lo empuje de vuelta. -¡Ali! ¡mira mira! -como una niña pequeña corrí hasta ella y le entregué un cocodrilo de peluche.
Ambos expusimos orgullosos los premios que habíamos ganado ante las risas de nuestras novias. Nos dieron un beso con la típica expresión de “wao, es muy lindo, me encanta” y lo dejaron en la pila de peluches que ya tenían.
-el mío le ha gustado más -mi amigo me empujo ligeramente.
-¿Qué? Ni de broma, el mío le ha gustado más a Ali, ¿no viste su expresión?
Y corrimos hacia el próximo puesto.
Satisfechos de tanto haber comido, nos subimos a todas las atracciones que pudimos. Pésima idea. Mi estomago se revolvió horriblemente amenazándome con expulsar hasta mi alma.
-¿estás bien? -me dijo Ali mientras me entregaba una botella de agua.
-si, me siento mejor ahora -bebi un poco y me recargue sobre el respaldo de la banca en la que estaba sentada intentado recobrar el aliento.
-si que tienen mucha energía jaja -soltó una risita mientras se sentaba a mi lado y veía a mis amigos jugar como si fueran unos niños pequeños.
-es verdad jaja, jamás te aburrirás teniendo a ese par cerca. -me recosté sobre sus piernas y me acomodé.
-no lo dudo jaja -comenzó a jugar con los mechones de mi cabello.
-cuando volvamos a casa quiero ver todas las fotos que has tomado. -apunte la pequeña cámara que colgaba de su muñeca.
-¡seguro! tengo unas muy buenas. -sonrió emocionada.
-¡hey! ¡chicas! -llamaron nuestra atención. -¡vayamos a la rueda de la fortuna! -apuntaron hacia la gran atracción y caminaron hacia aquella dirección.
-¿vamos? -me levanté y le extendí mi mano para que la tomara.
-por su puesto…-sonrió dulcemente.
Hicimos fila para poder subir, Mad y Val subieron juntos a una de las canastillas del juego, parecían una pareja de adolescentes, Ali y yo fuimos en el siguiente, y el pobre de Víctor subió solo. No mentiré, aquello me hizo mucha gracia.
Cuando todas las canastillas del juego se ocuparon, el encargado presiono un par de botones y la gran rueda comenzó a girar. Ambas nos miramos y sonreímos para después mirar por la ventanilla.
Subimos poco a poco, el sol ya se estaba metiendo, el mar reflejaba los últimos rayos del sol.
A medida que subíamos la vista que nos ofrecía la altura era cada vez mejor, el juego se detuvo unos momentos cuando llegamos hasta la sima.
-me alegra haber venido aquí contigo…-Soltó Ali mientras tomaba mi mano. -ha sido el mejor fin de semana de mi vida…
-corrección, es el mejor fin de semana hasta ahora -acomodé un mechón de su cabello detrás de su oreja me acerqué para darle un pequeño beso en los labios, pero me detuvo. -¿Qué pasa? -la miré un poco confundida.
-espera…quiero capturar este momento. -sonrió y sacó su pequeña cámara. La enfocó y fue ella quien me besó mientras tomaba la foto. El tiempo se congelo por unos segundos cuando sus labios se unieron a los míos, o al menos fue lo que yo sentí. Al separarnos nuestras miradas se entrelazaron, no les mentiré, me hacía sentir tranquila y ansiosa al mismo tiempo, era una combinación muy extraña de emociones, pero estar así con ella…era lo que más necesitaba ahora. La gran rueda comenzó a moverse, una a una las canastillas se fueron vaciando, el resto nos esperaban abajo, antes de bajar Ali me dio un beso rápido y pronuncio un par de cosas que no pude entender debido al ruido de la gente.
-¡chicas! ¡deprisa! ¡Los fuegos artificiales están por comenzar! -Gritó Mad emocionado.
-¡vamos Alex, quiero ver los fuegos artificiales! -Ali me tomo de la mano y caminó emocionada detrás de mis amigos.
Toda la gente se reunió a la orilla del mar, miraban hacia el cielo muy emocionados, nosotros encontramos una roca lo suficientemente alta y grande para poder disfrutar de la vista, las estrellas tintineantes y su belleza, pronto fueron opacadas por la explosión de luces de colores que había en el cielo. Abracé a Ali por detrás y juntas miramos el espectáculo de luces. Fueron solo unos minutos, pero fue como si todos hubiesen desaparecido, solo éramos nosotras dos allí, permanecimos abrazadas de esta forma hasta que las luces de colores abandonaron el cielo estrellado. Tomamos un par de fotos más antes de volver.
-estoy ansiosa por comprar la revista en la que has trabajado. -Dijo Val muy emocionada, a ella siempre le habían gustado todas esas cosas relacionadas con ropa y moda.
-te enviare algunas copias después -Ali le sonrió a la chica más joven del grupo.
-¿de verdad? ¡ah! ¡gracias! -le dio un fuerte abrazo, ambas reían animadas.
-¡alex! Debes llevarla contigo la próxima vez que vayas a casa -me dijo Val con una mirada un poco amenazante.
-jaja…por supuesto que lo haré -revolví un poco su cabello. -tengo la sensación de que mamá me matara si no lo hago -le guiñe un ojo.
La despedida se volvió un poco larga, aunque ninguno quería marcharse, debíamos volver. Hicimos algunos planes para reunirnos otra vez, Ali intercambio su número con Val antes de subir al coche, me despedí de Val quien también subió al auto de Mad, quedándonos así los tres.
-¿cuídense mucho ok? -Dijo Víctor dándonos un gran abrazo.
-¿Qué dices? No te vas a librar tan fácil de mí, planeo comer en tu restaurante más seguido. -pique su mejilla.
-¿es advertencia o amenaza jaja?
-jaja mmm tómalo como una amenaza -sonreí ampliamente.
-Bueno, me voy yendo, conduzcan con cuidado. -nos dio un abrazo grupal y subió a su camioneta, lo despedimos hasta que perdimos de vista la camioneta.
-bueno…deberíamos irnos ahora -me estire un poco.
-si, creo que sí, es hora de volver a la realidad jaja -bromeó. -por cierto…quería decirte que…estoy muy orgulloso de ti. Me alegra tanto saber que has decidido dar este gran paso. Y…sabes que siempre podrás contar conmigo ¿verdad? -me dio un gran abrazo. Pero no cualquier abrazo…sino uno de esos que te reconstruyen el alma, que te hacen sentir que toda ira bien. Por supuesto no pude contener las lágrimas, me aferré a él por unos momentos.
-muchas gracias Mad…-dije finalmente cuando mis lagrimas dejaron de caer.
-no tienes que agradecerme nada. No hay nada que no esté dispuesto a hacer con tal de verte feliz -secó el pequeño rastro que habían dejado mis lágrimas.
-eres el mejor…-le dije mientras le dedicaba la sonrisa más sincera que podía en ese instante.
-lo se jaja…no sé qué harías sin mi -revolvió mi cabello. -conduce con cuidado. Estaré en espera de buenas noticias respecto a lo de tu trabajo ehh, más te vale no flojear de nuevo.
-claro jaja, te mantendré al tanto. Cuídate tú también ¿de acuerdo? Cuida mucho a Val, les deseo lo mejor a ambos.
-gracias, Alex…yo también te deseo lo mejor…de todo corazón. -esta vez fue a él a quien se le escaparon las lágrimas.
-¿estas llorando grandulón? -solté una pequeña risita. -vamos, no es como si no nos fuéramos a ver nunca más.
-lo se…es solo que…me hace tanta ilusión verte feliz después de tanto…
-vamos jaja, me harás llorar nuevamente. Y déjame decirte que…
-que tienes una imagen que mantener. Lo se lo sé -revolvió mi cabello. -cuídate ¿de acuerdo?
-claro que si…tú también. -volvimos a abrazarnos por última vez.
Ambos subimos a nuestros autos dispuestos a marcharnos.
-¿lista para irnos? -miré a Ali mientras me ajustaba el cinturón de seguridad.
-¿tenemos que irnos? -hizo un pequeño puchero.
-si jaja, me temo que sí. -arranque el auto. -tranquila, habrá más oportunidades para escaparnos un par de días.
-ahh…no quiero…-hizo un pequeño berrinche mientras conducía.
-Vamos jaja, te prometo que un abrir y cerrar de ojos, estaremos tu y yo disfrutando de un super viaje.
-¿lo prometes?
-claro que sí, te lo prometo.
Conduje de regreso a casa, el viaje había sido tranquilo, hablamos de lo mucho que nos habíamos divertido y discutimos sobre a donde iríamos la próxima vez, llegamos a Innova cerca de las 10pm no era tan tarde, el lugar estaba vacío a excepción del hombre que cuidaba el edificio por las noches, nos ayudó a bajar el equipaje y lo dejo en la entrada.
Mientras Ali tomaba un baño, recibí una llamada de Fred.
-¿hola? -dije un poco nerviosa en espera de una respuesta.
// Alex, querida, que gusto escuchar tu voz nuevamente// -dijo el hombre detrás de la línea.
-Fred…ha pasado un tiempo ¿todo ha ido bien? -tome asiento sobre el sofá más grande de la sala.
//todo bien querida, a excepción de mi escritora favorita que se tomó unas largas vacaciones//
-lo siento por eso Fred, pero…en verdad lo necesitaba -rasque mi mejilla.
//bueno, espero que todo este mejor ahora//
-lo está Fred, gracias…
//bueno esta demás que te diga que todos aquí te extrañamos mucho. Casi me voy de lado por la emoción cuando recibí tu mensaje. //
-no exageres jaja…no es para tanto.
//no exagero querida. Es por eso por lo que me gustaría que nos reuniéramos lo antes posible. ¿estas libre mañana por la tarde? //
-¿Qué? ¿mañana…? -dije un poco más nerviosa.
//por supuesto, estoy seguro de que todos se alegraran de verte//
-ah…mmm…por supuesto…podemos vernos mañana.
//perfecto, te enviare la dirección de un buen café cerca de la zona para que nos pongamos al día//
-claro, suena bastante bien…allí estaré.
Cuando la llamada finalizo solté un gran suspiro. No esperaba tener que reunirme con ellos tan pronto, me quede meditando un momento hasta que note una presencia detrás de mí, di un salto sobre el sofá, se trataba de Ali, quien por poco me mataba de un susto.
-¿pero qué….? -la mire aun asustada mientras llevaba mi mano hasta mi pecho
-lo siento…no quería interrumpirte -me dijo con una pequeña sonrisa en su rostro. -¿entonces? ¿es oficial? ¿Alex Pierce está de vuelta? -dijo mientras tomaba asiento en el gran sofá.
-bueno…yo no diría que es oficial -rasque mi mejilla.
-bueno, yo creo que lo es. Eres alguien increíblemente talentosa. ¿de qué tratara tu próxima historia? Muero de ganas por leerla
-jaja calma, ya te dije que aún no es nada oficial. Tendremos que esperar a mañana. -la miré de reojo y solté un suspiro. -por cierto Ali…¿podrías ponerte algo de ropa? -sí, otra vez se estaba paseando por allí desnuda como ya acostumbraba.
-¿Qué? No veo cual es el problema, ahora eres mi novia ¿no es así? -aunque quisiera evitarlo, pude notar cierto nerviosismo en ella al pronunciar esa palabra. -Y no es como si fuera la primera vez que me vez desnuda. -se cruzó de piernas. -al menos de esta forma, todo el asunto del compromiso ya no será tan raro. ¿no crees?
-si…es verdad. -cierto, lo había olvidado por completo, como era posible que olvidara la causa por la que estaba aquí.
-es sorprendente lo que puede salir de una noche de sexo jajaja ¿no crees?
-hey jaja, suena más raro si lo dices así -le arroje uno de los cojines a la cara.
-¿Por qué? Solo piénsalo…de una noche de sexo a prometidas, y de prometidas a novias oficiales. -se cruzó de brazos como si lo que acababa de decir fuera lo más normal del mundo.
-¿escuchaste lo que acabas de decir? -solté una carcajada.
-ok ok, si suena raro…pero así es como es, y al menos yo…no cambiaría nada de lo que ocurrió.
-¿ni siquiera la vez en la que me drogaste y me violaste? -enarque una ceja.
-oh vamos, lo disfrutaste tanto como yo jaja -se defendió.
-jaja no voy a negarlo, pero tampoco a aceptarlo -le saqué la lengua de manera infantil.
-no hace falta que lo digas con palabras… -se acercó peligrosamente a mí. -tu cuerpo me dijo lo que necesitaba para continuar…-tomó mi mano y la colocó sobre su pecho. Su corazón latía acelerado al igual que el mío -¿sientes eso? Aunque no te lo diga con palabras…puedes sentir lo rápido que late con solo tenerte cerca…
-Ali…-mi mano acaricio su mejilla suavemente atrayéndola a mi para poder saborear sus labios.
El primer contacto fue algo torpe, he incluso me atrevería a decir que estábamos siendo tímidas, pero ¿por qué? Como era posible que un par de palabras hubieran cambiado la situación totalmente…ya no eran solo nuestros cuerpos dejándose llevar por el deseo y la lujuria, era algo más profundo. A medida que el beso se iba profundizando me incliné sobre ella hasta quedar recostadas sobre el sofá, no podía ni quería apartarme de sus labios, la punta de mi lengua lamio sugerentemente su labio inferior, pidiendo permiso para entrar, sus manos rodearon mi cuello al mismo tiempo que sus labios se separaron ligeramente para permitirle el acceso a mi lengua, la cual comenzó a explorar el interior de su boca, me acomodé mejor sobre su cuerpo desnudo, mi mano emprendió un viaje por todo su cuerpo dejando suaves caricias en todos los rincones por los que paseaba, pronto la falta de oxígeno nos obligó a separarnos, su boca entreabierta intentando recobrar el aliento me tentaba, mis ojos se clavaron en los suyos, aquel tono rojizo se apodero de sus mejillas, sin apartar la vista de sus ojos mi mano araño suavemente su abdomen causándole un escalofrió, su espalda se arqueo provocando que sus pechos rozaran los míos por encima de la tela de mi camisa. Mi mano se aventuró más haya hasta llegar a su entrepierna, su entrada estaba húmeda, aquello me hizo temblar de deseo, introduje solo la punta de mis dedos y los moví un poco, ella se aferró a mi jadeando cerca de mi oído, aquello solo me hizo querer escucharla aún más, con mi pulgar comencé a estimular aquel punto tan sensible, mis movimientos eran circulares y lentos, su cuerpo temblaba debajo del mío, movió sus caderas en busca de más fricción, me relamí los labios deseosa de más, asalté sus labios nuevamente ahogando así algunos gemidos, bajé lentamente dejando besos a lo largo de su cuello hasta llegar a sus clavículas donde deje unas pequeñas marcas, seguí mi recorrido hasta toparme con sus pechos, sin poder resistirme más capture entre mis labios uno de sus pezones, mi lengua lo estimulaba sugerentemente mientras mi mano libre se encargaba de darle la atención necesaria al otro pezón, pellizcándolo y jalándolo. Sus gemidos no tardaron en inundar la habitación, sus dedos se enredaban en mi cabello, la humedad de su entrepierna no hacía más que tentarme, introduje de golpe un par de dedos arrancándole así un grito cargado de placer, mis dedos entraban y salían marcándole así un ritmo a sus caderas, ritmo que seguían sin ningún problema, me mantuve así por algunos minutos hasta que Ali atrajo mi rostro al de ella nuevamente, me besó de manera desesperaba, su cuerpo temblaba de placer, rodeó mi cintura con sus piernas para facilitarle a mis dedos el acceso, no podía quitarle la vista de encima, la vista era simplemente espectacular. Ante mi tenia a una total belleza. Mis labios permanecieron ligeramente separados de los suyos, podía sentir el aliento caliente que expulsaban sus pulmones en un esfuerzo de mantener la cordura, mis dedos no paraban de entrar y salir, mi pulgar no dejaba de brindarle atención a aquel pequeño botón que la hacía delirar, su respiración se aceleraba cada vez más, no me podía concentrar en otra cosa que no fuera darle placer a mi bella acompañante, mis movimientos fueron cada vez mas y mas bruscos hasta que la hicieron llegar a su ansiado orgasmo, los gemidos cesaron y en su lugar ahora podías escuchar pequeños jadeos, sus piernas temblaban, su pecho subía y bajaba por la falta de aire, su cuerpo cubierto por una fina capa de sudor era para alucinar, sus suaves manos buscaron mi rostro y lo acercaron al suyo para unirnos nuevamente en un beso.
Y así…añado una cosa mas a mi lista de cosas que no te advierten sobre el amor, este siempre llegara de la forma más inesperada posible.
Continuara….