Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El regalo perfecto. por 1827kratSN

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

—Agh… por los… dio… ses —apenas lograba hablar, pero insistía en hacerlo, porque era de las personas más ruidosas—. Agh… mal… dición —murmuró antes de sostenerse de lo primero que halló, lamentablemente fue solo la alfombra.

—Solo estoy… —jadeó—, iniciando.

 

La visión era maravillosa ante los ojos del mayor de aquel par, porque adoraba esa piel marcada por algunas líneas de diferentes tonos, rastros rojizos que él mismo dejaba como decoración a la persona que respiraba agitadamente y se retorcía entre contracciones de placer. Podía ver esos labios separados, intentando agarrar un poco de aire, esa piel sudorosa y encendida, las lágrimas brotando y adornando esas pestañas numerosas.

Lo sostenía más fuerte de aquellas caderas desnudas, y se complacía al sentir como esas piernas se apretaban alrededor de su cintura. También sudaba y le gustaba la sensación del roce entre ambos cuerpos calientes, por eso se esforzaba más, arremetiendo con fuerza, soltando el aire en un gemido grave susurrado sobre los labios ajenos, y divirtiéndose cuando esas manos buscaban su cara para acercarse y besarse.

No debieron llegar a eso.

Pero pasó.

Ahora, hay que justificarlo.

Las fechas decembrinas eran un tremendo suceso, no solo porque representaban el pronto final de un año, sino porque llegaba la tan ansiada navidad. Los niños ya no podían con la emoción, los adolescentes deseaban compartir el suceso con sus parejas, los adultos se daban el lujo de comprar regalos o de planear una gran cena para juntar a toda la familia, los ancianos solo disfrutaban de la algarabía o recordaban sus buenos años y la emoción que se les escapó al igual que la juventud.

Pero para las personas que han vivido aquello por más veces de las que debió hacerlo una persona normal, era menos emocionante, porque incluso vivían una segunda juventud con cuerpos veinteañeros después de haber crecido como cualquier ser humano normal, y eso fue solo parte de su recompensa tras la bondadosa liberación a una maldición mortal. No era como si renegaran de su salvación, era solo que… no les hizo gracia crecer de nuevo, a unos menos que a otros.

 

—Espero te diviertas —sonrió hacia la pequeña niña que entrenaba bajo su cuidado.

—Sí —apretaba sus manitos antes de reverenciar—. Volveré en año nuevo, maestro.

Recuerda repasar tus rutinas en la mañana —le acarició la cabecita adornada por cabellos castaños—, para que tu cuerpo no pierda costumbre.

—¡Sí!

 

Fon agitó su mano en despedida hasta que aquella pequeña desapareció detrás de la primera casa lejana en ese pueblito perdido en las montañas, un lugar adornado por verde pasto y flores en primavera. Aquella niña le recordaba la época cuando cuidó a I-pin, y esperaba que se encaminara de buena forma después de que su entrenamiento terminara en un par de años más. Pero ahora solo le quedaba relajarse, porque la partida de su discípula también significaba descanso para él.

O eso quiso pensar.

Pero mientras tomaba té, recibió una visita escandalosa.

 

—¡Hay que hacer la decoración!

 

Aquella bomba tenía cabellos lilas brillantes, se maquillaba para completar su look, y destacaba por el leve tintineo de las cadenas en su cintura, aparte del brillo por los piercings que lo adornaban. Skull siempre destacaba donde fuera, y así les gustaba a ambos, porque era el encanto que pocos se atrevían a tener.

 

—Bienvenido, Skull —le sonrió después de beber un sorbito de su té—. Lo lamento, pero ella ya se fue.

—Demonios —chistó—, pensé que aún tenía tiempo.

—La querían en su casa —sonrió—, ya sabes que ha pasado un tiempo desde que sus padres la dejaron marchar, así que entiendo su urgencia.

—Ya me lo esperaba de ellos —suspiró ingresando aún más hacia la mesa y dejando caer una caja grande—, pero ni modo.

—¿Qué es eso? —investigó deslizando su mano por uno de los bordes sin mancha.

—No voy a desaprovechar esto —sonrió antes de sacar una navaja y abrir su posesión—, y tú me vas a ayudar.

 

Luces, adornos, bombillos, un pequeño arbolito, figuritas de acuerdo a la ocasión, todo enfocado a la navidad y su respectiva decoración. Fon rio bajito por ello, porque estaba seguro de que esa fue idea de Skull para alegrar a su pequeña alumna, y por eso se animó a colaborar en la tarea de convertir su sala en algo más festivo. Le gustaba que Skull fuera un dulce caramelo cuando lo deseaba, era una característica que solo él conocía.

 

—Pero esto no es la única decoración.

—Dime —sonrió al estar sentado de nuevo, bebiendo una nueva preparación de té—, ¿qué más trajiste?

 

La sonrisa maliciosa del antiguo arcobaleno de la nube solo significaba una cosa: otra barbaridad. Fon se había acostumbrado a aquel torbellino de emociones, y le gustaba, a tal punto en que no podía vivir sin él. No por nada vivían juntos desde hace como cinco años, y a pesar de que Skull era un alma libre que desaparecía por unas tres o cuatro semanas, volvía y se quedaba seis para compensar. Era un pequeño pacto que ambos respetaban, porque eran parte de un ying-yang.

 

—Cierra los ojos.

 

Así lo hizo, divertido por tanto misterio, escuchando el sonido de la tela lejana, el perfume de Skull combinado por una leve mezcla de smog y el dulce de algún caramelo, el sonido del movimiento ajeno, y después solo sintió la presencia cercana. Cuando se le fue permitido abrir los ojos, se halló con la piel expuesta de aquel gamberro, la sonrisa amplia de Skull, y una decoración extra en el lugar.

 

—Eso se ve doloroso —comentó.

—Nah —soltó una risita nasal antes de tomar la mano de Fon y acercarla a su pecho desnudo—, apenas y dolió.

—¿No tarda mucho en cicatrizar?

—Sabes que tengo un metabolismo diferente al de los demás —señaló sus pezones—. Yo sé que quieres tocarlos… Vamos…, hazlo —susurró.

 

Eran cuatro perlitas que se unían de par en par por un grueso metal, eran dos piercings nuevos que atravesaban cada pezón de Skull. Fon deslizó sus dedos con cuidado, primero apreciando el metal que no estaba frío y debía ser por la calidez de esa piel, y después intentó moverlo, recibiendo solo una risita.

 

—¿Ibas a mostrárselo también a…?

—¡No! —hizo una mueca— ¿Qué te pasa? —golpeó la frente de Fon—. Y si ella se hubiese quedado, hubiese esperado a la noche para mostrarte mi nueva adquisición.

—¿Por qué lo hiciste?

—Porque me gusta —se encogió de hombros—, y porque escuché rumores acerca de que… ah… —se mordió el labio—, al menos avísame, ¡carajo!

 

Pero Fon lo ignoró y volvió a repasar el pezón derecho con su lengua, sintiendo un escalofrío cuando escuchó a Skull gemir suavemente por sobre su cabeza. Deslizó sus dedos por el pezón olvidado, siendo cuidadoso de no lastimarlo, y tomando confianza a la vez que Skull deslizaba esos dedos por su cabello, susurrándole que siguiera y que todo estaba bien.

No tenían que justificar su reacción apresurada.

Porque no se habían visto en casi un mes.

Así que se amaron hasta desfallecer.

Así eran ellos dos.

 

 

 

Notas finales:

 

Un Fon x Skull, porque yolo.

XD

No sé a ustedes, pero yo los amo, askjnfvjf es que son tan bellos. En realidad, amo todo en lo que Skull se involucre, porque es mi bb picioso.

Como dato adicional, debo mencionar que un piercing en los pezones tarda de 3 a 4 meses en cicatrizar para un hombre, y de 6 a 9 meses para una mujer. Aparte, se coloca como adorno o por aumentar la sensibilidad de la zona.

Krat los ama~

Nos vemos~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).