Después de la tormenta viene la calma y el arcoiris aparece para reflejar una paz duradera.
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Las semanas se volvieron meses, los meses años y su amor creció tras cada día transcurrido.
El pasado quedó atrás, toda marca sobre su cuerpo desapareció así como los recuerdos que se disiparon como la niebla matinal, no volvió a sentir miedo, ni dolor o tristeza porque era libre de amar y conocer aquello que alguna vez prohibieron.
Pero aún después de eso por un momento una nueva nube negra llegó para oscurecer su sendero.
La primavera llegó, las flores llenaban el páramo dando una imagen de múltiples colores, los animales despertaban de su hibernación y se dedicaban a buscar alimentos para los cachorros, era la época más brillante para todas las criaturas en la faz de la tierra excepto el espíritu zorro.
- tranquilo Chuuya, todo está bien respira - acarició su espalda con suavidad mientras en un balde su pareja devolvía el poco alimento que tenía en el estómago - Odasaku está preparando un remedio y te sentirás mejor
- no - las arqueadas volvían - no quiero más medicamento- se limpio con un trapo húmedo que había a su lado volviendo a recostarse al mismo tiempo que intentaba mantener la sonrisa en su rostro
- debes tomarlo sino no vas a mejorar - el castaño completamente preocupado acarició su mejilla con delicadeza, lo veía débil y bastante pálido, a penas había comido esa semana temiendo que si continuaba así tarde o temprano lo perdería para siempre - solo no quiero que te pase algo
- Dazai por favor escuchame, solo necesito descansar- tomó su mano entrelazando sus dedos pasando su pulgar sobre sus nudillos - esto es pasajero no me iré de tu lado viviremos muchos años juntos te lo prometo
- se que así será Chuchu es solo que no puedo dejar de pensar en lo mal que te veías cuando te desmayaste - se inclinó sintiendo como un par de gotas saladas bajaban por sus mejillas - en serio me preocupaste
- lo se - fueron interrumpidos cuando el pelirrojo, espíritu Inugami, entro a la habitación llevando consigo un tazón con el remedio natural
- aquí está, con esto mejoraras- se inclinó observando a su amigo ayudar a su pareja a sentarse en la cama y dárselo de beber.
-gracias Oda san- le entregó el contenedor ya vacío tosiendo un par de veces por el terrible sabor
- es tarde, Dazai si su salud decae no dudes en llamarnos - sonrió posando su diestra sobre el hombro del mencionado - vendremos de inmediato
-esta bien, muchas gracias por tu ayuda Odasaku - como era costumbre lo siguió a la entrada y tras despedirse de Ango los vio partir a su propio hogar.
Esa noche aparentaba ser tranquila, durmiendo con el pelirrojo entre sus brazos creyó que por fin había una grata mejoría, pero horas antes del amanecer una nueva recaída lo hizo entrar en desesperación
- Dazai me duele - su voz tembló sollozando en voz baja mientras el zorro se apresuraba a buscar algo que le ayudará a disminuir su dolor - por favor llevame al pueblo quizás ahí...
- no- le interrumpió bajando la mirada y presionando sus puños con fuerza - no Chuuya si te llevó ellos podrían hacerte algo, no pienso arriesgarme
- por favor Dazai me duele mucho - solo podía suplicar que le ayudará, intento levantarse de la cama consiguiendo caer de esta pues no podía mantenerse de pie
- ¡Chuuya! pronto llegará Odasaku - lo cargo sentandolo en sus piernas y abrazandolo con fuerza pero sin lastimarlo
- el medicamento no está funcionando, necesitamos saber que me pasa - cerro sus ojos aferrándose a la túnica del mayor - por favor Dazai
- bien, conozco a alguien quizás ella pueda ayudarte - tomó una sabana de la cama para cubrirlo y cargandolo entre sus brazos lo llevó a un pueblo que estaba a más de treinta minutos de distancia, donde quería aún creer que podía confiar en esa mujer.
A la velocidad que iba les tomó menos tiempo en llegar golpeando la puerta de madera una y otra vez para despertarla
- Yosano san, abra por favor - retrocedió un par de pasos cuando una luz se observó en el interior, la luz de una vela acercándose
- ¿que quieres Dazai? ¿acaso no...? - silencio, enmudeció al ver el cuerpo que mantenía cubierto, pálido, casi muerto - entra
Con una seña le mostro donde podía dejarlo, una mesa para los pacientes que recibía de vez en cuando
- Por favor doctora ayude a Chuuya- se alejo para que ella lo revisara y tuviera una respuesta sobre lo que ocurría
No dijo nada, la azabache revisó cada parte de aquel joven buscando el motivo de su estado, no tenía heridas, tampoco ninguna infección haciéndose más difícil definir un diagnóstico preciso pero dejando de lado enfermedades un recuerdo llegó a su mente.
Los aparatos comenzaron a acumularse a un lado, utilizó uno que le permitiría escuchar la zona baja de su estómago, su vientre, habían técnicas para descubrir si lo que ella pronosticaba era correcto llevando a la práctica cada una de estas consiguiendo el resultado positivo
- no puedo creerlo, solo he visto esto una vez - sonrio orgullosa tomando de un estante un par de frascos, vitaminas y analgésicos dando a beber un poco al pelirrojo
- ¿que es eso? ¿que le está dando? - su semblante se relajo, los latidos de su corazón volvieron a la normalidad cuando Nakahara, después de esa noche tan difícil, se calmo
- felicidades Dazai- poso un trapo húmedo en la frente del pelirrojo revisando su ritmo cardíaco - tendrás un cachorro, quien lo diría
-¿cachorro? ¿acaso Chuuya esta... embarazado? - se sento en una silla cercana procesando la información
- así es, al ser hombre su cuerpo rechaza el producto provocando vómito y la grave descompensación debido a su mala alimentación, la medicina que le estuvieron dando en lugar de ayudarlo lo empeoraba pues estaba intentando expulsar el feto- no quiso explicar demasiado, la pobre criatura palidecio por la noticia pero al menos ahora que sabían que tenía eran capaces de llevar los cuidados correctos y hacer que ese niño o niña llegará a nacer
- todo este tiempo creímos que era algo que comió y lo envenenó - cubrió su rostro con ambas manos arrepentido de no llevarlo con ella desde el inicio
-los síntomas son diferentes a cuando una mujer se embaraza haciendo parecer que es envenenamiento en hombres - buscó plantas medicinales, las molio para hacer los remedios que al amanecer tendría que darle al joven - se quedara aquí hasta mañana para ver si la medicina hace efecto
- si, gracias Yosano- se acercó tomando la mano de su amado sonriendo más tranquilo al verlo profundamente dormido
- intenta descansar un poco cuando salga el sol lo revisare nuevamente y veré la dosis que tendrá que tomar - le entregó un par de mantas y partió a la alcoba dejando la vela encendida con su paciente e invitado.