Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una Noche de Copas - Fyoya por Kurai Akuma

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Tras el logro obtenido en su primer misión, Dostoievsky volvió al pelirrojo se segundo al mando, así mismo dejó a su cargo a un grupo de apenas diez hombres a quienes debían proteger, seguir y cumplir cada orden que Nakahara les diera, sin importar lo simple o absurda que fuera, todos dentro de la organización estaban conscientes de que su algo le llegaba a ocurrir a su líder el castigo que el ruso les daría sería algo peor inclusive que la muerte. 

 

Durante una semana tras el atraco a las oficinas del Gobierno permaneció descansando, ayudando al azabache en la vigilancia de las cámaras que se encontraban por toda Yokohama,  cada calle, edificio y lugar que veía provocaba cierta nostalgia en el ex mafioso al recordar sus días dentro de la Port Mafia o aún más aquel tiempo en el que fue líder de Sheep.

 

Pero sobre todas las cosas lo que logro provocar un revuelo sobre su pecho y hizo a su corazón latir con fuerza fue verlo a él, ese castaño que alguna vez amo, a quien le entregó su corazón y lo rompió como si se tratase de un niño a un juguete, por ello no podía creer que aún sentía algo por él, no podía negar que aún lo amaba. 

 

-chuuya ¿como te has sentido aquí? ¿te arrepientes?- pregunto el ruso volviendo la mirada a sus hermosos y brillantes orbes celestes que mantenían reflejando cierta tristeza en ese momento. 

 

- no... no me arrepiento... no podría - en su rostro una pequeña sonrisa se formó intentando ocultar ese sentimiento que permanecía sobre su pecho - me siento bien aquí, me gusta estar contigo aunque... no podamos salir mucho. 

 

-chuuya ... ¿quieres tener una cita conmigo? - aquella pregunta cayó como un balde de agua fría sobre los hombros del pelirrojo dejandolo sin saber que responder - podemos salir en una cita ... si tu quieres 

 

-¿que? no, espera no me refería a eso, se que tienes trabajo y estas ocupado así que no te preocupes por mi - avergonzado desvió la mirada a otro punto de la habitación - no quiero presionarte ni nada de eso, me conformo con que estés conmigo - se sentía ansioso, nervioso, no habían salido juntos desde hace   un largo tiempo, desde antes de que traicionada a la mafia y dejará esa vida atrás. 

 

- quiero hacerlo, quiero volver a salir contigo como antes ¿recuerdas? antes de que inicien los conflictos entre las organizaciones- el ruso tomó ambas manos del pelirrojo para así poder tener su atención una vez más y le viera a la cara, amaba la expresión que le mostraba, ese hermoso sonrojo sobre sus  blancas mejillas y el intenso brillo de sus orbes celestes que lo cultivaban por completo -además hay algo importante que debo hablar contigo. 

 

-¿hablar conmigo? ¿hice algo malo? - a esas alturas Nakahara no podía alejar la mirada de su rostro mientras repasaba una y otra vez cada cosa que fue enviado a hacer, cada trabajo en el que pudo haberse equivocado. 

 

-no, no has hecho nada malo-  de manera lenta llevo su diestra sobre su mejilla acariciando su delicada piel con las yemas de sus dedos notando como de manera inconciente este se acunaba sobre la palma de su mano -debo hablar contigo sobre nosotros, así que ve al cuarto, descansa y arreglate para la noche y tendremos una cita especial. 

 

-está bien - Se acercó a sus labios en un movimiento rápido depositando un dulce beso sobre estos antes de ponerse en pie y salir del lugar con total tranquilidad. 

 

〰〰〰〰〰〰

 

Cuando la noche cayó Nakahara esperaba impaciente a la  aparición de su amante, caminaba de un lado a otro por toda la habitación intentando controlar los rápido a latidos de su corazón, en ese momento su mayor temor era que Fyodor termine con su relación y lo envíe lejos o peor aún lo abandone y quedé a la deriva sin un lugar donde ocultarse de sus enemigos y de Dazai. 

 

La puerta de la habitación finalmente se abrió dejando ver al ruso con un traje negro y corbata, de verlo están a seguro que si en la calle lo encontrará vestido así no lo reconocería, mucho menos  porque no llevaba la capa y gorro tan distintivos en él.

 

-Fyodor...- sólo lo llamó, no pudo decir nada más con respecto a su vestimenta  al recordar la ansiedad que en ese momento inundaba su pecho. 

 

-¿estas listo? el auto nos está esperando - extendió su mano para que se acercará y así poder salir,  aún así lo más extraño de todo es que parecía no haber nadie en las instalaciones de la organización sólo eran ellos dos. 

 

En el bosque cerca del camino ya se encontraba lista una camioneta negra con los vidrios polarizados para que mientras salían de Yokohama nadie pudiera verlos, mucho menos reconocerlos. 

 

Partieron, el azabache seguía atento al camino, la oscura carretera era transitada por pocos autos, había extrañado salir y apreciar el paisaje sin tener que preocuparse por todo lo que giraba entorno a ellos, el oceando brillaba con la luz de la luna llena que brillaba en todo su esplendor e iluminaba su camino, pero ante todo había un silencio penetrante y absoluto en el que por más que el menor quería no podía articular palabra alguna. 

 

-¿nerviso?- fue Dostoievsky quien rompió ese ambiente de tensión observando de reojo a su compañero. 

 

- no... quizás un poco - sonrió ligeramente llevando la mirada a sus profundos oves violetas atreviendose a tomar su manos y entrelazar sus dedos - ¿a donde iremos? 

 

-pues mis planes son que vayamos a cenar, podemos caminar por la playa e ir de compras... - revisó el espejo retrovisor por aún auto que permanecía detrás suyo en lugar de revasarlos pero de inmediato este cambio su camino quedando una vez más sólo ellos en la autopista - te compraré ropa, vinos lo que te guste - en su rostro una sonrisa coqueta y algo divertida devoraba sus mejillas, era evidente que el hecho de ir de compras era por un motivo diferente 

 

-eso no es necesario Fyodor - desvió la mirada algo avergonzado una vez se percató de que era a lo que se refería 

 

-lo es, quiero darte todo lo que necesites chuuya, no quiero que te falte nada, no quiero que te  sientas oprimido por mi culpa -

 

Ya no pudo responder, no se negaría ya que quería hacer feliz a su amado, satisfacerlo aunque creía que esas cosas eran algo exageradas, además también quería poner de su parte, no sólo pedir o exigir cuando necesitará algo. 

 

Al cabo de un par de minutos finalmente llegaron a un restaurante que reflejaba un ambiente de grandeza, los que entraban lo hacian por reservación de semanas o incluso de meses, lo que le demostraba que no era casualidad que el ruso lo llevará a ese lugar, que incluso lo había planeado todo  con antelación. 

 

Una mesa cerca de un gran ventanal que mostraba una hermosa vista, la comida preparada por chef's reconocidos a nivel internacional, el vino era dulce, el ambiente tranquilo junto a una charla agradable la hacian la velada perfecta, incluso que no podía comparar con sus citas anteriores que también fueron maravillosas pero ese podía considerarlo uno de los momentos más felices y emocionantes que pasaba junto al azabache. 

 

La cena terminó con  un postre de chocolate exquisito que compartieron entre los dos y al final salieron tras pagar aquella deliciosa cena. 

 

-gracias, fue maravillosa - en su rostro esbozó una gran sonrisa observando el oscuro cuerpo mientras caminaban por la orilla de la playa sin soltarlo del brazo.

 

-no agradezcas, desde hace un tiempo quería que salieramos a comer, ya estaba cansado de lo que prepara Iván -¿tu no? -llevo la mirada al pelirrojo mientras esperaba una respuesta similar, cómplice de lo que no le dirían a aquel ruso 

 

-Iván... cocina bien pero ya me había cansado que siempre preparaba lo mismo -una pequeña risilla escapó de su boca -agradezco que prepare comida japonesa para mi pero... diario es lo mismo, comienzo a odiar el pescado - hizo una ligera mueca de molestia al mismo tiempo que daba un profundo suspiro. 

 

El ruso se detuvo, provocándole extrañeza en el menor quien de inmediato llevo su mirada a sus orbes violaceos.

 

-Chuuya... - lo llamó, su voz había cambiado, ahora denotaba una completa seriedad que merecía la total atención del mencionado 

 

-Fyodor - el nombrado se inclinó posando una de sus rodillas sobre la arena sin desviar la vista del rostro expectante de su amante. 

 

-chuuya, te amo, desde el primer día en que te vi mi corazón a sido completamente tuyo, verte despertar a mi lado me ha hecho el hombre más feliz de todos y por eso, aquí mismo con la Luna como nuestro principal testigo yo... - de su saco dejó ver una pequeña caja de terciopelo rojo - quiero sellar nuestro amor- en su interior mostró la pequeña joya, un  anillo de oro con un un diamante sobre este que resplandecia con intensidad. 

 

-Fyodor ... ¿ acaso tú? - las palabras no salían de la boca del pelirrojo, su corazón latía de forma desmesurada al punto que creía que podría salirse de su pecho. 

 

-Nakahara Chuuya- el azabache continuó - te amo, quiero pasar el resto de mis días a tu lado, prometo protegerte y respetarse como lo mereces, prometo amarte incluso después de que mi corazón  deje de latir, por eso casate conmigo.  

 

Un silencio profundo invadió el lugar, los segundos parecían eternos, no había respuesta, no habían palabras, las olas golpeando la costa era lo único que se escuchaba no muy lejos de ellos. Quien hizo el primer movimiento fue Nakahara quien dio un profundo suspiro para armarse de valor, se inclinó a su altura, lo rodeó con ambos brazos para ocultar su rostro sobre su hombro respondiendo finalmente a su propuesta y susurrar un bajo "si"  

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).