Esto fue lo que el líder de las Ratas en la Casa de los Muertos, Fyodor Dostoievski, escribió en las páginas en blanco del libro que llevaba por nombre Stray Dogs, obteniendo el poder de cambiar la realidad que lo rodeaba así como los resultados del enfrentamiento que se daba en esos momentos entre sus subordinados, liderados por su pareja actual Nakahara Chuuya y los miembros de la Agencia Armada de Detectives junto los restantes de la Port Mafia liderados por el ex ejecutivo Osamu Dazai
Es un mundo diferente al ya conocido, donde cada individuo sin importar su nacionalidad, su estatus social e incluso su religión e ideología son iguales en poder, capacidad, oportunidades y derechos. En este mundo nadie presenta algún don que se pueda explotar para el bien mucho menos para el mal, no hay organizaciones que abusen de estos poderes para controlar a los que no los tienen, es un mundo pacifico, donde sin importar los conflictos que puedan surgir hay otras mil formas en las que se pueden solucionar.
En ese mundo nacieron dos niños, uno en un país frío y conservador este era Rusia y el otro un país más liberal, Japón. Eran diferentes, eran especiales porque a pesar de la distancia y las diferencias socioculturales ambos estaban destinados a encontrarse, a enamorarse y a conseguir su final feliz con la familia que alguna vez soñaron.
Ambos crecieron dentro de un hogar ordinario, con sus padres y hermanos aunque las situaciones que vivieron forjaron el carácter de cada uno de ellos, aprendieron el dolor y el desamor, aprendieron a apreciar lo que realmente importa, actuando siempre con valor y humildad ante cada obstáculo.
El destino los iba a unir porque estaba escrito, sus corazones latían como uno desde el día en que llegaron al mundo y el joven ruso era quien se encargaría de encontrar a su alma gemela. El sería el único que sabría la verdad sobre el fin del régimen mundial anterior, él sería el único que podría recordar el sacrifico que se hizo para conseguir la paz junto con el joven a quien amo y a quien le entrego su corazón pero también el secreto que guardo para si sobre el pequeño pelirrojo conservando esos cambios hasta el día en que se volvieran uno.
Dieciséis años pasarían antes de volverse a ver, antes de que sus miradas se cruzaran haciendo que sus corazón recuerden las viejas promesas hechas, promesas que desaparecieron con la muerte aunque no fueran para siempre, ese seria su nuevo comienzo, una nueva historia de amor seria escrita para ellos dos, sus nombres Nakahara Chuuya y Fyodor Dostoievski quienes demostrarían que juntos lograron vencer cada una de las dificultades que se interpongan en su camino.
El ruido de fuera lo alerto, debía darse prisa, ser breve y conciso para así por lo menos salvar a aquel que más le importaba, con solo unas pocas palabras y una redacción sencilla se tuvo que conformar y esperar que su plan funcionara, esperar que el libro cumpliera el propósito principal por el que fue robado, crear un mundo sin habilidades donde se encontraría con su amado.
Dejo el libro oculto en el escritorio, no lo encontrarían hasta después del cambio así su victoria estaba garantizada.
Al salir de la amplia habitación vislumbró la peor escena que podía imaginar, Chuuya estaba al borde de la muerte, estaban acorralados y lo único que pudo hacer fue robar tiempo y permanecer al lado de su amado hasta que su corazón se detuvo.
Una luz se extendió por sobre todos los presentes y entonces esta se convirtió en una profunda oscuridad
Fin