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Butterflies II (Versión padres) por CaedesDarkParadaise

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James Potter no estaba de acuerdo con aquella pantomima del concurso, es decir, no lo estaba al principio.

Pero no sabía como conquistar a su hermosa serpiente, ya lo había intentado de mil maneras y ninguna había dado fruto. Aunque le faltaba desnudarse delante de él y dejar que pasara lo que tenía que pasar...En fin, todo había empezado al revés, Lunático y Colagusano planeando los bailes, el canto y sus declaraciones ayudados por Lily, Canuto refunfuñando por las esquinas porque no conocía sus planes, el hermano de Sirius chantajeándolos y Severus Snape de aliado.

Eso no iba a salir bien.

"- ¡Que dramático eres!- Remus rodó los ojos y los demás asintieron. Cornamenta abrió los labios preparado para defenderse, pero Sirius se le adelantó:- ¡La reina del drama!

- ¿¡Como me has llamado perro de segunda!?- se indignó subiéndose al sofá para saltar sobre él. Sirius alistó su varita.- ¿¡Te recuerdo quién estuvo llorando una semana entera en el felpudo de su casa porque cometió la imprudencia de llamar gordo a su esposo embarazado!?

Canuto se puso rojo de la rabia.

- ¡Aja! ¡Has sacado la artillería pesada!- Sirius no cabía en si mismo.- ¡Puedo sacar mucha más mier...!

- ¡Sirius!

Regulus, harto de las peleas de esos dos, sacó su varita y los ató a unas sillas para que no se movieran.

- Gracias.- suspiró Lily acariciándose las sienes.- ¡Son unos imbéciles!

- ¿Porque no empiezas, James?- le instó Peter viendo que Remus estaba a punto de perder la paciencia.- Por el principio. Lo que quiere decir el momento en que te enamoraste de él.

Fuera Harry se comía una galleta que había invocado y esperaba a que comenzara la historia.

James dejó de lanzarle flechas de muerte a Sirius y se devanó los sesos intentando recordar.

"Un adolescente James de sexto año corría a las cocinas después de un aburrido día de clases. En realidad no corría, sino que volaba. Nadie lo había descubierto durante estos últimos meses, pero cada cierto tiempo tomaba su escoba y volaba por los pasillos de Hogwarts raudo y veloz. Ni siquiera la señora Norris podía competir con su escoba de última generación. A veces ni avisaba a Canuto, aunque nadie pudiera creerlo, le gustaba pasear solo. Tal vez el viento le enfriaba las ideas y...

- ¿¡Quién anda ahí!?

Oh, oh.

James hizo un giro mal equilibrado, por un momento tuvo un problema de pánico, ¿y porque?

Él era el buscador de Gryffindor.

Había volado desde los malditos cinco años.

Y se había proclamado el rey que se burlaba de todo y de todos.

Pero esa voz era tan letal que por un momento temió por su vida.

- ¡Oye, tu! ¡Mocoso!

¿¡Mocoso!?

James no podía distinguir bien el rostro de la persona que le gritaba como una bestia feroz. ¿Quién es ese tipo? Era un hombre tan guapo que le robó el aliento, cabello negro oscuro echado hacía atrás, ojos verdes que parecían furiosos y un espectacular físico que removió el estomago de James y lo excitó de inmediato.

- ¡Baja aquí ahora mismo, mocoso!- gritó con un tono frío.

La escoba de James actuó por si sola bajando hacía la dirección donde se encontraba el tipo.

- ¿Que demonios? ¡Oye, para, idiota!

Al parecer su magia estaba atrayendo su escoba a una velocidad que causó vértigo en él. Sin embargo, no pudo sostenerse del todo bien y cuando la escoba fue veloz y ya se consideraba imparable, sintió que su cuerpo se desprendía del objeto y empezaba a caer como un ser sin posesión de sus movimientos. ¡Maldito imbécil! ¡Iba a morir!

"- ¡Ves que eres la reina del drama!- dijeron todos.

- ¡Podía haber muerto, amigos de pacotilla!- chilló James acusándolos.- ¡Ese Riddle es un descerebrado!

- Sigue, James.

Él regresó a sus recuerdos."

James caía y caía sin descenso, ¿cuantos metros había subido realmente? Pero no cayó del todo, en un instante tomó conciencia de que su cuerpo ya no caía sino que flotaba. Sus tímpanos se taparon y su mente se quedó en blanco, aunque nada sucedió, ya que su cuerpo fue recogido como una pluma y unos brazos fuertes le sostuvieron en el aire. El Gryffindor habia cerrado los ojos para no ver el desastre que ocurriría, pero cuando los abrió se encontró unos hermosos ojos verdes.

¿Estaba en el cielo?

- ¿¡Porque maldita sea no tienes más cuidado, mocoso!?

Potter lo miró con cara de idiota hasta que se dio cuenta.

¿¡Como!?

- ¡No he sido yo quien ha embrujado mi maldita escoba!

- ¡No maldigas, maldita sea!- rumió el hombre ajustando el agarre en su cuerpo.- ¡Podías haberte matado!

- ¡Lo tenía todo controlado!- grito e hizo un puchero.- ¿¡Quien eres tú!?

Enfurecido, el hombre lo bajó, pero no lo soltó.

- Soy tu nuevo profesor de Defensa contra las artes oscuras.- le informó con una voz arrogante.- Thomas Riddle.

Thomas Riddle.

A James se le quedó atascado su nombre en la garganta.

- Mi nuevo profesor.- susurró. James miró su boca con deseo.- Una pregunta, profesor. ¿Tiene permitido acostarse con sus alumnos?

El profesor Riddle se quedó en blanco.

"Cinco almohadas llegaron al rostro de James Riddle.

- ¡James eres de lo que no hay!

- ¿¡Le dijiste eso al profesor Riddle nada mas conocerlo!?

Chilló Peter boquiabierto.

- ¡Por supuesto!- le devolvió con aire culposo.- ¡Si quiero algo, lo tengo!

"Malditos Gryffindors" se dijo Regulus acariciándose el puente de la nariz."

- ¿Se ha vuelto loco, mocoso?- gruñó Tom soltándolo del todo, pero James hizo todo lo contrario, y se acercó más a su cuerpo.- Aléjate.

James sonrió de lado.

- Tendrá que pagarme una nueva escoba, profesor.- susurró muy cerca de él.- No acepto dinero en efectivo.

Thomas lo alejó con un movimiento de brazo y lo miró seriamente.

- Calma tus hormonas, mocoso.- escupió.- Y vete antes de que baje cien puntos a Gryffindor.

Su amenaza podía ser muy real por lo que James, con todo el dolor de su corazón, retrocedió dos pasos.

- Si, profesor...- invocó su escoba y lo miró una última vez con decisión.- pero no voy a rendirme.

El profesor sintió que su columna vertebral se tensaba.

- Márchese ahora mismo.- le ordenó.

- Si, profesor.- sin embargo él era demasiado osado, asi que acercó su rostro a la del otro y rozó sus labios.- Nos vemos.

Y lo abandonó en mitad del pasillo mientras su mente maquinaba ideas para conquistarlo.

"- ¡Y así fue como enamoré a mi hombre!- saltó James.- ¡Vamos a comernos un helado!

- ¡James!- gritaron todos tirándole mas almohadas.

Lo que le hizo preguntarse si realmente se había comprado demasiadas.

- Cornamenta.- dijo Remus.- Te lo digo por todos. Tienes un par de...Ajam.

- ¡No lo digas Sirius!

Lily fue la primera que tapó su boca para que Sirius no lo repitiera.

- ¡Eso es censura!

- Eres un ordinario, Orion.- escupió Regulus tomándose una copa de vino.- Tienes unos modales horrendos.

- ¡Snob!

- ¿¡Que me has dicho!?

Empezó la guerra de los Black.

- ¡Bueno basta ya!- Peter los separó con su pequeño cuerpo.- ¡Sois peores que niños!

- Continua, James.- le dijo Remus haciendo un aspaviento.- Cuéntanos que ocurrió esa noche o mejor...- compuso una sonrisa que dio mala espina a James.-...que ocurrió la noche anterior a nuestro concurso.

James abrió los ojos, espantado.

- ¡Ni se te ocurra!

Canuto los miró a ambos y entrecerró los ojos.- ¿Que ocurrió?

- ¡No, ni se te o...!

Lily le cerró la boca con un hechizo y puso su atención en Remus.

- Prosigue, cariño.

- Gracias.- dijo sonriendo malvadamente.

Progresivamente la expresión de James fue enfurruñándose cada vez más y más, y finalmente se sentó en una esquina.

- Todo ocurrió...

"...la madrugada del concurso.

Remus se había levantado muy temprano porque hacia diez minutos que oía sonidos extraños provenientes del baño. Por pereza no había querido averiguarlo, pero no tuvo más remedio cuando escucho una pequeña explosión viniendo del cubículo.

- ¿Que demonios?- maldijo yendo en dirección al baño. Ni Peter ni Sirius se percataron del asunto y continuaron roncando, en cambio James no se encontraba en su cama.- ¿James?- El susodicho estaba de espaldas a la puerta y en cuanto escuchó su voz se tensó.- ¿Que haces?

Él se limpió los parpados y lo miró con los ojos entrecerrados.

El Gryffindor intentó esconder lo que hacía con su cuerpo.

- ¿¡Que demonios estas haciendo!?

Lunático lo apartó para ver lo que hacía olisqueando el aire. James cayó a un lado maldiciendo la fuerza sobrenatural del licántropo.

- Eso no es...- paró un segundo.- ¿¡Estás haciendo una poción de embarazo!?

"Maldito lunático cerebrito"- pensó James alejándose de la mirada fulminadora de su amigo."

Volviendo al salón de los Riddle Potter, todos miraban a James con miradas burlonas.

James no sabía donde esconderse.

- Entonces era verdad lo que decía Lunático.- dijo Peter alzando una ceja.

Remus asintió.

- Estas fatal, Cornamenta.- resopló Sirius.

- ¡Era un plan de emergencia!- chilló.

Fuera del salón, Harry Potter no podía cerrar la boca.

Su papá era demasiado loco.

- ¿¡Acaso crees que yo era el único que planeaba embarazarlo!?- chilló aún mas quejumbroso.- Años después descubrí que mi encantador esposo había tomando pociones para embarazarme esa misma noche. Mi pobre Harry no fue un accidente.- se lamentó.- ¡Tuve suerte de que solo me saliera un hijo en mi primer embarazo!

- Con tantas pociones de por medio hubieran habido cinco Harrys.- susurró Lily al oído de Regulus.

Regulus se estremeció.

Cinco Harrys eran cinco Riddles y Potters.

Al fin y al cabo hablaban de Thomas Riddle.

Ese hombre causaba escalofríos con su sola presencia.

- Continua, Remus, ¿que ocurrió?

- ¡Eh, que es mi historia!

Ninguno le hizo caso.

"- ¡Desmantela esto ahora mismo!- le ordenó Remus cruzándose de brazos.- ¿¡Crees que esto es la solución!?

- Ya lo sé...- bajó la cabeza.- pero es que él no me mira y yo lo quiero."

Todos en el salón miraron con pena a un avergonzado anfitrión.

- ¿A quien estáis mirando?- bufó.- Sigue.

"Remus miró a su amigo con lástima. Al fin y al cabo, todos estaban en la misma situación.

- Lo sé, James.- se sentó en el suelo a su lado y lo abrazó.- Pero un embarazo es algo que debe surgir por amor, un amor correspondido. No por obligación.

- ¡Él me ama, Remus...- gritó convencido y su voz bajó dos octavas.-.... pero no lo sabe.

El otro suspiró.

- No te hace falta, en su momento tendrás todos los hijos que quieras, pero primero necesitas que el padre lo sepa.

Se burló. James también se rió.

- Esta bien, esta bien.- miró todo lo que había montado.- Aunque puede que esto te sirva a ti. Ese Malfoy no parece muy fértil.

- ¡No te burles!- y los dos se fueron a dormir."

- ¿¡Y quien tuvo cinco hijos con esa serpiente albina!?- chilló Peter señalando a un avergonzado Remus.

Sirius se alzó muy indignado.- Perdóname que te diga, Remus, y lo digo por todos. Eres un conejo.

- ¡Imbéciles!

Sus mejillas estaban rojas mientras los demás reían.

- Bueno, bueno.- Cornamenta se levantó y calmó a sus amigos.- Empiezo mi historia de aquella noche.

- ¡Por fin!- dijo Regulus para sorpresa de todos. Con sus miradas asombradas puestas en su persona, miró su reloj.- Tengo una reunión en dos horas. Daos prisa.

- Esta bien.- rodó sus ojos.- Fue así.

"Tras una gloriosa ovación en el concierto, James no había querido volver a mirar a la gente. Tenía tanto miedo que prefirió no espiar tras la cortina, ya tenía suficiente con lo que oía y con lo que había visto. ¡Maldición, se había sentado en su regazo! Y no le había dado una simple mirada de deseo. ¡Ni una! Y eso que había rozado su erección cuando estaba bailando. Lo amaba pero su hombre necesitaba muchos mimos. Lo intuía. James entró en depresión, sus amigos estaban igual de deprimidos, la gente empezaba a volverse loca y la noche no prometía ir bien.

- ¡Cuidado!

Un fuego de humo negro invadió el backstage, Cornamenta no pudo hacer nada, su mente falló y sintió como su brazo era tirado hacía atrás. Los ojos de James no pudieron distinguir el lugar donde se encontraba, quizás era un armario oscuro o quizás, ¿una cueva?

- ¿Que merlín es este lugar?- se preguntó James a si mismo mirando a todos lados.

Nunca había estado en un lugar así.

Era enorme, oscuro y quizás algo húmedo.

Para su desconcierto había una gigantesca y horrible estatua en medio de la cueva y miles de serpientes mirandole a los ojos.

- ¿Estoy en una película de terror?

- No lo estás.- una voz serpenteante le estremeció de pies a cabeza.

James se giró de golpe.

- ¡Oh, merlín!- Tras él estaba el objeto de su deseo más intimo.-...Tom...

Tom no parecía el mismo profesor de siempre. Estaba despeinado, su ropa habitual parecía desaliñada, había desabrochado algunos botones de su camisa y andaba descalzo por la fría piedra. Sus ojos verdes no estaban verdes sino rojos. De un furioso rojo.

¡Merlín!

Lo amaba.

- ¿Que tanto me miras, mocoso?- espetó Tom cruzándose de brazos y viéndose mucho más imponente.

Él tragó en seco.

- Yo...¿que hago aquí, Riddle?

El mayor miró a los lados, pero regresó su vista fulminante a James.- ¿Tu que crees? Te he secuestrado, James.

¿Secuestrado?

"Todos sus amigos lo miraban boquiabierto.

- ¿¡Secuestrado!?- gritaron todos.- ¡Lo reconoce!

- Ese hombre no tiene modales.- se lamentó James, pero luego su boca tornó a una sonrisa.- Lo adoro.

- Ohhhh.- sus amigos se burlaron de él.- Que bonito.

- ¡Idiotas!"

Por un momento la mente de James se volvió en blanco.

- ¿Me has...secuestrado?

- Si.- gruñó.- Que se te meta bien en la cabeza.

¿Había funcionado el plan del concurso?

- ¿Porque?

Tom tensó sus hombros y bajando los brazos fue caminando despacio hacia él. Tuvo el impulso de retroceder, pero su cabeza le dijo que no, que aquello era lo más sexy del mundo y su profesor no parecía él en lo más mínimo.

Era otro hombre.

- Respondeme, James.- siseó.- ¿Que ocurre si un hombre ve que la persona que ha deseado locamente se ofrece ante otros como si se estuviera vendiendo?

- ¿Como dices?

No podía respirar.

- ¿Estás sordo?- le preguntó tomando su mano con fuerza y tirando su cuerpo contra el suyo. James no podía creerlo.- ¿Por que diablos estás semidesnudo?

Él miró sus ropas, su camisa semiabierta y notó su maquillaje aún en su rostro.

No estaba semidesnudo.

- ¿Te has vuelto loco, Riddle?- dijo con el ceño fruncido.- No estoy siquiera en calzoncillos.

- Muestras piel que es lo mismo.- gruñó y tomó su cintura para luego estampar sus labios en los del Gryffindor.

"- ¡Ahhh!- chillaron todos.

- No me lo creo.- dijo Sirius de pronto.- No me creo a ese Riddle.

- ¿Que dices, Sirius?

James miró a todos y puso un rostro solemne.- Lo siento, muchachos, les he mentido. Debo revelaros que...- sus amigos se inclinaron hacia delante.-...fui yo quien provocó ese humo y secuestró a Riddle.

- ¿¡Qué!?

Los merodeadores y Regulus no podían abrir más la boca.

- El humo lo provoqué yo, pero no con mala intención, que luego os secuestraran vuestros esposos es cosa suya.- dijo enfurruñado.- Se aprovecharon del humo.

- No entiendo nada, James.- Lily lo tomó de los hombros.- ¿Porque lo hiciste?

Él rodó los ojos y rodeó los hombros de su amiga.- Mi Tom puede ser una serpiente inteligente y astuta, pero en asuntos de amor es un lerdo total.

Harry se golpeó la frente.

Menudo ejemplo de padres.

- Así que te inventaste la historia del principio porque es lo que habías soñado que hubiera hecho tu esposo.- se burló Regulus.

- Así es.- hizo una sonrisa enamorada.

- ¡Pues cuéntanos la verdad, idiota!

Le lanzaron más almohadas y quizás dos varitas.

- ¡Solo quería crear expectación!- chilló.- ¡Ahhh! ¡No, Remus! ¡La botella de coñac, no!

- ¡Habla, maldito reno insensible!

Peter estaba preparado para lanzarle la bola de cristal tan fea que tenían sobre la repisa.

Regalo de navidad de Harry.

- ¡Soy un ciervo!

Después de que Regulus los calmó (aunque no pudo evitar unirseles), dejó que James prosiguiera con su relato contando la parte verdadera.

Volvió a empezar.

"Tras una gloriosa ovación en el concierto, James no había querido volver a mirar en dirección a la gente. Tenía tanto miedo que prefirió no espiar tras la cortina, ya tenía suficiente con lo que oía y con lo que había visto. ¡Maldición, se había sentado en su regazo! Y no le había dado una simple mirada de deseo. ¡Ni una! Y eso que había rozado su erección cuando estaba bailando. Lo amaba pero su hombre necesitaba golpearse contra una pared enorme. ¿¡Porque era tan lento!? James entró en depresión, sus amigos estaban igual de deprimidos, la gente empezaba a volverse loca y la noche no prometía ir bien.

Plan B.

- ¡Cuidado!

Sin que le vieran, sacó de sus bolsillos una bola que causaba fuego de humo negro de su propia colección. Lo dejó en una esquina y el humo invadió el backstage. Por el rabillo del ojo vio como venían esas serpientes rastreras a por sus amigos, así que simplemente les dejó a su suerte sabiendo que estaban en buenas manos. O eso esperaba si los Slytherin no querían perder parte de su anatomía. Aprovechó el momento para huir e ir a por su serpiente favorita. Este se encontraba aplacando con furia a los estudiantes que pretendían derrumbar el escenario.

- ¡Fuera mocosos acosadores!- sus ojos se volvieron de un rojo candente. James se excitó con solo verlo.- ¡Nadie pasará de aquí!

Su furia iba a aumentar si James no le ayudaba antes al provocar un hechizo que creaba una tormenta. Los estudiantes empezaron a chillar y correr fuera del comedor, incluso los profesores se marcharon. Para su suerte no estaba el profesor Dumbledore. Solo quedó Riddle que lo vio entre el mar de gente.

- ¡Potter!- gruñó.- ¿¡Que demonios haces ahí!? ¡Dame una explicación ahora mismo!

James se puso contra la pared y cruzó sus brazos.

- ¿De que profesor?

Thomas estaba mojado de los pies a la cabeza y su cabello húmedo goteaba por su frente.

Ni siquiera se salvaban sus ropas y James solo deseó quitárselas.

- ¡Crear todo este caos, cantar en el maldito comedor y con esa ropa de sabe merlín donde la has sacado! ¡Te has maquillado, mocoso! ¡Límpiate la cara!

- ¿Le gusta profesor?- James se acercó hasta él.- Me lo puse para ti.

El Slytherin retrocedió unos pasos y sus ojos tornaron negros.- No juegues conmigo, mocoso.

- Te lo dije, Thomas.- avanzó unos pasos y tomó la camisa de Tom.- No iba a rendirme."

En el salón, sus amigos lo miraban con una nueva luz.

- Es admirable, James.

El susodicho se avergonzó.

- En vez de que él fuera a por ti, tú fuiste a por él.- Canuto abrazó a su amigo fuertemente.- Me siento muy orgulloso.

A Peter se le llenaron los ojos de lágrimas y Lily le lanzaba una sonrisa orgullosa.

- He de decir, Potter.- comenzó Regulus.- Que los tienes bien puestos.

- Gracias, gracias.- se limpió una lágrima ficticia.- Será mejor que continúe.

- ¡Si!

"Riddle puso rígida su columna y lo miró seriamente.- ¿Te crees que me he creído tu numerito? Eres un desvergonzado.- la sonrisa de James se volvió más cálida.- ¿Porque me miras así?

- Eres un mentiroso, Riddle.- le dijo rodeando sus brazos en su cuello.- Te ha encantado. ¿Crees que no lo sé?

Sus ojos lo fulminaron, pero no alejaron su cuerpo...ni sus intenciones.

- ¿Crees que no sé que me espías, que has alejado a todas las chicas que me perseguían y que hay noches que te masturbas pensando en mi?

Por primera vez vio que la frialdad de Tom caía.

- ¡No digas esas cosas, mocoso!- Las manos de James acariciaron su cintura seductoramente y pegó ambas entrepiernas. Tom gruñó e intentó moverse, pero no pudo.- ¡Mas te valdría soltarme!

- No quiero.- dijo.- He lanzado un hechizo sobre tu cuerpo para que no puedas moverte.

El Gryffindor lamió sus labios y mordió la piel.

- No sabes cuanto te he deseado, profesor.- y terminó besándolo apasionadamente. La boca de Tom estaba cerrada al principio, pero sus labios comenzaron a moverse y James disfrutó la pequeña rendición de su serpiente.- ¿Me deseas, Tom?

- No tengo otro maldito remedio.- siseó y sus manos se liberaron para tomar su cintura con fuerza.

-...Tom...- se quedó sin aliento.

Al parecer su Tom era más poderoso de lo que parecía para haber deshecho el hechizo.

- ¿Quieres jugar, pequeño león?

Agarró al Gryffindor por el trasero y lo alzó. James rió ávidamente. Su Tom estaba demasiado reprimido. Necesitaba soltar a la serpiente que llevaba dentro.

- No te pudiste quedar sentado, esperando a ser conquistado, mocoso.- le reprochó.- Tuviste que lanzarte al hoyo tu solo.

- ¿Hubieras dado tu el paso?- él alzó una ceja.- Perdona mi querida serpiente, pero eres malo en asuntos de amor.- y susurró en su oído.- ¿Lo eres también en asuntos de cama?"

- ¡Ahhhh!- chilló Lily mientras Regulus abría los ojos.- ¡Eres todo un Gryffindor!

- Mis pobres oídos.- dijo Sirius.- Eres como mi hermano.- lloriqueó.- ¿Quién quiere oír eso de su hermano?- lo miró bajo las pestañas y sonrió pícaramente.- Cuenta más.

- Bueno....

- Espera...- le paró Peter. James se quedó con la palabra en la boca.-...¡Ahhhhh!....ya está.

Remus se rió lobunamente.

"- No me pongas a prueba, Potter.- Y como si se tratase de un objeto se aferró a él y el gran comedor empezó a dar vueltas. Para cuando se dio cuenta, James ya no estaba en Hogwarts, sino en una especie de cueva con una estatura enorme de un hombre del mar y miles de serpientes clavándole la mirada. El Gryffindor jadeó, pero no le dio tiempo si quiera a pensar del todo o preguntar, pues los labios de Tom atacaron su boca sin contemplaciones. James gimió dentro del beso. Ese Thomas Riddle era el que él deseaba con locura, aunque también amara locamente al Riddle remilgado. Sin pensar fue quitando la ropa mojada de su hombre, despacio sin cortar el beso y mordiendo sus labios con tanta intensidad que Riddle gruñó y causó fricción entre ambas erecciones.

-...Merlín, Tom.- su cara enrojeció por el calor y en menos de lo que quiso se encontraba en una habitación con una cama.- ¿Donde esta...?

- Shhh.- calló su boca.- Tu has querido esto, mocoso, pues lo tendrás.

Y se vio despojado de su ropa con un movimiento de dedos.

- Te voy a enseñar a obedecer, maldita sea.

Y atacó uno de sus puntos más sensibles."

- ¡Sus pezones!

- Dais asco.- Regulus hizo una mueca de desagrado.- Pervertidos.

- ¡Calla, Reggie! ¡O cuento cuál es tu punto débil!

La cara de Regulus se volvió pálida.

- Ya volveremos con eso después.- dijo Remus con una sonrisa malvada.

El Black deseó volver a su preciada oficina.

"James pegó un chillido de placer cuando su serpiente atacó sus pezones sin remilgos ni compasión. Tom sonrió de lado e hizo lo mismo con el otro, haciéndole disfrutar lo máximo apenas con unos toques en su cuerpo.

- Estas muy excitado, James.- murmuró en su oído y empezó a tocar su miembro despierto.- Gime para mi.

Así lo hizo.

Estaba en un punto en el que ni él mismo se reconocía, todas sus experiencias sexuales anteriores las había olvidado de golpe y ya solo recordaba los besos de Tom. El Slytherin no tuvo suficiente con recorrer su cuerpo con sus labios y lengua, sino que utilizó sus hábiles manos para torturarlo, lo que casi provoca que terminase demasiado pronto. James abrió los ojos y vio la escena más erótica del mundo. Su Tom comenzaba a quitarse los pantalones para luego bajar sus calzoncillos.

- Merlín.- murmuró James atónito.

Tom no dijo nada, pero un brillo satisfactorio se instaló en sus ojos."

Sus amigos estaban levemente sonrojados, más bien Remus, Lily, Peter y Regulus, aunque este último solo un poco. En cambio Sirius disfrutaba la historia como un niño pequeño.

- ¿Grande, eh?

Su rostro estaba rojo como un tomate.

-...Si...- dijo James mirando fuera del salón.- Acabemos esto rápido, quiero volver con mi Tom.

Su hijo, sin embargo, estaba al punto del desmayo y se tapó los oídos para no ír nada.

¡No quería saber ese dato!

"- No tengo la paciencia para ser suave ahora.- gruñó subiéndose sobre su cuerpo. Podía sentir cada músculo suyo acariciarlo y sus dedos rozando su mejilla con ternura.- Maldita sea, eres tan tierno. Todo lloroso y excitado.

Riddle estaba igual o más que excitado, pero James no podía hablar.

Simplemente no podía.

Y cuando lo preparó profusamente para poder terminar de unirlos definitivamente creyó que jamás habría momento tan hermoso.

- Quisiera...- miró su miembro palpitante.

- Después.- ordenó con la mirada oscura.- No te librarás, James.

Solo por oír su nombre en sus labios llegaría al éxtasis.

- Pero necesito estar dentro de ti.

El Gryffindor ya se sentía listo para recibirlo, aunque en su mente aún rondaba una pregunta.

- Tom.- le llamó dejando que su boca hinchada por los besos abandonase la otra boca.- ¿Tú...me amas?

No obtuvo respuesta inmediata.

Más bien una mirada furiosa de Tom que le estremeció de pies a cabeza y sin quererlo ni beberlo se vio siendo penetrado con deseos inhumanos. De sus labios brotó un gemido desgarrador que pudo haber despertado al mismísimo merlín, pero que llevaron a James al acabose del placer. Tom lanzó gruñidos que se estrellaron en su oído y continuó el vaivén de pasión que formaban ambos cuerpos.

-...¡Merlín, Tom!...

- ¿¡Como maldita sea puedes decir....- jadeó Tom con gotas de sudor bajando por su frente.-...que no te amo!? ¡Jamás...me habría...acostado contigo....si no te hubiera querido!

Su declaración lo dejó desconcertado.

-...¿¡Como!? ¡Ahhh!

- Desde....que te...vi.

James no pudo contenerse y lo besó apasionadamente, para ese momento su racionalidad ya era una mera distracción y los dos alcanzaron la gloria en los brazos del otro.

- Te amo, Tom.- sus ojos estaban llorosos.- Desde que te vi.

- Maldito Gryffindor.- escupió y lo abrazó contra su cuerpo.- Yo también. He estado furioso todo esta maldita semana contigo...

- ¿Conmigo?- se indignó levantándose a medias.- ¿Porque?

- ¿Crees que no sé que has estado yendo por el castillo con tus amigos haciendo no se qué diabluras?- espetó golpeando su culo.

- ¡Ah!

- No me jodas, James, no vuelvas a hacer eso.- gruñó.- Llevo sin dormir varias noches por perseguirte."

- ¿¡Como!?

Los merodeadores estaban a cuadros.

- ¿¡Desde cuando...!?

- ¡Déjale seguir!

Sirius se quedó mudo.

"- Yo...- estaba boquiabierto.-...no sabía. ¿Ibas a hacer algo esta noche para secuestrarme después de haberme visto en el escenario?

- ¿Secuestrarte?- dijo con el ceño más fruncido.- Llevo planeando secuestrarte un año entero.

¿Un año?

- ¿Y por que no...?

- ¡El maldito concurso quebró mis planes! ¡Todo por ese viejo loco! ¡Ni se te ocurra pensar que te dejaré ir ahora que te tengo! ¡Eres mío! ¿¡Entendido!?

Se levantó exaltado y caminó furiosamente por la habitación.

- ¡Tampoco iba a dejar que nadie te tocara en el escenario cuando se volvieron locos esos críos inmun...James!

- Te amo, mi remilgado y loco profesor.- le declaró saltando sobre él.

- No me llames remilgado, James.- siseó sin dejar de abrazarlo.

- ¿Que vas a hacerme, eh?

Los ojos verdes de Tom refulgieron.

Ninguno pronunció respuesta."

James estaba ensimismado en sus recuerdos mientras sus amigos volvían a la normalidad. Demasiadas emociones en un día y aún faltaba un relato más.

- Ese Riddle me ha sorprendido gratamente.- asintió Sirius.- Sobre todo el tamaño de su....

- ¡Sirius!- lo calló Remus.- No seas maleducado.

- ¡Pervertido!- Regulus le dio un coscorrón en la cabeza.- Perdónale, madre.

Él miró hacia arriba, al cielo, pero Sirius siguiéndole el juego, y al contrario que él, miró al suelo.

- ¡Tu madre sigue viva, Sirius!

- ¡Y no está en el infierno, Orion!- volvió a darle un coscorrón.

- ¡Deja de golpearme, Arcturus!

Los hermanos Black empezaron otra disputa que pareció no tener fin.

"Par de críos" pensó James negando con la cabeza y divertido a no más poder.

- ¡Me toca a mi!- chilló Lily alzándose entre los demás.

Oh, merlín.

 

Notas finales:

¡Aquí está el capítulo!

Siento haber tardado ;D


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