Una noche, mi curiosidad y una patética identificación falsa, me condujo hasta el bar de mala muerte donde yo conocería a mi mas grande amor pero también a quien me hundiria mas y mas en mi ruina, a los cadeneros no pareció importarles mi presencia, yo iba vestido con pantalones ajustados, botas, una camiseta rasgada y abierta por los costados que al más ligero movimiento dejaba expuesta gran parte de mi piel, de mi pantalón colgaba una gruesa cadena de plata, que yo había robado de las cosas de mi padre muerto, estaba nervioso por estar en el territorio de un vampiro y decían que la plata era buena contra ellos aunque ¿qué probabilidad había de encontrarme con uno?, uno nunca sabe y yo era precavido.
Llamé la atención de varias personas aunque tampoco es que destacará tanto, cada quien estaba metido en sus asuntos, el lugar era espectacular, la decoración en su mayoría estaba compuesta por elementos negros y dorados, la pintura en su mayoría era de color rojo y negro también, enormes espejos que hacían que el lugar de por sí amplio se viera mucho más, sillones de piel sintética, mesas y banquillos distribuidos al alrededor de una pista con un escenario al fondo, y por cada cierto número de mesas y en medio de cada pequeña estancia donde se encontraban los sillones, había una plataforma con una barra metálica enmedio, y una bailarina o bailarín ahí trepado exibiendo sus atributos, quitandose la ropa, eran grandiosos, sus cuerpos eran increíbles, y sus rostros, sus movimientos, bueno, no creo que contrataran a cualquiera, la música era fuerte y pesada, y combinaba perfectamente con la decoración del lugar, estridente, poderosa pero con ritmo y variada aunque en su mayoría parecía ser metal pesado; del otro extremo frente al escenario había una enorme barra de bebidas alcohólicas, de costado una escalera que conducía a un segundo pisó, al parecer eran habitaciones, lo deduje porque vi subir a una bailarina con un hombre borracho de la mano; en general el lugar era increíble, si tenía suerte podía agarrar a un riquillo que pagara bien, aunque la mayoría parecían gente común, jóvenes, un bar de lujo para divertirse y beber, entre la gente estaban los peces gordos, si, también había gente adinerada pero se mezclaban entre los demás, podrás distinguirlos por sus relojes caros y la vestimenta, me acercaría a alguno, por lo regular los más viejos eran los que buscaban carne joven, si lograba enganchar a uno que pagara bien podría descansar un poco y quizás hallar mi fuente de trabajo.
Comencé con lo que en mi mente era mi propia "cacería", realmente siempre he sido una presa, pero era más llevadero engañarme a mí mismo y fingir que era una perra aceptando mi destino en vez de llorar cada vez que pensaba en mi vida de mierda.
Me pasee entre las mesas atrayendo un par de miradas, sonreí por ver que lograba mi cometido, pero entonces ¡lo vi!, y todos a mi alrededor desaparecieron, al costado derecho del bar y junto a una pequeña puerta, se encontraba otra plataforma, pero a diferencia de las que estaban regadas por todo el local, esta no tenía un tubo metálico enmedio si no una silla antigua, grandiosa, de esas que uno vería en una película de caballeros reales, y sentado en ella un enorme sujetó de unos 30-32 años masomenos, mirada pesada e intimidante, ojos azules, no, grises ¿quizás?, mandíbula fuerte y rasgos finos pero bien marcados, el cabello rubisimo peinado hacia atrás, la piel demasiado pálida y perfecta, era quizás era el hombre más atractivo que yo había visto en toda mi vida; su expresión facial era de puro aburrimiento, recargaba su brazo en el descanso de la silla y a su vez su mejilla en su mano, estaba vestido de una manera bastante simple, aunque la chaqueta se veía costosa, jeans negros, botas negras, una camisa negra también y la pesada chamarra de cuero que sin exagerar debía pesar unos 7kg por ende, debía ser muy cara, y eso fue lo que llamó mi atención.
Si estaban pensando en que fue amor a primera vista están equivocados, yo estaba ahí para conseguir un poco de dinero, y si de todas maneras me iba a enredar con alguien porque no con quien supe de inmediato que si pagaria bien, era guapo y no me desagradaria estar bajo su cuerpo, además era el encargado, ¡claro que lo era!, ¿quien más se sentaría en la única silla que tenía visión a todo el bar y que parecía tan exclusiva?
Respire profundo y tome mi actitud de "puta confiada", que tonto era, me engañaba a mi mismo con esa actitud siendo que a ojos de otros debía verme ridículo, pero era mi escudo, me convencia a mi mismo de que todos creían que yo era un maldito con actitud.
Cómo dije, mi vista se centro solo en el, y me acerqué a paso firme, sentía nervios pero no lo demostraría, además la droga siempre me daba valor para tomar otras actitudes que no eran naturales en mi, sonreí, me sentí confiado hasta que giró la vista a mí, mis nervios aumentaron pero no me detuve, el tambien sonrio y se enderezó en la silla, subí a la plataforma, entonces sentí sobre mí la mirada de varias personas, gire la vista, quienes me miraban eran solo empleados y no con buena cara, mas bien asustados, yo sonreír confiado, creo que mi nerviosismo y sus miradas hincharon mi ego, me sentí valiente y asustado a la vez, ¿había sido una mala idea? Y esque nadie se le acercaba a ese hombre si no era llamado, mi corazon latio fuerte, el hizo una seña con la mano y todos regresaron a lo suyo, me acerque mas a el y me senté en sus piernas para luego sonreír descaradamente, en mi cabeza me veía increíble, ¿que es lo que su mirada habrá visto realmente?, a un patético niño haciéndose el interesante claro; de sus labios se asomó una pequeña sonrisa, seguido de esto me sostuvo de los muslos y afianzó su agarre apretandolos luego me cargo como el niño que era, me abracé a su cuello por instinto para no caer, él debía medir aproximadamente 1.90 metros de altura, bajamos la plataforma, nuevamente las miradas se fueron sobre mi, sonreír, me sentí engrandecido por un momento bajo la mirada dudosa de los empleados del local.
Abrió la puerta que estaba al costado de la plataforma y entramos a lo que parecía ser un despacho, el sonido se aisló en gran medida, y el lugar era totalmente distinto al interior del bar, como si estuviéramos en un lugar totalmente diferente, la decoración era mucho más elegante y sobria, mientras yo recorría el cuarto con la mirada, él se había preparado para morderme, sí, han leído bien, morderme, abrió la boca y pude ver dos pequeños pero afilados colmillos asomando discretamente, su piel ahora con una luz más cálida se veía totalmente lisa y pálida, hermosa pero inquietantemente inhumana, mi yo interno estaba aterrado, pero mi yo drogado lucho para seguir actuando; aparte su cara con mis manos para detenerlo, entonces por primera vez escuche su voz.
-¿Que pasa?
-¡Primero lo primero!, ¿cuánto me vas a pagar?-sonrío con burla
-¿Cuánto quieres?
-300...puedes tener mi cuerpo y también morderme-claro, en cuanto lo vi de cerca yo mismo llegué a la conclusión de que era un vampiro, uno real, y me asustaba pero también estaba impresionado y emocionado, no muchos pueden conocer a uno en persona.
-Vale-de inmediato lo hizo, me mordió clavando los dos pequeños trozos de hueso en mi carne, la sensación es sumamente dolorosa pero llegas a disfrutarla cuando te acostumbras a ella, luego como yo mismo ofrecí, él tomó mi cuerpo, no recuerdo mucho de la primera vez que tuve sexo con él, pero lo que sí puedo decir es que era la primera vez que yo lo disfrutaba enserio, me hizo sentir como nadie lo había hecho, no había asco y no me tuve que esforzar nada es como si él me hubiera atendido a mi y ya, siempre ha sido el mejor.
Me depósito sobre el sofá luego de acabar, me sentía agotado y un poquito mareado por la pérdida de sangre, toque mi cuello, no había herida, discretamente de un pequeño frasquito di una larga inhalada de cocaína para despertar, me subí los pantalones y me acerque a él sonriendo.
-¿te ha gustado?, a que si-sonreí bobamente, el sonrío un poco sin responder, como dije, el recuerdo ahora es borroso, pero creo que esa primera vez ni siquiera tuvimos una relación sexual completa, él se alimentó de mí, me tocó hasta hacerme tener un orgasmo y ya, el no me tomo, no importa en mi cabeza de drogata yo había hecho un grandioso trabajo como puta en turno-¿y mi dinero guapo?-se burló y de un segundo a otro yo estaba empotrado contra la pared, el movimiento fue exageradamente veloz, como un parpadeo, me mostró los colmillos, se veía muy amenazante, como paso tan rápido ni siquiera tuve tiempo de asustarme.
-Si vas a comenzar de nuevo serán 300 más-le dije con seriedad-podrias darme una propina si quieres que finja estar asustado-la droga me daba el valor para decir esas estupideces.
-¿Si decidiera no pagarte?-se burló más, fue entonces donde di mi cara de perra, Serik me lo dijo "jamas demuestres que estás asustado o te harán daño", y claro que estaba asustado, pero no era cobarde, dentro de mi alucin recordé la cadena me mis pantalones, la apreté con fuerza con mi mano, la jale para desatorarla del borde de la prenda que aun no alcanzaba a cubrir mi desnudez y con fuerza la estampe contra su cuello sujetándola con ambas manos, cualquiera se hubiera desmayado del susto, yo no, pues estaba drogado.
La cadena se incrusto en su carne como si la estuviera quemando, podía ver la piel en rojo vivo, como no se lo esperaba me aparto de un empujón, obviamente la reacción en su piel dolía, mis rodillas temblaban, caí al suelo de nalgas, ahora lo veía desde abajo.
-Pagame o mátame-le dije con voz fuerte, su gesto se ablando, jalo la cadena haciéndose daño ahora en la mano y me la entregó, comenzó a reír, luego, sacó su cartera y me dio 500€ jamás había cobrado tanto.
-Solo quería ver tu reacción, ¿quién eres?, al parecer sabes que soy yo.
-Si se que eres-sonreí, al verlo tranquilo me dio confianza y quise hacerme el interesante- eres un puto vampiro, no te tengo miedo, ni a ti ni a nadie cabrón, suficientes problemas ya tengo por mi mismo como para temerle a otros-se me soltó la lengua-y ¿quien soy?, solo una puta lo has visto-me dirigí a la puerta de la salida, nuevamente con esa velocidad sobrenatural que me ponía de los nervios, me bloqueó el paso.
-¿tu nombre?-me reí sin poderlo evitar, habia llamado la atención de ese hombre y eso me hacía sentir importante.
-Bye Eric-yo no estaba seguro de que ese hombre fuera Eric, ósea ¿qué probabilidades había?, pero por su sonrisa supe que acerté, ¡por Dios! ¿Enserio yo había conocido a Eric Sammet en persona?, era una locura.
Salí del bar con tranquilidad pero en cuanto salí del campo visual del vampiro corrí, ósea había sido algo extraño, estaba bastante feliz por el dinero y me sentía engrandecido porqué un tipo así me hubiera contratado aunque también estaba nervioso, él pudo haberme matado en serio, era intimidante pero grandioso, en fin, en el camino a casa fui a comprar una de las medicinas de mi madre y algo de comer, mi estómago estaba vacío...por supuesto, también le devolví un poco de dinero al vampiro, ¿a que me refiero? Pues le consumi a un camello aprovechando que tenía dinero suficiente.
Ya en casa, lo primero que hice fue esconder mi droga, luego me dirigí a la cocina para revisar la medicina de mi madre, me dolía la cabeza, ya era más de media noche y los efectos de la droga ya se me estaban bajando, llene un vaso de agua y me dirigí a la habitación de mi madre, la única habitación de la casa, y ahí al pie de la ventana en una pequeña cama con la base gastada y cobijas viejas estaba mi deteriorada madre, muriendo lento.
-¿Como estas mamá?
-Mejor Chris-seguida de su respuesta se vino un ataque de tos, me daba algo de pena.
-Traje tus medicinas-extendí mi mano con la pastilla que le había llevado y con el vaso de agua
-¿De dónde has sacado el dinero?-me miró reprobatoriamente, apreté los dientes, era fácil irritarme estando con ella.
-No lo he robado
-¿Entonces?-me tomó del mentón con un poco de brusquedad y me giró el rostro, paso sus dedos sobre mi cuello, tenía una marca rojiza, un chupetón que me había dejado seguramente Eric, desvíe mi mirada de la suya-¡lo haz vuelto a hacer!-me gritó y me dio una bofetada con mucha fuerza-¡eres asqueroso!, ¡te has revolcado con un hombre!, haz mantenido una relación homosexual, ¡éso es algo antinatural!
-¡Lo hice por ti!
-¡No lo quiero! Ese dinero es sucio, lo has conseguido de una manera sucia, ¡nuestro señor no quiere éso!, Chris, si yo cambie tu también puedes, deja el camino del pecado, no quiero que te condenes-verán, mi madre se convirtió en una fanática religiosa hacía ya un año más o menos luego de que un pastor de alguna secta cristiana la engatusara para hacerla su esposa, cosa que jamás pasó, sólo la usó, la dejo demente y de paso me utilizo a mi para conseguir dinero fácil, ese asqueroso pastor me abusó sexualmente en varias ocasiones y luego se marchó cuando se cansó de nosotros.
-Solo toma las putas medicinas por favor
-¡Yo aun puedo salvarme Chris aunque tu ya estes corrompido!, dios no quiere tu dinero sucio, si lo hago estaría traicionandolo.
-¿Dios?-me enojaba escuchar sobre Dios-¿que ha hecho tu puto dios por nosotros?, ¿enviarnos a ese asqueroso hombre que te contagio?, o ¡ya se!, hacer que mi padre fuera un maldito alcohólico y que lo asesinaran, que vivamos en la ruina y por supuesto ¡ese puto dios también permitio que su maldito representante me violara! Porque claro que lo sabías, y por lo menos los putos maricas me pagan para que vivamos y comamos…-me callo con otra bofetada, mi mejilla ardió, quise llorar de coraje, apreté los puños y suspire, me mantuve firme
-No hables de más-se sentó en la cama, se estaba sobre esforzando, comenzó a toser, a toser sangre, la tome de los hombros y me arrodille a regañadientes.
-Perdón mamá, perdóname, relájate, no lo hare mas, me arrepiento, no me volveré a acostar con nadie, toma la medicina por favor-se la di casi a la fuerza pero logré que cediera, luego hice que se recostara y me quede con ella hasta que se tranquilizó, despues salí de la habitación, me sentía tenso, estaba hartó, muy enojado con todo, con ella, conmigo, con la vida misma, odiaba todo y a todos.