Capítulo 18. Si es por Steve…
Wanda mordisqueaba el interior de su mejilla de forma impaciente mientras esperaba a que Sharon llegara a su oficina. Y casi saltó del asiento cuando la rubia atravesó la puerta con aire despreocupado.
— ¡Tienes que ayudarme Sharon! ¡Me cortaron la tarjeta de crédito!
Sharon rodó los ojos. Wanda era su mejor amiga, pero la pelirroja gastaba dinero a montones. Había estado casada con un hombre rico, pero ella no entendía que ahora que estaba divorciada tenía que dejar de gastar en cosas tan innecesarias como comprarse cinco pares de zapatos del mismo estilo pero en diferente color en el mismo día. Incluso Sharon había conseguido que el sueldo de su amiga fuera bastante alto, ella ganaba casi tres veces más que cualquier asistente de la empresa, y realmente trabajaba menos que cualquier asistente de la empresa.
— ¿Qué hay de Bucky? —preguntó la rubia sentándose tras el escritorio—. Es tu novio, dile que te ayude con los gastos.
—No me hables de ese. —Wanda cambió su semblante de tristeza a uno de verdadera furia. —Solo nos vemos en ciertas noches y antes de que le pueda pedir algo, se va.
— ¿Y por qué no lo dejas y te buscas otro que te ayude?
—Ay Sharon, los hombres ricos y guapos no están a la vuelta de la esquina y lo sabes.
A Sharon le causó gracia la expresión desesperada de su amiga.
—Según me dijiste Killmonger está interesado en ti.
—No me gusta, es extraño. Pero si yo le gustara a T´Challa…
—Ni lo sueñes—rio Sharon conociendo los gustos de su hermano—esta difícil que él se fije en ti.
A T’Challa le gustaban las personas lindas, pero inteligentes también. Y Sharon sabía que Wanda no era muy lista.
—Wanda, debes intentar controlar tus gastos…
— ¿Controlarme? — Wanda pareció ofenderse y levantó un dedo acusatorio en dirección de su amiga—. Es fácil para ti decirlo, tú no tienes que vivir con un sueldo de pobre.
Sharon tomó una respiración profunda y se frotó la cara. A veces no sabía si era mas tedioso lidiar con su amiga o con su novio.
—Veré que puedo hacer.
Wanda, sintiendose victoriosa, se levantó y abrazó a su amiga.
—Eres la mejor.
Sharon solo le dio la razón.
Killmonger le había dicho a T´Challa que se reunieran en un restaurant cercano para tomar un café, pues necesitaba decirle algo bastante importante y no quería decirlo en su oficina de Shield.
—Ellos no me han dejado ver mucho los números—decía Killmonger refiriéndose a Steve y Bucky—. Pero de lo que he podido ver es que no están tan bien como pensaban.
Killmonger alternaba sorbos de su café contra cucharadas del pastel de chocolate que había ordenado. A T´Challa le había bastado solo pedir un café que apenas se tomaba.
— ¿Cumplirán las metas?
—Lo dudo. Steve no contaba con tener tanta competencia como la que le ha impuesto Hydra!
—Entonces las ventas no van bien.
Killmonger asintió al tiempo que le daba un sorbo a su café.
—Sé que han estado pidiendo préstamos a los bancos, demasiados a mi parecer. No he visto las cantidades pero tengo la sospecha de que es mucho dinero. Quizás no logren las metas que se propusieron.
T´Challa sonrió ante eso, era la mejor noticia que le habían dado. Al día siguiente había una reunión programada donde Steve tenía que rendir cuentas y si Killmonger estaba en lo cierto, Steve dejaría la presidencia en menos de 24 horas.
Ya la mayoría se estaba preparando para irse y dar por terminado ese día, pero Tony seguía en su pequeña oficina preparando el informe que Steve iba a presentar al día siguiente en su primera reunión de rendición de cuentas siendo presidente. En eso, Steve le llamó a su propia oficina, y él se levantó sin demora. Su jefe estaba sentado detrás del escritorio leyendo unos papeles y quería saber cómo iba su trabajo.
— ¿Cómo va ese informe Tony? Sabes que necesito verlo antes de la reunión de mañana.
Tony apretó los labios bajo la atenta mirada de su jefe, tenía que darle una mala noticia a Steve y no sabía cómo lo haría.
—Tengo algo que decirle señor, estuve revisando las proyecciones y usted no va a conseguir la meta que prometió.
Tony procedió a contarle que si hubiesen tenido un poco mas de tiempo, podían cumplir las metas. Pero Steve había ganado la presidencia asegurando de que en determinado tiempo podía lograr determinadas ganancias, y en ese momento no solo estaban llenos de deudas, sino que el plazo para las ganancias ya se había cumplido.
Bucky entró en la oficina de presidencia para ver cómo iba Steve, y se llevó la sorpresa de ver a Rogers y a Tony hablando mientras su amigo tenia cara de estar en un funeral.
—Las ventas no estuvieron tan mal—decía Tony a los dos hombres—pero debido a la competencia de Hydra!, no fueron las que necesitábamos. Las deudas que adquirimos son aceptables, pero no estaban establecidas en el plan que propusieron. Si no hubiesen hecho una propuesta con unas metas tan altas no estaríamos mal, pero no fue lo que ustedes prometieron que harían.
Steve solamente podía escuchar a Tony sintiéndose miserable, sabía que su puesto estaba en peligro desde que T´Challa se enterara de todo eso.
Tony vio como Steve y Bucky daban diferentes ideas de lo que podían hacer, obviamente los dos estaban en una situación demasiado complicada y él no sabía cómo podía ayudar.
Por un momento, pareció como si Bucky quisiera expresar una idea, pero se contuvo y alternó la mirada entre Tony y Steve, inseguro de si debía decir lo que tenía en mente. Al final la situación en la que se encontraban pudo mas, y carraspeó antes de proseguir con lo que queria decir.
—Hay algo que podríamos hacer… maquillemos las cifras.
Maquillar las cifras no era más que una forma bonita de decir fraude. Claramente se estaba refiriendo a alterar todos los números de tal modo que coincidieran con las metas y la empresa pareciera estar mucho mejor de lo que estaba. A Tony no le gustó esa idea; eso no solamente era ilegal sino también poco ético.
Por su parte el presidente no dudó demasiado en aceptar aquella idea, pensando que prefería cualquier camino posible a tener que cederle la presidencia a T´Challa. Steve y Bucky comenzaron a hablar sobre cómo podrían hacer eso, obviamente era un plan que los incluiría a los tres y necesitarían de las increíbles capacidades de Tony para realizarlo, pero Rogers se fijó que a Tony no parecía gustarle la idea.
—Tranquilo Tony—le dijo acercándosele y adivinando lo que estaba pensando—mira que esto es solo un mientras tanto. La empresa mejorará su situación y llegaremos a nuestras metas. Pero si no hacemos esto, ninguno de los tres tendrá trabajo luego de esa junta.
—Derechitos a la calle—afirmó Bucky.
—Y además—siguió Steve—yo daré la cara por todo. Si alguien se entera de lo que vamos a hacer diré que solo cumplías órdenes mías.
Tony se mordió el labio inferior y aceptó pensando que quería proteger su trabajo, aunque en realidad estaba más preocupado de que Steve perdiera la presidencia.
Loki estaba más que molesto, aunque era tarde no había terminado de decidir el diseño de una manga en la blusa en la que estaba trabajando. Ya había dejado ir a todos los modelos del lugar y se había quedado solo con Thor quien le ayudaba a coser algunas ropas para la colección que pronto presentarían.
—Odio estas telas, los diseños en mi mente no quedan igual que en estas porquerías.
Estaba enojado porque Steve había adquirido telas de menor calidad que las que usaba habitualmente. No eran tan malas según Thor, pero Loki, acostumbrado a solo trabajar con lo más caro, las odiaba.
—Tráeme un té para calmarme—le dijo a Thor mientras rompía la manga en la que estaba trabajando—antes de que suba y ahorque a Rogers con esta mierda de tela.
Thor negó con la cabeza y fue a buscarle el té en la pequeña cocina que tenían en el taller. A esa hora ni la cafetería estaba abierta.
Tony hizo lo que siempre hacia cuando necesitaba ayuda: llamó a Stephen.
Tendría que llevarse todos los informes a su casa para maquillarlos y lógicamente si su amigo le ayudaba podría terminar más rápido. El problema era que, al igual que a él, a Stephen tampoco le parecía buena idea.
— ¿Sabes que eso es ilegal? —le dijo por tercera vez. —No solamente maquillaras el balance general, me estás diciendo que vas a maquillar el de todos los departamentos de la empresa.
Estaban en el cuarto de Tony viendo los documentos. Tony fruncía el seño y su amigo no sabía si era por sus reproches o por que se concentraba en los papeles que tenía entre manos.
—Si no hago todo ese trabajo se darán cuenta.
—Repito, ¿sabes que eso es ilegal?
—Si no hago esto perderé mi trabajo. — Miró a su amigo y este no pareció conforme—. Te acabo de explicar que si mi jefe pierde la presidencia, a mí me echan en menos de un segundo. Ni T´Challa ni Sharon me quieren allá.
—Pero Tony, eso es demasiado. Si uno de los accionistas se entera de eso tú puedes tener problemas grandes.
Tony asintió, sabia en el problema que podría meterse, pero no había mas remedio
—Tú estás haciendo todo esto por Steve Rogers—dijo Stephen mientras se resignaba a ayudarle—. No me lo puedes negar.
Stark no aceptó ni negó nada, y simplemente empezó a trabajar.
Tony y Strange trabajaron hasta las 4 de la mañana, hora en la que Stephen terminó durmiéndose en una esquina de la cama y Tony decidió acostarse a un lado para descansar unas tres horas por lo menos. María se levantó para ir al baño y decidió pasar a ver como seguían ellos dos, los vio dormidos en la cama—incluso Tony aun tenia los zapatos puesto— y le quitó a ambos las gafas y los arropó con una manta que había a un lado. Sabía que se habían quedado trabajando hasta tarde en algo del trabajo de Tony y les daban mucha ternura, se levantaría temprano en la mañana para prepararles un desayuno especial.