Una voz a mi lado me borró la sonrisa en un segundo haciéndome estremecer, observó de donde viene encontrándome con un pelirrojo que me observa fijamente desde la puerta a mi lado.
-Te hice una pregunta.

Quede mudo por su presencia, intimidado seria lo correcto en esta ocasión, un nudo se formó en la garganta impidiendo responder, solo baje la mirada, trague para liberar mi garganta.
-Y..yo...yo no
-Responde bien o no digas nada, tu también eres responsable del castigo, debes ir a correr.
"¿Pero qué...? Yo no soy parte del equipo"
-Levantate te di una orden, 30 vueltas ahora.
-Yo...yo no...
-Capitán -Fukuda para mi alivio se acercó a nosotros- Es un amigo, no pertenece al equipo solo me espera.
-Fukuda no me interesa eso, el fue culpable tambien así que debe recibir lo mismo o corres tu en su lugar.
Mire con asombro al pelirrojo.
"¿Era el capitán del equipo?"
En esos 3 días no lo había visto en los entrenamientos y resulta que era alguien tan importante.
-Es injusto.
-Tu decides
Fukuda estaba cansado por el entrenamiento tan intenso que habían realizado, se notaba al mirarlo y no quería causarle problemas, los demás nos miraban así que solo me levanté.
-F...fuku, lo hago yo no quiero causarte problemas con tu equipo -Murmure apenado, gracias a dios mis lentes ocultaba el sonrojo.
-Furi, no es necesario ya lo hago yo-
Se iba a retirar pero tome su polera, al mirarme negué y solo atine a sonrei.
-N...no te preocupes, ve a cambiarte y nos vamos cuando termine.
-A las duchas todos ahora.
Me separé y agradeci que solo quedaran 4 personas en el gimnasio, comencé las vueltas mirando el piso.
A los pocos minutos kagami-San me alcanzo, dándome pésame y ánimo para continuar, bajo su ritmo para ir a mi paso pero claro eso causó que aumentara en 20 vueltas su castigo.
Terminando solo quedo fukuda y ese pelirrojo en el gimnasio, kagami-San se fue a bañar apenas llegó a la vuelta 40.
Fukuda se acercó extendiendo su toalla y botella de agua que agradeci, no es que esté tan mal físicamente pero no era mi fuerte.
Tome un gran sorbo de agua y seque mi sudor sacandome los lentes en el proceso.
Ya algo recuperado mire a donde se encontraba ese tirano capitán y solo cruzó nuestras miradas un segundo para salir en silencio.
-Lamento que pasaras por eso, kou.
-Fue mi culpa, no quise causarte problemas no quiero que te regañen por mi causa, será mejor que no venga denuevo.
-Tranquilo no hiciste algo malo y nada de dejarme solo, prometiste acompañarme
-Pero...
-Pero nada, ahora vamonos debes estar cansado.
Asistí caminando juntos a donde dejé mi bolso, guarde mis cosas y nos fuimos de la universidad.
Caminábamos charlando de las ocurrencias de fuku, con el siempre me lograba divertir sin miedo.
-Bueno kou descansa, mañana a la misma hora de siempre.
-Ok, nos vemos
Entramos cada uno a su casa correspondiente.
-¿Hermanito donde estabas? Me tenías en preocupado -Ryo se lanzó a mi afixiandome en el proceso.
-R...ryo...neee....no...r..respiro
-Perdón -Me soltó- pero mira la hora, ¿Donde estabas pequeño bribón?.
Le hice un pequeño resumen claro modificando la historia no quería que fuera de sobreprotector y discutiera con el capitán tirano.
-¿Asi que te uniras al equipo?
-¿Q...que? No, solo fue esta vez no volverá a repetirse.
-¿Y porqué no? Ototo, esto es una buena oportunidad para que puedas salir de casa y relacionarte con otros, solo tienes un amigo desde que llegamos aquí y no me molesta pero se que lo haces para protegerte.
-Yo...
-Te conozco y aunque trates de ocultarlo para no preocuparnos se que sigues sufriendo por ese imbecil y su comentario.
Baje la mirada.
-Kou eres un doncel hermoso -Alzo mi barbilla quitandome los lentes y desordenadome el cabello- tienes unos ojos tan puros que muestran todo el dolor que llevas dentro, puede que a mis padres los engañes pero yo no soy ellos, te he criado desde que eras un pequeño bebé, no te quiero presionar pero se que esto puede ayudarte a salir de ese estado, soy tu hermano que te ama con todo el corazón y solo quiero lo mejor para ti.
No respondí y es que aunque me ha dicho cosas en el pasado, ahora su voz tenía un tono intenso, mire sus ojos y vi el dolor en ellos, desciendo la mirada y solo atine a decir.
-L...lo pensaré.
-Ese es mi pequeño, no te quiero presionar pero se que esto puede ayudarte, te amo y si tienes algún problema cuenta conmigo, no te alejes de mi kou es hora de que avances, quiero ver esa bella sonrisa que tenías de niño.
Después de esta conversación pasamos a comer, mi hermano cambió de tema dejándome pensar en mis cosas, el reloj marcaba las 10 de la noche y cada uno se fue a su dormitorio, como costumbre nuestros padres no llegarían por que viajar por negocios, era lo normal dejándonos solos por semanas enteras.
En la soledad de mi habitación tome mi confidente más grande, una libreta que me entregó mi psicólogo hace 5 años para descargar mis emociones, ya varias páginas estaban escritas y como cada noche le contaba a bob mi día, si tiene nombre.
Terminando me acosté pensando en las palabras de mi hermano pero estos fueron reemplazados con un doloroso recuerdo de cuando quise jugar a la pelota.
"Inútil...adefesio....no sirve para nada...eres malo das verguenza"
Sin darme cuenta una lágrima cayó por mis mejillas.
-Es imposible nissan, lo siento pero no quiero volver a ser la burla de nadie otra vez.
Continuará....
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