*********Ahora***********
A la mañana siguiente bajé a tomar desayuno encontrando a mi hermano ya terminando el suyo.
-Buenos días, kou.
-Buenos días, Nissan.
-Tu desayuno está listo kou, yo me voy al trabajo.
-¿Tan temprano?
-Si...hubo un error en la empresa y como soy el supervisor debo arreglarlo de inmediato, toma desayuno que fukuda no tarda en venir.
-Lo sé, que te vaya bien
-Gracias igual y si llegas tarde avisame porfavor, regreso sobre las 7.
Salio corriendo debio ser un error grave para que salga de ese modo.
Ryo es supervisor en la empresa Kotatsu orientada a la programación y manejo de sistemas tecnológicos, hace 4 años que termino sus estudios y fue reclutado por ellos al ser el mejor de su generación.
Termine mi desayuno, me lavé los dientes y vi mi reflejo en el espejo.
"Eres un doncel bello, kou"
Las palabras de mi hermano vinieron a mi mente, me saque los lentes observandome.
Ese suéter marrón tapaba las escasas curvas que poseía, mi cabello y ojos de un color a mierda, esas escasas pecas hacia más feo mi exterior.
-¿Qué hay de lindo en esto?
*Adefesio*
Cerré los ojos con fuerza ante este nuevo recuerdo, esa cara de asco y frialdad apareció, abrí los ojos denuevo.
-¿Bello? -Aprete los puños mirándome con odio- No soy hermoso, mírate solo eres un doncel sin ningún atractivo, no te creas más, no eres nada.
Lave por última vez mi rostro cuando un grito se escuchó.
-Kou-Chan...es hora de nuestra cita.
Escucho la voz de fuku llamarme, siempre me hace esto los vecinos que pensaran, cambie el switch de mi mente no valía la pena pensar en lo que no tenía arreglo.
-Vamos kou-chan.....no me hagas sufrir por verte mi Ángel.
Apenado tome mi jugo y cosas para salir a su encuentro, veo la gran sonrisa que tiene y a un vecino asomado viendo la escena.
-Fuku por kami ¿No puedes llamarme normalmente?
Sonrojado cierro la reja.
-Para que si me gusta molestarte temprano, además vi a Ryo-San así que no corría riesgo de un golpe por su parte tan temprano.
-Baka
-Oye espérame, no corras mi Ángel.
Llegamos a la universidad separandonos en los casilleros y con promesa de juntarnos en el lugar de costumbre en el receso
La primera clase del día fue muy divertida, mis compañeros no reparan en mi y eso no es problema, en cambio es un respiro no tener contacto con ellos, me siento al final de la clase al lado de la ventana que me da una vista muy linda y relajante.
Ya en el receso fui a la azotea para juntarte con fuku, llevaba mi colación pero al abrir encontré a quien ni en mis sueños esperé.
"¿Que hace aquí?"
Con su impotente postura el tirano del capitán de basket miraba el patio, su mirada estaba algo apagada ignorando mi presencia.
"No me ha notado, genial solo debo irme sin ser visto"
Antes de cerrar la puerta fui golpeado por la espalda haciendo que entrara de golpe.
-Kou no hagas taco en la entrada -Fukuda reia- ¿Qué haces baka?
-Fukuda -El pelirrojo vio a mi amigo que quedó paralizado.
-C...capitán -Trago nervioso- B..buenos días ¿Qué hace aquí?
-¿Debo pedir permiso para estar acá acaso?
-N...no claro que no capitán, solo que no lo esperaba.
-No importa ya me iba, no lleguen tarde al entrenamieto-
Paso por nuestro lado mirando de reojo al castaño que se mantuvo en silencio camuflandose con el aire.
-Casi me dio un infarto -Fukuda seco su sudor- No espere verlo aquí.
-Ni me lo digas -
Después de recuperarnos disfrutamos del descanso comiendo esos ricos emparedados que la tía karu nos manda, fuku tenía una ventana de 1 hora pero yo debía ingresar a mi clase, eso nos pasaba generalmente de no coincidir por los horarios.
Durante el día disfruté de las 2 clases que me faltaban llegando la hora de acompañar a fukuda a su entrenamiento.
-¿Estás listo? -Hablando del rey de Roma aparece ya vestido y preparado.
No quería ir después de lo sucedido pero le di mi palabra, con un suspiro asistí caminando juntos a gimnasio.
Entramos y ya había algunos entrenando.
-Hola -Fukuda entro primero llamando la atención del grupo.
-Hola fukuda-Kun -Kuroko Tetsuya fue el primero en saludar, un doncel muy bello con esa celeste cabellera que resaltaba con su rostro de porcelana.
-Vienes denuevo con Furichan -Veo al peli negro que desde que comencé a venir me llama así, Takao se llamaba si no recuerdo mal.
-¿Porqué no entras al equipo de una vez? -Himuro hermano de kagami-San se acerca a nosotros.
-Yo no...
-Se nota que deseas jugar no mordimos sabes -Aomine Daiki uno de los ases me ve mientras gira el balón en su mano.
Baje la mirada con pena, fukuda noto eso.
-Ya amigos dejen de molestarlo -Miro al grupo- No lo obliguen.
-Qué mal -kagami-san se une- Pero cuando quieras dar el paso eres bienvenido furi.
-COMIENZA EL ENTRENAMIENTO, BASTA DE HABLAR -
Entro Riko la entrenadora del grupo, con eso dio mi chance para ir a mi acostumbrada esquina sacando la novela que tenía a mitad de la lectura.
Pasaron 10 minutos de calentamiento para iniciar los enfrentamientos en ambos equipos, en nuestra universidad el equipo de basket era famoso y es que tenía a prodigios de gran talento en el.
Por lo que me contó fukuda eran conocido en su tiempo de escuela pero claro yo no tenía mucho interés así que me sorprendí por como eran llamados.
Busque con la mirada al tirano del capitán pero para mi buena suerte no apareció en todo el entrenamiento.
-A LAS DUCHAS¡¡¡ -La entrenadora gritó dejando el gimnasio a los pocos minutos.
-Termino en unos minutos kou, espérame-
-Tranquilo ve estaré aquí esperándote.
Asistiendo se marchó dejándome solo en el gimnasio.
El silencio tomo protagonismo mientras miraba ese balón en el centro de la cancha.
Vi a mi alrededor y la soledad era mi única compañera, por lo que caminando tome ese balón, esa sensación de solo tenerlo cerca mío me gustaba.
Un impulso poco común en mi me embargó, mis ojos se posaron en la canasta al balón y viceversa.
"Sólo un poco, nadie me ve así que nadie lo sabrá"
Comencé a rebotar el balón acercándose a la canasta y lanzó limpiamente, repito y lo mismo, llego a la novena pero al tirar denuevo falle.
"Maldición, no paso de la novena, doy pena"
Suspire tomando denuevo el balón.
-Te falta extirar el brazo para no perder el ángulo en esa última canasta.
"¿Qu...qué?"
Me congele al escuchar esa voz, mi corazón se aceleró y un sudor frío paso por mi espalda, tragué lentamente girandome para encontrar al tirano apoyado en una esquina con los brazos cruzados y mirando fijamente donde estaba.
"Pero que... ¿No que no había venido?"
-Lanzas bien y tienes buena postura pero bajas el brazo al tirar de forma consecutiva, eso es fácil de arreglar.
-Y...yo lo siento, no debí tomar esto sin permiso.
Baje la mirada apenado dejando el balón en el suelo para correr por mis cosas.
-Se nota que juegas y veo que no eres mal jugador, solo falta pulirte un poco, desde mañana te unes a los entrenamientos.
Me detuve ante esas palabras, giré para verlo pero salté ante lo cerca que lo tenía.
"En que momento llegó aquí, cuando..."
Retrocedi unos pasos bajando la mirada avergonzado.
-M...m...muchas gracias....pero...no me unire.
-No fue una invitación es una orden, desde mañana entrenas con los demás, el entrenamiento empieza a las 5 llegas tarde y verás lo que te pasa.
Se giró dejándome anonadado, antes de salir entro fukuda.
-Kou estoy listo -
-Fukuda encárgate de que traiga su uniforme, furihata kouki se une a las prácticas desde mañana, adiós.
-Capitán pero que... -
Cerro la puerta dejándome en shock, fukuda me miró buscando una explicación, pero estaba más o peor que yo.
"¿Pero que acaba de pasar...?"
Continuará.....