Al llegar a casa, Tsuzuki corrió velozmente por las escaleras y se encerró en su habitación.
El castaño se acercó a la ventana cuando la puerta se abrió de golpe y Muraki entro por ella reflejando furia en sus ojos;
-es la segunda vez que rompes una regla, cariño y esta vez no te permitiré escapar
-y-yo... Ellos llegaron por su cuenta, yo solo estaba con Hijiri-kun... P-por favor... Kazutaka... Yo. - soltó el castaño cuando el doctor lo tomo del cabello y le introdujo una pequeña cápsula en la garganta. Tsuzuki la trago con fuerza y luego de pelear un poco mientras el doctor le susurraba algo al oído, sus ojos perdieron vida y miraron al otro; -Debo recibir mi castigo, Kazutaka-san- dijo en un tono robótico cuando el otro lo tomó de la mano y lo guio hasta los calabozos en los que ya habían estado.
Ya adentro, el hombre desvistió al otro y volteándolo hacia la pared comenzó a azotarlo sin recibir señal de dolor del shinigami. Cuando se cansó, lo tiró al suelo y empezó a hacerle pequeños corteses, ocasionando pequeños gemidos de dolor. Muraki sonrió;
- ¿está intentando pelear con la droga Asato? - pregunto tomando al hombre por el cuello -Esta noche... Te haré el amor tantas veces que rogaras que me detenga... Quiero oírte llorar y pedir clemencia mi querida muñeca
-n-no... Al... Yo...
-ábrete para mí, mi lindo juguete- concluyó el doctor separando la piernas del hombre e introduciendo su miembro dentro del otro.
En ese mismo instante, los shinigami se encontraban frente a Konoe contándole lo sucedido en Kioto;
-me están diciendo, - comenzó a decir el hombre mayor cuando Tatsumi termino de contarle la historia - ¡¿que Tsuzuki se fue por voluntad propio con Muraki?! ¡Están locos!
-hablo completamente enserio, jefe. Además, el secretario subió sus lentes con aura sombría -ese hombre nos espera mañana en la noche para cenar y… hablar sobre Tsuzuki
-iremos y por los dioses que traeremos a ese inútil de vuelta a EnmaCho.
. . .
A la mañana siguiente, Tsuzuki despertó muy adolorido. El castaño se movió con pesadez cuando vio donde estaba y también que una vez más tenía su pie encadenado al piso;
"¿Qué pasó?" Pensó para sí, sin recordar mucho de lo que había pasado “¿Porque estoy aquí?"
-buenos días, Tsuzuki-sama- exclamó Sasaki apareciendo por un lado llevando una bandeja con comida
-Sasaki-san, ¿porque estoy aquí?
-usted parece ser que rompió una de las reglas de Kazutaka-sama y él le propinó un castigo
-yo... No recuerdo...
-no tiene importancia Tsuzuki-san, - exclamó el mencionado apareciendo por detrás del mayordomo mientras esté se retiraba -siento mucho el castigo, pero usted me reto de nuevo viendo a sus amigos
-ellos llegaron por su cuenta, Kazutaka-san... ¡Lo juro!
-muy bien, muy bien. - el doctor se acercó y dejándole un pequeño beso que el castaño recibió con tranquilidad cuando comenzó a desatarlo -Hoy tendremos visitas muy especiales mi querido Asato y debes comportarte
- ¿quién vendrá? - pregunto el otro tomando del brazo del peli plata y comenzando a caminar hacia afuera cuando Muraki sonrió
-el jefe del EnmaCho y el resto del departamento- Tsuzuki paro en seco y lo miró aterrado
- ¡¿por qué?! ¡¿A que vienen?!
-vienen a que hablemos y a cobrarme sus deudas. ¿No lo recuerda? ¿Yo los invite ayer?
-yo... no
-mmmm
-aunque- el hombre respiro -si es así... Supongo que me dejaran volver
-te dije que no volverías...
- ¡pero ayer! ¡Watari dijo que mi dimisión nunca llegó! Y que porque escape... él... Es mi mejor amigo y vino por mi- Tsuzuki sonrió con nostalgia cuando el otro lo tomo fuertemente de las mejillas
- ¿es acaso que quieres dejarme? - susurró muy cerca de su oído cuando el castaño negó con la cabeza -Entonces es mejor que dejes de hablar con ellos si no quieres pasar encerrado aquí el resto de tu larga y extensa vida
-lo-lo siento-. Muraki lo soltó y continuaron su camino hasta arriba.
Llegada la noche, el shinigami estaba en su cuarto cuando el doctor hizo acto de aparición muy bien vestido;
- ¿porque aún no estás vestido, Asato? - pregunto al entrar, viendo al otro con una camiseta holgada y un short, su habitual pijama
-yo... No quiero estar en la cena- contestó nervioso jugando con el pingüino que tenía en las manos
-no te di a escoger, querido. Además, Sasaki se esmeró en hacer la tarde de manzana que tanto te gusta
-y-yo... No...
-bajaras y enfrentarás a esos desalmados, ¿entiendes? - y extendió su mano con una cápsula y un vaso de agua que el otro tomo aterrado -Si no quieres que te lo dé a la fuerza, tómalo. Sabes que esos son calmantes, yo no te haría nada así mi querido Asato
-si.
Tsuzuki se tomó la cápsula, e inmediatamente sus ojos perdieron su brillo de nuevo ante la sonrisa del peli plateado;
-muy bien mi querida muñeca, alístate y bajarás cuando se te indique- dijo tocándole el rostro vacío cuando el otro asintió y se acercó a su ropero.
. . .
Entrada la noche, el timbre de la casa sonó haciendo que Sasaki se acercará;
-buenas noches- saludo a los que estaban entrando cuando le doctor bajo por las escaleras
-Bienvenidos a nuestra casa, - saludo el hombre recibiendo un movimiento de cabeza de parte de los otros, - ¿eh? Pero si solo son el jefe, el secretario y mi querido niño- y sonrió a Hisoka - ¿dónde están los demás?
-aún tienen trabajo que hacer- respondió Tatsumi mirándolo fijamente
-gracias por la invitación, Muraki-sensei- exclamó Konoe con algo de irritación
-para mi es todo un placer. Por favor, pasemos al comedor- concluyó el doctor guiándolos hasta el otro cuarto donde tomaron asiento.
Konoe se sentó firmemente y sin dejar de mirar al de ojos claros;
- ¿donde está Tsuzuki? - pregunto directamente cuando el otro sonrió
-en un momento vendrá, está alistándose- el hombre no había terminado de decir esto cuando la puerta se abrió y por ella entró Tsuzuki. Hisoka lo miro por un momento y tocando levemente la mano de Tatsumi por debajo de la mesa, comenzó una conversación telepática;
-No parece estar ahí- dijo el menor cuando el castaño entro e hizo una reverencia susurrando algo
- ¿Qué sientes de él? - preguntó el secretario mirando como el otro se sentaba mientras servían la cena
-absolutamente... Nada. Es como cuando Tsubaki-hime era drogada
-debe tener la misma droga en este momento
-Tatsumi, - dijo Konoe sacando de la conversación al otro -el doctor pregunta cuánto es el pendiente de Tsuzuki hacia el JuOhCho
- ¿el pendiente? - y sacó una libreta que tenía en su bolsillo -seria este- contestó, pasándole el cuadernillo al doctor quien lo miro asombrado
-si que haz hecho desastres, querido- exclamó tocando levemente la mano del castaño por sobre la mesa, este no se inmutó.
La cena fue bastante silenciosa salvó uno que otro comentario puesto por el doctor hacia el jefe. Cuando llegó la hora del postre, la conversación seria inicio y fue cuando ya confirmaron que algo andaba mal con su amigo, ya que tenía su postre favorito enfrente y aún no lo había devorado;
-volviendo al tema del dinero, - comenzó a decir el doctor tomando de nuevo la libreta -yo pagaré cada yen que mi querido Tsuzuki les debe, a cambio por supuesto, de su dimisión de EnmaCho
-me niego, - soltó el jefe cuando Tsuzuki hizo una reacción diferente -Tsuzuki debe volver con nosotros. Es una orden directa del rey Enma
-eso no pasará Konoe-san, ya que Asato ha aceptado el quedarse y casarse conmigo
- ¡eso es imposible! - grito Hisoka poniéndose de pie - ¡Tsuzuki di algo!
-yo... - comenzó a decir el otro -yo... Quiero
- ¡Sasaki! - exclamó Muraki cuando el hombre se acercó -Tsuzuki debe descansar ya, llévalo a su habitación
-sí señor- exclamo el hombre y comenzó a hablar al otro que se veía confundido
- ¡Tsuzuki habla! - grito el menor cuando el shinigami de ojos violeta se detuvo en seco
-yo... - comenzó a decir notando como le costaba articular palabra -me... Duele- susurró cayendo sobre los brazos del doctor
- ¡Tsuzuki! - gritaron los demás cuando el hombre lo levanto
-volveré en un momento, permiso. - dijo Muraki y salió con el shinigami de la habitación, llevándolo hasta su cuarto, donde lo dejo sobre la cama -Por poco y te liberas, eres duro mi querida muñeca... ¿Aún luchas contra la droga? ¿Ya entendiste mis intenciones de hoy? - el hombre le besó la frente al inconsciente shinigami y salió del lugar volviendo a reunirse con los otros.