Llegada la noche, Tatsumi entro en el apartamento llevando un enorme trozo de pastel de fresas y unas cuantas compras. El hombre se acerco a la cama viendo como el castaño dormía y Hisoka leía un libro arrecostado en la cama;
-está agotado- soltó el menor al ver como el secretario se acercaba
-se está desintoxicando. - respondió el otro dejando el pastel cerca de la cama -Cuando se despierte, tendrá hambre
- ¿saben algo de Muraki? - pregunto Hisoka sin tapujos y mirando seriamente al otro, quien negó con la cabeza
-Terazuma y Wakaba están vigilando la mansión, pero parece que no a regresado, Yume y Saya están en Hokkaido. Le habían seguido la pista, pero de pronto el hombre desapareció de ahí
-demonios
-por ahora… solo dejemos que duerma. Ya mañana seguiremos investigando
-estoy de acuerdo- el hombre sonrió y le puso una mano en el hombro al menor
-vaya a descansar Kurosaki-kun, yo me encargo a partir de ahora
-de acuerdo. - contesto el otro estirándose -Descansa Tatsumi-san
-igualmente- contesto el de lentes sentándose en la silla que antes había sido ocupada por el menor.
. . .
-Tsuzuki-san… ¡Tsuzuki-san! - el castaño escucho esas palabras haciendo eco en su cabeza
- ¿Quién eres? - pregunto poniéndose de pie y comenzando a caminar por un callejón oscuro, el cual era iluminado solo por una enorme luna roja
-desobedeciste de nuevo Asato- escucho la voz de Muraki. El hombre comenzó a correr rápidamente cuando escucho un grito ahogado
- ¡no lo hagas! - grito al oír un segundo grito - ¡Yo no fui! ¡ellos fueron por mí!
-debías quedarte y esperarme en casa, Asato. Por tu culpa, esta bella mujer debe morir. -. Tsuzuki corrió más rápido y al llegar al final, vio unas escaleras en donde estaba Muraki sosteniendo a Wakaba del cabello -Debe morir por nuestro amor, al igual que ellas- dijo el doctor señalando al piso, donde estaban Yume y Saya ensangrentadas y llenas de heridas. Sus ojos vidriosos y opacos mostraban el reflejo de la sangre que salía de ellas
- ¿Por qué lo hiciste? - sollozo el shinigami al ver la horrible escena en frente suyo
-dijiste que me amabas, que estarías junto a mí. Prometiste quedarte a mi lado y pues… este es tu castigo
-mi castigo- susurro el otro y tomo mucho aire al ver cuando el doctor le cortaba el cuello a su amiga -¡¡WAKABA!!- grito con fuerza
- ¡Tsuzuki! - escuchó de pronto el shinigami abriendo sus ojos de golpe topándose con el rostro preocupado de su antiguo compañero - ¿Qué pasa? - el castaño se sentó y se abrazó fuertemente del secretario
-Mu-Muraki. - comenzó a decir entre fuertes sollozos -Por mi culpa, él mato a- hipo -Yume, Saya y-y Wakaba… fue mi castigo
- ¿de qué hablas? - pregunto el otro -Solo fue un sueño Asato-chan, solo un sueño
- ¿sueño?
-las chicas están bien. Llegaron hace horas- contesto cuando el de ojos amatista se separó y le miro
- ¿enserio?
-si. - Tatsumi sonrió y lo abrazo de nuevo -Ese hombre quiere meterse en tu mente. No lo permitas
-es-esta bien- sollozo el otro abrazándose con fuerza al secretario.
Minutos después, ambos estaban recostados en la cama. Tatsumi estaba acariciando los largos cabellos de Tsuzuki mientras este descansaba sobre su pecho;
-es hora de que te hagas un corte de cabello, Tsuzuki-san- comenzó a decir el otro cuando escucho una leve risita de su amigo
-quizá, aunque me agrada así. - el hombre guardo silencio por un momento -Tatsumi…
- ¿mm?
- ¿Por qué ya no quisiste ser mi compañero? ¿tanto te disgusto?
-no fue por eso. - comenzó a decir el de lentes acomodándose mejor -Yo… eres desesperante, infantil, terco, majadero… pero… no podía verte sufrir por mi culpa
- ¿Qué? - Tsuzuki se alejó y le miro a los ojos, viendo como el otro sonreía con tristeza
-siempre tomábamos los casos más fuertes que había, ya que nuestra zona era conflictiva. - empezó el otro -Llegó el punto que no podía verte destruirte a ti mismo más. No me dejabas hacer nada y eso me hacia sentir impotente, me dolía y no sabia que hacer. Fue cuando Konoe-kaicho me dijo del puesto de secretario y que a ti te iban a pasar a Kyushu, lo cual era lo mejor. No podía evitar sentirme inútil, porque…
- ¿Por qué?
-te amo Asato. - Tatsumi se volteo hacia su amigo y le tomo la barbilla con una de sus manos -No tienes idea lo angustiado y molesto que estaba cuando te marchaste y mas cuando supimos lo que ese maldito doctor te hacía.
>> Si estaba muy molesto con lo que sucedió y mas porque todas la pruebas apuntaban a ti, pero también me sentía horrible por no poder calmarte cuando te vi llorar
-t-tu… Tatsumi… ¿me amas? - pregunto el otro aun asombrado por lo que escucho, el otro rio
-de todo lo que he dicho, ¿eso es lo que me preguntas? - el mayor comenzó a acercarse hasta que sus labios tomaron los del amatista con delicadeza.
Tsuzuki sin esperar, poso sus manos por los hombros del otro y acerco la nuca del de anteojos profundizando el beso más. Tatsumi se sorprendió, se quito los lentes sin romper el contacto y con delicadeza, tomo la cintura de su compañero acercándolo a él. Luego de unos momentos, tuvieron que separarse por falta de aire;
-Asato… tu
-te amo Tatsumi. Desde… desde hace tiempo- sonrió el castaño y se acercó de nuevo, haciendo el beso mas pasional y comenzando a subir de temperatura. Las caricias no se hicieron esperar y en un rápido movimiento, Tatsumi empujo sobre la cama a su amigo y se coloco sobre él, sin separarse del ardiente beso que tenían.
El secretario mordió un poco el labio del castaño, haciendo que este abriera su boca y le diera paso a su lengua, comenzando un baile entre estas y una fuerte pelea que Tsuzuki estaba perdiendo. Tatsumi empezó a levantar la camisa del otro, comenzando a acariciar la suave piel del shinigami, quien al sentir las manos del otro, emitió un sonoro gemido que fue opacado por sus bocas. Al oírlo, el hombre se separó de él y se acomodó un poco su ropa;
-yo, lo-lo siento Tsuzuki-san. - dijo entre cortado tomando un poco de aliento mientras que veía al otro que estaba totalmente desalineado y mirándolo con los ojos lloraros -Siento todo esto, no entiendo como…
- ¿Por qué te detienes? - preguntó Tsuzuki sin apartar su vista de Tatsumi - ¿no te parezco atractivo?
- ¿no te sientes mal con esto? - el otro negó -Pensé que después de todo lo que habías pasado… esto… te desagradaba. Supe que el doctor fue bastante brusco contigo
-Tatsumi, - comenzó a decir el shinigami pasando sus manos por el cuello del otro y acercándolo a sus labios de nuevo -yo aun no entiendo muy bien que paso con Muraki, pero… a ti es a quien amo desde hace mucho. Muraki solo quería mi cuerpo, aunque en ocasiones me decía que me amaba… por favor, quiero continuar
- ¿estás seguro? Puedo ser algo… salvaje- Tatsumi se sonrojo un poco cuando Tsuzuki rio y lo jalo de su corbata
-ya eres duro conmigo y me das miedo, así que… continuemos
-tu lo pediste, mi precioso Asato- sonrió el de gafas quitándose su saco y tirándolo a un lado con una enorme sonrisa.