Cuando ya estuvo listo, Tsuzuki se miro en el espejo con una enorme sonrisa al momento que tocaron su puerta y por ella entraba Hisoka;
-buenos días- dijo algo soñoliento viendo a su amigo ya listo
-buenos días Hisoka
- ¿estas listo? Konoe-kaicho nos quiere en su oficina- el otro bajo la cabeza
- ¿a todos? -. el niño se acerco y tomo ambas manos de su compañero haciendo que la tristeza que estaba sintiendo se fuera esfumando
-si, a todos. Mira, yo se que todos nos equivocamos y no debimos tratarte así…- comenzó a decir el niño cuando el oji amatista lo miro con los ojos nublados -Yo… quiero disculparme contigo, Tsuzuki. Fui un mal compañero y… de verdad lo siento
- ¿de qué hablas?
-tu… me dijiste lo que Muraki te hizo, lo que pasó. Sentí tu tristeza y tu dolor, pero quise ignorarte y eso provoco que todo lo demás cayera como si fuera una ficha de domino
-no fue tu culpa, Hisoka. - el castaño se soltó del agarre del menor y lo acerco a él en un abrazo -Te agradezco tu disculpa, pero no tienes por qué. Somos compañeros y siempre te estoy sacando de tus casillas
-te falle como compañero… ¿me llegaras a perdonar por abandonarte en ese momento? - el mayor rio y apretó a un más al otro
-no tengo que perdonarte. Te quiero Hisoka-. Hisoka sonrió y apretó a su compañero
-yo también a ti, Tsuzuki- el castaño rio
-nunca olvidare esto
-espero que te vuelvas más responsable
-solo si recibo otro abrazo de tu parte, al menos una vez al día
-ya suéltame- dijo el menor separándose y caminando a hacia la puerta con su compañero.
. . .
Había pasado un mes desde que Tsuzuki había vuelto a Meifu.
Tras una larga y profunda investigación, encontraron que los culpables de lo que había pasado anteriormente y de nuevos desastres que azotaron las oficinas, habían sido un par de almas que se habían escapado del departamento de Yokohama, las cuales no habían sido procesadas como se debía y se dedicaron a hacer estragos.
Luego de varias disculpas y compensaciones, mas que todo de dulces hacia Tsuzuki, todo en EnmaCho estaba volviendo a la normalidad.
Yume y Saya habían vuelto a su trabajo en Hokkaido y las cosas entre Terazuma y Tsuzuki habían vuelto a sus pleitos normales, siendo así alejados de la biblioteca.
Ese día, el castaño caminaba por el jardín a paso rápido, ya que había sido llamado por su ahora novio, Tatsumi;
- ¡Tsuzuki-san! - escuchó un grito cerca de él, haciendo que se volteara y encontrara al Gushoshin mayor venir hacia él con rapidez
- ¡buenos días! - saludo con una enorme sonrisa cuando el pájaro llego hasta él
- ¿has visto a Kurosaki-kun? - preguntó con rapidez cuando el otro negó con la cabeza -Demonios
- ¿paso algo?
-me pidió unos documentos urgentes y pues…- el animalito iba a seguir hablando cuando una fuerte explosión cerca del campo de tiro les llamo la atención, haciendo que se miraran y corrieran hacia el lugar cuando la alarma del lugar comenzó a sonar con fuerza;
- ¡TODOS LOS SHINIGAMIS DIRIGIRSE HACIA EL LADO OESTE! ¡REPITO! ¡TODOS LOS SHINIGAMIS DIRIGIRSE HACIA EL LADO OESTE! ¡ESTAMOS BAJO ATAQUE! – escucharon por los altavoces mientras oían a sus compañeros del departamento ponerse en marcha - ¡REPITO! ¡ESTAMOS BAJO ATAQUE! ¡BUSQUEN A SUS LIDERES Y CUIDENSE!
Mientras corrían se les unió Terazuma, Wakaba y Watari quienes tampoco sabían que estaba pasando;
- ¡Terazuma! - escucharon gritar al jefe en cuanto se estaban acercando - ¡Transfórmate!
- ¡¿Qué está pasando?!- grito Watari cuando vio a Tatsumi aparecer ante ellos y protegerlos con una de sus sombras para evitar que un pedazo de uno de los edificios de la entrada los golpeara
-un monstruo con forma de cien pies está destruyendo este lado. - respondió Tatsumi cuando vio a Wakaba tocando a Hajime, quien inmediatamente se transformó en enorme león negro con ojos rojos y alas de murciélago, que corrió hacia donde estaba el monstruo destruyendo una de las torres -Hay unos carroñeros destruyendo el otro lado. - el hombre se volteo y miro a Tsuzuki y Watari -Ustedes, vayan a ayudar a Hisoka que esta con el otro Gushoshin, en un momento los alcanzo
- ¡si! - soltaron los dos hombres y comenzaron a alejarse. Antes de que separaran lo suficiente, Tatsumi detuvo a Tsuzuki sujetándolo del brazo haciendo que el castaño se volteara
-ten cuidado, - soltó con angustia disimulada -tengo un mal presentimiento
-estaré bien- sonrió el mayor y le beso la mejilla de manera rápida, comenzando a correr para alcanzar a su amigo rubio.
Los hombres corrieron un gran tramo, hasta que divisaron al pequeño de ojos esmeralda siendo impactado por uno de los monstruos;
- ¡Hisoka! - exclamo el castaño tomando uno de sus pergaminos y colocándose frente al chico que cayo al suelo, haciendo que el monstruo desapareciera al instante de tener contacto con aquel papel
- ¿estás bien, Bon? - pregunto Watari acercándose y ayudándolo a ponerse en pie
-debes llevarte a Tsuzuki lejos de aquí- soltó en voz baja el chico mientras que más monstruos se acercaban
- ¿Qué dices?
-llévate a Tsuzuki antes de que lo vea
- ¿vea? ¿vea a quién? - el menor iba a responder cuando vieron a un enorme perro negro acercarse y golpear a su compañero. Tsuzuki solo se impulso en el aire y cayendo un poco lejos de sus amigos, comenzó a expulsar toda su energía concentrándola en un solo lugar;
-esto está mal. - soltó el menor viendo como su amigo comenzaba a invocar
-Me encomiendo y os ruego, doce dioses, protegedme.
La espada suprema.
El ultimo escudo del viento.
Los colmillos sagrados.
¡os invoco, apareced ante mí!
¡Byakko! – soltó el castaño cuando el enorme tigre blanco, dios del trueno y la tormenta hizo acto de aparición rugiendo fuertemente al cielo y lanzándose contra los monstruos que estaban ahí.
Todos se pusieron a pelear contra los monstruos, cuando vieron que estos estaban desapareciendo;
- ¡te estaba esperando, cariño! - escucharon una voz haciendo que Tsuzuki se quedara helado en su lugar. Al oírlo, los otros dos se acercaron en carrera y se colocaron frente a su amigo castaño al igual que Byakko
-no- susurro el castaño cuando Muraki se dejo ver caminando entre los cuerpo de sus creaciones
-tanto tiempo sin verte, mi querido Asato-chan
- ¡no le llames así! - grito Hisoka con enfado dando un par de pasos hacia el frente viendo como el hombre no detenía su caminar
- ¡aléjate Muraki! - grito el rubio cuando el doctor quedo solo a unos metros de ellos. El hombre sonrió al ver como el castaño había quedado paralizado
-no vengo a pelear contra ustedes. - comenzó a decir metiendo sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta -Solo vengo a recuperar lo que es mío, así que Tsuzuki-san, - se dirigió al shinigami que aun estaba en shock -le recomiendo que venga conmigo antes de que haya más bajas
-lamento decirle doctor, que Asato no ira a ningún lado, ya que él no es un objeto que le pertenezca- se escucho la voz de Tatsumi, que de pronto salió de una sombra delante de los otros. El peli plateado sonrió,
-señor secretario, un gusto saludarle
-el gusto es solo suyo. - comento el peli café subiéndose las gafas -Le pido de la manera mas cordial que se largue de Meifu y nunca vuelva a venir. Usted no es quien para estar aquí
-solo vengo por Asato. Él tiene una promesa que cumplir
-Asato no tiene nada que cumplir y le pido que deje de meterse en la cabeza de mi pareja y se largue, antes de que todo se ponga mucho peor
- ¿pareja? - preguntó el doctor con duda dando un paso al frente - ¡¿te acostaste con él, Tsuzuki-san?!
- ¡no se atreva a gritarle! - soltó Tatsumi con molestia. Luego miro a sus amigos -Llévense a Tsuzuki de aquí, ahora. Llévenlo con Konoe-kaicho
-si- asintió el rubio y comenzó a jalar a su amigo quien no se movía. Cuando logro movilizarlo, vio como Muraki lanzaba un ataque con su magia, dando de lleno a Tatsumi, quien lo esquivo y así siguió una batalla entre los dos hombres
-esto se pondrá mucho peor- exclamo Muraki viendo con locura al castaño.