Los hombres estaban en plena batalla cuando los monstruos volvieron a aparecer, sin darles descanso ni tregua a los demás integrantes de Meifu;
- ¡Tatsumi-san! - grito de pronto Hisoka creando un pequeño campo de energía para acercarse al de gafas mientras que Watari junto a Tsuzuki y Byakko atacaban a un par de ciempiés que salieron de la nada
- ¡¿está bien?!- preguntó el rubio cuando vio a ambos en el suelo - ¡Bon!
- ¡TATSUMIIIII! - soltó el castaño corriendo hacia él mientras que Byakko destruía a los monstruos restantes con un fuerte y poderoso rayo -¡¡YA BASTA!!- grito acercándose al doctor quien también se encontraba herido y cansado por el esfuerzo hecho por usar su magia -¡¡YA BASTA KAZUTAKA!!
- ¡me alegra ver que ya puedes hablar! - soltó el peli plata cuando el castaño se acerco a él y quedo a unos metros mientras que Watari levantaba a Hisoka y Terazuma, que iba llegando con los demás, ayudaba a Tatsumi
- ¡Asato! - grito alterado Konoe viendo como su shinigami estaba frente a frente del doctor
- ¿te has decidido ya? - pregunto Muraki con una sonrisa ladina en su rostro
- ¿tenías que llegar a esto? - pregunto Tsuzuki con seriedad - ¿Por qué debías venir y lastimarlos a todos?
-vine a buscarte. Rompiste tu promesa
-yo… - el shinigami suspiro -Mis amigos fueron por mí, ellos querían que volviera y tu… pensé que de verdad me amabas, pero solo me estabas manipulando
-yo si te amo, Asato. Amo cada parte de tu hermoso cuerpo
-exacto, solo amas mi cuerpo. - Muraki se acercó y tomo al más bajo del mentón con delicadeza -Tu rompiste tu promesa primero Kazutaka, me engañaste y jugaste conmigo. No soy tu juguete
-vuelve conmigo, querido Asato y prometo no dañar a nadie más. - susurro el hombre cerca de los labios del otro -Si no lo haces… los matare a todos- el shinigami se asustó y separándose del peli plata bajo la cabeza
- ¡no le creas Tsuzuki! - grito Hisoka intentando acercarse, aun siendo sostenido por Watari
- ¡vuelve aquí, idiota! ¡te está manipulando de nuevo! - grito Terazuma sacando sus colmillos - ¡no moriremos! ¡no puede matarnos!
-que hermoso, tus amigos están preocupados por ti, - sonrió el doctor mirando las caras cansadas y golpeadas de los demás -pero están tan agotados… ¿aguantaran una batalla más? ¿o por fin me desharé de todos ellos?
-iré contigo- suspiro el castaño en voz baja -pero… ya basta de esto… ya basta de muertes, de amenazas… estaré contigo, pero aléjate de Meifu
- ¿es tu decisión?
- ¡no hagas esto Asato! - grito Tatsumi acercándose y tomando al otro del brazo para estrecharlo contra su pecho -No dejare que te aleje de mi de nuevo, prefiero que acabe conmigo
-yo no y esta vez- susurro el otro dejando salir algunas lágrimas mientras mantenía una enorme sonrisa -puedo salvarlos.
Tsuzuki se despego del mas alto, le tomo la mejillas y lo acerco hacia él fundiéndose en un beso profundo y suave. Cuando se separaron, Tsuzuki ensancho su sonrisa hacia todos sus amigos;
-cuídense- soltó con lágrimas en los ojos cuando el peli plata lo tomo por la cintura y desapareció junto a él ante las miradas tristes de los demás y la sonrisa desolada de Tatsumi.
. . .
Ambos llegaron hasta la ya conocida mansión del doctor. Tsuzuki camino hacia dentro del lugar y manteniendo el silencio subió hasta la habitación del peli plata, seguido por este.
Cuando entraron, el shinigami se quito su gabardina y su saco, volteándose con un rostro inexpresivo hacia el otro;
-estoy listo- exclamo en voz baja mostrando una inmensa aura de tristeza. Muraki se acerco y le abrazo con fuerza, sorprendiendo al castaño
-no puedo hacerte esto, Asato. - comenzó a decir sin soltar al otro -Es cierto que estoy completamente obsesionado con tu cuerpo, pero… poco a poco me fui enamorando de ti. Soy un villano y un masoquista, pero hasta yo tengo un limite y ver esa expresión tan vacía en ti…
- ¿Kazutaka? - pregunto el castaño cuando el doctor se separo de él y le acaricio una mejilla con la mano
-dame solo una noche, Asato. Solo una noche mas y juro que… nuestra relación volverá a ser de cazador y presa. - el hombre sonrió con malicia -Me es mas divertido cazarte y poder admirarte cuando lo hago- el castaño se sonrojo y asintió al sentir las manos del doctor cerca de su cintura y atraerlo hacia él.
Al día siguiente, todos estaban en la sala de reuniones en un incomodo y doloroso silencio. La penumbra que cubría el salón era pesada y tangible, hasta que la puerta del lugar se abrió mostrado a un castaño que traía una enorme sonrisa y una gigantesca caja de dulces;
- ¡buenos días! - soltó con su radiante sonrisa ganándose las miradas incrédulas de los demás
- ¿Tsu-Tsuzuki-san? - pregunto Wakaba poniéndose en pie y acercándose cuidadosamente hasta su compañero
- ¿Por qué todos están así? ¿murió alguien anoche? - pregunto alterado cuando Tatsumi, Hisoka, Watari y Wakaba corrieron hacia él abrazándolo y cayendo al suelo
- ¡¿Cómo es que estas aquí?!- soltó Watari oprimiendo a sus amigos mientras todos abrazaban al castaño
-du-duele… no respiro- fue lo que pudo decir el shinigami. Konoe sonrió, tosiendo para que los demás se separaran y todos volvieran a sus asientos
- ¿estás bien? - pregunto el secretario tomando la mano del otro y levantándolo del suelo
- ¿Cómo escapaste? - preguntó Hisoka aturdido por tantos sentimientos que estaban en la sala. El castaño sonrió,
-llegamos a un acuerdo y volvimos a ser cazador y presa- dijo calmando al resto
- ¿no volverá por aquí? - pregunto Konoe algo nervioso, el otro negó con la cabeza
-creo que no lo veremos por un buen tiempo
-eso espero
-debemos ponernos a reconstruir todo- comento uno de los Gushoshin mientras Tsuzuki dejaba la caja sobre la mesa y los demás comían de ella con una sonrisa por tener a su amigo ahí.
Llegada la tarde, Tatsumi cambia a por el jardín con unos documentos cuando encontró a su castaño sentado cerca del lago con una dona en sus manos;
-si sigues comiendo así, engordaras- comento gracioso sentándose a su lado y limpiando con su dedo un poco de azúcar que le había quedado a Tsuzuki mientras comía. El hombre sonrió
-igual me querrías- exclamo mordiendo de nuevo el dulce y ofreciéndole al otro, quien acepto mordiendo un lado de la rosca
-siempre te querría sin importar que
-lo sé- contesto el oji amatista suspirando con tristeza y mirando hacia el lago. Hubo un silencio momentáneo, hasta que Tatsumi miro al otro,
- ¿pasa algo?
-yo…- comenzó a decir el castaño -estuve con él
- ¿te obligo a hacerlo? - el otro negó - ¿tu querías?
-me pidió una sola noche para acabar con todo esto. - contesto Tsuzuki ocultando su rostro con sus manos -Lo hice porque tenia mucho miedo de que los lastimara…
-te lastimo ¿verdad? – el castaño asintió y como acomodo las mangas de la camisa
-perdóname Tatsumi por favor, - comenzó a decir nervioso y con los ojos nublados en lágrimas -nosotros… somos pareja y yo… te fui infiel y… - el secretario tomo el rostro del otro con sus manos y le miró con cariño
-no me fuiste infiel, Asato. - empezó a decirle con un tono cariño limpiando con sus dedos las lagrimas que bajaban por las mejillas del otro -Hiciste lo que tenias que hacer y lo entiendo. No estoy molesto
- ¿en serio?
-enserio
-te amo- dijo el castaño acercándose y dándole un suave beso al otro quien lo recibió con gusto. Cuando se separaron, Tatsumi tomo las manos de su compañero y sonrió con malicia ante los ojos espectantes del otro,
-esta noche iré a tu habitación y juro que borrare cada rastro que esa serpiente asquerosa dejo en ti- termino con aura peligrosa poniendo al otro nervioso
-es-esta bien- contesto el otro nervioso recibiendo un fuerte y demandante beso de parte de su muy peligrosa pareja.