Jonouchi se encontraba en la pizzería ayudando a su madre a atender la caja. Tenía planes para esa noche, pero aún así decidió cumplir con sus horas de trabajo en el negocio familiar. Su fiebre había cesado definitivamente, por lo que se sentía muy bien y eso lo hacía tener un mejor ánimo.
Aparte, ese día no había tenido clases. El profesor se retiró temprano por motivos personales, luego de haberles indicado las notas del último examen. A pesar de todos los inconvenientes que había tenido, había superado la nota de exoneración y con creces. Ahora solo le restaba cursar un módulo para culminar la carrera.
Su amigo del instituto, Essel Jansen, no había tenido tanta suerte. Tendría que rendir nuevamente el examen una vez finalizado el año lectivo. Le había confesado que no había estudiado demasiado, estaba más enfocado en su nuevo trabajo como cantante en un restaurante de la costa , donde vivía la clase más alta de Ciudad Dominó. Aún así se había alegrado por Jonouchi, por lo que le propuso salir a celebrar su aprobación esa noche como agradecimiento luego de que Jonouchi se ofreciera a ayudarlo a estudiar para el exámen.
Essel aprovechó la oportunidad para invitar a su pareja y un amigo en pocos minutos, convirtiendo la salida en una cita doble y a ciegas por parte de Jonouchi. Este no puso ninguna objeción a pesar de que lo había tomado por sorpresa. Hacía tiempo que no tenía una cita y si era amigo de Essel seguramente se trataba de alguien decente.
Faltaban unos veinte o treinta minutos para cerrar el local. Quedaban cuatro o cinco grupos de clientes que debían pagar, siempre esperaban hasta el último minuto. A veces tenían el descaro de pedir de nuevo cuando faltaba poco para terminar el horario.
El movimiento del negocio era muy bueno. Por suerte ese día, al estar trabajando en la caja con su madre no lo había notado tanto. La mayoría de las noches se ocupaba de ayudar al chef, trabajando de auxiliar de cocina y mesero, como Akiko, pero ese día su hermana y su dichoso novio sospechosamente habían decidido quedarse hasta el cierre a ayudar en la cocina.
Jonouchi le había mencionado a su madre que no era una buena idea, ya que las poquísimas veces que Atem había cooperado en la cocina o atendiendo clientes había ocasionado estragos. Pero su madre no le hizo caso, encantada con aquella actitud servicial del novo de Shizuka.
Jonouchi observaba a Atem entregar los pedidos tratando de descifrar por qué se comportaba así cuando el sonido de alguien ingresando a la pizzería lo distrajo de su contemplación.
-Buenas noches. Disculpen la hora - dijo Mai, acercándose al mostrador y saludando a Jonouchi y Fugin con un beso.
Mai era cliente asidua del local, a menudo pasaba al retirarse de su trabajo para llevar pizzas a sus padres o a su tía y ahijado, dependiendo de a dónde se dirigiera.
-¿Cómo estás querida? ¿Cómo está tu tía?- le preguntó la madre de Jonouchi.
-Mi tía está bien, lamentablemente se le termina la licencia- se rió-. Le voy a llevar unas pizzas para que no se desanime.
-Pobre mujer, hay que reconocerle que vive trabajando. Y encima sola con su hijo.
Mai le dirigió una mirada suplicante a Jonouchi, dándole a entender que estaba con prisa como para escuchar los mismos comentarios de todos los días por parte de su madre.
-Mamá, ¿por qué no te fijas si tenemos algo listo como para que se lo lleve? Que los que estén dentro esperen un poco más.
Fugin asintió y se dio media vuelta, pero se detuvo al recordar algo y le dijo a Mai:
-Dile a tu tía que la estaré llamando en estos días, a ver si puede venir a limpiar el local el fin de semana.
-Le digo- sonrió Mai, mientras Jonouchi daba golpecitos en el mostrador.
-Bueno, bueno, ya voy- le reprochó su madre-. No imaginé que querías estar solo con ella.
Mai se aguantó la risa al ver la cara de frustración del muchacho. Sabía de sobra que le molestaban todos los comentarios haciendo alusión a novias, chicas y casamiento, sobretodo de su familia.
-¿Todo bien? - le preguntó mientras aguardaban su regreso. Dirigió su mirada hacia el lugar donde Jonouchi la había dirigido y vio a un muchacho con una libreta de pedidos en la mano conversando con Shizuka. Cuando esta la notó, la saludó con la mano y ambos regresaron a la cocina. -¿Empleado nuevo?
Jonouchi resopló antes de responder:
-Ese es el novio de mi hermana. Ahora se le dió por venir casi todos los días a trabajar gratis. Prácticamente vive acá.
-Está haciendo puntos con su futura suegra- rió Mai. A Shizuka se le notaba que le gustaba por la forma en que lo miraba mientras conversaban.
-Para meterse en los pantalones de mi hermana- le respondió molesto.
Su amiga lo miró asombrada.
-¿Qué? ¿No puede? Eso es lo que hacen los novios- le reclamó entre risas. Lamentablemente al chico no le dió gracia, con a mirada que le dirigió se notaba que no estaba para bromas sobre el asunto. -¿No te agrada?
-No sé... Apenas lo conozco- Jonouchi le respondió pensativo-. Pero sé de sobra que no le agrado y creo que mi madre tampoco, por eso me parece raro que de la noche a la mañana quiera estar tan cerca de nosotros. Es un hipócrita.
Mai consideró preguntarle cómo sabía que no le agradaban, pero optó por no hacerlo. No había sabido de otros novios de Shizuka, por lo que concluyó que ese chico era el primero -al menos el primero que presentaba a su familia- y que Jonouchi era un hermano mayor celoso.
En momentos como esos agradecía ser hija única.
-¿Y tú ya tienes novio? -le preguntó animada. Inmediatamente notó que tenía a su lado uno de los clientes que quería pagar para retirarse. Jonouchi lo atendió tranquilamente y el cliente les dirigió una mirada curiosa antes de retirarse.
-Lo siento.
-No me molesta -le dijo Jonouchi encogiéndose de hombros-. Y no, no tengo novio. Parece que en Dominó nadie quiere tener una relación gay en público, sino entre cuatro paredes escondidos como si estuviéramos en la Edad de Piedra- murmuró a regañadientes.
-No solo pasa en las relaciones gay- le dijo Mai como consuelo. Con ella siempre había sido así. Hombres encantadores que solo buscaban acostarse con ella descuidando otros aspectos de la relación. Después del sexo todos perdían su encanto. Por suerte Varon había entrado a su via.
-Hoy tengo una cita - le contó Jonouchi mientras acomodaba el dinero en la caja registradora.
-¿En público? ¿Con un extranjero, capaz? -bromeó.
Jonouchi también rió, era una situación contradictoria.
-No sé si es extranjero o no, es una especie de cita a ciegas.
En ese momento bajó la voz, su madre se acercaba muy sonriente acompañada por Atem, quien cargaba el pedido para Mai.
-Aquí tienes. Buenas noches- Atem dejó el pedido en el mostrador y se dio media vuelta para regresar a la cocina. Sus hombros se tensaron al escuchar:
-Te presento al novio de mi hija. Es un divino.
Al observarlo en ese instante, Jonouchi se convenció, si es que tenía dudas, de que Atem detestaba las las horas que pasaba en la pizzería.
Una hora después de cerrar el local, tras darse una ansiada ducha y escoger un buen atuendo, Jonouchi se sentó en el cordón de la vereda a fumar un cigarrillo mientras esperaba a que su amigo lo pasara a buscar. Essel le había enviado un mensaje donde le avisaba que se atrasaría un poco , ya que su pareja le pidió que pasarán a recoger al amigo en su auto y este vivía en la periferia ciudad dominó. Si bien una localidad pequeña tendría al menos 30 minutos de espera.
Lo más razonable hubiera sido que pasarán a buscarlo a él primero ya que Essel también vivía cerca del muelle; aunque este comentaba qué no hacerlo viajar hasta la periferia para volver al centro. Embargo tampoco quiso que se encontrarán directamente en el boliche, lo que rozaba lo absurdo.
Jonouchi entró al chat para distraerse, aunque con cierta cautela, porque a esas horas de la noche exponer el celular en la calle peligroso. Apenas ingresó notó que tenía unos quince mensajes sin leer. Cómo era de esperarse, la mayoría se trataba de solicitudes de amistad nuevas. No perdió tiempo con ellas, la mayoría de esas cuentas eran usuarios falsos. Conocía el sitio demasiado bien.
Al regresar al inicio, la notificación de un nuevo mensaje apareció.
Setockr: ¡Hola!
Jonouchi se sorprendió de que la hora de enviado del mensaje fuera la misma que aparecía en su celular. Podría haber quedado entre los 15 mensajes borrados sin leer.
Dominó.sxc.boi: Hola, ¿cómo estás?
Jonouchi guardo el celular en el bolsillo campera al notar por el rabillo del ojo que un par de personas se acercaban por la misma acera. Respiró aliviado al ver que se trataba de una mujer de cabellos rojos y un hombre de negro recogido en una cola de caballo. La reconoció como la limpiadora de un local de ropa competencia del lugar donde él trabajaba.
No estaba seguro de si ella lo reconocía también o fue porque tontamente se quedó observándola fijo que lo saludo con un tímido "buenas noches". Jonouchi correspondió al saludo sintiéndose un idiota. Cuando ambos se alejaron volvió a revisar el chat.
Setockr: Bien, estaba esperando a que te conectaras.
Aquello lo tomó por sorpresa. Recordaba haberse dormido en el último chat pero no recordaba sobre qué estaban hablando ni nada relacionado.
Dominó.sxc.boi: Genial, ya estoy conectado.
Aunque sería por unos minutos más, según sus cálculos en unos veinte debían llegar.
Setockr: ¿Se te pasó la fiebre?
dominó.sxc.boi: Sí, por suerte sí. Cuando desperté ya estaba mejor. Creo que solo tenía que dormir.
Lo que aún conservaba eran los dolores de cabeza que su madre, su hermana y el novio de esta le generaban. Era increíble que Atem aún continuara en la casa cuando era tardísimo y Shizuka estudiaba por la mañana. Y su madre, la muy descarada, actuaba como si fuera lo más normal del mundo.
Setockr: Esta mañana me acordé de nuestra última conversación luego de que me caí por la escalera del sótano y me fracturé un dedo de la mano. De que no iba a poder evitarlo, jaja.
Jonouchi no recordaba con detalle la conversación mencionada, con fiebre y sueño pudo haber escrito cualquier disparate en cualquier idioma.
Dominó.sxc.boi: ¡Eso debió doler! Me duele a mí de imaginarlo. ¿Estás bien? ¿Cómo te caíste?
Jonouchi jamás se había caído de la escalera ni conocía a nadie que sí, pero por algún motivo una fractura de dedo le parecía una consecuencia intrascendente teniendo en cuenta que podía haber sido algo grave.
Aparte, ¿cuántos escalones tendría una escalera hacia el sótano: cinco o seis? Quizás en una casa grande la caída podría haber sido peor... ¿Vivía Seto solo o con alguien más?
Setockr: Fue bastante extraño en realidad. Yo iba bajando con una escoba y una pala que se atascó, me tropecé y mi dedo se dobló hacia atrás. No sé, todavía estoy tratando de entender cómo pasó, jaja.
Jonouchi aprovechó la oportunidad para consultarle:
dominó.sxc.boi: ¿Vives solo? ¿Era muy larga la escalera?
Jonouchi no veía la hora de vivir solo. Un tiempo atrás con Essel habían conversado de compartir alquiler. Era una gran idea, porque entre no tener privacidad con su familia o no tenerla con un amigo, prefería esta última. A la casa de su madre no podía traer a nadie sin que ella o Shizuka entrometieran las narices. Pero Essel se había puesto en pareja y ya no habían vuelto a hablar del asunto.
Setockr: No, vivo con mi padre y mi hermana. Antes vivían aquí mi madrastra y mi otra hermana, pero se separó de mi padre y se fue a vivir a otra casa... A veces están algunos empleados de mi padre pero no viven aquí en realidad. Y sí, es una escalera larga y vieja de hierro. Creo que soy el primero que la usa en años, cada paso que dí provocaba que chirriara.
Jonouchi recordaba que Seto había comentado tener novia, pero no mencionaba que viviera con él o que estuviera en su casa como sí lo hacía con los empleados. Eso le daba curiosidad pero no se animó a preguntarle.
Dominó.sxc.boi: No vas a poder practicar tu escritura con la otra mano... o sí. ¿Qué mano fue?
Faltaban, según sus cálculos, unos quince minutos para que su amigo arribara. Iba a tratar de mantener la conversación lo menos interesante posible para no tener que seguirla durante la cita. Eso de estar con el celular en la mano mientras pasaba tiempo con sus amigos no le gustaba nada, aunque se lo habían hecho muchas veces y no se quejaba. Cada vez era más frecuente. ¿Acaso la gente no tenía noción de lo irrespetuoso que era?
Setockr: Ah, igual no planeaba hacer nada de eso. Tengo mucho para estudiar porque el fin de semana me voy de viaje y no creo que tenga tiempo.
Jonouchi tuvo el impulso de preguntar sobre ese viaje, pero se contuvo a tiempo. No le iba a dar pie para que hable de eso y lo dejara con interés al respecto cuando Essel llegara. Cuanto menos supiera mejor.
Dominó.sxc.boi: Sí, hay que estudiar. Es la única forma de tener tiempo para divertirse después. Yo dí un examen esta semana y lo salvé, así que ahora tengo todo el tiempo del mundo para salir. De hecho, ahora voy a una cita.
Quizás no era necesario dar tantos detalles, pero estaba de buen ánimo y tenía ganas de contar por qué. Aparte, no sabía por qué, pero le daba cierta satisfacción interrumpir el tema de conversación. Seguramente Seto quería que le preguntara sobre su viaje y no lo iba a hacer. Por algún motivo sus chats siempre giraban en torno a Seto y ya estaba un poco cansado.
Setockr: ¿Estás en pareja?
Jonouchi vio pasar un auto idéntico al de Essel, pero no eran ellos. De todas formas debían de estar por llegar en minutos. Por un momento se entretuvo con la posibilidad de desconectarse sin responder, pero se decidió por contestar.
Dominó.sxc.boi: No, por ahora no. Es una cita a ciegas que un amigo arregló con un amigo suyo. Deséame suerte, jaja.
En ese momento se abrió la puerta de su casa y Atem se despidió de su madre. Jonouchi sintió un alivio al saber que el chico no se quedaría a pasar la noche . Eso hubiera sido el colmo.
Su madre cerró la puerta y Atem comenzó a caminar justo en la dirección que él estaba. Quizás era el momento de dejarle las cosas claras ... de asustarlo un poco y que dejara a su hermana tranquila. Aunque tampoco quería que sus amigos llegaran en medio de una discusión.
-Nos vemos- murmuró Atem al pasar a su lado y siguió caminando como si nada. Era el colmo, tendría que haberse ido hacía rato.
Setockr: ¿Pero por qué vas a una cita a ciegas? ¿No es contraproducente? ¿Y si no te gusta?
Jonouchi no consideró esa posibilidad porque si era un amigo de Essel, no se trataría de un loco o un sociópata, sino de alguien común como ellos que quería divertirse esa noche.
dominó.sxc.boi: Al contrario, la gracia de las citas a ciegas es que te sorprendas. No hay que ser tan superficial.
Parecía la respuesta perfecta. Seguramente Seto estaba acostumbrado a salir con personas según sus apariencias. Era lo más común, que las personas atractivas se fijaran en otras personas atractivas Los otros casos eran los menos.
Setockr: ¿No te has puesto a pensar que podría volverse un compromiso incómodo? ¿Y si no se baña? ¿Y si es sucio y huele mal?
Jonouchi quedó con la boca abierta tras leer el mensaje. No quería molestarse, pero tenía la sensación de que Seto quería arruinarle la noche y no se lo iba a permitir.
dominó.sxc.boi: Eso es problema mío, no tuyo. Aparte, ¿quién te pidió tu opinión? La cita la voy a tener yo así que métete en tus asuntos.
Entre el chat y Atem no se había percatado de un mensaje de texto que Essel le había mandado quince minutos atrás, donde le avisaba que iban a demorar unos quince minutos más de lo previsto porque debió detenerse en una estación de servicio a recargar combustible. Estaba harto de esperar, pero no iba a dejar que eso ni Seto le arruinaran la noche.
Recibió una respuesta de Seto, pero prefirió cerrar el chat y no fastidiarse más. Le envió un mensaje de texto a Essel donde le avisaba que lo esperaba en la plaza del centro de Ciudad Dominó y se puso a caminar hasta allí para despejar la mente mientras fumaba otro cigarrillo.