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MÁSCARAS EN RED por agnetasteam

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Amane observó el mensaje sumamente fastidiada. No por lo que el mismo contenía, sino porque aún no era capaz de demostrar que aquello no era cierto.

Setockr: Sí, soy yo. ¿Por qué aún no me aceptas?

Desde que leyó ese mensaje estuvo revisando sitios que buscaban imágenes idénticas o similares en la web, como su hermano le había sugerido en otras ocasiones. Ninguna había funcionado, los resultados que obtenían ni siquiera eran similares. Takaido, un amigo de su hermano que se encontraba de visita en el apartamento, le comentó que algunos programas tenían esa función, y con su ayuda Amane fue capaz de convencer a Ryou para que le permitiera instalar alguno de esos.

En dos horas frente al computador ya había probado tres softwares diferentes, cada uno peor que el otro, mientras soportaba los comentarios de su hermano respecto a las altas posibilidades de que le terminara infectando la máquina por instalar porquerías.

—¿Qué foto es Amane? —le preguntó de pronto el amigo de Ryou.

Amane, un poco sorprendida por el repentino interés, sopesó los pro y contra de mostrarle la fotografía de Seto.

El aspecto más negativo de todos era la presencia de su hermano. No quería que se entrometiera en sus asuntos, aunque a veces no le quedara otra alternativa. Como por ejemplo, cuando su hermano sin disimular se paseaba una y otra vez de un lado al otro de la habitación, pasando demasiado cerca de escritorio. O cuando se quedaba parado a su espalda, para fastidiarla y lograr que abandonara la computadora.

Ryou sabía que ella era usuaria de ese chat, y no perdía oportunidad de criticarlo y echarle en cara que no tenía edad para usar esos sitios de depravados. Amane entendía que el chat no le gustaba en lo absoluto, pero al notar que su hermano jamás les contó nada a sus padres, sabía que comentarle algo respecto a la foto no significaría un problema en ese sentido. Quizás un par de bromas molestas y ya.

—Alguien me envió una foto diciendo que era suya, pero creo que no es así.

Los otros dos se miraron, intercambiando un mensaje con la mirada que obviamente Amane no comprendía.

Sin prestarles más atención, procedió a ejecutar el cuarto programa. Era una versión de prueba, con algunas funciones bloqueadas. Una de ellas, de la que Amane se lamentaba profundamente, permitía buscar entre las imágenes de redes sociales compartidas de forma pública. Como era de esperarse, sin dichas funciones, los resultados que el programa arrojó eran inútiles, sin nada que ver con la fotografía "de" Seto.

En un acto reflejo provocado por su ira, Amane dio un puñetazo sobre el escritorio que atrajo la atención de todos.

—Si no te calmas no solo me vas a dejar sin compu, también sin muebles —protestó su hermano.

El amigo de este se levantó del sillón y se acercó a donde la albina estaba. Observó el monitor detenidamente mientras Amane lo miraba a él. Cuando su mirada se fijó en la de ella, aclaró:

—Con razón no le crees, si esa es una fotografía profesional. ¿O no? —al decir lo último se volteó al fotógrafo que ya se estaba acercando.

Ryou asintió mientras observaba la imagen.

—Parece tomada para un book... ¿Qué te dijo que era? ¿Modelo?

—No me dijo nada, pero no hace falta porque la foto obviamente no es de él. Es un idiota importante...

—¿Y cómo sabes que no es él? Hay idiotas en todas las profesiones...

Era en circunstancias como esas que Amane deseaba ser hija única. No podía ser que Ryou creyera que una persona medianamente reconocida se dignara a entrar a un sitio así. Si Seto era modelo, era conocido y siempre podía correr el riesgo de que su participación en sitios con tal reputación lo perjudicara en su carrera. Amane recordó la clase de amigos que a Seto no le molestaba tener...

Y recordó además la mención de las bombas atómicas en su primera conversación con Seto y se puso de peor humor.

—Tienes razón, si hay fotógrafos idiotas por qué no los va a haber modelos.

Cuando Ryou le iba a responder, Takaido lo interrumpió con una sugerencia.

—¿Por qué no pruebas con la versión Premium?

—¿Tú la tienes? —le preguntó Amane esperanzada.

—No... Pero Ryou puede comprarla...jaja

Al mayor de los hermanos Bakura no le hizo mucha gracia la propuesta.

—Soy demasiado idiota para comprar eso.

Amane se mordió el labio inferior cayendo en la cuenta de que había cometido un error importante al insultar a su hermano.

—Dale, son solo cuarenta dólares —insistió su amigo—. Luego te puede servir para saber si alguien está robando algunas de tus fotografías. Además, yo también quiero saber realmente es él jaja

—Sí, me imagino —le respondió el albino a regañadientes, sacando su billetera del bolsillo de la campera.

Amane, muy contenta, se preguntó cómo hacía ese chico para ser capaz de convencer a su hermano tan fácilmente. También resonó en su mente la respuesta de su hermano. "Sí, me imagino." ¿Qué habría querido decir con eso?

Ryou le extendió su tarjeta de crédito, sacándola de sus razonamientos. Amane procedió a realizar la compra antes de que cambiara de opinión. Los otros dos se quedaron observando el monitor, curiosos.

Para su desgracia, la alegría duró muy poco y el programa no arrojó resultados. Luego de una búsqueda de quince minutos, no había dado con ninguna imagen idéntica dentro de la gran base de imágenes que analizaba.

—Qué desperdicio —recalcó Ryou, molesto—. Debe ser él...

—No —insistió Amane, irritada por la ingenuidad de su hermano—. Si fuera él, ¿por qué subiría una imagen laboral a un chat?

—Para presumir —respondió Ryou como si la cosa más evidente del mundo—. Deberías considerar otras posibilidades también... No sé... ¿Tú por qué subes tus fotos?

—Claro que no era para presumir, si estuvo dándome mil quinientas excusas antes de subir la foto porque no quería hacerlo.

—¿Y si no quería hacerlo justamente porque es él y lo pueden reconocer? —Ryou continuó con el análisis de posibilidades.

—Habría subido una foto común si fuera él... es la cosa más simple del mundo. Es evidente que no es él... Quizás es fotógrafo y usa una foto de un cliente... Deberías considerar todas las posibilidades, Ryou —ironizó.

—¿Y si tantas dudas tienes por qué no le pides que suba una foto sacada en el momento? —intervino Takaido, luego de divertirse con el intenso debate.

—No va a querer —explicó pacientemente—, ya mencioné que apenas accedió a subir una.

—Inténtalo igual. Más que negarse no puede hacer...

Seto estaba conectado en ese preciso momento. Amane prefirió consultarle algo antes de hacer pedidos improductivos. Ryou y Takaido no se apartaron de su lado.

Amane17: ¿Pero por qué subes una fotografía profesional?

"Veamos qué excusa absurda pones ahora" se dijo sin prestar atención a la conversación que los otros dos tenían. Ya le molestaba que no se apartaran, pero prefirió ignorarlos dentro de lo posible.

Tal y como lo caracterizaba, Seto respondió de inmediato.

Setockr: Subí la foto más reciente que tengo.

—Sí, claro —murmuró.

Esa respuesta se le antojaba tan absurda. Hoy en día la gente se sacaba fotos con sus móviles a diario. Y Seto no podía ser la excepción.

—Está evadiendo el asunto —concluyó el amigo de Ryou, y al percatarse de que los hermanos lo observaban curiosos, procedió a aclarar—. Me refiero a que no aclara por qué opta por una foto profesional, que creo es lo que origina todas tus dudas. ¡Pregúntale!

—Ya le pregunté —recalcó la albina volviendo la atención a la pantalla, con una idea clara de lo que tenía que preguntarle a Seto a continuación.

Amane17: ¿Eres modelo o algo así?

Amane estaba convencida de que Seto negaría ser modelo y que, como como en su primera conversación, no iba a responder de forma clara y concreta. Al menos no según los criterios que ella manejaba. Pero, ¿qué más podía ser?

"Un mentiroso" se dijo.

Se sorprendió al ver como Takaido F5 en el teclado. Parecía más ansioso que ella en dilucidar esta cuestión.

—Ya respondió —señaló.

—Deberías pedirle que suba una foto ya en vez de hacerle tantas preguntas —sugirió Ryou—. Responde muy rápido.

—Es lo que voy a hacer, histéricas —la última palabra la pronunció a regañadientes mientras abría el mensaje.

Setockr: No soy modelo. No sé a qué te refieres con 'algo así'. Me dijiste que sabrías si esa foto no era mía pero veo que no lo sabes.

—Jaja. Ya te sacó la ficha —dijo el mayor de los Bakura con malicia—. No deberías de presumir cosas que no puedes hacer.

—El único que presume mentiras es él... ¡¿Y a ti que te importa lo que yo haga?!

—A papá le va a importar... —comenzó Ryou, pero su amigo interrumpió otro round de lucha verbal entre hermanos.

—¿Podrías pedirle la foto, por favor?

Amane volvió a concentrarse en el chat, dejando cuestiones como si su hermano realmente le comentaría a su padre o por qué su Takaido demostraba tanto interés en Seto para meditar más tarde. Una cosa a la vez.

Amane17: ¿No puedes sacarte una fotografía con tu celular y subirla?

Amane notó incrédula cómo tenía la cabeza del amigo de Ryou prácticamente encima de su hombro. ¡Qué entrometido!

—¿Esto de pedir fotos lo hacer con todos los de ese lupanar virtual o es solo con este chico? —le preguntó su hermano de la nada.

Mantuvo la mirada fija en ella hasta que se decidió a hablar.

—¿Qué es "lupanar"?

—Cosas de grandes—se apresuró el amigo del albino mientras actualizaba la página sistemáticamente.

—¡No jodas! —exclamó Bakura— ¿Te metes a diario en un chat porno y no sabes lo que es "lupanar"?

—No es un chat porno —Amane defendió lo que para muchos era indefendible.

—¡Ya respondió!

Amane le arrebató el ratón de la mano deseando que ambos explotaran, se desintegraran o, por lo menos, se teletransportaran muy lejos.

Setockr: Claro que puedo.

La respuesta no le sorprendió en lo más mínimo. Seto parecía un experto en hacerla perder el tiempo y la paciencia.

—¡Fíjate en el perfil!

—Tampoco es Flash —dijo Ryou.

—No la va a subir —les aclaró con toda seguridad Amane—. Siempre hace lo mismo. Hasta que no le insistes quinientas veces no sube las fotos, no responde las cosas...

—¿Y tú por qué le das tanta importancia? —preguntó su hermano, por demás inquisitivo.

—No se la doy. Simplemente me gusta desenmascarar mentirosos.

Amane17: ¿Y bien?

—¿Por qué no pides algo para comer? —dijo Takaido a la vez que se erguía.

Ryou asintió y se fue a la kitchenette, del lado opuesto a donde ellos estaban. Tomó un folleto de una rotisería que tenía sujeto a la heladera con un imán y observó el menú detenidamente.

Amane lo observó un momento, lista para objetar cualquier pedido que pudiera contener aceitunas. De repente sintió dos golpecitos en el hombro que le recordaron del chat. Resopló fastidiada a la vez que ingresaba a la bandeja de entrada.

Setockr: ¿Es necesario?

Amane17: ¿Tú qué crees?

—Tenías razón, da quinientas vuel...

—¡Basta! —objetó Amane, harta de tener un comentarista de cada mensaje que recibía— Ve a elegir la comida y asegúrate de que no traiga aceitunas.

Takaido se quedó perplejo unos instantes, tras los cuales se alejó del escritorio notoriamente molesto. ¡Cómo si tuviera derecho!

Setockr: Eres muy especial, ¿sabes? Deberías haberme descrito los requisitos especiales de la fotografía desde el primer momento. Primero voy a borrar la otra...

Amane hizo una nota mental de exigirles a sus nuevos contactos una foto tomada en el momento. Nunca lo había hecho porque antes ninguno de sus amigos en el chat había publicado una foto evidentemente ajena.

Amane17: Me alegra ser especial para ti, Seto.

Amane volvió su atención hacia su hermano. Tenía el teléfono en la mano, pero discutía algo con su Takaido. Y hablaban en un volumen bajo, dejando clarísimo que no querían hacerla partícipe.

Mejor que se distrajeran con sus asuntos.

Setockr: Jaja... ¿Tengo que quitarme algo?

—Idiota —dijo.

Amane17: Sí, puedes elegir entre la máscara y el maquillaje.

Tras ese mensaje Seto estuvo sin responder unos cuantos minutos. Amane temió que se hubiera desconectado, pero corroboró que no era así al visitar su perfil. Estaba conectado y ya había eliminado la fotografía anterior.

Amane17: ¿Qué haces?

Pasaron dos teorías por su mente: la primera, y más probable a su criterio, consistía en que Seto estaba buscando otra foto de este mismo famoso.

Setockr: Borrar la información exif de la fotografía... Si no lo hago podrías saber qué modelo de celular tengo.

Amane17: ¿Y eso es malo?

Aquello se le antojaba una excusa pseudocientífica para ganar tiempo y encontrar la nueva foto falsa.

Setockr: Creo que haré muchos amigos aquí, y si alguno resulta ser un maniático —o maniática—: ¿quién sabe qué haría con esa información?

"Información exif" se repitió mentalmente sin tener idea de a qué se estaba refiriendo. Pensó en preguntarle a su hermano, pero eso significaría que volverían a escoltarla mientras estuviera chateando. No, gracias.

Optó por buscar en Google de qué se podría tratar. Los títulos que le aparecieron entre los primeros resultados despertaron una alarma mientras los iba leyendo.

"Datos exif: el DNI de las fotos", "Información exif: el ADN de tus fotos", "Exif: la información oculta en las fotos", "Exif: los datos personales ocultos en tu fotografía"...

Amane no soportó más su desconocimiento e ingresó en uno de los artículos sobre estos datos. Comprendió entonces que las fotografías tomadas por cámaras digitales pueden contener la fecha, hora y modelo de cámara con la que fueron tomadas. El informe revelaba también que los últimos modelos de cámaras y celulares podían añadir las coordenadas GPS de donde fueron capturadas.

Esto último podía explicar por qué Seto pretendía borrar esa información, en el caso de que él realmente fuera el de la foto. Pero Amane estaba convencida de que no era así.

Lo bueno de aquello era que ahora contaba con una herramienta para saber más sobre las fotografías que sus amigos —y no— publicaban en el chat.

Amane17: ¿Insinúas que soy una maniática?

Tras su primera conversación, le había dado la impresión de que Seto era un excéntrico. Ahora, con más información de por qué tenía algunos comportamientos muy poco ortodoxos, Amane concluyó que maniático era justamente la mejor forma de definirlo. A él. Las mentiras siempre te obligan a cuidar tus espaldas a cada instante, y Seto mentía apropiándose de la identidad física de alguien más. Era lógico que se persiguiera de esa forma.

Setockr: Es genial que leas entre líneas. Hecho.

Amane se preguntó si con "hecho" se refería a que había finalizado de borrar los metadatos o si ya había cumplido con subir la fotografía. Eso era fácil de aclarar, por lo que no perdió más tiempo e ingresó a su perfil.

Al ver la miniatura, Amane se dio cuenta enseguida de que la persona fotografiada era la misma que en la captura anterior. Hizo clic sobre la imagen para agrandarla, mientras se mordía el labio inferior muy irritada porque Seto insistiera en usar fotos ajenas.

En la fotografía, "Seto" estaba sentado frente a un escritorio, con el torso semi-volteado y mirando hacia la cámara que evidentemente estaba del lado opuesto al mueble, quedando parcialmente de espaldas al computador.

Cuando Amane observó el monitor más detenidamente, un escalofrío recorrió su espalda. La ventana del navegador mostraba abierta la página del chat. Más exactamente, uno de los mensajes que ella le había enviado. Aún sin convencerse, Amane escudriñó la fecha y hora en la barra de tareas del ordenador de Seto y comparó con la actual. Apenas unos ocho minutos atrás. La misma fecha.

No podía ser...

Ryou ya estaba hablando con la rotisería. Quién sabe qué expresión portaría el rostro de la albina que cuando su mirada se cruzó con la del amigo de su hermano, motivó que este se sorprendiera y se acercara al escritorio.

—Parece que es él, ¿no? —le preguntó mientras observaba la pantalla. Amane le señaló el rincón de la fecha y hora en la fotografía, que representaban la gran cuestión.

—Igual aún no me convence...

Amane cerró la foto y se dirigió al menú de amigos para aceptar de una vez la solicitud de amistad, al menos por el momento.

Amane17: Bueno Seto, ya te acepté. La foto que subiste cumple con mis condiciones.

—Él es muy listo, al menos en cuanto a informática —continuó explicando a Takaido, teniendo en cuenta su reciente descubrimiento sobre los datos exif—. No me sorprendería que haya manipulado la fotografía digitalmente o...

—Bueno, bueno —la interrumpió de pronto—. Si tan importante es pídele su número móvil, su Facebook, su MSN... O una cita. Si no se la pido yo, jaja...

Amane se preguntaría más tarde por qué su hermano carraspeó aparentemente molesto, justo en ese momento. Y por qué su amigo se rió con más intensidad y se alejó hacia la kitchenette, donde ambos volvieron a hablar de forma discreta.

Setockr: Me alegra haberte complacido.

Por algún motivo, el uso de la palabra "complacido" le resultó intolerable. Ya se lo imaginaba creyendo que se había salido con la suya por su engaño.

Amane17: ¿Debo leer entre líneas otra vez?

Amane descartó la sugerencia de pedirle su número, porque era algo muy personal y no quería que Seto interpretara que estaba interesada en él, porque no era así. En cambio, el perfil de las redes sociales era más común que se intercambiara.

Setockr: Claro que no...

Amane17: ¿Tienes Facebook?

Unos minutos después Seto se desconectó sin haberle respondido y Amane no pudo evitar asociarlo con su pregunta.

 

Notas finales:

N/A: Por si no recuerdan, Takaido es uno de los duelistas que andaba junto al Bandido Keith en el Reino de los duelistas.


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