Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Physical por jotaceh

[Reviews - 51]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Enrique XI:

 

¿Será la culpa? Me pregunto eso muy seguido. Desde que Miguel entró a trabajar a Physical que no he podido dejar de pensar en él y en lo mucho que se parece a Tomás. Eso es lo que más me preocupa, porque siento que me he vuelto loco, que he buscado a alguien para seguir torturándome, para seguir recordando todo el daño que le hice a ese muchacho que terminó por suicidarse.

Al principio sonaba como una estupidez, pero poco a poco comenzó a cobrar más relevancia y ya no podía sacármelo de la cabeza. Debía hacer algo para dejar de sufrir, y la respuesta a mis penurias llegó mientras veía televisión en mi casa (porque sinceramente ya no tengo ánimos de salir a bares o hacer fiestas).

En una novela escuché que una vecina le contaba a la protagonista que lo peor que podía hacer era luchar contra el deseo, porque mientras más luchara, esas ganas se harían cada vez más grandes y solo lograría sufrir. Así que su consejo era que se atreviera y comenzara a salir con el protagonista. Bastante sabia la vecina coja.

Decidí poner en práctica lo que había escuchado y al otro día se dio la situación ideal. Iba caminando por los pasillos del gimnasio cuando de pronto me encontré con Miguel, que miraba una de las clases un tanto apenado, al parecer algo le estaba afectando. Le pregunté si le sucedía algo, quería ayudar, pero obviamente no le iba a abrir su corazón a un total desconocido.

-No somos amigos ni nada, pero quiero que sepas que, si estás solo y triste, si sientes que ya no puedes más y necesitas a alguien, aunque solo sea para conversar y desahogarte... puedes contar conmigo. No te quedes con eso guardado...-le dije eso antes de marcharme.

Fue mi primer acercamiento, y siento que fracasé, porque meditándolo, esas palabras no fueron dirigidos a él, sino que a Tomás. Es lo que tuve que haber hecho, haberle ayudado en vez de contribuir a destruir más su vida. Me arrepiento tanto por ser un hijo de puta, un hombre cruel y sin corazón que logró acabar con la poca alegría que poseía el gordito. Me dio pánico pensar que estaba frente a alguien que padecía lo mismo, que estaba sufriendo de tal manera que decidiera acabar con su vida también.

-Ay por Dios, ¿qué vas a saber tú de belleza? Tan solo mírate a un espejo, eres horrendo – le dijo Paulo a Miguel. Lo escuché por casualidad y me llené de ira.

-Él no es horrendo, es un chico bastante guapo. Tan solo que gente hueca como tú nunca lo podrá comprender – luego de encarar al desagradable ése, me acerqué al amigo de Celeste para consolarle. No era justo que le trataran así, y es que desde lejos se notaba que era tierno e incapaz de defenderse ante un ataque así.

-Gracias... pero no es necesario que mientas. Sé que soy feo-

Morí en ese momento. ¿Qué habrá tenido que sufrir para estar tan convencido de eso? No podía soportar que le hayan destruido el alma, que le hayan convencido que era feo cuando no es así, cuando yo le veo de otra manera.

-No digas eso. Eres lindo... yo te encuentro lindo...-está bien, me puse muy nervioso y es que creo que nunca había sido tan cursi en mi vida.

No lo pensé, solo lo dije y eso me puso aún más avergonzado. Nos quedamos callados, ambos rojos como tomates y temblando un poco. Como me había quedado paralizado, atiné simplemente a huir. Me fui del lugar caminando más tieso que zombi en desierto y con la cara aun hirviendo.

Fui muy osado, no puedo creer que me haya atrevido a llegar tan lejos. Los días que siguieron intenté de caminar con cuidado por los pasillos, para no encontrarme de sorpresa con Miguel y volver a ruborizarme. ¿Cuál debía ser el paso a seguir ahora? ¿Tendría que atacar o mejor me retracto? ¿Le podría gustar?

Durante esa agonía, que fue casi una semana, sucedieron cosas muy extrañas en el gimnasio. Lo primero fue que Paulo pasó a ser profesor, algo que nos descolocó a todos.

-En realidad siempre me ha gustado enseñar y el baile es mi pasión. Así que he decidido iniciar este camino gracias a la ayuda de mi gran amiga Patricia de la Fuente –es lo que me explicó, en un intento demasiado forzado por parecer intacto, cuando a leguas se notaba que estaba desesperado y se aferró a la primera oportunidad que encontró.

Quise preguntarle si estaba bien, tan solo que recordé lo arrogante y desagradable que siempre se ha comportado. De alguna forma, todos recibimos nuestro merecido y supongo que ésta es la forma en que él deberá remediar sus malas acciones.

Lo segundo, fue que medio mundo en Physical se volvió loco ante la llegada de una nueva estrella. Apolo enloqueció a todos con su presencia, tanto que llenó la entrada con reporteros. No sé si lo sabrán, pero él es la estrella del momento, la imagen corporativa de Nueve y me atrevo a decir, que es mucho más famoso que Cassiopeia últimamente.

Está bien, es guapo, tiene bonito cuerpo y un rostro armonioso, es talentoso y su voz es grandiosa, tan solo que no me termina de convencer. Es como si escondiera su verdadero ser, como si fingiera todo el tiempo. De cierta manera, me sucede lo mismo que a Celeste, que cree que se comporta igual que Paulo. Estaba esperando el momento que mostrara su lado arrogante, cuando…

-Profe, intenté levantar esa pesa y creo que ahora me duele el tobillo. ¿Me podría ayudar? –me llamó durante la clase, mientras estaba tendido en el suelo, mostrándome sus largas piernas.

Me acerqué para ver la zona que me mencionaba y me di cuenta de inmediato que estaba inflamada.

-Ven, te llevaré a enfermería –tuve que cargarle para llevarlo.

Patricia nos dejó claro a todos los profesores que es el activo más importante con que cuenta Physical actualmente y debíamos cuidarlo como hueso santo, por lo que no podía permitir que se lastimara justo en mi clase.

Apolo es realmente delgado y es que al cargarlo pude tocarle bien, no pesa casi nada, es sumamente ligero. Intenté no hablarle y es que no quería que creyera que le estaba coqueteando o algo por el estilo, típico de niño mimado.

-Espero no sea nada grave, mañana tengo un concierto y no puedo lesionarme –comentó cuando lo tendí sobre la camilla.

La enfermera dijo que había sido solo un susto, que no había desgarro ni rotura, que con una venda y un poco de tiempo, debería sanar.

-Te salvaste, Patricia te hubiera matado si algo me pasara en tu clase –sentenció cuando nos quedamos a solas.

-No eres un niño, deberías cuidarte solo –me daba cuenta que el chico comenzaba a mostrarse altanero.

-Si voy a hablar con ella, estarías en un grave problema, ¿sabías? Aunque solo haya sido un susto –

-Anda, no le tengo miedo –

-Está bien, iré a quejarme entonces –se levantó cojeando un poco e iba directo a la puerta, cuando decidí detenerle poniéndome en frente.

-No vayas, no quiero un reto más –

Mi relación con ella no ha sido de las mejores y desde que la chantajeé para regresar a Physical que está buscando cualquier excusa para despedirme con fundamentos. Ésta podría ser una opción. Y con ello, dejaría de ver a Miguel.

-Está bien, pero me vas a deber un favor – sonrío justo antes de darme un beso en la boca.

No se inmutó ni un poco y al verme desconcertado se marchó de la sala.

¿Por qué lo hizo? ¿Qué es lo que pretende? No he podido dejar de pensar en eso, y me siento fatal, porque he desplazado a Miguel a un segundo plano. ¿Sigo siendo tan mierda?

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).