Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Physical por jotaceh

[Reviews - 51]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos!!!

Espero estén bien con todo lo que ha sucedido. Hoy les traigo un nuevo capítulo, espero les guste!

Nos leemos!

Tomás IV

 

Al principio me deprimía porque no le intereso a mi mamá, me daba mucha flojera ir Physical y todo parecía tedioso, pero desde que he conocido el amor el mundo me parece un paraíso.

Pienso el día completo en Enrique, desde que despierto hasta que me voy a dormir, y es que es el amor de mi vida, el hombre que el destino me ha entregado para ser feliz. Me imagino envejeciendo a su lado, adoptando a nuestros hijos y caminando tomados de las manos. Ahora me doy cuenta que la mejor decisión fue haberme mudado con Patricia.

-¿Y ya han tenido relaciones? –me preguntó Celeste el otro día cuando hablamos por celular.

-Claro que no, si recién nos estamos conociendo. Además, yo soy alguien reservado –

-Por favor, si debes estar ansioso por hacerlo...-

¿Cómo lo supo? Me carga que me conozca tan bien. Aunque tiene toda la razón, muero de ansias que me folle. Como soy virgen todo ese mundo es un misterio, sigo siendo un bebote inocente, pero quiero perder algo de eso, y qué mejor que con un ser tan hermoso como lo es mi casi novio, porque no me ha pedido ser nada formal. Ya saben, para que mi mamá no se entere y así no lo despida del gimnasio.

Llegué muy contento a clases en la mañana, fui hasta la sala de máquinas y ahí se encontraba mi amado. Me puse detrás y le tapé los ojos con mis manos. Ya saben, esos gestos románticos que siempre hacen en los doramas.

-¿Quién es? –preguntó el muy taradito.

-¿Cómo que quién es? ¿Quién más podría ser? Si solo sales conmigo... ¿verdad? –y las dudas comenzaron a inundarme.

¿Y si en realidad no quiere hacer pública nuestra relación porque tiene más parejas? ¿Y si todo es mentira y me está enamorando porque soy el hijo de su jefa? ¿Y si en realidad todo es un plan de Patricia?

¿Se imaginan? Eso sí que sería un drama de verdad, tan solo que sé que Enrique no haría algo tan malvado. Él es bueno, aunque nadie se da cuenta, y sería incapaz de jugar con los sentimientos de alguien. Solo que eso no me quitó los celos que se habían apoderado de mi cordura.

-Ay Tomasito, no seas menso, si era una broma. ¿Cómo voy a salir con otras personas si te tengo a ti? –se volteó para sonreírme tiernamente como suele hacer, con esa virilidad que le caracteriza. Si no lo conociera bien, confundiría su masculinidad con desagrado.

-Pero es que eres tan guapo, que obviamente mucha gente anda interesada en ti. ¿Estás seguro que no sales con nadie más? ¿Con ninguna de esas pechugonas que siempre te andan coqueteando? –

-Obvio que no, si solo tengo ojos para ti –dijo de inmediato, frío como una tabla.

Su reacción me dejó perplejo y es que sus palabras fueron tiernas, tan solo que nada tenían que ver con su rostro. ¿Se había enfadado? Quizás era demasiado infantil y no le gustaba que le hiciera una escena de celos.

-Ok, entonces no ves a nadie más ¿verdad? –

-Qué no, y dejemos este tema hasta aquí, porque ya me estoy hartando –

Nunca antes le había visto de esa manera, fue agresivo. Por eso me he prometido mantener mis celos a raya y no hacerle nunca más una escena. Debo agradecerle al cielo por conocer a un chico tan hermoso, y no puedo andar agobiándolo con mis inseguridades.

Tan solo que debo reconocer que me ha costado demasiado. Cada vez que esas tetonas con cintura de avispa se le acercan a Enrique en clases, me dan unas ganas terribles de tomar una pesa y lanzárselas a la cabeza para acabar con esa clase de putería. ¿Qué se creen zorras? Ese hombre es mío ¡mío! ¡Mío!

-¡¡¡Mío!!! –

Y de pronto sentí cómo todos en la sala de máquinas me quedaron mirando extrañados. ¡Santa Cachucha! Que había gritado sin querer, y no fue un grito normal, sino que de esos que tienes que levantar la cabeza para que salga todo el aire de tus pulmones, de esos alaridos más parecidos al cacaraqueo de una gallina cuando está poniendo huevos.

Me volví un tomate al instante. ¿Por qué soy tan tarado? Y seguí con mi intento de sobrevivir a la elíptica.

Pasé vergüenza y además tuve mi primera discusión con Enrique. Ese día fue devastador, por lo que caminaba sin ánimos por los pasillos de Physical, cuando me encontré con el único amigo que he hecho en la ciudad: Marcelo.

¿No les había contado? El otro día lo encontré llorando en el baño, como si fuera un bebé pequeño, un bebote igual que yo, aunque es bastante mayor para eso, ya tiene veinticuatro. En fin, me dio mucha penita verle así, por lo que traté de ayudarlo. Le abracé con mucha fuerza e intenté de entregarle el mayor calor posible.

-Buenas tardes Tomás, ¿cómo has estado? Te veo un poco desanimado –

Siempre es muy serio, como un militar o un sacerdote, algo así me parece, tan solo que en el fondo es bastante cálido, solo hay que conocerlo un poco.

-Hola, bien gracias, solo estoy un poco cansado por los ejercicios. ¿Tú te sientes mejor o sigues con penita? – me acerqué un poco para verle los ojos, para indagar si existía algún indicio de llanto.

-Estoy mejor, no te preocupes –esbozó una sonrisa al verme así.

-¡Wow! ¡Sabes sonreír! – estaba sorprendido.

-Claro que sí, si soy humano –

Me alegró verle y saber que estaba bien. Conversamos unos minutos más, hasta que algo muy extraño sucedió. Nos sentamos en una banca en el patio que está atrás de Physical, allí donde solo entran los profesores y quienes trabajan ahí para descansar. No había nadie a la hora de almuerzo, por lo que fue grato charlar con mi profesor de judo. Sin embargo, en un instante se cerró con mucha fuerza la puerta de acceso y al mirar hacia allá vimos a Enrique, quien se nos acercó muy enfadado.

-¿Por qué están los dos solos? ¿De qué están hablando? –

¿Pueden creerlo? Él, el hermoso ángel estaba celoso. Sí, es que es obvio que fue eso lo que sucedió, que, al verme a solas con Marcelo, imaginó que estábamos coqueteando y se murió de ira al pensar que podría dejarle. Pequeñito, si es tan tierno.

-¿Por qué te preocupa tanto lo que podamos hablar? ¿A qué le tienes miedo? ¿A la verdad? – Bontempi le respondió con mucha apatía.

-¿De qué verdad hablan? –

-Nada Tomasito, nunca creas lo que este embustero diga, siempre son mentiras. De hecho, será mejor que no te juntes más con él –

-Soy su profesor de Judo, me ve todos los días –

-Entonces voy a tener que hablar con Patricia para que no vaya más a tus clases –Lira estaba muy molesto. A esas alturas, mi amigo ya se había levantado de la banca para discutir al mismo nivel.

-Claro, como ustedes dos están muy unidos ahora. Como siempre haces todo lo que ella te pide –

-Tomasito, vámonos de aquí, no es sano que te juntes con gente tan envidiosa como este cretino –

Mi novio me tomó del brazo y me sacó del lugar. Debo reconocer que me dolió un poco, tan solo que lo puedo comprender. Si estaba muerto de celos.

Y aquí va el punto que más me llamó la atención de su discusión, porque pueden pensar que soy un tarado, pero no. No, señora. Sé sacar conclusiones con mucha facilidad, y siempre tengo la razón. Por eso, mi análisis deductivo ha determinado que, si Enrique estaba celoso, es porque sabe algo, ¿y qué sabe? Pues, nada más ni nada menos, que Marcelo también está enamorado de mí.

Claro, así todo calza. El otro día estaba llorando en el baño porque se ha enterado que estoy saliendo con Lira, y por eso es tan gentil conmigo, porque le he visto con otras personas y es bastante apático. ¿Se dan cuenta que mi vida se está volviendo cada vez más emocionante? Ahora los dos chicos más guapos de Physical están interesados en mí, en este bebote tiernito que se muere de la felicidad con lo que sucede. ¡Es un cuento de hadas!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).