-¡Ah, se nos hará tarde sino nos vamos ya Shin-chan!- hacia un leve puchero.
-Solo un momento más Takao, aún tengo que encontrar mi lucky time- se movía por todos lados en la tienda.
-No pasara nada si hoy no lo llevas contigo Shin-chan- se dirigió hacia la puerta dispuesto a salir del local.
-Ah~ aquí esta~ - sonrió mientras llevaba el articulo a la caja registradora para poder pagarlo.
-Bien, ahora vámonos- abrió la puerta de la camioneta negra que se encontraba justo enfrente a él- Yo no quiero llegar tarde.
El peliverde subió del lado del conductor mientras le entregaba la bolsa de papel a su copiloto.
-¿Eh?- su voz sonaba irritada- ¿Por esto tardaste tanto Shintaro?- sacaba el articulo mientras lo sostenía con firmeza.
En la mano de Takao se encontraba una pequeña rana de porcelana un tanto vieja. El peliverde se a justo los lentes mientras veía fijamente al molesto pelinegro.
-Sí, la que yo tenía se perdió así qu~- fue interrumpido por el pelinegro.
-Cállate, será mejor que conduzcas, si Akashi ve que llegamos tarde te echare toda la culpa a ti- dijo amenazando al peliverde.
Midorima se quedó en silencio un segundo y después comenzó a manejar muy a prisa ya que sabía lo que era capaz de hacer el ex capitán de Teiko, y eso lo aterraba.
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Ahí se encontraban comiendo en completo silencio cada uno su desayuno, Kuroko no dirigía ni una palabra solo se disponía a comer. Kagami no sabía cómo reaccionar, su mejor amigo se le había confesado ¿no es cierto?, como debería verlo ahora a la cara no podía creer que le estuviera pasando eso a él.
-Kuroko- decidió romper el inmenso silencio que les rodeaba - ¿Por qué eso tan repentino?
-¿Mn?
El más bajo quito la mirada de su plato y dirigió su mirada a su amigo pelirrojo, Kagami había dejado de comer por completo lo cual era raro con la voraz hambre que siempre tenía.
-…..-el peli celeste no sabía que decir la reacción de Kagami lo ponía nervioso.- Kagami-kun ¿recuerdas el primer día que nos conocimos?
Flash back Kuroko.
Era un día como cualquier otro, aburrido y sin ninguna novedad, hasta que las voces de mis compañeros me sacaron de mis pensamientos. “¿Que rayos les pasa ahora?” me preguntaba a mí mismo, desvié mi mirada hasta llegar a un chico alto y un poco bronceado que se encontraba al frente del salón.
La profesora decía que era un nuevo estudiante de intercambio, no le prestaba mucha atención a lo que hablaba ya que estaba mucho más concentrado en las facciones de ese joven tan alto, su cabello era rojo con un contraste de negro igual que sus ojos, solo tenía unas singulares cejas pero qué más da .De repente este se presenta en inglés, jajajajaja eso me causo gracia ya que ni yo ni nadie se lo esperaba, el pelirrojo al ver las reacciones de todos saco una gran carcajada que permitía admirar su sonrisa.
Sin más le asignaron un lugar, desvié de nuevo mi mirada hacia la ventana sin prestar atención a clases, pero al regresar mi mirada puede notar una gran espalda enfrente de mí lo cual me evitaba ver el pizarrón.
-¿Por qué todo esto me pasa a mí?- me dije a mi mismo, esa enorme persona no me dejaba ver aunque insistiera no veía nada.
Sin ninguna razón la persona frente a mi volteo y soltó un pequeño grito que también me asusto un poco, era el chico nuevo el que estaba justo enfrente mío.
-Ah᷈, demonios ¿cuánto tiempo llevas ahí?
-He estado aquí todo el tiempo-conteste un poco irritado por su acción.
-Bueno, gusto en conocerte amigo, Kagami Taiga- dijo mientras me extendía su mano en forma de saludo.
-……-mire su mano por un momento ya al final correspondía su saludo- Kuroko Tetsuya, un gusto.
Al chocar nuestras manos un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, no quise tomarle importancia así que lo deje pasar.
Pasaron varias semanas y yo era cada vez más cercano a Kagami-kun, teníamos algunas cosas en común como era el interés por el básquet así mismo entramos al club de básquet de la escuela y ahí conocimos a los sempai’s.
Un día que me encontraba en restaurante de comida rápida que frecuentaba ya que me gustaban sus malteadas de vainilla, me encontraba sentado en una mesa cerca de un gran ventanal que me permitía ver el gran cielo azul y estrellado. Al regresar de mis pensamientos note que una persona se encuentra sentado justo enfrente mío. “Que no ve que n0 quiero compañía” me decía mi mismo mientras intentaba mirar el rostro de aquella personas que interrumpía mi momento de soledad, logro encontrarle la cara y no pude evitar una expresión de sorpresa.
-¿Kagami-kun?
-Ah~- dio un pequeño salto- maldición Kuroko no me asustes así.
El pelirrojo me decía que no lo asustara, pero fue él quien se sentó en mi mesa, bueno no era que me molestara su presencia me agradaba, y así comenzamos a conversar sobre trivialidades hasta que Kagami-kun me preguntó por la kiseki no sedai, no me sorprendió su pregunta ya que ese mismo día en la práctica había sido el tema de conversación de todo el equipo.
Comencé a contarle todo lo de la kiseki no sedai, salíamos del Maji Burger mientras conversábamos.
-Derrotare a la kiseki no sedai y me convertiré el mejor jugador de Japón- soltó de repente.
El comentario de Kagami-kun me había sorprendido, él sabía que ellos son sumamente fuertes pero nunca demostró una expresión de resignación o depresión (como solía ver en los jugadores que enfrente mientras estaba en Teiko), sino una enorme sonrisa que permitía ver lo cual emocionado se encontraba.
-Es imposible, tú aun no estas ni a su nivel- solté mirándolo a los ojos.
-¿Ja?- su rostro estaba un poco irritado.
-Te digo que no podrás vencerlos a cómo eres ahora…-hice un breve pausa- solo si yo te ayudo.
Kagami-kun mostro una enorme sonrisa señalando que estaba de acuerdo con el objetivo mutuo que nos habíamos propuesto en ese momento. Mi cuerpo se sentía cálido al escuchar y sentir la gran determinación y decisión de mi actual luz.
Nuestra forma de jugar era incomparable nos llevábamos muy bien en la duela y fuera de ella también, aunque de vez en cuando teníamos nuestras peleas pero siempre terminaban en risas.
El tiempo paso muy rápido y sin darme cuenta ya había terminado la Winter Cup, ¿Qué se supone que haga ahora? Hemos cumplido nuestra meta ¿y ahora? ¿Qué será de Kagami y yo? Pensamientos así inundaban mi mente a todas horas el pensar que Kagami pudiera dejarme de lado como lo había hecho Aomine me dolía, era un dolor inmenso que recorría todo mi cuerpo y me daban unas inmensas ganas de llorar.
Un día mientras terminaba la practica Kiyoshi-sempai se acercó a mí.
-Hey Kuroko ¿puedo hablar contigo un momento?- me brindo una de esas sonrisas que siempre nos enseñaba.
-Claro sempai- no sabía el por qué se me acercaba tan repentinamente.
-¿Ha pasado algo con Kagami?- su rostro se puso serio en un momento.
-¿Eh?, no pasa nada sempai- le afirme ya que era la verdad.
-¿Estás seguro?, sabes que si ese bruto te ha hecho algo puedes decírmelo y yo lo reprenderé por ti.
-Agradezco su preocupación, pero todo está bien, es solo que..- no sabía si decirle a sempai todo lo que había pensado últimamente pero en su mirada se podía notar su preocupación así que le dije- es solo que…. Últimamente me siento muy inseguro.
-¿Inseguro?- pregunto al no saber a lo que me refería.
-Sí, he estado pensado ya que ganamos la Winter Cup y Kagami-kun ya cumplió con su objetivo es normal que se aleje de mi pero...- hice una pausa, mi garganta se sentía seca y no podía prenunciar una palabra más- pero... no quiero que se aleje así de mí, no lo quiero. Tan solo pensar que me dejara atrás hace que mi corazón me duela mucho y me falte el aire- le dije mientras caía en un mar de lágrimas.
-Ah~, no me des esos sustos Kuroko- me dijo un poco aliviado- ¿Así que no te quieres separar de Kagami?.
No sabía a donde llegaba pero solo pude asentir con la cabeza ya que mis lágrimas no dejaban de salir.
-¿Y a qué crees que se debe eso?- pregunto intentando calmar mis lágrimas- eso se debe a que Kagami es muy importante para ti, pero no como lo somos nosotros los de Seirin, yo creo que él es aún más importante para ti.
-¿Mas importante para mí?
-Así es, Kuroko dime ¿alguna vez te has enamorado?
-¿E-Enamorado? ¿Yo?
-Sí, si me lo preguntas yo creo que tú te has enamorado de Kagami.
No pude evitarlo pero mi rostro se pintó de rojo de un solo golpe estaba muy avergonzado, ¿e-enamorado yo de Ka-Kagami-kun?
-Es normal que cuando uno ama a alguien, tenga miedo de que se aleje y perderlo para siempre, así que no te preocupes y da tu mejor esfuerzo- dio una palmada en mi cabeza y se fue sin decir más.
Ese mismo día llegue a mi casa completamente agotado y comencé a pensar en mi charla con sempai, él tenía razón yo estoy enamorado de Kagami-kun ahora todo tenía sentido, el porqué de mis inseguridades y mis reacciones tan extrañas, ahora entendía por qué mi cuerpo se sentía cálido cada vez que estaba cerca de Kagami-kun, realmente nunca había comprendido el amor así que no era raro que no lo supiera desde un principio.
-Bien, ahora que lo sabes. No te puedes dar por vencido Tetsuya- me dije para levantarme los ánimos y sin quererlo Kagami apareció en mis pensamientos- jejeje ¿Cómo no puede darme cuenta antes?
Fin Flash Back
Kagami estaba un poco sorprendido el peliceleste se había perdido en sus pensamientos y no reaccionaba, esto le pasaba muy a menudo lo cual ya empezaba a preocuparlo.
-¡Oye Kuroko!- grito lo más fuerte que pudo llamando la atención de otros clientes del restaurante.
-¿Eh?- dio un pequeño salto- ¿Sucede algo Kagami-kun?
-No me vengas con eso Kuroko- dijo mientras se rascaba la nuca- Estábamos hablando y de repente te fuiste.
-Ah, lo siento- le ofreció una pequeña sonrisa- ¿Y bien en que estábamos?
-Tú me preguntabas si recordaba el momento en que te conocí- respondía a su pregunta un poco más calmado.
-¿Y bien?- lo miro fijamente a los ojos, lo cual provoco que el más grande se sonrojara.
-C-Claro que lo recuerdo- afirma algo nervioso al sentir esos ojos celestes mirándolo fijamente.
-Bien, creo que desde ese momento me enamore de ti- dijo de lo más sereno posible.
-¡Dios Kuroko! ¿Cómo puedes decir algo tan vergonzoso?- desviaba la mirada hacia la ventana- ¿Q-que fu-fue lo-lo…
Kagami empezaba a tartamudear en extremo, el peli celeste no entendía ni una sola palabra de lo que decía.
-¿Kagami-kun?, lo siento pero no te entiendo nada- su cara se veía un poco angustiada.
-¿Qué fue lo que te gusto de mi Idiota?- grito un poco mientras agachaba la cabeza por completo- Ya sabes no soy tan buen partido, me enojo por todo, hago estupideces y no se controlar mis impulsos.
El pequeño peli celeste al ver la reacción de su luz saco una pequeña risa lo que provoco que el otro concentrara de nuevo la atención en él.
-Eso fue- dijo mientras lo miraba con ternura a los ojos.
-¿Qué?
-Digo que todo eso es lo que me gusta de ti- le mostro una sonrisa- También me gusta tu dedicación por superar tus obstáculos y sobre todo la enorme sonrisa que siempre me brindas.
Kagami no sabía si podía estar más avergonzado de lo que ya estaba, él nunca había tenido una relación con nadie, su vida completa siempre fue el básquet, así que no sabía qué hacer cuando alguien le declaraba su amor.
-Bueno… yo.. etto
-No te preocupes por responderme ahora, no quiero que aceptes por lastima si no porque de verdad me quieres- su voz sonaba seria pero a la vez amable- yo te esperare todo el tiempo que sea necesario.
Kuroko le brindo una sonrisa a su luz la cual solo reacciono con un leve chasquido con su lengua.
-No te aseguro nada- dijo para volver a comer mientras sentía la mirada de su sombra.