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Your my only love por Haru DS

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Notas del capitulo:

Espero que les guste este capitulo, lamento la tardanza. 

 

 

Corto la llamada con la mirada baja y sin poder formular alguna palabra, la acción del rubio lo había destrozado por completo.

-¿Y bien Aomine-kun?- se acercó a paso lento una pelirosa mientras sostenía una gran carpeta.

-Estaba con Midorima… pero- contesto a la pregunta sin voltear atrás.

-No quiso hablar contigo ¿verdad?- termino la oración del moreno.

Aomine solo asintió, no podía ni tenia fuerzas para decir una palabra más, aquellas palabras que escucho detrás del teléfono lo dejaron devastado, pero a la vez se sentía enfadado. Enfadado consigo mismo por haber hecho lo que hizo.

-…..-la pelirosa saco un pequeño suspiro- Y que esperabas Aomine-kun si te comportaste pésimo con Ki-chan y su sempai, era normal que se enojara contigo.

Era normal de que su amiga de la infancia lo sermoneara pero esa ocasión estaba siendo más dura de lo habitual, Aomine sabía perfectamente que Satsuki estaba molesta con él por todo el alboroto con el modelo, y que por lo mismo no saldría a la defensa del moreno.

-¿Qué piensas hacer ahora Aomine-kun?- cuestiono completamente seria sin voltear a ver a su amigo.

-Tengo pensado ir a ver a Tetsu.

-Mmmmm… Tetsu-kun ¿eh?- hizo un breve pausa- Espero y que él pueda meterte en cordura, mándale mis saludos. Me voy adelantando.- se despidió fríamente la pelirosa para seguir su camino y dejar a Aomine atrás.

Así pasaron las horas Aomine se encontraba todo el tiempo en sus nubes y en ningún momento presto atención a sus respectivas clases. El reloj del salón marcaban las 2:00 de la tarde y la chicharra sonó con gran fuerza para que toda la escuela lograra escucharla con claridad. Sentado aún en su asiento tomo su celular y comenzó a buscar en su lista de contactos el número que necesitaba, poso el aparato en su oreja y espero a que terminara el tono de marcación y respondieran la llamada.

-¿Diga?- una voz seria se escuchó del otro lado de la línea.

-¡Tetsu!

-¡Ah! Aomine-kun, ¿qué sucede? ¿Porque tu llamada tan repentina?

-Necesito hablar contigo Tetsu.- hizo una pausa- Necesito que me ayudes, he metido la pata y horrible.

-No sé porque ya no me sorprende Aomine-kun- saco un pequeño suspiro- Tengo un poco de tiempo antes del entrenamiento, te espero en el parque que está cerca de Seirin.

-Gracias Tetsu- dijo antes de cortar la llamada con el peli celeste.

-No tienes nada que agradecer Aomine-kun, sé que tú harías lo mismo por mí. Nos vemos de allá.

Corto la llamada y se dispuso a tomar sus cosas,  salió corriendo de la escuela ya que era una gran distancia desde Too hasta Seirin pero no le interesaba, solo quería que alguien le ayudara a ordenar sus pensamientos y quien mejor que su ex sombra.

Tiempo después de la llamada, llego al parque con la respiración agitada y al percatarse de que su amigo aún no se encontraba en el lugar acordado tomo asiento en un columpio dejando su mochila a un lado, comenzó a mecerse mientras miraba al cielo perdiéndose de nuevo en sus pensamientos.

-¡Aomine-kun!

-¡Waaaaa! – dio un pequeño brinco en su lugar- Tetsu, rayos pensé que después de tanto tiempo ya no pasaría esto.

-Eso es porque no estas concentrado- tomo asiento en el columpio de alado- ¿Bien de que querías hablar?

-Bueno es que….

-Sera mejor que te apresures Aomine-kun, no cuento con mucho tiempo, aún tengo que ir al entrenamiento.

-Si si, la verdad necesito de tu ayuda Testu.

FLASH BACK AOMINE

Estaba en mis clases, pero como siempre no prestaba atención. Mis ojos se cerraban lentamente provocando que diera uno que otro golpe en mi cabeza con la paleta de la banca, pero  de repente mi teléfono empezó a vibrar, esa mañana había olvidado ponerlo en silenciador y este provoco que me despabilara en cuestión de segundos. Tome el aparato entre mis manos y me di cuenta de que era un mensaje de parte de Kise.

 

De: Ryouta

Asunto: ¡Hablemos!

Hola~ Aominecchi~  Me gustaría hablar contigo de algo muy importante, puedes venir a Kaijo al terminar las clases. No acepto un no por respuesta, te estaré esperando en la entrada de la escuela. No vayas a dejarme plantado o me enfadare ¬¬

Nos vemos en la tarde~  >3<

 

No pude evitar levantar una ceja, era algo raro que Kise quisiera hablar conmigo de la nada, tal vez lo que me tenía que decir si era algo realmente importante, guarde de nuevo el aparato y me dispuse a continuar con mi siesta.

La campana sonó, era hora de la salida, me estire un poco y di un enorme bostezo tome mi mochila sin muchos ánimos salí del salón sin mirar a nadie. Tenía que irme pronto si no quería que Satsuki me encontrara y empezara a fastidiarme con que tenía que asistir al entrenamiento, pero al parecer no había sido lo suficientemente rápido porque cuando estaba dispuesto a bajar las escaleras escuche como una voz chillona me llamaba.

-¡Dai-chaaaaan!- el grito sonó por todo el pasillo- ¿A dónde crees que vas?

-Ah~ Satsuki, siempre tan ruidosa- gire un poco el rostro para poder verla- Al entrenamiento por supuesto.

-¿Qué?- al parecer no entendía del todo mis palabras-¿I-Iras al entrenamiento?- sus ojos se iluminaron en automático y comenzó a dar pequeños brinquitos.

-Ja’ ¡Bakaaaa! – dije mientras sacaba la lengua- Como si realmente fuera a hacer eso

-…..- dejo de brincar- Mooooo~ Aomine-kun yo estaba tan emocionada- realizo un leve puchero- Si no vas al entrenamiento entonces ¿a dónde vas?

Satsuki se veía completamente curiosa de lo que fuera a hacer en ese momento, solté una pequeña risa y seguí mi camino.

-A ver a Kise

-¿Eh? ¿Ki-chan? ¿Porque? ¿Paso algo?- dijo en su mismo lugar.

-No lose, solo quiere hablar- dije mientras alzaba un poco el brazo moviéndolo de un lado a otro mientras iba dejando atrás a la peli rosa.

-¡Llámame si algo anda mal Aomine!

-Aja

Escuela Kaijo

Llegue a la entrada de la escuela donde se veía a los diferentes estudiantes salir, no pude evitar poner una cara de fastidio ya que llevaba el uniforme de la escuela y estos me miraban raro al darse cuenta que venía en busca de alguien, estaba completamente irritado al sentir la mirada de muchas personas desconocidas, no es que no me gustara llamar la atención pero no de esa forma.

-¡Maldito Kise!-dije en voz baja para que nadie más aparte de mi me escuchara.

Mis ojos escaneaban de forma rápido todo el lugar cuando mi mirada se detuvo en una cabellera rubia muy peculiar y que en el instante supe que esa era la persona que estaba esperando, fruncí un poco el ceño y me dirigí a paso lento, pero mis pies se detuvieron en seco.

Miraba como el rostro de un pelinegro se acercaba lentamente a Kise, mientras que al mismo tiempo alzaba su mano para sostener su mejilla y darle una caricia. No supe cómo reaccionar ante la situación solo me quede ahí estático viendo a las dos personas.

-Mierda Kise- escuche como protesto el más bajo- ¡Agáchate más que no te alcanzo!

-Jajajajajaa lo siento sempai- Kise hizo lo que él otro le dijo- ¿Así está mejor?

-Aja- él pelinegro tuvo que pararse de pintillas ya que aunque Kise estuviera agachado aun no lograba alcanzarlo.- ¡Cierra los ojos que me pones de nervios!

-Si si- Kise de nuevo obedeció al más chico – Sempai será mejor que se apresure, se me empiezan a entumir las piernas.

Después de que Kise digiera estas últimas palabras un inmenso silencio invadió el lugar, nadie emitió un ni un solo sonido, después el enano se movió y regreso a su posición normal.

-Muchas gracias sempai. Me siento mucho mejor – dijo mientras le guiñaba un ojo.

No tenía intenciones de moverme de mi lugar así que me quede donde estaba sin decir ni una sola palabra, hasta que Kise por fin dejo de darme la espalda y me miro asombrado.

-¡Ah~ Aominecchi, llegaste! – hizo un breve pausa- ¿Cuánto tiempo lleva~

No deje que Kise terminara lo que me tenía que decir, me acerque a gran velocidad y paso firme en donde estaban esos dos, apretaba mi puño con total ira y sin pensármelo dos veces estampe mi puño en la cara del maldito enano, se escuchó como su quijada tronaba de una forma estrepitosa. En ese puño había depositado toda mi ira y por supuesto había sido un fuerte puñetazo ya que mande al otro al suelo.

Estaba que sacaba humo de lo irritado que me encontraba, me acerque nuevamente y cuando estaba a punto de encimarme al enano para poder seguir dándole golpes, pude ver como una cabellera rubia se interponía en mi camino.

-¡¿Que mierda estás haciendo Aominecchi?! – gritó completamente enfurecido- ¡Maldita sea contesta!

De mi boca no salió ninguna palabra solamente miraba a Ryota, pero en cuestión de un segundo mi mirada cambio hacia el mocoso que se encontraba en el suelo bañado en sangre mientras que   con grandes esfuerzos intentaba levantarse.

-¡Kyyyyyaaaa! Sempai- Kise corrió despavorido a auxiliarlo.

Sin darme cuenta ya se había reunido un grupo de personas alrededor de nosotros, como es típico de una pelea, pero decidí ignorarlos ya que eso aumentaría mi ira.

-¡Que alguien llame a una ambulancia!- grito Ryota para después dirigirme una última mirada, pero esta vez sus ojos se encontraban acuosos.

Tome mis cosas que habían ciado al suelo y sin decir ni una palabra me abrí espacio entre la multitud y decidí salir de ahí, no sabía por qué había golpeado a ese chico, mi cuerpo se movió completamente solo y cuando me di cuenta ya me encontraba con la mano dolida y llena de sangre.

-¡Aominecchi!!- escuche  un grito mientras continuaba mi camino sin mirar atrás.

Esa misma tarde cuando ya estaba completamente solo en mi habitación, escuche como mi celular comenzó a sonar insistentemente, tome el aparato y conteste sin dejar la cómoda postura que tenía sobre mi cama.

-¿Diga?

-¿Que rayos te paso?- era una mujer completamente enfadada

-¿De que estas hablando Satsuki?

- Por favor Aomine-kun, Kise-kun me llamo y me dijo que de la nada golpeaste a su sempai. ¿Porque hiciste eso?

Ya se me hacía raro que hasta ahora nadie me llamara para cuestionar sobre mis acciones.

-En estos momentos no tengo ganas de hablar Satsuki.

-¿Qué? ¡Aomine-kun!

Despegue el aparto de mi oreja y corte con la llamada, pero eso no basto para que pudiera estar tranquilo, el celular siguió sonando y mejor opte por apagarlo para así poder conciliar el sueño de una mejor forma.

Pasaron los días y gracias a los sermones de Satsuki me di cuenta que cometí un error y había metido la pata por completo, así que decidí buscar a Kise, primero le pedí ayuda a Satsuki pero ella me respondió que yo me había metido en ese problema y que ahora lo solucionara solo. Así comencé a buscar a Kise por todas partes, hasta que un día decidí llamar a Midorima para ver si él sabía algo del paradero del rubio. Para mi suerte había sido tanta lo coincidencia que en ese mismo instante Kise se encontraba junto con Midorima, así que le pedí que me lo pasara, pero este en ningún momento quiso atender la llamada.

FIN DEL FLASH BACK

 

Un silencio invadió a los dos jóvenes permitiendo escuchar solo el rechinido de los columpios en donde se encontraban montados. El peli celeste fue el primero en tomar la iniciativa de romper con dicho silencio.

-Así que golpeaste al Sempai de Kise-kun sin ningún motivo

El moreno se encontraba totalmente apenado al contar su comportamiento tan infantil ante la situación, así que solo afirmo con la cabeza a la pregunta que le había hecho su ex sombra hace unos segundos.

-…..- Kuroko dio un pequeño suspiro- Sabia que eras una bestia, pero no creía que fuera para tanto.

-¡Oi Tetsu!- al escuchar la palabras del más bajo automáticamente giro su cabeza para poder verlo de frente.

-Es la verdad Aomine-kun, o al menos tu comportamiento me dice eso.

Los ojos de peli celeste demostraban algo de furia, al contrario de su rostro que seguía siendo completamente inexpresivo. Aomine no podía justificarse por su acción ya que no tenía justificación alguna.

-Si quieres un consejo, yo solo podría decirte que vayas a disculparte con Kise-kun y sobre todo con Kasamatsu-sempai- Kuroko dirigió su mirada al cielo.- De lo contrario si  no lo haces es probable que Kise-kun no te vuelva dirigir la palabra en su vida.

Aomine se quedó completamente sorprendido, sabía que Kise no era de las personas que le dejaban de hablar sin tener una causa valida. Y lo que él hizo era más que una causa valida.

-Tienes razón Tetsu, ¿cómo no se me ocurrió antes?

-Porque eres bastante orgulloso y nunca piensas en hacer a un lado tu orgullo para reparar tus errores.

-Ja’ me conoces muy bien Tetsu, no era menos para mí sombra- Aomine no se percató de lo que había dicho al peliceleste.

- Lo siento Aomine-kun, pero yo ya no soy más tu sombra. Solo soy la sombra de Kagami-kun y él es mi única luz- Kuroko corrigió a el moreno para evitar mal entendidos.

-Ah~ Yo lo siento Tetsu, creo que es la costumbre.

Sin decir más Kuroko se paró del columpio y tomo sus cosas, ya era bastante tarde y sabía que la entrenadora lo reprendería por su tardanza.

-¿Eh? ¿Ya te vas Tetsu?

-Sí, la charla me tomo más tiempo de lo esperado y aún tengo que ir al entrenamiento.- comenzó a caminar en dirección a la escuela.

-Espera, te acompaño, después de todo fue mi culpa que vayas retardado.

Así los dos comenzaron a caminar en silencio, lo cual creo una especie de nostalgia de parte del moreno, no podía creer que en un momento rechazo a esa pequeña persona y a la vez rompió cualquier tipo de amistad que tenía con él a causa de su ego. Sin percatarse ya se encontraban en la entrada del gimnasio de Seirin  y era hora de despedirse.

-Bien llegamos- afirmo el moreno.

-Si

-Gracias por todo Tetsu- estiro sus brazos capturando el frágil cuerpo del peliceleste, capturándolo en un tierno abrazo que demostrara su aprecio hacia este.

-No tienes nada que agradecer Aomine-kun-dijo mientras correspondía el abrazo con cierta ternura.

Poco a poco se separaron, ya que el ambiente comenzaba a ponerse melancólico y lo último que querían ambos era mirar al pasado nuevamente.

-Bueno entonces me voy Tetsu

-Sí, espero que te arregles con Kise-kun

-Si gracias.

Fue lo último que dijo para poder marcharse, mientras que el peliceleste observaba como su amigo se iba alejando poco a poco.

El moreno se sentía aliviado de que alguien le ayudara de tal forma, ya que sabía que todas las personas a las que les preguntara le dirían lo mismo, pero necesitaba que alguien de suma importancia para él lo hiciera.

 

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.

 

La práctica del día había terminado y él aún se encontraba en el gimnasio practicando sus tiros, porque quería seguir adelante y superar sus límites, como creía que todos los demás lo estaban haciendo. Dirigió su mirada a fuera del gimnasio y el sol no tardaba en ponerse, así que decidió que era suficiente por el día, coloco los balones en su lugar y se dirigió a cambiarse. Ya totalmente cambiado y por supuesto abrigado salió del gimnasio pudiendo visualizar a dos personas que estaban no muy lejos de la entrada. Acomodo sus gafas para poder observar mejor a las personas, pero lamentablemente la oscuridad de la noche ya lo había rodeado y le impedía que pudiera identificar a las personas.

Comenzó a caminar con paso sereno, ya se encontraba a unos cuantos metros de la personas, así que decidió volver a identificarlos, escaneo con cuidado a las personas y de inmediato se dio cuenta que uno de ellos era Takao, se sorprendió un poco ya que tenía entendido que Takao se había marchado junto con el resto del equipo.

Pero esta no fue la única sorpresa, sus ojos se abrieron completamente al ver que su compañero estaba acompañado por un chica, una muy atractiva, parecía que estaban teniendo una conversación algo seria así que decidió ir hacia otro lado para no tener que interrumpir la conversación, pero lamentablemente no lo hizo a tiempo.

Cuando menos se dio cuenta un cuerpo un poco más pequeño que el suyo ya se había abalanzado para aprisionar sus cuerpos. Midorima estaba teniendo un deja vu, justo algo así le había ocurrido esta mañana y exactamente con la misma persona.

 -Shin-chan~ Mooooo~ Te encanta hacerme esperar- dijo mientras se aferraba al cuello del peliverde.

-¡Takao, deja de colgarte me vas a fracturar el cuello!

-Moooo~ Todavía que te espero y tú lo único que quieres es librarte de mí- dijo mientras hacia un puchero un tanto infantil.

-¡Bájate idiota!- dirigió su mirada a la joven que los veía con los ojos completamente acuosos. – Oi Kazunari, ¿no se te olvida algo? – dijo en un susurro para que la joven no pudiera escucharlos.

-¿Eh?- dirigió su mirada hacia el mismo lugar que la del peliverde- ¡Ah eso!- dijo lo bastante bajo como para que el otro lo oyeran- Como veras no puedo aceptar tu propuesta, ya que estoy saliendo con Shin-chan- soltó una enorme sonrisa, sin aflojar en agarre entre él y Midorima.

-¿Que estás diciendo idiota?- cuestiono al ojo de halcón, no muy fuerte.

La muchacha no pudo evitarlo y se soltó en un mar de lágrimas, susurrando palabras que solo ella podía escuchar.

-¿Eh? ¿Que está diciendo?- pregunto el peliverde algo curioso al no poder entender ninguna palabra de la chica.

- No lose- contesto Takao mirándola fijamente.

-Yo-Yo no puedo creer eso- esta vez lo dijo más fuerte.

-¿Ja?

-Yo no puedo creer que Takao-kun y Midorima-kun estén saliendo juntos, sé que son grandes amigos….. ¡Pero ambos son hombres! – estaba vez estaba gritando a todo pulmón.

El comentario de la joven hizo que Takao se enfadara completamente, tanto que soltó de su agarre a Midorima para poder incorporarse como se debía. Takao siempre ha sido una persona de mente muy abierta así que a él no le importaba este tipo de cosas y mucho menos si tenían que ver con el amor, porque para Takao no importaba si era hombre o mujer mientras en el existiera un amor de verdad esas cosas no importaban.

-Mira  mocosa infernal- su tono de voz era más frio y fuerte- Te voy a decir por qué no quiero salir contigo, primero: porque personas como tú que juzgan a los demás por su preferencia sexual  no son más que basura para mí y segundo: ¡porque tu no le llegas ni a los talones a Shin-chan!

No dejaban de brotar las lágrimas en el rostro de la joven, pero ahora esta aun peor su expresión había pasado de tristeza a miedo, pero ella no se daría por vencida tan fácilmente, sabía que de alguna forma eso era mentira, ya que el rostro de Midorima lo delataba todo.

-¡Mentiroso! ¡Mientes! ¡Mientes! ¡Ustedes dos no están saliendo!- afirmo con suma seguridad, pero sin que las lágrimas cesaran.

-¡Que pesada!- el pelinegro la miro con tanta ira, se dirigió hacia Midorima quien presenciaba la escena estupefacto y lo tomo nuevamente del cuello, lo miro fijamente a los ojos.

-Takao qu-que ha~- el ojo de halcón aprovecho que el peliverde había dicho esas palabras para depositar un beso en la boca del otro.

 

Midorima intentaba zafarse del agarre del más bajo pero no puedo, ya que el más bajo dejo caer todo su peso en su cuerpo, esto provoco que se tambaleara un poco si no hacía algo caerían al frio pavimento y terminarían con grandes golpes. Así que el peliverde dejo caer su mochila al suelo y con sus amplios brazos tomo de la cintura a Takao haciendo que los pies de este estuvieran unos centímetros arriba del suelo.

La chica los veía atónita, no podía creer que se la había confesado al chico que le gustaba y este no solo la había rechazado si no que se estaba besando con su “novio” justo enfrente de ella. No aguanto más y salió corriendo del lugar dejando solo a los chicos.

Takao había abierto los ojos a causa de la inesperada acción del peliverde, se dio cuenta de que su querido Shin-chan lo cargaba para que quedara a su altura y había cerrado completamente los ojos, como si estuviera disfrutando de ese beso. El pelinegro sin dejar de ver a Midorima, utilizo su ojo de halcón (el cual era muy útil en casos como este) y vio en el momento justo como la chica salía corriendo del lugar en un mar de lágrimas.

Bueno al fin se había librado de un problema así que ya podía terminar con la “demostración de amor” que estaba realizando, pero este no lo quería así, llevaba tanto tiempo soñando con esos labios carnosos y perfectos que no detuvo el encuentro.

Mordió un poco el labio inferior del peliverde sacándole un leve gemido, el cual aprovecho para deslizar su lengua por tan deseada cavidad bucal y así hacer un poco más apasionado el beso.

Midorima se sorprendió al sentir la lengua del otro dentro de su boca, intento separarse para terminar con el beso, pero el más bajo tomo su nuca para evitar que este se alejara. No pudo zafarse de tan pasional beso y termino cediendo, pero esta vez fue el quien hizo el siguiente movimiento, metió su lengua en la cavidad bucal de Takao y comenzó a degustarla a su placer mientras que al mismo tiempo jugaba  con su lengua.

Ninguno de los dos se había percatado de cuando el beso se convirtió cada vez más intenso, Midorima no podía seguir en esa posición comenzaba a incomodarlo, así que lentamente abrió sus ojos y lo primero que vieron fue el rostro de Takao completamente sonrojado, lo que provoco que continuara con el beso pero cada vez más rápido.

Continuaron así por varios minutos hasta que se tuvieron que separar ya que sus pulmones les pedían con suma urgencia algo de oxígeno. Se separaron lentamente de aquel beso dejando un pequeño hilo de saliva entre sus bocas, mientras ambos intentaban regularizar su respiración. Cuando ya se encontraban en mejor estado ambos se percataron de lo que acaban de hacer, Midorima de inmediato se tiño de un rojo vivo mientras Takao sacaba una sonrisa muy picarona.

-Wooooww no cabe duda- hizo una leve pausa para ver al peliverde- Shin-chan es el mejor.

Esto hizo que el rostro del otro se pusiera más rojo de lo que ya estaba.

-Callate Kazunari- se acomodaba los lentes que estaban a punto de caerse.

El tiempo había pasado de una forma incomparable, ambos tomaron sus cosas y comenzaron a caminar uno a lado del otro en absoluto silencio.

Midorima no podía creer por qué  había besado a Takao de esa forma tan pasional, si desde un principio solo era una farsa para que aquella chica le creyera la mentira al pelinegro. Si solo era eso, entonces ¿porque había llegado tan lejos? ¿Porque lo había disfrutado tanto? Muchas preguntas giraban alrededor de su cabeza, pero sobre todo una y quería saber la respuesta.

-Takao

-¿Mh?

-¿Porque me besaste?

Takao para en seco, para voltear a ver al peliverde.

-¿A qué te refieres?

-Si ¿por qué me besaste? ¿Para librarte de ella?

-….- guardo silencio un segundo para pensar en las palabras correctas- Acoso no es obvio te bese porque me gustas Shin-chan

-¿QUE?

-No sé por qué te sorprendes si hoy en la mañana te lo dije- dijo de lo más calmado

-¡Pero pensé que estabas bromeando!

-Mira que eres lento Shin-chan. Pues ya vez que no es un broma.- Finalizo para seguir con su camino y dejando a Shintarou completamente congelado.


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