Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Parte de él... por Shima_Suzuki

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Pasaron unos cuantos días en los que Kouyou no tuvo contacto alguno con Yuu y por ende, con el mar, y no era porque no quisiera ir, sino porque Akira había vuelto y no lo dejaba solo ni por un momento, lo había llevado de paseo múltiples ocasiones en el pueblo, lo había llevado a un viaje de negocios con un pueblo vecino donde tuvieron que quedarse debido a que el rey de ese lugar aún no había llegado de otra negociación, hubo mucho contacto físico entre ellos debido a que en el castillo vivía toda la familia real y solo quedaba una sola habitación de huéspedes donde durmieron juntos-muy juntos-en la misma cama…

Y no es que le molestara, le gustaba mucho la compañía de Akira, es solo que de un tiempo para acá estaba sintiendo “cosas” no se atrevía a llamar a ese sentimiento de ninguna forma, es más, ni siquiera le decía sentimiento, eran “reacciones” que todo su ser tenía y que no sabía cómo explicar, el simple hecho de que Akira se dedicara a él en tiempo completo le estaba haciendo sentir o “reaccionar” pero no quería eso, no debía más bien.

En esos momentos se encontraban planeando el festival que se haría para celebrar el 90 aniversario de la construcción del pueblo.

—Entonces…—hablo Akira estando en su oficina con el castaño— ¿Qué crees que sea más conveniente servir de comer?

—Pues…—se quedó pensando un momento—No todas las personas comen lo mismo, sugeriría que se dieran varios platillos y no solo uno

—Bien—el pelinegro lo anoto. —Ahora, hablando de comida vamos a comer. —sonrió.

—Sí—se levantó y camino hacia la puerta de la oficina, pero el pelinegro lo detuvo. — ¿Akira?

Ninguno dijo nada cuando se miraron a los ojos, había algo distinto, un brillo especial, en Akira ya estaba más que claro, pero en Kouyou, aún se veía duda, pero era la primera vez que los veía brillar con tanta intensidad, el pelinegro acaricio su rostro y sonrió al notar el leve sonrojo que nació en las mejillas del contrario.

Kouyou sentía su corazón latiendo con demasiada fuerza ¿Por qué? Antes podía controlarlo ¿Por qué ahora se permitía que el corazón le latiera tan fuerte por una pequeña caricia?

Akira se separó de él y sonrió, abrió la puerta y salió, Kouyou lo siguió en completo silencio sin saber que pensar.

Cuando fue hora de la comida, ninguno hablo más que para expresar lo rico que era el platillo que estaban comiendo, de ahí, solo eran miradas y sonrisas que sinceramente Kouyou no supo cómo interpretar, sabía que Akira sentía algo, pero él no podía permitirse el lujo de sentir nada, ni siquiera de considerarlo, pero esos pequeños gestos hacían que su corazón latiera con fuerza y rapidez, sentía el calor en sus mejillas y no podía evitar esquivarle la mirada.

Definitivamente eso no era normal, nunca le había pasado ¿Por qué ahora sí?

Después de la comida fue a la playa solo, se la pensó un momento, bien podría adentrarse al agua, se supone que ahora podría transformarse a voluntad ¿no? pero no estaba seguro… algo le impedía entrar al agua y no entendía por qué.

Una gaviota se acercó, Kouyou tendió el brazo y la gaviota aterrizo ahí, vio sus ojos, amarillos.

—Yuu…

— ¿Qué pasa?

—Yo…—no sabía cómo empezar.

—Te noto preocupado.

—Yo… necesito hablar contigo…

— ¿Dime?

—Últimamente me he sentido raro… ¿has hecho algo con el contrato?

—Mmm… ¿raro cómo?

—Raro. —no iba a entrar en detalles.

—Sí, ya me dijiste eso, pero ¿raro cómo?

—Ay… ¿Cómo te explico esto? —no quería decirle ¿Por qué insistía tanto? Se quedó pensando, sabía que Yuu tenía sentimientos por él, pero no podía decirle que estaba teniendo sentimientos por otro chico, humano, además, teniendo Yuu el contrato que podía manipular su cuerpo a diestra y siniestra. Yuu ya se estaba aburriendo de esperar así que suspiro y hablo.

—Bueno, si altere un poco el contrato…

— ¿Qué hiciste? —no quería demostrar que estaba alterado.

—Bueno, tienes bastantes más libertades ahora, no te preocupes Kou, nada malo va a pasarte si quieres quedare allá…

— ¿Qué…?

—Digamos que logre eliminar las partes feas, eres completamente libre de hacer lo que quieras en ese mundo Shima.

— ¿L-Lo dices en serio…?

—Sí, eres libre Shima, no es necesario que regreses, bueno, si tienes la ganas de volver hazlo cuando quieras, pero ya no es más una necesidad. Así que ahora ve y diviértete mucho por mí…

—Si, pero—no lo dejo terminar.

—Tengo cosas que hacer, hablamos después.

Y la gaviota aleteo y se fue volando.

Kouyou aún no acababa de procesar lo que acababa de pasar, aún tenía preguntas, pero al parecer Yuu estaba ocupado con algo, suspiro sin más que hacer y regreso escaleras arriba, camino con calma por el pueblo, necesitaba pensar las cosas de nuevo y con calma, no pudo preguntar nada acerca de su padre o sus hermanas, ni sobre su infinita búsqueda por el mar, Yuu no le dio la oportunidad.

El pelinegro dijo que tenía cosas que hacer, pero… ¿Qué tenía que hacer? Yuu no podía salir del jardín de coral, no tenía mucho que hacer realmente, aunque podría estar descubriendo nuevas cosas con respecto a su magia o cosas así.

Lo que Kouyou no sabía-y esperaban que no supiera hasta que fuera el momento adecuado- es que, en el mar, las cosas iban mal, de hecho, iban muy mal. La bruja del mar había alterado el contrato de Kouyou para que de alguna forma no pudiera volver al mar hasta que el momento fuera conveniente para ella, por lo tanto, podría manipular a su antojo al rey tritón, logrando así, la libertad de ella y su hijo, sin las cadenas en ella y con Yuu libre a su lado, lograron empezar con su “plan”, manipular al pueblo entero de manera silenciosa mientras fingían buscar al príncipe perdido.

—Te agradezco que quitaras las cadenas hermanito.

—Te lo advierto, te mantendré vigilada, los mantendré vigilados—dijo mirando tanto a Fumiko como a Yuu.

—No te preocupes, mi Yuu no hará nada, pero me será muy útil, yo me encargare de encontrar a tu hijo mientras que tú no interfieras en la convivencia con el mío.

—Bien, bien, no haré nada, pero los mantendré vigilados.

El rey se fue, pero varios guardias se quedaron para escoltar a ambos a una de las habitaciones del castillo bajo la mirada atónita de Yumiko y Hanako, las cuales poco después confrontaron a su padre, exigiendo saber porque les había mentido sobre la historia de la bruja del mar, ellas sabían que estaba muerta y hace nada la habían visto rumbo a una habitación, vivita y coleando. El rey les explico de la manera más resumida le porque había mentido a todo el pueblo y porque había mantenido a su hermana encerrada en vez de matarla como se supone que debió ser.

Una vez la bruja del mar se encontró en una habitación fue cuando comenzaron a trabajar acondicionada para ellos-véase, todo lo que Yuu tenía en el jardín de coral ahora estaba en esa habitación junto con algunas cosas extras-, mientras que Yuu activaba el reflejo para “buscar” a Kouyou, Fumiko comenzaba a preparar una de tantas pociones que se encargaría de manipular la mente de los habitantes del reino marino.

— ¿Qué harás madre?

—Magia mi cielo—dijo mientras empezaba a combinar un montón de cosas en su caldero, Yuu reconocía la mayoría de los ingredientes, pero jamás en la vida los había combinado, y eso que él había seguido al pie de la letra casi todos los hechizos y pociones que su madre tenía escritas en libros.

—Eso ya lo sé, pero ¿de qué?

—Nuestra raza se está extinguiendo querido, tenemos que repoblar para poder dominar.

— ¿A qué te refieres?

—Pronto lo sabrás—dijo para después agregar el ultimo ingrediente, el caldero empezó a brillar, la sonrisa que su madre mostro no le dio muy buena espina...

*

Cuando menos se dio cuenta, Kouyou ya estaba frente al castillo de nuevo. Toco la puerta y las sirvientas abrieron dándole la bienvenida, camino al salón principal, encontró a Akira bebiendo té y leyendo un libro, su corazón empezó a palpitar de nuevo con fuerza y rapidez. Si las palabras de Yuu eran ciertas entonces no habría consecuencia alguna si se llegaba a enamorar de un humano ¿no?

Akira le demostraba con acciones lo que sentía por él, aunque nunca se lo había expresado con palabras, él no estaba del todo seguro de lo que sentía en el pasado, pero si ahora era libre de amar ¿Por qué no intentarlo? Era algo que nunca había experimentado y se le estaba presentando la oportunidad y además ¡con un humano!

Se acercó y se sentó a un lado de Akira, el pelinegro sonrió y dejo el libro de lado para prestarle atención.

— ¿De nuevo tenías cosas que pensar?

—Algo así…—sonrió y apoyo su cabeza en el hombro del mayor, Akira sonrió y dejo su cabeza apoyada en la de Kouyou.

—Te veo algo preocupado ¿te encuentras bien?

—No es nada, estoy bien…—cerro los ojos.

Se quedaron en un cómodo silencio, las sirvientas iban de aquí para allá, haciendo sus debidos quehaceres, pero, sobre todo, mirando al príncipe y al joven Kouyou estar muy juntitos en la sala principal, todas con una sonrisa cómplice, hasta las sirvientas ya habían notado que el joven príncipe estaba babeando por ese desconocido y apuesto chico que había llegado de una tierra más allá del mar.

El tiempo avanzo, ambos chicos se quedaron en su exacta posición, cuando el señor Tanaka se animó a ver porque estaban tan quietos, se encontró con que ambos estaban dormidos, sonrió con ternura, pero era hora de la cena así que con toda la pena del mundo los despertó.

—Es hora de cenar—dijo simplemente y se fue.

Ambos se estiraron y se encaminaron al comedor, cenarían solos, algo regular en el castillo, mientras comían, Kouyou no sabía cómo empezar a hablar, tenía que decirle algo al pelinegro, pero no sabía cómo, Akira lo noto inquieto así que fue él quien pregunto.

— ¿Pasa algo?

— ¿Eh? —Kouyou lo miro.

—Te vez inquieto ¿paso algo? ¿Te encuentras bien?

—Si…es…es solo que…—se puso nervioso, aun no estaba listo para decírselo.

— ¿Solo qué?

—Akira… ¿tú quieres que me quede? —pregunto con la mirada baja, ahora con la reciente información que tenía le daba un poco de vergüenza sobre el poder amar, hablar con él hacía que se sintiera intimidado…

— ¿Quieres irte? —pregunto algo desanimado

— ¿Quieres que me vaya? —lo miro preocupado.

— ¡No! No quiero que te vayas…

—No quiero irme… quiero estar contigo. —dijo completamente avergonzado de sus palabras, jamás se le paso por la cabeza el doble sentido que podía soltar esa frase.

El pelinegro miro sorprendió para después sonreírle cálidamente, acaricio su rostro, pudo sentir el calorcito de su piel debido a la acumulación de sangre en sus mejillas, las cuales provocaban su sonrojo.

— ¿Quieres quedarte conmigo?

— ¿Para siempre?

—Solo si me dejas…

Sus miradas estaban conectadas, estaban en un momento específico en el que sus ojos no podían despegarse, Akira volvió a preguntar.

— ¿Te quedaras a mi lado entonces Shima?

Las sirvientas e incluso Tanaka-san estaban asomándose por la puerta entre abierta, ambos chicos estaban demasiado lejos como para escuchar que decían, pero cuando vieron al castaño asentir con la cabeza y como el joven príncipe tomaba su mano para después dejar un suave beso en el dorso de esta supieron que las cosas entre ambos chicos iban a ser diferentes.

Cuando terminaron de comer, las sirvientas pasaron a recoger los platos, tenían la esperanza de escuchar algo, pero ambos chicos ya estaban callados, solo mirándose con una sonrisa cómplice.

Ambos se levantaron de sus asientos y salieron del comedor después de que Akira hablara unas cosas con Tanaka sobre los próximos viajes para entregar mercancías y comprar nuevas avisándole de antemano que Kouyou estaría de invitado en todos esos viajes, el señor Tanaka se fue de ahí para empezar con los reparativos y trazar las rutas correspondientes aunque para eso tendría que consultarlo con Kouyou luego, él era bueno con eso, pero sería después ya que vio como el príncipe Akira tomaba la mano del joven Kouyou y subían juntos las escaleras rumbo a alguna de las habitaciones de arriba, no sabía si sería a la biblioteca, al salón de la corona o a la habitación del príncipe… Rogaba que no fuera la última.

Akira llevo a Kouyou por la planta alta hasta llegar a un pasillo, había varias puertas, pero la que más resaltaba era la del final, negra con dorado y detalles de un color azul claro.

— ¿A dónde vamos? —pregunto mientras caminaban por el pasillo.

—Tengo algo que mostrarte. —dijo simplemente. En ese pequeño trayecto no se dijo nada, hasta que llegaron la puerta, Akira hablo de nuevo—Esta es la habitación del rey.

Kouyou por un momento pensó en las veces que había podido entrar a la habitación de su padre y no encontró nada en su memoria, la habitación de un rey era algo muy personal del gobernante, solo él podía pasar, para los humanos era lo mismo por lo que había leído, solo si el rey estaba en lecho de muerte se les permitía la entrada a familiares para despedirlo.

— ¿Qué hacemos aquí?

—Una vez me dijiste que quería saber un poco más sobre la historia de la humanidad—abrió la puerta—Tal vez no sea la historia de la humanidad entera pero aquí dentro esta la historia registrada del pueblo desde sus inicios…

— ¿De verdad me vas a dejar leer la? ¿Entrar en esta habitación tan íntima para un monarca? —no se lo podía creer, Akira simplemente sonrió y tomo sus manos para adentrarlo a la recamara.

—Ya eres alguien importante para mí, me gustaría complacerte ese pequeño capricho…

Definitivamente Akira era un humano completamente diferente al resto y tal vez era debido a esto que le gustaba tanto…

Fin del capítulo 13.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).