Pasaron un par de horas, Kouyou permanecía dormido en brazos de Yuu mientras que este tenía los ojos fijos en la recreación de la visita de sus pulpos que había mandado en el caldero. Estaban quietos y esperando, el rey estaba en la oficina, se le veía mal, triste, preocupado, molesto…muchas emociones juntas todo porque los guardias aun no le daban noticias de Kouyou.
Se quedó ahí un rato, Yuu estaba atento a cualquier movimiento que pudiera hacer, los guardias entraron dentro de poco, informándole que había un probable rastro después del abismo, el rey se fue de inmediato de la sala, dejando a los pulpos trabajar.
Buscaron en el escritorio principalmente, Kouyou dijo que ahí estaba el contrato, los cajones en cuestión estaban cerrados, pero nada que un pulpo manipulado con magia no pudiera arreglar. Después de mover un tentáculo con maestría quito el seguro y abrió el cajón, había muchos pergaminos ahí.
—Tiene que ser de color amarillo resplandeciente, el nombre de Kouyou y su firma tiene que estar al final…
Los pulpos comenzaron a mover los papeles tratando de no hacer desorden en el cajón, cuando iban por la mitad lo encontraron, papel amarillo brillante y con una tinta más obscura que el mismo abismo, estaba entre tantos papeles para disimularlo, pero se podía notar que era diferente al resto, no solo por el color si no porque era un trato con su hijo.
Lo sacaron y volvieron a acomodar todo, cerraron de nuevo el cajón con seguro y se fueron por la ventana. Ahora solo quedaba que lo trajeran sin ser vistos por ningún guardia hasta el jardín, podrían entrar por alguno de los pequeños huecos que dejaban los corales y las algas del lugar, aunque realmente dudaba que algún guardia estuviera disponible, todos estaban buscando a Kouyou y, además, tampoco es como si se preocuparan por si Yuu escapaba, la magia del tridente lo mantenía encerrado en ese lugar y aunque quisiera salir no podría…
O al menos eso se creía, ya que ahora tendría oportunidad de investigar la magia del tridente debido al contrato de Kouyou le dio el permiso de ello.
Los pulpos llegaron un poco después de 15 minutos, entraron por una pequeña apertura arriba del domo del jardín en la parte de su cuarto. Yuu dejo dormido a Kouyou en la cama y se levantó para tomar el pergamino en sus manos, después de eso, libero a los pulpos del hechizo y estos se fueron.
Sonrió al sentir un tipo diferente de magia fluir por todo el papel, se dispuso primero a analizarlo con la vista, el papel era especial, la tinta era especial, la caligrafía, seguro había sido hecho con una pluma mágica hecha a base de un espino de pescado, probablemente la tinta fuera de pulpo o incluso de su propia madre… podía sentir magia familiar en ella.
Se dispuso a leerlo entonces, tendría que analizar la caligrafía para que una vez descubriera como cambiar o alterar la magia en él, pudiera cambiarla.
“Por medio del presente texto, yo Kouyou Takashima acepto las condiciones impuestas por mi padre, el Rey Tritón, para poder ir a la superficie única y exclusivamente a investigar el mundo humano durante una semana al mes por un año, dichas condiciones son las siguientes:
1.-El periodo de tiempo no podrá ser mayor al establecido, solo están permitidos 7 días, ni uno más ni uno menos.
2.-Se prohíbe el desear y expresar voluntad de querer quedarse en ese mundo por cualquier razón.
3.-Se prohíbe rotundamente enamorarse de un humano.
Si se llega a romper cualquiera de estar reglas se presentarán las siguientes consecuencias:
1.-Si el periodo de tiempo permitido para estar afuera se sobrepasa, comenzara una deshidratación en las piernas que imposibilitara el caminar, generando un dolor intenso al tratar de caminar, el dolor se calmara una vez se esté dentro del agua.
2.-Si se desobedecen las reglas dos y tres, al momento de entrar al agua me convertiré inmediatamente en espuma de mar.”
Yuu estaba perplejo con lo que acababa de leer, no podía creer que el rey fuera tan cruel como para imponer una regla así de cruel a su propio hijo, sintió movimiento a su espalda, Kouyou ya estaba despertando.
— ¿Yuu?...
— ¿Cómo pudiste aceptar algo así de cruel? — Hizo una pausa, pensó mejor su pregunta— ¿Cómo tu padre pudo imponerte algo así de cruel?
—Yo acepte eso porque era la única manera de conseguir mi deseo Yuu, no tenía otra opción…
—Te convertirás en espuma de mar si te enamoras de alguien allá…—se podía escuchar la frustración en su voz, el dolor, era algo horrible para el pensar en que Kouyou pudiera simplemente desaparecer solo por experimentar un sentimiento hermoso.
—Eso no pasara, yo solo voy por conocimiento allá arriba, solo eso…
Yuu suspiro, Kouyou seguía mirándolo, el pelinegro se levantó para poder preparar de nuevo el ungüento para la herida del castaño.
—Recuéstate, comenzare a trabajar después de ponerte el ungüento.
—Si...
Se volvió a recostar, Yuu término de preparar el ungüento rápido, se acercó y volvió a aplicarlo en la herida, ya se veía mejor que al principio, no tardaría mucho más en sanar.
Después de eso se sentó en su escritorio y comenzó a analizar el pergamino, mientras lo hacía comenzó a hablar.
—Te ayudare a que vuelvas a subir a la superficie.
Kouyou lo miro, no se levantó pues no podía, se acomodó mejor en la cama para poder verlo atentamente.
— ¿Y cómo?
—Algo se me ocurrirá, no puedes quedarte bajo el agua cuando pase la transformación. El contrato no expresa explícitamente si la trasformación puede ocurrir bajo el agua, solo dice que el primero de cada mes la transformación ocurrirá, no deberíamos de arriesgarnos.
—Está bien…—suspiro y trato de alcanzar uno de los tentáculos de Yuu, pero estaba algo lejos el escritorio de la cama y aunque estos fueran largos al estar concentrado en su área de trabajo, no los dejaba de mover, por lo que estaban fuera del alcance de Kouyou.
El menor hizo un puchero, Yuu sonrió, lo estaba haciendo apropósito, era entretenido tener a Kouyou ahí, no se sentía tan solo ahora.
—Déjame abrazar uno—pidió el menor aun en la cama.
— ¿Por qué?
— ¿Por favor?
Yuu suspiro con una sonrisa y le acerco uno de sus tentáculos, Kouyou sonrió y lo abrazo, cerrando los ojos y volviendo a tratar de dormir, pero el constante ruido que Yuu hacia al estar haciendo quien sabe que cosas con el pergamino no lo dejaba así que opto por mirarlo trabajar.
El pelinegro iba y venía de un lado a otro, buscando libros, sacando cajas con más libros, revisando algunos pergaminos dentro de un baúl, leyendo tan rápido como podía y haciendo anotaciones mientras analizaba el pergamino, se quedó un buen rato viéndolo trabajar, era entretenido, no supo cuánto tiempo paso con exactitud hasta que Yuu volvió a hablar.
—Lo supuse…
— ¿Qué cosa?
—Este contrato tiene dos tipos de magia.
— ¿Qué?
—La magia base es la magia del tridente, la que hace valido el contrato, pero la magia superior es de mi madre.
— ¿Y eso cómo es posible si ella ya no está entre nosotros?
—La tinta con la que se escribió este contrato es tinta de Cecaelia, la compare con mi propia tinta, la mía es un poco diferente porque soy macho, pero es la misma tinta mágica de mi raza.
—Entonces… ¿mi padre aún conserva cosas de tu madre?
—Es lo más probable, la magia del tridente y la magia de las Cecaelia es diferente, una es blanca y la otra es negra, hay cosas que la magia del tridente no puede hacer, pero la magia de mi raza si…
—La magia negra puede hacer muchas cosas que la blanca no…
—Exacto, es por eso que ocupo tinta de Cecaelia en tu contrato, así el contrato estaría el doble de protegido, sería imposible romperlo o tratar de manipularlo, es completamente legal.
— ¿No puedes hacer nada entonces? —pregunto desanimado.
—Yo no dije eso—sonrió. —El contrario es legal, no manipulable e irrompible…por una sirena o tritón cualquiera.
— ¿Eh?
—En primera, yo no soy un tritón y en segunda, son más poderoso que cualquier Cecaelia por el simple hecho de ser varón…
— ¿Entonces puedes hacer algo?
—Si claro, pero tomara tiempo. ¿Cuánto falta para que tengas que ir a la superficie de nuevo?
—2 días y medio.
—Iras, mientras yo trabajo tu diviértete, hare que los sirvientes te escolten, solo recuerda no romper ninguna de las reglas ¿bien?
—Si—sonrió contento—te agradezco mucho lo que haces por mí.
—No tienes porque, me has dado una excelente oportunidad de investigación, tomare eso como pago por ayudarte.
— ¿Investigación? —lo miro sin entender.
—No te preocupes por eso pequeño, descansa en lo que yo trabajo—sonrió.
*
—Perdimos el rastro…no somos capaces de seguir avanzando más profundo en el abismo su alteza.
—Ni siquiera Kouyou podría llegar más abajo, menos herido… algo tuvo que haber pasado, él no se quedó ahí…
De nuevo estaban discutiendo unos guardias y el rey en su oficina, las hermanas del castaño estaban afuera, escuchando, podían escuchar la desesperación en la voz de su padre.
Hanako tomo la mano de Yumiko y se la llevo con ella a su cuarto.
— ¿Qué pasa? —pregunto Yumiko extrañada al estar ya en el cuarto de su hermana
—Yo creo…que deberíamos recurrir a nuestro primo…
— ¿Estás loca? ¡No podemos hacer eso! Tenemos a los guardias en nuestra espalda todo el tiempo, no seriamos capaces de llegar hasta donde esta él.
—Podríamos intentarlo.
—Nadie pasa a su “casa” si no tienen su permiso, no pasaríamos de la primera fase del jardín Hana…
—Ya no nos quedan opciones, Kouyou ya lleva casi 3 días desaparecido Yumi… estoy preocupada por él. La única pista que tenían la desecharon debido a la improbabilidad…
—Lo sé, yo también estoy preocupada, él es nuestro bebé, pero entiende, no podemos recurrir al brujo del mar, sería una locura, desobedeceríamos a nuestro padre y nos meteríamos en problemas ¡incluso en peligro! No sabemos cómo reaccionaría si nos viera…
— ¡Lo sé, pero!... —suspiro—ya no sé qué más hacer… ¿y si algo malo le paso?
—No pensemos en cosas malas Hana, él es listo, sabrá que hacer, estará bien, hay que tener fe en nuestro hermano ¿okey? —ella también estaba preocupada, pero si Hanako se derrumbaba no tendría en quien apoyarse. La necesitaba.
Hanako sintió y bajo la cabeza, se abrazó a su hermana, todo lo que podían hacer ahora era esperar.
Fin del capítulo 9.