Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Palabras de papel por Annie_Powers

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

–Te amo.

–Yo a ti también –sonrió Hee Chul mientras le dejaba un beso en su desnudo hombro.

–¿Pase lo que pase?

–Pase lo que pase –sonrió.

Un par de fotografías fueron estrelladas contra la mesa con furia, sobresaltando a los presentes en la habitación.

–¡¿Se puede saber qué es esto, Kim Hee Chul?!

El mencionado miró con parsimonia lo que habían lanzado sobre la mesa y volvió a mirar a Lee Soo Man, que aunque no dirigiera públicamente la agencia, lo hacía desde las sombras.

–Ahí estoy con mi novio.

–¡Y encima compartiendo un beso! ¡¿Es que te has vuelto loco?! ¿Acaso no has pensado en las consecuencias que estas imágenes pueden acarrear?

A cada grito que daba el señor Lee, el compañero de Hee Chul se encogía ante su furia, algo que no afectaba para nada al otro, joven estrella de los programas de televisión.

Kim Hee Chul era ya a sus veinticinco años una famosa figura pública de la televisión. El desparpajo y la chulería que destilaba ante la cámara cambiaba radicalmente cuando estaba en compañía del que había sido su amante secreto hasta el momento.

–Esta historia tiene que terminar.

–Disculpe, pero hemos estado dos años enteros así y nadie se había dado cuenta si no hubiera sido por esas dichosas fotos –habló Hee Chul–. No veo el problema de mantener esto en secreto. Nadie más lo sabrá.

–Imposible. Además de terminar esta absurda relación, tú realizarás un comunicado diciendo que ha sido un error o alguna de esas chorradas.

–Él no va a hacer nada –dijo Hee Chul con firmeza–. No pienso permitir eso.

–No tenéis elección. Si queréis que vuestra carrera siga ascendiendo como hasta ahora, entonces más vale que toméis la decisión correcta.

–Hee Chul... –posó su mano en la de su pareja al ver que tenía pensado en explotar–. Tranquilo... Es mejor que nos vayamos a casa y lo dejemos estar por ahora...

–¡Pero...!

–Por favor... –miró directamente a los oscuros ojos de su novio–. Vámonos...

Hee Chul gruñó como asentimiento y los dos salieron del despacho del señor Lee. Al llegar a la casa que ambos compartían, parecía un animal enjaulado mientras bufaba mil y una cosas hacia su jefe.

–¿Es que no piensas decir nada? –soltó al ver que se mantenía callado, demasiado.

–¿Qué voy a decir...? –se le veía triste–. Sé que esto es injusto, pero si no hacemos lo que nos dicen, todo por lo que has trabajo se irá al traste...

–¿Qué...? –Hee Chul fue hasta él y sostuvo sus mejillas–. No me digas que te vas a rendir tan fácilmente...

–No puedo ser tan egoísta como para querer hundir tu exitosa carrera solo por estar contigo... No me parece justo...

–¿Y la tuya qué, eh? Tú también perderás todo lo que has conseguido hasta ahora.

–Yo no tengo tanta fama como tú ni he estado tanto tiempo en el mundo de la televisión.

–Pero... –un dedo en sus labios fue suficiente para que no siguiera hablando.

–Sé que este trabajo es tu pasión, tu vida... Y sé que, aunque no lo admitieras, echarías de menos todo este mundo porque te encanta. Cuando te veo trabajar, veo un brillo en tu mirada muy especial. Eso es felicidad de la pura. No tengo derecho a quitarte esa felicidad por un deseo puramente egoísta. Simplemente no puedo...

–Cariño, yo... –fue interrumpido de nuevo.

–Déjame terminar porque entonces no tendré el valor suficiente para hacerlo más tarde... –tomó una gran inspiración para poder seguir–. Arreglaré las cosas y me marcharé del país.

–¿Qué...? –Hee Chul abrió muchísimo los ojos–. ¿Cómo que vas a marcharte?

–Se formará un gran escándalo y simplemente prefiero no estar en el ojo del huracán.

–¿Y a dónde piensas irte? –le miró con angustia de tan solo pensar en que ya no le iba a ver más.

–A nuestra casa de Yucatán y te esperaré allí.

–¿Esperarme? –le miró confundido.

–Sí... Me iré allí y esperaré a que vengas... Esperaré hasta el momento en el que podamos estar de nuevo juntos sin más problemas...

–Cariño, no puedes hacer eso. No puedes renunciar a tu vida así porque sí.

–Valdrá la pena si es por ti. Haría cualquier cosa por ti. Incluso esperarte en el otro lado del mundo para poder ser felices –terminó sonriendo.

–¿De verdad...? ¿Vas a esperar solo por mí...?

–Sí... Esperaré por ti todo lo que haga falta...

–¿Aunque pasen años...? –Hee Chul acarició la frente de su chico.

–Aunque pasen años...

–¿Y cómo sabré que no te irás a vivir a otro sitio o algo...?

–No me moveré de allí bajo ningún concepto. La casa siempre estará a mi nombre.

–¿Y si las cosas cambian? ¿Y si encuentras a alguien mejor que yo y...?

–Si encontramos a alguien en nuestra vida... Si no podemos estar al final juntos... Entonces me conformaré con que tú seas feliz. Eso es lo único que quiero.

Con tan solo pensar en aquella posibilidad, Hee Chul sentía la ansiedad crecer en su pecho y le abrazó con todas sus fuerzas, negándose a soltarle en toda la noche hasta la mañana siguiente. Aquel día no tenía que trabajar y vería la conferencia en directo que había convocado su agencia.

«Soy Lee Hyuk Jae y he convocado esta rueda de prensa para tener la oportunidad de explicar las fotografías que se hicieron públicas en la que salgo besando a Kim Hee Chul. La verdad es que... Me quiero disculpar con él por haberle acosado sexualmente durante más de dos años seguidos, insistiendo aunque él me hubiera rechazado de buenas maneras. Sin embargo, yo seguí persiguiéndole. Aún no puedo entender el gran corazón que tuvo Kim Hee Chul al no haberme denunciado a la policía... Le pido públicamente disculpas por los daños que le he causado, tanto física como psicológicamente, y agradecerle una vez más que no presente cargos contra mí. Me iré de SM Entertainment sin crear más escándalos y me retiraré de la vida pública para no provocar más malestar del que ya he hecho. Gracias por todo el apoyo dado anteriormente y pido mis más sinceras disculpas a todos los afectados por mi depravado comportamiento.»

Hee Chul vio en estado de shock cómo Hyuk Jae se alejaba de los periodistas en una nube de flashes y voces, siendo aquella vez la última vez que le vería durante los siguientes diez años.

–¿Qué te pasa...?

–¿Has visto la carta que había en la mesa, justo aquí? –preguntó con algo de preocupación.

–¿Eh? ¿La de ahí? Ah, sí, la he enviado.

–¿Cómo...? –palideció–. ¿Por qué lo has hecho...?

–Pensaba que la querías enviar y lo hice por ti...

Sintió que el corazón se saltaba dos latidos al saber que aquella carta llegaría a su destinatario, algo que nunca había querido.

 

Mi querido Hee Chul.

Aún no sé ni cómo empezar esta carta porque me descorazona tener que decirlo... Puede que cuando recibas esta carta yo ya no esté en este mundo.

Pido disculpas por comunicarte esto por carta, pero no tengo otra forma de decirlo si no quiero derrumbarme aún más.

Tengo miedo de morir por la leucemia que tengo. Muchísimo miedo. Sin embargo, los buenos recuerdos que he tenido contigo me han ayudado a mantenerme con un poco de esperanzas para seguir viviendo.

Si no consigo vencer la batalla al cáncer, quiero que sepas que siempre te he amado y que seguiré haciéndolo.

Te amo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).