La histeria colectiva estaba desatada en la exclusiva preparatoria Edo Otohme, todos los jóvenes trataban de hacerle el quite al altar que tanto el profesorado como el consejo de alumnos habían creado en memoria de Charasuke Uchiha.
Naruto en particular no hizo el intento de esquivar el memorial, estaba la gran fotografía de Charasuke con una sonrisa tímida, había sido tomada para el anuario del primer año de preparatoria, de eso hacía casi dos años. Sus ojos negros casi sin brillos pero siempre penetrantes, provocaba en cada uno de los curiosos que veían el retrato se les erizaban la piel. Pero para él, que fue por mucho tiempo su mejor amigo no le causaba miedo, él no tenía que arrepentirse de nada, su conciencia estaba limpia, pero su corazón se encontraba lastimado con un gran pesar en él, el sentido de perdida lo tenía agonizante.
Quizás su único sentido de culpa fue quedarse callado, pero lo veía tan feliz que prefirió guardarse sus reticencias sobre el nuevo círculo de amigos que Charasuke estuvo frecuentando, el pasado año escolar.
Con paso de plomo se acercó hasta el altar, habían algunas velas e inciensos prendidos, muchos mensajes en hojas de cuadernos, tarjetas, peluches y flores, él dejó justo en frente de la gigantografía un ramo de tulipanes blancos y rojos, atados con una cinta de color negra, con letras doradas grabadas:
“Hasta la eternidad compañero de mil y una noche, que la paz y el amor te acompañen hasta el día en que nos veamos nuevamente”
Sin quererlo sus ojos se cristalizaron, amenazando con volver a salir a recorrer caminos ya conquistados, con todas sus fuerzas se serenó, no era el lugar indicado para comenzar con un ataque de llanto o de pánico.
Encima del arreglo floral dejó una pequeña hoja de cedrón dibuja con un muchacho sentado en un columpio.
Sabía a la perfección que muchos pares de ojos estaban clavados a sus espaldas y movimientos, también sabía que si giraba todos mirarían para otros lados haciéndose los tontos, por lo que decidió no voltear, después de orar por el alma de su mejor amigo, caminó por el largo Hall del establecimientos, algunos murmuraban al mirarle, otros le apuntaban, incluso algunos intentaban acercarse para decirle algo, pero él le hacía el quite. Bufó exasperado al ver un cartel pegado en uno de los tantos diarios mural del lugar, su mandíbula tembló, sus puños se cerraron con fuerzas, clavando sus uñas en la palmas de las manos.
El Cartel que había visto en su intento de evadir una conversación decía:
“Se cita a todo el alumnado a hablar con los orientadores y psicopedagogos, por la traumática perdida de Charasuke Uchiha, todo el que desee hablar sobre lo ocurrido acercarse al gimnasio en donde se han creados módulos especiales.
Atentamente, centro de profesores y alumnos”
Como si alguien realmente le importara lo sucedido, todos sentían culpa, y miedo de que la familia de Uchiha pusiera una demanda contra los responsables.
Era el cargo de consciencia que los tenía en aquel estado neurosis, ver los rostros afligidos de aquellos que se mofaron de su amigo, le daba cierto grado de satisfacción, suspiró hondo antes de pararse frente a la entrada de su salón, necesitaba calmarse para no gritarles mil palabrotas a esos hijos de putas. Tenía que apagar su furia, su dolor, tenía un papel que interpretar.
Así que con ese pensamiento puso un pie dentro de la habitación, abruptamente todos dentro de la sala callaron, creando un silencio incomodo, algunos le miraban y otros tantos más miraban hacia otro lado inconfundiblemente incómodos por su presencia, sus ojos azules, cuan fueran trozos de lapislázuli pulidos viajaron por todo el alrededor viendo cada rostro de culpabilidad, y de mojigatez de aquellos que si podían esconder el miedo atroz que sentían por el pecado cometido.
Vio a sus amigos en una esquina todos conversando entre ellos, dándole la espalda a sus compañeros de clase, como una cofradía, se giraron para ver el porqué del silencio, sonrieron al ver a su amigo. Naruto miró a todos ahí, sus ojos azules quedaron paralizados frente a unas aguamarinas, era Sabaku No Gaara, su relación era complicada, nunca pensó volverlo a ver, más ese no era el momento de pensar en aquello.
Puso una faz de ufano, con la cabeza en alto fue junto a su asiento, saludó a sus amigos con un movimiento de cabeza para luego sentarse. Su lengua picaba, chocaba contra sus dientes, deseosa de batirla y emitir palabra tras palabra que dañara aún más la moral de esos desgraciados.
- ¡Vaya! ¡¿Qué silencio?! Al término de clases de segundos, esto era un hervidero de burlas ¿No? Todos se burlaban de Charasuke, y ahora al parecer muchos tienen ganas de llorar, ustedes no tienen perdón de Dios — Dijo lentamente, gozando el espasmo de horror que algunos producían.
Uno que otro abrió la boca para rebatir lo dicho, pero el miedo y la entrada del profesor encargado de clase, selló sus bocas una vez más.
Uno hombre alto de gafas, y visiblemente nervioso entró en el lugar, tropezó en la entrada del salón, en otra ocasión muchos se reirían pero en ese momento nadie podía emitir sonido alguno.
Miraba hacía la entrada una y otra vez como si se encontrara la fuente de todos los horrores, estaba blanco como el papel, pasó un pañuelo por su húmeda frente helada, quitando rastros de sudor frío.
- Buenos días — Saludó con voz temblorosa — Sé que hoy no es como cualquier lunes, después de la tragedia del viernes pasado, pero muchachos levantad el espíritu y rogar por la alma de nuestro querido Uchiha Charasuke — La mirada fiera Azulina de un muchacho lo hizo dar un saltito de miedo. Tosió tratando de evitar la penetrante mirada cerúlea que lo acechaba, como recordándole sus pecados — Bueno como os iba diciendo, sé que hoy es un día triste, por lo mismo, les pido que sean los más comprensibles posibles — Pidió tratando que su voz sonara calmada — Recibiremos a un nuevo compañero de clases, favor tratadlo con respeto — Susurró lo ultimó antes de hacer una seña hacia la entrada.
Un joven de aspecto imponente entró haciendo gala de su garbo y clase, emanaba soberbia e intimidación, su cabello ébano prolijamente peinado de una manera casual, sus ojos negros eran dos pozos sin fondos que brillaban como dos flamas de fuego negro, del mismo infierno, que contrastaba con su piel de porcelana.
Muchos gritaron espantados al verlo, otros movieron sus asientos hacia atrás, unos tantos cayeron, y en medio de ese caos una voz se hizo notar creando el silencio nuevamente.
- Sasuke — Pronunció lentamente en voz media alta, pero que todos pudieron escuchar
El mencionado sonrió de lado, una mueca totalmente arrebatadora, una que mostraba lo seguro que era de sí mismo, una que Charasuke jamás hubiera mostrado.
Shikamaru intercambió miradas con Neji, sabían perfectamente que el Uchiha estaba sediento de sangre y venganza, e iba ser inevitable aquello. Los dos sabían que parar a Sasuke iba ser imposible, no lo solo porque tenía toda la razón de cobrárselas por todo el daño que le hicieron a Charasuke, sino porque Naruto estaba con él, y esos dos tozudos juntos serían capaces de crear la tercera guerra mundial.
Qué les quedaba, nada más que apoyarlos y tratar de evitar que hicieran cualquier estupidez que tuviera como resultado cárcel, porque esos dos furiosos como estaban serían muy capaces de matar a alguien.
- Como ya os percataron, es el hermano gemelo de Charasuke…—
—Yo mismo me puedo presentar a la clase — Se giró levemente para callar al profesor, quien contuvo el aliento, ver a ese chico idéntico era impresionante.— Uchiha Sasuke, sí, Chara tenía un gemelo, viví hasta la muerte de mi hermano en América – Vio como muchos le miraron horrorizados al hablar tan suelto sobre la muerte de su hermano – Lamento ser el espejo de Chara, pero ya que somos iguales no hay nada que pueda hacer para calmarlos…así que entre más tiempo se acostumbren a mí, será mejor para todos — Se presentó, sin esperar respuestas u órdenes del pedagogo fue al uno de los dos puestos que sobraban uno que estaba junto al de Naruto.
Sus miradas chocaron, el Namikaze se hizo a un lado para darle espacio para que se sentara ahí. Shikamaru se giró para saludarlo haciendo un movimiento de saludo militar llevando dos dedos a su frente, Neji hizo lo mismo.
Kiba que estaba sentado con Aburame Shino, otro chico del grupo pero que estuvo de viajes hasta el día anterior, ya había ido a visitar a Sasuke y Naruto, ambos juntos a Chouji y Rock Lee, el último del grupo fueron a saludar al Uchiha. El profesor dejó que los chicos hicieran lo que quisieran, ellos eran los más afectados, Charasuke pertenecía a ese grupo y al parecer su gemelo también porque sus alumnos tenían mucha confianza con él, había un aire de camaradería.
Pero no con los otros compañeros de clases, los veía descolocados, casi al borde de un ataque de histeria. Golpesitos a la puerta hicieron que dejara de prestarles atención, dijo adelante.
Entró el director Hiruzen Sarutobi, junto a la orientadora de la preparatoria Kurenai Yūhi. No había que ser detective para saber por qué estaban ahí, Naruto tomó la mano de Sasuke, sin importarle que sus amigos lo vieran, el Uchiha la apretó de vuelta, Shino pudo entender que ninguno estaba feliz de ver a esas personas ahí.
- No se alteren – Dijo en voz baja para todos – Seremos su target seguro, sobre todo ustedes seis, puede que Lee y yo nos salvemos –
- Ni de coña – Sasuke respondió a su amigo – Ninguno se salva –
- Chico os pido atención – Llamó el profesor.
- A todo esto quién es el profesor – Sasuke miró a Naruto.
- Ebizu-Sensei, más vale que lo tengas en tu lista Bellatrix Kido –
- Eres un imbécil – Shikamaru le dijo sin saber si reír o golpearlo por desubicado.
- Si pero necesito saber quién es Bill – Sasuke le siguió la corriente a Naruto, era mejor usar el humor negro a todo lo que estaba pasando que ponerse a llorar por la muerte de su hermano, una vez que cumpliera su venganza lloraría como un crío, pero una vez que les partiera la madre a esos hijos de perras.
Shikamaru solo bufó al escucharlo, Sasuke siempre había sido tan diferente a Charasuke, más serio, dueño de un humor negro del terror, y hablando de terror era muy terrorífico, siempre rodeado de un aura oscura, ese Uchiha físicamente podía ser igual a Charasuke pero era completamente diferente en todo lo demás. Quizás por eso su idiota amigo Naruto había terminado enamorado de él y no de Charasuke, él, Shikamaru sabía del sentimiento mejor escondido por Namikaze Naruto.
Por cómo se comportaban ambos desde hace unos días, hasta en ese preciso momento, se dio cuenta que ellos tenían sentimientos recíprocos y al parecer ya lo habían hablado. Tenía curiosidad de saber cómo iban a interactuar entre ellos sabiendo sus sentimientos, sería problemático, lo sabía perfectamente porque ambos se sentían culpables de quererse por Charasuke.
Hiruzen Sarotubi, aclaró su garganta para luego toser levemente para llamar la atención de todos ahí.
- Por favor vuelvan a sus asientos – Ordenó el viejo, miró a Sasuke Uchiha al lado de Naruto, sabía que tenía tener todos los ojos posibles sobre ellos.
Los chicos volvieron a sus asientos, pero sin mirar a ninguno de los adultos, estaban molestos, todos fueron a pedir ayuda en su momento, a decir lo que estaba sucediendo el pasado año escolar, pero nadie los escuchó, dejaron que el sistema del más fuerte, del más adinerado, del deportista, del más estudioso, siguiera dominando la cultura del bullying.
Cuál de los ochos tenía más que decir en esos momentos, todo el salón se mantuvo en silencio esperando las palabras del director, pero la puerta fue estrepitosamente abierta, acallando cualquier deseo de gritarles sus verdades.
- Este es el salón ciento dos – Una voz seria y neutral llego a todos, para luego ingresar mostrando al recién llegado que fue reconocido de inmediato
- ¡¡Sai!! – Gritó Naruto, Shikamaru, Lee, Kiba.
- Quién es usted jovencito – Hiruzen miró al chico alto, muy pálido de ojos negros y cabello del mismo color.
- Tomé, esto es de parte de mi abuelo Tajima Uchiha – Miró a todos – Hola bastardo –
- Qué haces aquí copia de aliexpress – Sasuke se quería dar contra la pared al ver a su primo, hijo de Madara Uchiha.
- Papá me obligo a volver – Contestó haciendo que todos miraran incrédulos – No eres el único furioso Mamba Negra – Se sentó detrás de su primo donde quedaban dos asientos vacíos – Holi Na…ru…to…Chan, como te ido con ese pito pequeño –
- No me jodas Sai – Naruto rojo hasta las orejas se giró para mirarlo enojado. Haciendo que algunos en el salón se rieran.
- Tranquilo solo era una broma, para que nos volviéramos otra vez cercanos – Dijo mostrando la sonrisa más hipócrita que podría hacer alguien.
Sasuke soltó un suspiro de cansancio, Shikamaru se dio un golpe de palma en la frente, Neji negó con la cabeza. Sai el inadaptado, así lo conocían todos, pasaba algunas semanas en el verano en Japón, así que era parte del grupo de amigos, a pesar de que más de la mitad del tiempo querían matarlo por sus comentarios tan fuera de lugar.
La madre de Sai era de Inglaterra, había fallecido hace algunos años, su padre a petición de sus abuelos matarnos dejó que se quedara uno tiempo en el viejo país, pero ahora era tiempo de volver, eso fue lo que le dijo, por eso estaba ahí, según su padre lo mejor era que estuviese cerca de Sasuke y Naruto, si éstos hacían alguna estupidez se la dijera rápidamente para evitar daños colaterales.
- Por favor, chicos silencio – Ebizu no sabía qué hacer, otro Uchiha, y parecía igual de problemático.
Hirozen miró la carta del primer ministro de Japón, exigiendo que Sai fuese aceptado, que los papeles de Inglaterra llegarían en unos días, los mismo que se demorarían los de Sasuke, con lo que había pasado con Charasuke no podía siquiera pensar en negarse.
- Bien como decía – Habló de nuevo el viejo y para su desgracia, el pelirrojo que también era un nuevo alumno se levantó de su lugar y caminó hacia el último puesto, al lado de Sai – Por favor, qué os pasa hoy, está bien que sea el primero día de clase, pero hace minutos que tratamos de hablar con ustedes –
- Sí pero quizás estamos haciendo el idiota porque no queremos escucharlos – Dijo Naruto muy serio.
Kimimaru Hebi miró hacia el rubio sin poder creerlo, si bien el Namikaze era irrespetuoso con todos, pero con el director siempre fue muy educado, era el único que lo hacía callar o retractarse de sus palabras. Al parecer su último año de preparatoria no iba a ser nada aburrido, ya de por sí era una sorpresa que Charasuke tuviese un hermano gemelo.
- Naruto – Hiruzen habló con voz de advertencia.
- Naruto una mierda – Rebatió molesto, algunos se giraron para verlos sorprendido de sus palabras – Le dijimos sobre el bullying hacia Charasuke, le dijimos del maldito video, le hablamos de la maldita jerarquía que hay en la preparatoria, y viene aquí con la orientadora que no sirve para nada –
- ¡¡Namikaze!! – Gritaron el profesor y el director.
- ¡¿Qué?! –Gritó levantándose – Me van a mandar suspendido, me llamaran apoderado, para eso inmediatamente tienen autoridad, pero cuando se trata de bullying – Golpeó la mesa – Ustedes no vieron a Charasuke morir, pero yo sí – vociferó de dolor – Y ustedes tienen la culpa de dejar que esto pasara –
Sasuke tomó el teléfono y marcó – Itachi, Naruto dice que con Charasuke hubo negligencia de parte del director, el profesor y la orientadora, parece que sabían sobre el bullying, ¿Sabías al respecto? – Sus compañeros guardaban la respiración – Me lo imaginé, creo que tendremos que hablar sobre esa demanda – El Uchiha miró al director de la preparatoria con ira.
- Esto claramente se fue de las manos – Kurenai habló – Por favor chicos, sé que quizás hicimos las cosas mal, pero podemos remediarlas –
- ¿En serio? – Sai se levantó - ¿Pueden traer de vuelta a la vida a mi primo? – Sai no sabía cómo lidiar con sus sentimientos, siempre trataba de acallarlos, pero a pesar de los kilómetros de distancia, siempre tuvo una muy buena relación con Charasuke, mejor que con Sasuke, era su primo, quizás su único amigo de verdad, y por culpa de esos ineptos adultos y unos mocosos hijos de putas su único ser querido estaba muerto y él no pudo hacer nada.
Un silencio incomodo reinó en el lugar, Ino Yamanaka y Sakura Haruno, se miraron entre sí, asustadas, más allá Karin Uzumaki, prima de Naruto miró a Suigetsu y Juugo, quienes miraron a su vez Tayuya, Kidomaru, Jirobo, Kin, Dosu y Zaku.
Más allá en una esquina estaban los gemelos Sakon y Ukon divertidos de ver la cara de terror de esos hijos de putas, muchos se merecían que llegara ese Sasuke Uchiha con la mirada fiera, ese chico parecía con ansias de sangre, todo en él indicaba que no venía con intenciones de fraternizar, no sabía si los demás lo había notado pero su ser emanaba sed de venganza como una pantera que ha perdido su cachorro.
Ellos eran gemelos igual que los Uchiha, con razón Charasuke se había metido más de una vez en defenderles de todos los abusadores.
Sasuke Tenía claro que todavía era el blanco de las miradas en la habitación pero poco y nada le importaba, se regocijaba del miedo que provocaba, no quiso mirar a nadie que no fuera al director, mientras seguía hablando con su hermano, no tenía ánimos de comenzar con la guerra en ese momento, pero su mejor amigo sí y también Sai.
Sasori Akasuna jugaba con su portaminas nerviosamente consciente de toda la mierda que había ahí, todo su ser temblaba levemente trataba de controlarse, pero era imposible, sus pelos estaban parados de punta con la presencia del gemelo.
- Bonito vídeo el de mi hermano no creen – Soltó Sasuke
Algunos se giraron con sorpresa en sus ojos, de mil sentimientos asaltaron a la mayoría de los que estaban en ese lugar, recordando ese maldito vídeo, el vídeo que cambió la vida de Charasuke y suponía que la de Sasuke y toda su familia.
- Saben quién lo hizo – Inquirió al los adultos.
- No, pero lo estamos investigando – Respondió Hirozen, tratando de no mirar al grupo de jóvenes que miraban con evidente preocupación hacia ellos.
- Y no pensaron hacer algo para parar la difusión de ese vídeo, o no sé quizás hablar con mi padre – Siseo con dureza, la ira que detonaba su tono solo evidenciaba más lo que su fuerte y dura mandíbula apretaba con fuerza demostraba.
- Por supuesto que tratamos de parar con esa estupidez, pero con las redes sociales es muy difícil, no solo se trata de las cosas que pasaban acá sino afuera de aquí -
- Pero no lo suficiente – Intervino Sasuke, produciendo que Ebizu se echara para atrás con visible consternación – Si realmente se hubiesen preocupado de verdad, además no era una estupidez, era un video de un menor de edad desnudo, en un acto sexual, según sé eso es pornografía infantil, fue gravado sin consentimiento y también difundido por toda una escuela, pero debieron hacer algo para evitar que saliera de estás paredes, porque la persona gravada era el nieto del primer ministro, y esto no se filtro a la prensa – Habló con voz baja pero lo suficientemente amenazante – Así que sí hicieron algo para evitar que saliera de aquí, pero no para evitar el bullying a mi hermano, y tampoco le dijeron a mi familia sobre lo ocurrido, porque uno sabían que Charasuke no iba a permitir por su carácter, segundo y más importante si la quizás familia más poderosa de Japón se enterara ustedes sufrirían graves consecuencias - Sasuke se levantó caminado hacia Hiruzen y Kurenai – Qué creen que pasará ahora – Sonrió – Prepárense porque la familia Uchiha caerá sobre ustedes con todo, esto no es una mierda de serie juvenil, en donde todos los adultos son unos ineptos, y todos los jóvenes son mentes criminales, es la vida real, y los secretos siempre salen a flote –
Salió de ahí seguido de Naruto, dejando a todos en silencio. Silencio que fue aprovechado por Sai.
—Ya saben, los gemelos son el ying y el yang, en este caso son como dos serpientes, la blanca benévola y pasiva, y la negra maligna, venenosa y destructiva…así eran Chara y el bastardo — Sonrió antes de agregar — Por supuesto la negra es Sasuke el activo de los gemelos — Algunos dieron un respingo sin comprender mucho la situación – Solo un consejo para su propia seguridad, no piensen por un segundo siquiera que Sasuke es Charasuke o que se parecen, porque en ese segundo de descuido serán envenenados por esa mamba…
Itachi había escuchado todo lo que decía su hermano, de hecho fue a instancias suyas que le dijo que saliera de ahí, estaba en el despacho de su padre, junto a él, escucharon todo, su hermano menor había cortado segundos antes.
- No sé por qué permití que Sasuke se fuera a meter a esa mierda de preparatoria – Fugaku se levantó para servirse un trago – Quiero destruir a esos malnacidos, mi niño se mató y nadie me dijo algo al respecto de lo que había pasado, en serio entiendo a sus amigos a no decir nada a presión de Charasuke – Ya habían tenido esa conversación con los amigos cercanos a su hijos y los entendía porque Charasuke podía ser bastante convincente en que los demás hicieran lo que él quería – Pero esos adultos, sabían lo que pasaba pero aún así no hicieron nada para que avisarnos, de inmediato hubiese tomando cartas en el asunto –
- Creo que la prensa debe inmiscuirse – Itachi dijo de pronto, su padre se giró para mirarlo – Prensa que esté de nuestro de lado –
- ¿Kakashi? – Inquirió pensando en el mejor amigo de Obito su hermano menor, vio con su hijo asentía – Por qué piensas que será de ayuda –
- Sabe escarbar en lugares que nosotros no llegaremos ni tampoco la policía – Contestó sirviéndose un café – Con respecto a Sasuke, él necesita sacar de su sistema toda esa furia que tiene, déjalo que haga el desmadre que quiera en ese lugar, solo tenemos que tratar de evitar que haga alguna estupidez –
- Sasuke es un as para hacer estupideces, peor si está con Naruto – Se dejó caer en su asiento sin dejar de mirar a su hijo.
- Naruto puede ser su mejor cable a tierra –
- O su mayor cable de demencia – Fugaku pensó en el Namikaze, era un chico explosivo y nadie nunca podía predecir con qué iba a salir, sabía que Minato Namikaze había hecho todo lo posible para criarlo bien, pero el niño era problemático, y juntarlo con su hijo más problemático, era un combinación peligrosa.
- Me comprometo a estar pendiente de ellos siempre – Itachi prometió a su padre – No dejaré que pase nuevamente algo malo en nuestra familia –
- Lo sé hijo – Fugaku le sonrió suavemente – Todos estamos alertas, pero no dejo de sentir que es demasiado tarde – Recordó la pelea que tuvo con su ex esposa el día anterior – Ya viste tu madre me culpa por lo ocurrido –
- Necesita culpar a alguien de lo que está pasando – Itachi también recordó sus gritos como culpaba a su padre de no haber prestado atención a Charasuke – Sasuke dijo la verdad, la culpa no es solo tuya es de todos, nosotros cinco tuvimos la culpa, pero no comunicarnos, por respetar demasiado nuestros metros cuadrados, y dejar vivir al otro de la manera que quisiera, así que sí, los cuatros somos culpables de la muerte de Charasuke, de la misma forma que él tiene la culpa de no decirnos nada –
- Es verdad, por eso no sé qué hacer con Sasuke o contigo – Fugaku toda la vida había creído que criar a sus hijo con independencia era lo mejor pero quizás no.
- No te puedo ayudar en eso, tienes que verlo tú – Itachi miró a su padre con tranquilidad – No estoy bien, lo vi caer, salí a fumar un cigarro cuando cayó frente a mí, no supe qué hacer, aún escuchando los gritos de sus amigos, ni siquiera sé cómo llegue al auto patrulla – Expresó algo que no había dicho – Estoy viendo un psiquiatra, Deidara me obligó – Reveló – Aún no sé si me ayudará, pero él dice que debo hablar con un psicólogo también, supongo que eso va para ti, Sasuke y Mamá también, puede que nos ayude – Miró hacia el suelo porque no podía seguir mirando a su padre – Me di cuenta que no soy todo poderoso, ni que soy tan fuerte como pensaba, ayer estuve en su habitación sentando en su cama, no puedo creer que ya no esté –
Fugaku se levantó para ir abrazar a su hijo mayor, nunca lo había visto tan quebrado como en esos instantes, quizás Itachi no se había dado cuenta pero estaba llorando.
Madara bebía un café expreso camino hacia la oficina de su hermano Fugaku pero se quedó afuera porque tan solo abriendo la puerta se dio cuenta que la cosa no estaba para ir a interrumpirlos.
Se giró sobre sus talones para ir a su propio despacho, tenía muchas cosas que hacer esa mañana, así que era mejor comenzar rápido, para tener la tarde libre, había quedado con Minato de ir a cenar ambos con sus hijos.
El sonido de notificación de su teléfono hizo que lo sacara para revisarlo.
“Padre, está la grande en aquí, llamaron al padre de Naruto, y a ti también te llamaran”
- Zetsu – Llamó a su asistente – Tengo que ir a la preparatoria de mi hijo, congela esas reuniones –
- Pero señor Orochimaru-Sama está esperando en su oficina – Habló un hombre albino de ojos ámbar, se teñía el cabello de un tono verde musgo nada adecuado para su trabajo, pero era tan bueno que Madara lo dejaba pasar.
Madara camino hacia su despacho abriendo la puerta, ahí estaba Orochimaru, un hombre bastante extraño, de cabellos largos negro, muy pálido más que su hijo Sai, y ojos también ámbar tenía ojos ámbar.
- Buenos días Orochimaru, siento mucho esto pero me llamaron de la preparatoria, debo ir –
Orochimaru Hebi se giró sonriendo hacia el Uchiha – Esta bien, entiendo, pero si quieres podemos hablar camino a la preparatoria, tengo cosas que tratar con Hiruzen-Sensei, así que no me sería un problema.
- Vamos – Madara no gustaba mucho de ese hombre, pero tenía muchas alianzas con él.
Pasaron todo el viaje conversando de negocios y los nuevos acuerdos, Zetsu tecleaba en su ordenador con maestría, generando los documentos.
- Sabes Madara, mi hijo mayor, Kabuto, trabaja en el forense – Ahí estaba la verdadera razón por la cual quería hablar con el Uchiha – Me dijo que dentro de la institución estaban tratando de que alterara la autopsia de tu sobrino –
Madara y Zetsu dejaron de hacer lo que estaban haciendo para mirar al Hebi – Qué quieres decir – El Uchiha miró al hombre mientras sacaba de su portafolio unos documentos – Qué es esto – Lo tomó pero sin mirarlos.
- La autopsia de Charasuke Uchiha – Reveló – Si fuera otro caso me daría igual, pero ustedes los Uchiha son de mi agrado, además Charasuke fue novio de Kimimaru, no crep que estuviesen al tanto, sé que ustedes están en plan de venganza, y quiero llevar la fiesta en paz si mi hijo está metido en algo quiero que sepas que lo pagara, no lo críe para hacerle daño a nadie, a ninguno de mis tres hijos, pero no quiero que Sasuke lo mate o alguno otro familiar tuyo –
- Por qué todos piensan que Sasuke matará a alguien – Se quejo recordando a su propio padre que decía que su nieto estaba fuera de sí.
- Según la autopsia tu sobrino fue violado…